Deja su caparazón

"Abigail no pudo dormir. Su mente estaba completamente ocupada por el señor Qinn.

La razón por la que no le envió un mensaje al señor Chaqueta de Cuero Negro hace días fue porque hizo una apuesta consigo misma. Esa apuesta era que si volvía a ver a ese señor Qinn, lo consideraría como una bendición del mundo, concediéndole lo que más deseaba. Se dijo a sí misma que si se encontraban de nuevo sin que ella lo buscara activamente, nunca lo dejaría ir tan fácilmente de nuevo.

Entonces, ahora que realmente sucedió, y el hecho de que sucedió en solo unos días desde que lo vio por última vez, la determinación de Abigail se disparó más que nunca. Ella iba a hacer esto. ¡No había vuelta atrás! 

Estaba emocionada de llamar a Kelly, pero tenía que esperar el mensaje del hombre primero. Tenía que saber cuándo se encontrarían de nuevo para que Abi pudiera prepararse para ello. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, no había ni un solo 'ding' en su teléfono que indicara que había recibido un mensaje.

Pronto, comenzó a escribir en su teléfono, con la intención de enviarle un mensaje, pero fue más difícil de lo que pensaba. No sabía cómo empezar esa conversación. Nunca había hecho algo así antes. Por lo general, los chicos eran los que siempre la llamaban o le enviaban mensajes de texto primero. ¿Debería llamarlo? ¿Qué debería decir? 

Abigail pasó una hora dando vueltas en su cama, sosteniendo su teléfono con fuerza y mirándolo cada dos segundos, tratando de tomar una decisión. Ahora se dio cuenta de que incluso algo tan pequeño como esto no era fácil en absoluto. Ahora que lo pensaba, ¿los chicos que le enviaban mensajes también actuaban así? Abi sacudió la cabeza y luego se levantó y se apoyó en el cabecero.

Trató de recordar los primeros mensajes de esos chicos, y sus ojos se estrecharon. Finalmente se dio cuenta de que casi todos comenzaban con un simple '¡Hola!'. Abigail se frotó la barbilla, como un detective tratando de unir algunas pistas importantes, antes de comenzar a escribir la palabra 'Hola'. 

Desafortunadamente, no pudo enviarlo. ¿Incluso respondería si solo enviara esta única palabra? ¿Pero qué más podría decir además de esto? ¿Debería preguntar si ya estaba durmiendo? Abigail suspiró frustrada. Sabía que estaba pensando demasiado en todo este maldito asunto, pero ni siquiera eso la ayudó en absoluto. Parecía que hablar con él en persona era cien veces mejor que intentar enviarle un mensaje por teléfono. Era como si tuviera más miedo al teléfono que a la persona, y eso era un poco tonto.

Al final, Abi simplemente le envió un emoji de buenas noches, un gato blanco y esponjoso bostezando mientras se quedaba dormido en una almohada blanca y esponjosa. 

Cuando abrió los ojos a la mañana siguiente, lo primero que hizo fue buscar inmediatamente su teléfono. Tomó una respiración profunda y cuando vio que había recibido un mensaje de él, su corazón se aceleró de nerviosismo. ¡Dios Abi! ¿Por qué te pones nerviosa tan temprano en la mañana?!

[Sr. Qinn Misterioso: Enviaré a alguien a recogerte el sábado por la noche. Envíame un mensaje antes si cambias de opinión.]

Los hombros de Abigail cayeron mientras suspiraba. Parecía que todavía estaba planeando darle tiempo suficiente para cambiar de opinión. ¡Incluso parecía muy seguro de que lo haría! Lástima, señor Qinn, pero esta dama aquí ya ha decidido y no voy a cambiar de opinión...

Pasaron los días y, finalmente, llegó el sábado en la noche. 

Abigail le había dicho a su familia que dormiría en casa de Kelly. Su familia conocía bien a Kelly, ya que había estado en su casa varias veces para pasar la noche en el pasado, por lo que tuvieron tiempo suficiente para conocerla. También sabían que era hija de una familia adinerada y que era buena amiga de Abi. Pero su familia todavía estaba constantemente preocupada por ella, así que para hacerlos relajarse, Abi llamó a Kelly para que hablara con ellos."

Después de algunos recordatorios serios sobre alcohol, drogas y chicos, finalmente los dejaron ir. 

—Tu familia es... ¿cómo debería decir esto? —Kelly suspiró mientras conducía su coche hacia la ciudad—. Me gusta mucho tu familia. Tengo celos de que tengas una familia tan cariñosa, Abi, pero son muy sobreprotectores contigo. ¡Ya tienes veintidós años! Solo creo que es hora de que dejen de tratarte como si todavía tuvieras dieciséis. Entiendo que se preocupan excesivamente, pero en lo personal creo que ya no deberían ser tan estrictos contigo. —Las cejas de Kelly se juntaron mientras decía esas palabras.

Sabía que la familia de Abi solo estaba mostrando su preocupación por ella, pero a veces pensaba que no le daban a Abi la libertad de hacer lo que quisiera y ver el mundo que había allá afuera. Sin embargo, también estaba segura de que parte de ello también era culpa de Abi. Ella era demasiado buena y obediente. Siempre estaba en casa a la hora exacta que les decía, nunca salía con chicos, nunca les mentía y definitivamente no se opondría a ellos. Kelly incluso se preguntó si Abi tenía algún deseo, porque todo este tiempo, vivió su vida como una persona perfecta que no parecía querer nada para ella misma. Parecía feliz con tal de hacer feliz a su familia. Era la definición de una hija perfecta y filial. 

Por eso Kelly se sorprendió mucho al descubrir lo que Abi había planeado hacer hoy. Estaba un poco indecisa en ayudarla porque ni siquiera había visto a este señor Qinn, pero Kelly pensó que era el momento de apoyar a su amiga. Abi finalmente decidió salir de su caparazón, así que debía dejar de lado sus preocupaciones por ahora y simplemente apoyarla tanto como pudiera. 

—Está bien —dijo Abigail—. Sé que solo quieren asegurarse de que nada malo me pase. Aunque suenen estrictos, sé que, en el fondo, quizás quieran que salga más. —Abigail simplemente sonrió a su amiga, y Kelly solo pudo encogerse de hombros.

—Oh, bueno. Ahora que lo pienso, si estuviera en su lugar, podría ser igual, especialmente cuando mi amada y bien portada Abi de repente decide pasar la noche en casa de una amiga por primera vez en su vida!

—Abi se rió—. La verdad, no veo nada raro en eso.

—¡Dios! No tienes idea, Abi. ¡Te lo digo! Espera... no me distraigas. ¡Aún no has respondido a mis preguntas! Ahora dime, ¿esto es solo la primera cita, verdad? —Kelly finalmente comenzó el interrogatorio.

Afortunadamente, Abi ya estaba completamente preparada para esto, así que le respondió de inmediato.

—Dijo que asistiremos a una fiesta organizada por su amigo —dijo Abi—. Dijo que seré su acompañante.

—Después de la fiesta, tendrán su primera cita, ¿verdad?

—Sí.

—Y después de la cita, bueno... ya sabes lo que podría pasar después, ¿verdad?

—Bueno, por supuesto... tengo una idea bastante clara de lo que podría pasar después. He leído un montón de novelas románticas.

—Pero nunca has leído nada erótico, Abi. Ah, me arrepiento de no haberte dado esas novelas R-18 para que las leas. Eres tan inocente que no me atreví a recomendarte ninguna de las novelas R-18. —Kelly suspiró con pesar.