CAPÍTULO 130- La amenaza de Cris.
Kei estaba cenando con sus compañeras.
Todas estaban preocupadas por lo que acaba de pasar, pero Kei parecía el mismo de siempre, a pesar de que hace unos minutos estaba llorando.
—¡Nunca me cansaré del sabor de tu cocina, Terkiana!
—… Gracias.
—… ¿Por qué están tan serias?
—¿Te sientes bien, Kei?
—No es saludable que finjas que no pasa nada, nya.- Dijo Eris.
—¿Eh? No estoy fingiendo. Zero me está dejando vivir. Se está confiando. Y, según el cliché, eso es bueno, porque significa que podré derrotarlo… Y sobre lo que pasó en la aldea… Yo no puedo hacer nada al respecto… Lo mejor sería no pensar en eso y seguir adelante. Llorar y lamentarse solo nos hará perder tiempo valioso. La vida debe seguir.
El Dios supremo apareció frente a él, sobre la mesa.
—Hola.
Kei y las chicas se arrodillaron inmediatamente.
—¡Buenas noches, Dios supremo!
—Hubo un cambio sobre los objetos. Escucha con mucha atención. Hay 4 objetos en otros mundos. Mundo 39: En ese mundo, en el bosque del infierno, se encuentra uno de los objetos. Mundo 1: En ese mundo, en el castillo del Rey Demonio, se encuentra un objeto, en la habitación del Rey Demonio. Mundo 15: Uno de los objetos se encuentra en la escuela "Celeks". Y, por último, en el mundo 35: Se encuentra en el trono de la Reina. Es todo. Después de que cumplas 15 años, podrás empezar a recolectar los objetos… ¿O prefieres empezar ya?
—No… Lo mejor sería esperar… ¿Y el último? Ya descubrí que Mei es uno de esos objetos, pero falta otra persona… ¿Me puedes dar una pista más?
—No, lo siento. Adiós.
El Dios supremo desapareció.
—Otro Rey Demonio… Creo que lo tendremos que derrotar.- Dijo Mio.
El Dios supremo volvió a aparecer.
—Por cierto, solo Kei podrá viajar a otros mundos, no puede llevarse a alguien con él. Debe ir solo.
El Dios supremo desapareció.
—Era obvio. Ir a otro mundo va en contra de las reglas. Solo las personas con el poder mágico adecuado pueden viajar entre mundos, pero está prohibido que personas sin el poder suficiente viajen a otros mundos.- Dijo Nirfei.
—Debo ir solo… Será peligroso.
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—Cris, no lo escuches.
—Maldita sea.
Zero tenía su pie derecho sobre la cabeza de Sline.
Él las derrotó fácilmente… Zero estaba a un nivel demasiado alto, más alto que Nero.
—Tú quieres matar a Kei Molfer y yo tengo la ubicación del héroe Kei. Te entregaré la información si matas a las novias de Kei Molfer… Kei me dijo que tiene la misión de derrotar a Fravi.
—¿Q-qué? ¿T-te lo dijo?
—Vamos a colaborar con él. Él está en el infierno, entrenando con Desmolfer, la Reina Demonio.
—D-dice la verdad, Sline.
—¡No debemos confiar en los demonios!
—Mata a las novias de Kei Molfer y te llevaré con el héroe Kei. Las mataría yo mismo, pero no tengo tiempo.
—… ¿Por qué quieres hacer eso? ¿Kei Molfer no estaba con ustedes?
—Claro que lo estaba, pero decidió perder el tiempo con sus novias y renunció a la misión. Es un traidor que debe morir.
—… Está bien… Lo haré… Pero prométeme que me llevarás con Kei.
—Lo prometo.
Zero sonrió y se alejó caminando.
—No me decepciones, Slime.
Zero desapareció.
—… Sline, él decía la verdad.
—¿Realmente lo harás?
—Sí… Debo hacerlo… Pero no ahora… Debemos esperar un poco más… Ellas se volvieron fuertes… Debo volverme más fuerte.
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—Hoy es 4 de noviembre. ¿Sabes lo que eso significa, Zei?
—Significa que es Lunes y debo ir a la escuela.
—No… Bueno, sí, pero también significa que hoy se estrena la nueva película de ese anime… ¿Cómo se llamaba?
—Te estás volviendo adicto a eso.
Zei se lavó la cara en el lavamanos y suspiró.
—Otro día comenzó.
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Zei salió de su casa y comenzó a caminar.
—… Ir a la escuela y entrenar… Se está volviendo una rutina aburrida.
—Es lo mejor… ¿Quieres tomarte algunos días de descanso?
—… No, pero… ¿podemos ir a otro mundo? Ya me aburrió ir a ese mundo.
—¿Ya no quieres ir al mundo 57?
—Me gusta ese mundo, pero quiero ir a otro más… ¿Cómo puedo decirlo…? ¿Entretenido?
—Quieres entrenar y divertirte… Fufu. Tengo una idea.
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Después de la escuela, Zei entró a su casa y desapareció.
Apareció en medio de un enorme bosque.
—… ¿Un bosque?
—Bienvenido al mundo 31. Aparecimos aquí para que no levantes sospechas. Ponte la ropa que compraste antes.
Zei sacó su bolsa mágica y sacó un conjunto de ropa blanco.
—Te quedará perfecto.
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Zei se puso la ropa. Un pantalón blanco, una camisa blanca muy ajustada, que resaltaba mucho su cuerpo, y un par de guantes negros sin dedos.
—Listo... Ahora el toque final.
El cabello de Zei comenzó a cambiar de color... Se volvió blanco.
—¿Era necesario?
—Zei, si fuera mujer, tendría un orgasmo con solo verte. Te ves genial.
—... Lo repito. ¿Era necesario?
—Tú quieres diversión y te la daré. Solo sígueme la corriente.
—Bueno... Está bien.