Wu Le y Zhao Kai siempre habían estado planeando vengarse de Chen Xuan, y al ver a Chen Xuan, la vista de su enemigo hizo que sus ojos ardieran de odio.
Sin embargo, no bien habían hablado,
¡Zas! ¡Zas!
Dos sonidos crujientes resonaron.
Wu Le y Zhao Kai recibieron una bofetada cada uno que los mandó volando.
Wu Le y Zhao Kai se levantaron enojados del suelo.
—¡Maldición, flirteando con la muerte! ¡Atrapenlo!
A la orden de Wu Le y Zhao Kai, los hombres corpulentos que estaban a su lado levantaron sus palos listos para arremeter contra Chen Xuan.
—¡Chen Xuan, ten cuidado!
El rostro de Wu Pinxue se puso pálido del susto.
Wu Bo también estaba muy preocupado.
La expresión de Chen Xuan se oscureció, y con un paso adelante, agarró directamente los brazos de Wu Bo.
—Tú... ¿qué estás haciendo? —Wu Bo estaba en shock, totalmente desconcertado.
Chen Xuan dio una sonrisa leve:
—¿No dijiste que querías aprender algunos movimientos de mí? ¡Ahora te voy a enseñar!
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