Apócrifo - Gods land - Capítulo 52

Media hora después, Kain se despertó a la sombra del árbol de espino. Apenas recordaba lo que paso mientras escuchaba a los muchachos discutir por algo.

-Maestro- grito Aquiles, camino adolorido y abrazo a Kain como si casi lo hubiera perdido.

-¿Que pasa muchacho?- le pregunto Kain con una voz débil -me duele la cabeza-

-Tranquilo maestro, no pasa nada, ocupe su magia para recuperarse-

-Ah sí, mi magia. Se me había olvidado-

Kain levanto su mano y emitió una energía dorada que lo sano. Después se sentó en el suelo y miró hacia los lados. Sentía que la cabeza le daba vueltas. Por otro lado, Jason estaba amarrado con una cuerda y tenía la cara como si le hubieran picado un enjambre de abejas. Kain sonrió y se levantó tambaleándose mientras caminaba hasta él -mi querido Jason, mi muchacho más talentoso y enérgico- dijo con un tono de voz cansado -esa fue una táctica ruin, incluso para un mocoso como tú. No te preocupes, tu maestro te enseñara una larga y dolorosa lección-

-Maestro- dijo Jason con una voz nasal, como si tuviera la nariz tapada -ya me dieron una lección ¿no podríamos hacer como si aquí no ha pasado nada?-

-Mi muchacho, si la vida fuera tan simple la gente no necesitaría las leyes y las cárceles. Jajajaja, no te preocupes, ¿Querías luchar conmigo utilizando todas mis fuerzas? bueno, lo has conseguido-

-Maestro, maestro- dijo Odiseo asustado -no era en serio, este idiota fue un poco estúpido, no se lo tome en serio, por favor-

Kain soltó un suspiro y le acarició la cabeza a Jason -está bien, estoy un poco molesto por ese ataque a traición, pero bueno, esto es karma, parece que fui un poco duro con ustedes. Deja que me recupere y continuamos-

Entonces Kain camino hasta la zanja con agua que había hecho y metió la cabeza para despejar sus pensamientos. Realmente quería golpear al muchacho, pero dentro de todo era la venganza por haberlo hecho sufrir durante todas esas veces.

Mas tarde, después de que todos se recuperaron, lo combates continuaron. Por su parte, Kain siguió luchando con una menor cantidad de sellos, pero no con todas sus fuerzas, eso solo sería un abuso y ellos no aprenderían nada. Pero como consecuencia de liberar el sesenta por ciento de su fuerza, los muchachos pasaron en el suelo durante toda la tarde. Tuvieron veinte combates en donde lucharon de forma individual y diecisiete veces en conjunto. Odiseo y Aquiles le dijeron que se ensaño con Jason, pero Kain les respondió que era solo su imaginación. No obstante, las costillas y brazos rotos decían otra cosa.

Por otro lado, Kain analizo la situación de los muchachos. Siempre, hasta el nivel siete, para vencer a alguien, solo necesitaba la fuerza mínima de un nivel tres. En pocas palabra, con la optimización de la técnica, podía saltarse varios niveles de fuerza y luchar a la par. No importa el nivel, mientras solo estuviera cuatro niveles por debajo, podría ganar. Pero ahora a partir del nivel ocho, se dio cuenta que para poder vencerlos necesitaba la fuerza de un nivel cinco. Esto en sí era especial, ya que algo importante pasaba entre el nivel siete y ocho que la fuerza se disparaba y perdía su lógica original. Es como si tuvieras ocho recipientes y los siete primeros se llenaran cada uno con un litro de agua, mientras que el último se llenara con el doble.

Por su parte, Kain meditaba todas estas cosas sentado sobre una roca mientras escuchaba al viento ulular. Al mismo tiempo, el gran astro en el horizonte cambiaba a una tonalidad más rojiza y la temperatura comenzaba a descender. Al mismo tiempo, los muchachos se habían ido a reunir unos cien metros más allá mientras planeaban presionar a Kain para que mañana fuera con todas sus fuerzas. Media hora después, cuando ya casi no quedaba luz de día y las sombras lo llenaban todo, los muchachos volvieron.

Kain se levantó de la roca y les pregunto -¿Y? ¿una más?-

-Por supuesto- respondió Jason haciendo un gesto como si cortara en horizontal -esta será la definitiva-

-¿Seguros?-

-Seguros, maestro- respondió Aquiles

-Así es- añadió Odiseo

Kain asintió varias veces y apunto hacia donde tuvieron anteriormente sus combates. Después de eso, los cuatro caminaron hacia la planicie iluminada por los últimos rayos del sol y se pusieron frente a frente. Como siempre, los muchachos iban con Jason en medio, Aquiles a la derecha y Odiseo a la izquierda.

Por su parte, Kain comenzó a dar saltitos mientras intercambiaba su guardia entre la derecha y la izquierda. Como se estaba haciendo tarde, sonrió y les dijo -vamos a hacer esto rápido, tengo cosas que hacer-

Cuando finalizo sus palabras, su figura pareció parpadear y se precipito con brutal velocidad hacia los muchachos. Los cuales lo esperaron dispuestos.

Kain lanzo una patada a Jason con la planta del pie, la cual el muchacho intento bloquear sin mayor éxito, salió despedido por el aire y cayó derrapando en el suelo sin perder su postura. Por otro lado, Aquiles y Odiseo a los lados atacaron a Kain. El primero con un poderoso gancho a las costillas y el segundo con una patada dirigida hacia la cabeza. Kain bloqueo a Aquiles mientras se agachaba esquivando a Odiseo. Después saltó hacia la derecha y ataco a Aquiles con un derechazo a la sien. Este último se cubrió, pero el impacto reverbero en su cabeza mandándolo al suelo.

Por otra parte, Odiseo persiguió a Kain mientras le lanzaba patadas, una tras otra, como si fuera una lluvia infinita. A su vez, Kain lo esquivo saltando en zigzag a medida que retrocedía. Odiseo en su desesperación corrió con más fuerzas. Al mismo tiempo que Kain seguía retrocediendo, vio que Jason se había recuperado y estaba alcanzando a Odiseo. Al parecer, el ataque una vez más era de a dos. En ese momento, Kain dejo de retroceder y saltó hacia adelante. Odiseo lo recibió con una furiosa patada y Kain se agacho para que pasara por encima. Una vez que el golpe fallo, Kain se levantó, tomo a Odiseo de la ropa y lo azoto contra el suelo. Por su parte, al ver que Kain le daba la espalda, Jason se acercó con la intención de patearlo en la cabeza. No obstante, al momento de lanzar la patada, Kain se agacho sin mirar y una vez que fallo Jason, lo tomo de la ropa para castigarlo igual que a Odiseo. Otro estruendo se escuchó y ahora los dos idiotas estaban en el suelo. Mientras tanto, Aquiles se levantó para continuar la lucha, pero Kain negó con su cabeza y les dijo -mañana continuamos-

-¿Qué?- gritaron los tres

Los dos idiotas que estaban en el suelo, se levantaron soltando un gruñido mientras se acariciaban la espalda.

-Es mentira ¿verdad?- pregunto Jason

-No, muchacho, es la verdad. No están en condiciones de luchar. Mañana lucharemos con todas las fuerzas y será el empuje definitivo-

-Viejo, me duele perder- dijo Jason inconforme con la explicación -pero no te siento como un gran desafío. Si seguimos así, no voy a avanzar al siguiente nivel-

-Bueno- respondió Kain con una gran sonrisa -mañana entenderás lo terrible que puede ser la técnica de lanza que te enseñe. Solo será el principio del segundo nivel, pero créeme, será más aterrador que cualquier otra cosa que hayas enfrentado. Preocúpense de traer un gran suministro de medicina-

-o-

Después viajaron con los caballos a la finca y los recibieron los cuatro niños, que esperaban con ansias al trio de idiotas. No obstante, se sintieron desanimados cuando Jason les dijo que estaban cansados como para jugar. Así que les prometieron que en dos días saldrían de paseo. Por una parte, los niños aceptaron de mala gana, por otro parte, Kain quedo como el peor ser que ha pisado la tierra, ya que con su entrenamiento, interrumpió la diversión de los niños.

Kain solo acepto la culpa y se fue a bañar. No obstante, tuvo que cargar a los cuatro pequeños que estaban muertos de sueño por tanto esperar. Dos en cada brazo, Tatsumi y Flora cabeceando y Viggo y Ottar haciéndose los fuertes. Detrás de Kain iban las madres, las cuales estaban pendiente de lo niños.

Kain avanzo por el largo pasillo que lo llevo a las escaleras y después subió al segundo piso. Primero dejo a Flora y Ottar con Isabel. Después dejo a Viggo con Heaphestus y por último entrego a Tatsumi con Mikoto. Una vez todos dispersos en sus habitaciones, Kain se fue a la habitación de Deméter, la cual estaba al final del pasillo.

Por su parte, Deméter y Hera lo acompañaron mientras entrelazaban sus brazos con Kain.

Una vez que entraron a la habitación, Kain se quería tirar a la cama, pero las diosas no lo dejaron. Lo llevaron a un baño recubierto con baldosas blancas de punta a punta y lo desvistieron. Kain se dejó querer y les dejó hacer lo que quisieran. Lo cual no fue mucho, ya que estaba cubierto de tierra por todos lados. Así que antes de cualquier cosa, primero sería un baño. Deméter lo condujo a un sector amplió, en donde no había nada más que unos taburetes y unas botellas que contenían jabones. Por otro lado, el espacio tenía unos tres metros de ancho y largo, el cual era bordeado por rendijas que funcionaban como desagües.

Deméter hizo sentarse a Kain en uno de los taburetes, lo cual no fue ningún problema. Después de todo, Kain estaba encantado viendo a las diosas desnudas. No importa el tiempo que pase, los hermosos cuerpos eran un regalo para la vista.

Por un lado, estaba Hera, con esos cautivadores ojos de un color celestial claro y vibrantes. Tenía una figura esbelta, con una piel clara y unos senos modestos. Sus piernas eran largas y sus nalgas firmes.

Por otro lado, Deméter también tenía una figura esbelta, pero sus senos y trasero eran explosivos, una oda a la lujuria. Sumándole su suave personalidad y tierna voz, no había quien se le negara.

Después de tomar varias botellas, Deméter y Hera comenzaron a lavar a Kain. La primera el cabello mientras que la segunda, por el frente. Al mismo tiempo, Kain empezó a recordar su última conversación que tuvo con Deméter. La diosa le había contado que había tenido otros amantes durante su estadía, la cual no fue corta, ya que llego junto con Zeus y Hera. No obstante, nunca se metió con los asuntos de Orario ya que no era su fuerte. Volviendo al tema, los amantes de Deméter fueron variados, entre todos los siglos que lleva en la tierra fueron unos veinte. Casi nada considerando la longevidad de la diosa. Hace como unos trescientos años dejo de plantearse compartir su cama con otros hombres por el hecho de que todos morían llegado su momento. Era un acontecimiento triste y a cada día se volvía más devastador. Por otro lado, cuando conoció de Kain a través de Hera, no lo encontró la gran cosa. Un elfo con gran habilidad, eso es todo, se dijo. No obstante, después de la gran presentación que tuvo frente a la asamblea de dioses, le llamo la atención.

Sí, le dio miedo que pudiera manipular la oscuridad como si fuera un arma más, pero también la éxito sentir ese miedo. Él definitivamente se quedó en su retina, pero lo que más le llamo la atención, fue su relación con Hera. Como amiga, Deméter sabia algunas de las complicaciones que tenía la diosa, así que el simple hecho de tener sexo le llamo la atención. Algo que no debería ser, se llevó a cabo. Por eso lo quiso conocer y después de varios encuentros, decidió tomar las cosas un poco más serias. También le interesaba el hecho de tener un hijo, no uno hecho a través de la bendición de la divinidad, sino uno hecho como cualquier ser vivo. Le parecía misterioso y maravilloso a la vez. Otra cosa que no debería ser posible, pero que podía ser posible.

Justo después de recordar todos esas cosas, Kain se vio a sí mismo cabeceando del sueño a través de un gran espejo que había en la pared. En ese momento, Deméter le pasaba los dedos por el cuero cabelludo, esparciendo así el shampoo, lo cual lo relajaba en gran manera. Por otro lado, Hera por delante le jabonaba el pecho con sus suaves manos y le regalaba una sonrisa suave y tierna. Kain se apretó el tabique de la nariz y sonrió tratando de combatir su sueño. Por su parte, Hera soltó una risita mientras se cubría la boca con el dorso de su mano derecha en un gesto encantador.

-¿Mucho sueño?- le pregunto Hera estirando sus manos y retomando el jabonado.

-Mas o menos, esos muchachos me dieron una buena paliza- dijo Kain

-¿Eso es bueno o malo?-

-Bueno, mañana me pondré serió y lucharemos en serió-

-No te vayas por la borda, recuerda que son tus discípulos-

-Sí, lo sé, pero creo que será la última vez que los haga sufrir unilateralmente-

-Solo ten cuidado-

-Lo tendré-

Hera empezó a bajar a los muslos y termino mirando la entrepierna. Le dio a Kain una mirada coqueta y este último sonrió. Hera estiro sus manos y comenzó a acercarse a la entrepierna, cada vez más cerca hasta agarrar el miembro con ambas manos.

-Está bien, querido- le susurro Deméter por detrás, lo abrazo dejándolo sentir sus enormes senos en la espalda y continuo -deja que te atendamos, déjate querer-

Kain asintió y se dejó satisfacer. Hera lo estimulaba moviendo sus manos de arriba hacia abajo, mientras que Deméter lo abrazaba por detrás y lo besaba a la vez. Todo esto se prolongó durante dos minutos hasta que por fin, Kain acabo soltando un gemido lleno de satisfacción.

Después de eso, se terminaron de bañar y se fueron a acostar.

En ese momento eran las once de la noche, estaban desnudos en la cama y a Kain se le había pasado el sueño. No obstante, más allá de hacer alguna cosa sexual, solo estaba en medio de las dos chicas mientras las abrazaba y pensaba en otras cosas. Hera lo besaba en el pecho tratando de inducirlo a algo, pero viendo que no resultaba, se recostó sobre su pecho. Por otro lado, Deméter tenía su mano sobre el miembro y lo continuo masajeando durante un largo tiempo.

Por otro lado, Kain en ese momento pregunto -¿Por qué vinieron a la tierra? No me refiero a jugar, ya sé que la mayoría de ustedes viene a divertirse, pero ¿Cuál era la misión que les dieron en un principio?-

Hera y Deméter dejaron todas sus intenciones y pensaron durante un momento.

-No lo sé a ciencia cierta- dijo Hera -yo estaba acostumbrada a ver y velar por los humanos, así que fue como si mi naturaleza me incentivara a hacerlo-

-Lo mismo- dijo Deméter -de nada sirve la diosa de la cosecha si no hay cosecha. Menos si no hay humanos que aprovechen la bendición de la tierra. Es extraño ahora que lo mencionas, por lo menos, yo nunca me lo cuestione. Desde un principio, Uranos y otros dioses mayores vinieron y dijeron "ahora pueden bajar a la tierra". Entonces nosotros curiosos y deseosos de ver otros lugares y salir de la monotonía, bajamos. Así de sencillo-

Kain soltó un suspiro lleno de cansancio, no físico, sino mental.

-¿Por qué insistes tanto en la razón?- pregunto Hera

-Hoy luchando con los muchachos- dijo Kain -me di cuenta de que su fuerza empezó a crecer a otro nivel después de alcanzar el nivel 8. Por lo general, yo necesitaría estar unos cuatro niveles por debajo para poder vencerlos, pero me vi obligado a acortar la distancia de nuestras fuerza. Es como si la composición del alma y el cuerpo cambiara. Los revise con mi mirada espectral pero no puede encontrar nada. A lo mejor, me falta aprender más. De ahí que viene mi pregunta-

-Déjalo, querido- susurro Hera con una voz suave y melodiosa -deja los cosas difíciles para otro momento. Déjame darte descanso-

Kain sonrió al escucharla y acerco su rostro para darle un tierno beso. Después de eso, la noche fue larga y excitante.