Sin decir una palabra, Lu Jie se lanzó hacia adelante y desató una furia de puñetazos y patadas sobre Dai Siqi, dejándola con la nariz amoratada y la cara hinchada, y no perdonó a Lin Fang, que estaba al lado de ella.
Los compañeros de clase se quedaron impactados por la escena ante ellos; ni una sola persona se atrevió a intervenir.
Han Jingting quería avanzar y persuadirlos, pero Chen Xuan la rodeó con su brazo por los hombros y señaló con los ojos que no debía interferir.
Momentos después, Dai Siqi y Lin Fang se quedaron con el rostro ensangrentado, casi desfiguradas.
—Presidente Chen, lo siento, estas dos mujeres han cometido una ofensa por su ceguera; ya les he dado una lección en su nombre, por favor no lo tome en cuenta.
Chen Xuan no respondió y en cambio se dirigió directamente a Dai Siqi y Lin Fang.
—Estas heridas no son leves. Resulta que sé un poco de medicina, ¿les gustaría que les eche un vistazo?
—No... no necesitamos...
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