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Sr.Park, porfavor déjeme ir

¿Por qué a todo lo que entregamos nuestra pasión y dedicación, acaba por quemarnos?¿Por que cuando llegas a tener todo lo que amas, te lo arrebatan sin piedad alguna? Un día puedes estar feliz e y intentado crear una boda maravillosa, y al otro estar sufriendo, por la desaparición de esta. El amor puede ser efímero, dos mundos muy diferentes. Serán capaz de volver a confiar, en aquello que se les arrebato con tanto dolor. Una historia que muestra como nuestros protagonistas, luchar por volver a creer en aquello que se les arrebato y confiar uno en el otro, para que no vuelva a suceder.

BlackDiamond03 · Historia
Sin suficientes valoraciones
27 Chs

Ivonne

- Quiero dar las gracias ha aquellos presentes, muchos han dado sus esfuerzos por donde están hoy. Como dijo Hermann D. Steiner "Las metas son el resultado final de una dura lucha que se forma con el fruto de todos los esfuerzos" -dijo William- no detengáis vuestra marcha a medio camino, aquellos que no lo han conseguido hoy que lo vean como un aprendizaje para el día de mañana. -Expreso William, a sus oyentes. 

Grandes aplausos resonaron por el salón, aquellos presentes se sentían honrados por la presencia del hombre en el podio, algunos lo miraban como un ejemplo a seguir mientras que otros mostraban su resiliencia ante el joven ahí. 

- Espero que disfruten de la cena y el resto de la velada -que disfruten su noche, dijo William, bajando del podio.

Al bajar se encontró con su asistente, el cuál se encontraba a la espera de la finalización del discurso, mientras poco a poco los invitados iban entrando al restaurante con la guía de los camareros.

- Sr. Parks, la señora y el señor le están esperando en su mesa, me han comunicado que acuda a su encuentro -comunico el Sr. Brow.

- ¿De quién fue la idea? -pregunto William, con molestia.

- Señor, ellos compraron una entrada vip -dijo Brow

Al notar la exasperación de su jefe, Brow, decidió tomar distancia y guiarlo a la mesa cuyos padres ocupaban. Ambos se encontraban hablando de manera afán. La molestia que sentir ante la copra de las entradas, por aquellos que lo esperaban en la mesa, mostró la tensión y amargura presentes ante las intenciones de su madre.

- Madre, padre, no creo que esta sea la ocasión, ¿qué os trae aquí?

- William, hace mucho que deje molestarte con este asunto, pero en esta ocasión déjame pasar más tiempo con mi hijo, y esta es la ocasión perfecta para que lo hagamos, ¿es mucho pedir? -su madre lo miro con expectativa, sabiendo que había poco espacio para el rechazo.

Ambos progenitores se sintieron desolados ante el dolor que sentía su hijo cada que llegaban estas fechas, el joven se recluía, ante su dolor sin permitir la entrada de nadie para ayudarlo, esta gala fueron sus esperanzas para lograr sacar a su joven hijo de tal amargura. , aun que solo sean en estos breves momentos.

Su madre, con una sonrisa melancólica, coloco una mano sobre la del joven.

- Solo por esta vez, hijo -dijo su padre.

En el joven se reflejaba la rabia y la tensión del momento, un pequeño carraspeo se oyó en la mesa, provocando que el cuerpo del presente se relajara y buscara la posición del carraspeo, sin bajar su presencia.

- OH, perdona nuestra descortesía, déjame presentarte hijo esta es Ivonne, ella era la jovencita que vivía al lado de nuestro residencia, cuando tú tenías cinco -dijo Juliette, con emoción- no te acordaras de ella, se mudaron cuando recién cumpliste lo siete.

La joven mostró una suave sonrisa a la vez que extendía la mano para saludar al joven, un movimiento, que, pretendía corresponder, con una mirada sin importancia.

Al ver que no tenia intención de seguir el saludo, la joven retira la mano con una sonrisa rígida y un dejé de incomodidad ante los presentes. Apenas el pudo contener su frustración, había sido sorprendido por la repentina aparición de sus padres, sino que ahora le imponían la compañía de alguien que apenas recordaba de su infancia.

La tensión era palpable cuando su madre Juliette, trato de salvar la situación.

- Sabes Ivonne ha logrado proyectos importantes en Italia, ha hecho un gran trabajo -continuó Juliette- Quiere probar la entrada en la industria en Canadá para ver si puede lograr expandir su carrera -dijo Juliette con emoción.

- Es un placer volver a verte, William. Aunque hayan pasado muchos años, me alegra poder compartir esta noche contigo -pronuncio Ivonne, con una suave sonrisa.

- El hecho de que uses a mi madre, como medio para tu escala social no es algo muy admirable, no cree usted -pronuncio William sin ganas.

La frialdad de William cayó como un balde de agua fría sobre la mesa. Ivonne, sorprendida, hizo el intento de ocultar el dolor que causaron esas palabras, luchando por mantener su compostura, la sonrisa que había intentado sostener desapareció por completo. Juliette con intención de defender a la joven intento decir algo, pero no pudo debido al firme agarre de su esposo.

- Disculpa que mis acciones te parezca de ese modo no era mi intención que lo vieras así, le conté a Juliette, que contacte con tú empresa para extender mi carrera aquí, he intento echarme una mano, pero no te preocupes no soy ese tipo de personas -expreso Ivonne, con firmeza.

Sin intención de responder a la explicación dada por la joven, William se centro en el plato que sirvió el camarero, preparándose para empezar con su cena. Dando por finalizada la conversación, y sin dar importancia a la incomodidad que se presentaba en la mesa.

Para evitar la incomodidad del momento Juliette siguió hablando con la joven eliminando poco a poco la tensión, Thomas daba pequeñas respuestas cuando la conversación iba dirigida hacia él.

************

El teléfono dio paso a la voz robótica.

*El numeró al que llama no se encuentra disponible en estos momentos deje su mensaje después de la señal* 

La joven, colgó el teléfono para volver a realizar la llamada. Antes de que volviera a saltar el buzón de voz, una voz conocida respondió.

- ¿Dime, Liliana, necesitas algo? -pregunto Jayden.

- ¿Ya recogiste la tarjeta de la habitación? -respondió Liliana, ante su pregunta.

- Si, ya la recogí, estoy yendo ahora para el hotel, ¿no va haber ningún problema con que vaya? Este evento parece ser uno de los mejores y son muy estrictos con la entrada -expreso Jayden, con desconfianza.

- Tu entrega la entrada, mi jefe nos permitió trae a un acompañante para la velada, puedes pasar sin ningún inconveniente. Cuando llegues al hotel coges el ascensor hasta la penúltima planta la habitación es el numero novecientos noventa idos, no se cuando terminare, así que disfruta de las instalaciones -dijo Liliana- te aviso cuando sepa cuando termine, que te tengo algo preparado.

- Vale, vete avisando me. No te sobre esfuerces -dijo Jayden.

- No te preocupes, tratare de hacerlo, luego nos vemos -dijo Liliana.

Tras colgar la llamada la ansiedad se hizo presente, mientras guardaba el teléfono, volvió a prestar atención a todos los camareros que iban y venían de la cocina con platos. 

No se percato del acercamiento de su amiga, ahora luciendo un traje de noche color vino, que acentuaba su cuerpo.

- Estas hermosa, lo sabes verdad -no puedo evitar decir Lilian, al ver a su amiga- esta noche seguro que cae el Sr. Parks