CAPÍTULO 30- ¡¿Soy un gato?!

CAPÍTULO 30- ¡¿Soy un gato?!

E-está bien... H-han pasado tres días desde que me convertí en un gato. Eso es suficiente para volverme loco, pero no fue solo eso. ¿Por qué? ¿Simplemente por qué? ¡¿Por qué nací hembra?! ¡Ser un gato era suficientemente malo, pero también nací hembra! ¡Nadie me va a profanar! ¡No me importa que yo pase por temporada de celo, ningún asqueroso gato tocará mi adorable cuerpo!

Aunque me volví loco y me desmayé por el susto, recuperé la cordura y comencé a a adaptarme. Sé que existen los Dioses y las reencarnaciones. Dios me dijo que todos pierden los recuerdos cuando reencarnan, pero creo que mi reencarnación fue especial porque tengo mis recuerdos. Pero eso no es lo más importante. Yo reencarné en un gato, eso significa que alguien me mató. Bueno, al menos tuve una muerte rápida y sin dolor porque ni siquiera me di cuenta cuando me morí.

Ser un gato, ¿eh? Supongo que... podría acostumbrarme. Es mi única opción, después de todo. Acostumbrarme y tratar de sobrevivir. Tengo 3 hermanos o hermanas, no lo sé. Intenté comunicarme con ellos, pero no me entienden y yo no los entiendo. Y mi madre tampoco me entiende. Supongo que no podré comunicarme con ellos.

¡Pero no es momento de deprimirme, debo seguir adelante! Consideraré esto como una nueva oportunidad de vida. Mi vida pasada se arruinó. Las chicas que me importaban me ignoraron y no pude vengarme. Mi vida se quedó sin ningún significado ni futuro. Tomaré esta nueva oportunidad para ser mejor o al menos intentar sobrevivir.

Tengo suerte de que mi dueña sea una niña amable y cariñosa. Sí, me sorprendió que ella fuera una chica cerdo, ¡pero la vida me enseñó que no debo juzgar a nadie por su apariencia! Ella es muy amable, incluso su padre, que al principio me daba miedo por lo enorme que era.

—Nya.

Soy un recién nacido, pero mi cuerpo se siente bastante bien. Puedo moverme fácilmente, a diferencia de mis hermanos, que siguen apegados demasiado a nuestra madre. Fufu. ¡Aprendan de mí! Recién nacido y soy muy independiente. Cuando deje este lugar, te extrañaré, madre... Bueno, no mucho, ni te conozco, pero gracias por darme la vida, aunque me hubiera gustado nacer macho, pero ni modo.

Tengo planeado escapar de aquí y buscar respuestas. ¡Soy un gato, un jodido gato! Y sí, mantengo mis recuerdos, algo que se supone no puede pasar. Necesito reunirme con ese Dios o con esa Diosa. Cualquiera estaría bien.

Pero primero necesito volverme fuerte, es decir, crecer sano y fuerte. El alimento no me hace falta. Es asqueroso, pero he sobrevivido bebiendo de la leche de mi madre. Se supone que es natural, pero me siento raro haciendo eso.

El baño tampoco es problema. Cuando mi dueña está estudiando o jugando, salgo por la ventana, hago mis necesidades en el jardín, me baño en la fuente y regreso con mi madre.

Me siento un vagabundo, pero es mejor que dejar apestosa la habitación.

Mis necesidades están cubiertas, pero todavía quiero escapar. No quiero vivir toda mi vida así. Estaría más cómodo si fuera macho, ¡pero soy hembra! Me siento demasiado incómodo con esta situación.

Aunque admito que soy adorable. Soy una gata blanca. Me pregunto si mi padre tiene pelaje blanco, pues mi madre tiene pelaje negro... Bueno, conociendo la naturaleza de los gatos, es muy posible que nunca conozca a mi padre. Él se cogió a mi madre y se fue para siempre. La naturaleza es algo tan aterrador, y vivirlo en carne propia lo es más.

¡Pero no te necesitamos, padre, sobreviviremos sin tu dinero! ¡Vete con tus amantes, idiota!

Fufu. Ah, el humor me ayuda a sobrellevar las cosas y no volverme más loco.

—Nya, nya.

Lo primero será ganarme la confianza de mi dueña, para que se encariñe conmigo y me lleve a todas partes. Algún día saldrá de esta casa y viajará a algún lugar, después de todo, su familia es rica, dudo que los ricos no salgan de vacaciones.

Oh, sí, olvidé mencionarlo. ¡Esta casa es enorme! ¡Una mansión! ¡Vivo con una familia rica! Qué suerte tienen algunos. Me pregunto si existen chicas monstruo en este mundo. Me interesa conocer chicas bestia y chicas monstruos. ¿Puedo contarte un secreto? Tengo cierto fetiche con las chicas monstruo, ¡por eso quiero conocerlas! Quiero descubrir si en persona son ardientes y hermosas, o asquerosas y aterradoras.

—¡Nya!

Salté sobre la barriga de esta niña y la miré a los ojos.

—¿Qué pasa, Kin?

Kin... Estúpido nombre, es demasiado corto. ¡Soy Saoko...! Bueno, Saoka. ¡No, soy hombre, no me importa que mi cuerpo sea el de una mujer!

Dejando las tonterías a un lado, debo seguir con mi actuación.

—¡Nya!

Fingí bostezar y me acosté sobre su barriga, para fingir que estoy dormido.

—¡Oh! ¡Tan linda!

Fufu. Funcionó la actuación. Debo convertirme en su favorito para ganar privilegios.

Lo siento, hermanos, pero tomaré la ventaja.

Solo espero algún día volver a recuperar mi forma humana.

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(Pov- Dreimo.)

—¡Feliz Halloween!

Abrí el whisky o lo que sea esto y le serví un poco a Yuik.

—¡Salud!

—¡S-salud!

Nos colamos a esta fiesta de Halloween. ¿Quién la organizó? No lo conozco, pero lo convencí de quedarme cuando vio la cantidad de alcohol que traje. Los adolescentes son fáciles de convencer, ¿no?

Pero por obvias razones, no me alejaré de Yuik, no permitiré que ningún borracho se acerque a ella.

Estamos aquí porque quiero enseñarle más acerca de las fiestas de este mundo. ¡Y estar en una fiesta de disfraces es el lugar perfecto!

Aunque ni Yuik ni yo tenemos disfraces. Esta fue una idea que cruzó por mi mente hace una hora y no tuve tiempo para pensar en algún disfraz.

Pero aquí estamos, en una fiesta con alcohol y comida. ¿Qué más puedo pedir?

Me bebí por completo el whisky o lo que sea. Simplemente compré el alcohol más caro que encontré.

—¿La música está demasiado fuerte, Yuik?

Ella asintió y puse un campo de insonorización mínima. Reduce el sonido de la música y solo tiene efecto en nosotros dos.

—¿Así está bien?

Yuik asintió rápidamente.

—Me alegro. Bien, estamos en una fiesta. Hay disfraces muy buenos y aterradores.

Una chica en minifalda y vestida de enfermera pasó frente a nosotros.

—Y disfraces muy provocativos. Se supone que los disfraces den miedo, eso no da miedo.

Yuik escribió en su libreta y me la mostró: "¿Estás seguro de que no debemos tener disfraz? Todos tienen".

—No te preocupes por eso, traje mucho alcohol para que nos dejen quedarnos, no habrá problemas.

Y si los hay, siempre puedo manipular a las personas para que dejen de molestar.

Me serví otro vaso con alcohol.

—No bebas mucho, Yuik. A mí no me afecta el alcohol, pero a ti sí. Bebe poco para que disfrutes de la fiesta...

—¡Lo siento!

Una chica me tiró un líquido rojo sobre mí. Creo que es refresco.

—No te preocupes.

Mi camisa favorita... Bueno, no es mi favorita, pero siempre quise imaginar una escena así.

Me quité la camisa y me limpié el resto del refresco que cayó sobre mis pantalones y pecho.

—Dejaré que se seque.

Levanté la mirada y miré a la chica a los ojos.

—No te preocupes, fue un accidente.

—G-gracias.

Ella se fue... Mmm... ¿Cómo puedo decirlo? Ella acaba de tener un orgasmo con verme. ¿Cómo lo sé? Su manera de caminar me lo confirma, y porque conozco el olor de un orgasmo. La madre de Sant me obligó a identificar el olor para detenerme cuando ella tuviera un orgasmo. Esa mujer estaba loca.

—Oye, Yuik, ¿soy guapo?

Yuik asintió rápidamente.

—P-pero... T-tu versión... n-normal... L-lo es... m-más.

Creo que exageré con este cuerpo. Bueno, en el otro mundo no llamo tanto la atención como aquí. Creo que tienen diferente definición de belleza. En el otro mundo soy un poco mejor que el promedio, pero creo que aquí soy demasiado. Bueno, cometí un error, no importa.

—Ya veo... Y yo que pensé que este cuerpo era normal y promedio. Ah, soy un idiota.

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La fiesta siguió sin problemas, pues maté a los idiotas que intentaban drogar a las mujeres y a los que se querían aprovechar de las mujeres ebrias. Y también maté a 3 mujeres que intentaban abusar de hombres. Wow, eso me sorprendió, pero recordé a la madre de Sant y recordé que las mujeres también pueden ser pervertidas y violadoras.

Al menos me aseguré de que Yuik disfrutara de la fiesta.

Regresábamos a casa y tenía a Yuik en mi espalda.

—L-lo... s-siento.

Yuik bebió demasiado y está ebria. Olvidé que el alcohol tiene efecto rápido en ella.

—No te preocupes. ¿Te gustó la fiesta?

—S-sí. F-fue... d-divertido.

—Me alegro.

Música y baile. Yuik no bailó, pero fue divertido ver a los demás bailar y ver sus disfraces.

Llegamos a casa y abrí la puerta.

—Bien, llegamos.

Abrí el portal y regresamos al otro mundo.

Acosté a Yuik sobre su cama.

—Descansa, Yuik.

—G-gracias.

Salí de la habitación y estiré los brazos.

—Bueno, a comer, me quedé con hambre.

(¡Feliz Navidad :3 El próximo año seré más activo, así que espero sus comentarios. Gracias.)