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Capítulo 3: Dar página

Capítulo 3

Prefectura Saitama, Ciudad Koshigaya, 20 de junio del 2021.

[Pelea Clandestina]

"Toma." Hakuya me entrego un papel con imágenes.

"¿Mm?"

"Es el diseño de cómo será el hotel que pediste construir. Andas arrasando con todo en este lugar. Solo ha pasado un año y de seguro ya no podremos estar más tiempo aquí. Nadie querrá hacer apuesta así que un último espectáculo, Sengo."

Luego me entrego otro papel donde estaba promocionando que yo peleaba con 100 personas.

"Hmph… Ganaremos un buen dinero por última vez." Es lo que dije, después de todo este lugar tiene algunas reglas. Como el más importante que es vetar al peleador que nunca será vencido. Si hay un claro ganador para que apostar por otro peleador.

"Si, prepárate para tu última pelea. Son 100 millones de yenes, 70/30 amigo. Ganare 30 millones de yenes sin hacer nada, jajaja. ¡Suerte Sengo!"

Se retiro muy animado. Supongo que tienes razón, ha ganado buenas cantidades de dinero sin pelear. El que peleaba en este lugar, era yo.

Suspiro. "Bueno, una última pelea con 100 contrincante. Sera divertido."

Pude sentir que tenía una gran sonrisa de medialuna. Estaba emocionado por esta pelea.

[El día del combate]

"¡SEÑORES, HOY PRESENCIAMOS EL ÚLTIMO COMBATE DE SENGO MURAMASA APODADO 'SHIRO ONI' EN ESTE HERMOSO LUGAR DE PELEA CLANDESITA!" Él réferi gritó eufórico. "¡ESTA VEZ PUEDEN APOSTAR A OTROS PELEADORES, ES UN COMBATE DE SHIRO ONI VS 100!"

Se escucho los gritos de las aficiones encima del ring.

"¡HAGAN SUS APUESTAS!" Él réferi miro a las personas que comenzaron a apostar por diferentes peleadores. "Bien, bien. Ha pasado un tiempo desde que apostaron por otros peleadores que no sea Shiro Oni." Pensó el réferi emocionado. "¡LA PELEA COMENZARA EN 10 MINUTOS!"

El réferi dio tiempo límite para las apuestas y que los peleadores se preparen para el combate.

Dentro del camerino de 'Shiro Oni'.

"¿Estas listo?" Me pregunto Hakuya.

"Porque no lo estaría, este combate será interesante."

"Puedo entender tu emoción y la adrenalina de sentir de que pelearas con 100 peleadores. Pero recuerda que todos ellos son profesionales con diferentes tipos de luchas, así que ten cuidado y no bajes la guardia."

"Tranquilízate, Hakuya. Confía en mí."

"Siempre lo he hecho, pero aun así me preocupo de que salgas lastimado y desfigurado a un nivel grave."

"Está bien, está bien. Puedo entender tu preocupación ahora, pero eso no cambiara nada. Si salgo lastimado es por mi culpa de no protegerme bien."

Le hable con mayor tranquilidad de que no seguirá haciendo un escándalo.

"Tú…" Hakuya suspiró resignado de seguir reclamando. "Está bien, tu gana. Nos vemos más tarde."

Se despidió antes de salir de esta habitación de mala muerte. Mientras yo me preparaba para salir a pelear.

[Ring]

"¡LISTO SEÑORES!"

Pude escuchar el grito de réferi arriba de nosotros.

"¡NO HAY NADA MÁS QUE DECIR! ¡COMIENCE LA PELEA!"

Escuchamos la campana para que comenzara la pelea.

"¡AAAAAHHH!"

Varios gritos vinieron de ellos. Saltaron como animales salvajes en busca de atrapar a su presa.

Atacaron como si tuvieran garras, los esquive. Luego agarre la cabeza de uno para usarlo como un arma golpeando a los que venían rodeándome.

Termine alejando unos 7 pero aún pueden levantarse y seguir peleando.

Uno vino atacar solo, le pegue con fuerza un costado donde lo termine alzando y gritando de dolor.

Salte y agarre los hombros de uno como soporte para luego atacarlo con ambas rodillas en su plexo solar enterrándolo en el piso.

Ahora veía como se formaba en grupo de 5.

Mi única forma de pelear es usando técnicas que me permita atacar a varios. Uno por uno será muy estresante.

"¡MIERDA CAPOEIRA!"

Escuche el grito alarmante de uno de ellos. Usando patadas de capoeira para al menos eliminar a varios. No puedo usar la misma técnica cuando puedo ser agarrado de las piernas y usado en mi contra.

Alguien agarra de mi pierna.

Con mi otra pierna lanzó un rodillazo en su cara donde le di de lleno y con fuerza. Pude sentir como le rompí la nariz.

"¡TCH AHORA MUAY THAI ESTE HIJO DE PERRA TIENE VARIOS TIPOS DE LUCHAS EN SU ARSENAL!"

Él que grito ahora, use su cabeza de soporte donde mi cuerpo se encontraba recto como una flecha para luego quitar mi mano y lanzar una fuerte patada que conecto en su cabeza y quedando su rostro enterrado en el suelo.

Usando Aikido para mandar a volar a unos 5 y seguir peleando, ahora con boxeo golpeando fuertemente en sus costillas fracturándolo levemente y dejarlo tendido en el suelo sin moverse por un tiempo.

"¡MALDITO HOY MORIRAS!"

Todos ellos vienen en grupos, porque si pelearan los 100 se terminarían golpeando ellos mismo.

Golpeo rápido en varios puntos a los 5 que me rodearon.

Quijada, plexo solar, corazón, costilla y estómago.

Ahora usando Artes Marciales Mixtas donde lleve a mi enemigo al suelo y golpeaba fuertemente en su cara donde le termine rompiendo la mandíbula.

Terminé usando este tipo de pelea con algunos donde le rompí algún hueso.

Algunos parecían que dominaba el karate kyokushin. Así que también use su arte marcial para vencerlo.

Jiu-jijtsu brasileño.

"¡Esta noche es muy emocionante!"

Termine hablando de emoción.

Ellos quisieron apresarme usando Jiu-jitsu brasileño, pero fui más fuerte que ellos donde los terminé alzando y estrellándolo con el suelo donde de seguro su espalda se encuentra mal.

 "¡Jajaja, ahora ustedes con Systema!"

No tengo idea a cuantas personas he vencido pero cada uno viene con algo más emocionante.

"Wing Chun, Kudo, Taekwondo, Hapkido, Kick boxing."

Ese último casi me rompe la pierna.

Um… ellos pelean como si fuera una pelea callejera, no tienen técnicas. Pelean como si fueran animales salvajes.

Le di unos fuertes golpes en sus estómagos donde se quedaron sin aires para luego rematarlos donde sus cabezas quedaron enterrado en el suelo.

Pasaba los minutos donde peleaba con diferentes tipos de arte marcial en este combate con 100 personas.

Hasta que termine con todos ellos.

Termine con un hombro fracturado y algunos moretones en mi torso. No salí impune en esta pelea.

"Ufff… me siento cansado y adolorido."

"¡SORPRENDENTE! ¡TENEMOS UN GANADOR Y ES SHIRO ONI!"

Lo que sea que vaya a decir el réferi me daba igual, me retire del ring. Apenas tengo suficiente fuerza para caminar hasta mi despacho.

Después llego Hakuya emocionado como también preocupado.

"Al menos no es tan grave." Le dije para que se calmara.

Hakuya suspiró. "Aunque tengas razón, no significa que me haga feliz eso."

"¿Y los 30 millones que ganaste?"

"¡Bueno dejemos de lado mis preocupaciones y salgamos, yo invito!"

Jajaja. Sinvergüenza.

"Espero que sea un restaurante de 5 estrellas." Le dije para molestarlo un poco.

"Ja, no tengo problema. Tengo mucho dinero."

Sus ojos brillaban con signos de yenes.

"Hmph. Por ahora déjame cambiarme y también vendar mi cuerpo."

"Deja te ayudo para salir rápido."

Esa noche fue la última vez que hablé y comí con Hakuya.

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[3 Meses después; Septiembre del 2021]

Me encontraba en el último piso del hotel que había mandado construir con el dinero que ganaba en las peleas clandestina.

"Les dije que no necesitaban preocuparse. No hay trampa desde el día que preste dinero para sus padres. Solo quiero gente de confianza que trabajaran para mí. Y ustedes enserio lo han hecho, están pagando responsablemente la deuda."

Les dije a todas las personas que se encontraba en mi habitación. Son más de 40 personas, hombres o mujeres, todos ellos trabajan para mí.

El lugar donde construí el hotel tenía una mala pinta la verdad. Solo invertí un poco de dinero para que se vea más llamativo donde preste dinero a los padres de estas personas que manejaban negocios que se veían muy pobres.

De igual forma ellos pagaban poco a poco el dinero que había prestado a sus padres. Del dinero que les pagaba por trabajar para mí.

No estoy ganando dinero con ellos, ni recuperándolos. Al menos fue una buena inversión de tener gente de confianza en mi mano.

¡Ring, Ring!

Mire de reojo a todos ellos. Donde terminó alzando un hombre su teléfono.

Le di una señal de que podía contestar.

"Dime rápido, me encuentro en la oficina de nuestro jefe."

(¡Si estas con el jefe es mejor!)

"Mmm… que pasa, ahora me siento preocupado."

(¡Su hermana menor fue secuestrada por Hakate Kamizake!)

"¡QUEEEEEEE!"

Su grito llamo mi atención.

"¡COMO MIERDA PASO ESO! ¡USTEDES TIENEN QUE VIGILARLA DE QUE NO PASARA ESO!"

(¡Lo siento! ¡Hubo una manada de personas que nos estropea en vigilarla!)

"Mierda, mierda. ¡Jefe! ¡Hay problemas!"

Todos estábamos mirándolo.

"¿Cuál de las hermanas fue secuestrada?"

(¡Kazuha Kirigaya!)

Todos salimos de mi habitación. Habíamos escuchado con claridad lo último.

[Carretera]

Un grupo de 20 coches conducían para dirigirse a la Ciudad Fukaya. Es donde se encuentra Hakate Kamizake.

Me encontraba en el asiento trasero mirando mi teléfono, estaba al pendiente de las llamadas del grupo que vigilaba a mis hermanas.

"Tch, como mierda descubrió mi familia."

Todo lo que tenía que ver con Saito Hikigaya, mi anterior identidad como también mi familia.

Fue desterrada.

Nunca he regresado a la familia Hikigaya para que sea descubierto eso.

Al menos que la información de Saito Hikigaya no fue eliminada por completo. Si fuera así también tendría la información de mi cambio de identidad.

Un hacker tuvo que haber contratado Hakate Kamizake para lograr encontrar esa información.

¡Ring, Ring!

Conteste rápido la llamada.

[Ciudad Higashimatsuyama, Grupo Muramasa]

En una larga carretera había una emboscada a un coche negro que se dirigía a la ciudad de Fukaya.

"Dije que recuperaría a la hermana de nuestro jefe a toda costa."

Él hombre que vigilaba a la hermana de su jefe se bajó del coche con su compañera.

"Preparen sus armas." Dijo la mujer con el walkie-talkie.

Diez personas en totales bajaron de los coches dejando a alguien en el carro en caso de que quisieran hacer una locura los secuestradores.

Acercándose lo suficiente con las armas apuntando a ellos, empezó a hablar.

"¡Esto puede resolverse muy fácil, dejen a la niña y retírense!"

"No había necesidad de armar un escándalo, solo entréguenme a la hermana de nuestro jefe y todo resuelto." Pensó el señor.

"¡No me hagas reír! ¡Todos ustedes andan armados, como quiere que sea esto pacifico!"

"Tch."

"¡Aunque digas eso, no podemos confiar que ustedes no harán nada!"

"¡Nosotros también pensamos lo mismo!"

"Mierda, esto no llevara a nada."

"¡Me acercare a ustedes sin armas! ¡Pero quiero que ustedes prometan que me darán a la niña y todo esto se solucionara sin ningún movimiento de nuestro grupo!"

[Con los secuestradores]

"Tch… podemos confiar en eso tipos…"

"No tengo idea, todo nuestro plan iba bien. Hasta que el otro grupo de ello nos esperaba entrando a la ciudad Higashimatsuyama. Mala suerte nuestra."

"La verdad quiero vivir… pero tampoco puedo confiar mucho en ellos que aún están armados."

"¡Confiaremos si mandas a tu grupo despedirse de sus armas!"

El jefe del otro grupo asintió su acuerdo.

"¡Tiren sus armas y no hagan ningún movimiento!"

Todos ellos rechinaron con los dientes. Pero aun así tiraron sus armas lejos para darle confianza que no harán nada.

"¡Ese tipo lanzo a sus pies su arma!"

"¡Si, si! ¡Maldita sea!"

El que había lanzado la pistola a sus pies le dio una patada alejándolo a unos 5 metros.

"¡Nuestra parte ha cumplido, ustedes bajen a la niña!"

Miraron de reojos a todos ellos antes de cumplir su parte.

"¡La bajaremos si nos permite escapar!"

"¡Lo haremos, pero ya bájenla!"

Decidieron confiar en su palabra.

"Bajen a esa mocosa. Enserio es la última vez que acepto un trabajo de Kamizake."

Bajaron a la niña que se encontraba amarrada con una soga y una tela tapando sus ojos.

Él otro tipo se acercó y chequeo que se encontraba bien.

"Ya la viste. Ya cumplimos nuestra parte, ahora nos iremos de aquí."

"Um. Pueden irse, cumplo mis palabras."

Con eso dicho, se marcharon rápidamente en su coche.

[Grupo Muramasa]

"¿Está bien dejarlo ir?" Preguntó su compañera.

"Si. No podemos hacer un escándalo donde llamaremos a la policía. Recuerden bien su rostro, en unos días los cazaremos."

Su compañera dio su mensaje a los demás con el walkie-talkie.

"Si… Si… Por ahora llevemos a la hermana menor de nuestro jefe a su casa. Otro día iremos por ellos."

"Llamare a nuestro jefe." Diciendo eso, agarro su teléfono y busco en su contacto el número de Sengo Muramasa.

[Sengo Muramasa]

Termine mi conversación con el líder de vigilar a mis hermanas.

"Recuperaron a Kazuha."

"¿Regresamos jefe?" Dijo mi chofer.

"No, hay que ir por Hakate Kamizake. No puedo dejarlo libre cuando intento secuestrar a mi hermana."

"Entendido."

Escribí en el grupo de chat para retirar 10 de los coches que venían con nosotros. Para al menos apaciguar la atención de tener 20 coches yendo a la misma dirección.

Bueno… un grupo de 10 coches seguirá llamando la atención.

Solo espero que no sea tanto.

[Dos horas después]

Llegamos a la ciudad de Fukaya. Aún era de noche, no más de las 20:45.

Ahora nos acercábamos al edificio que decía [Security Kamizake].

Es una agencia que maneja como negocio principal Hakate Kamizake.

Pero hay otros negocios ilegales que maneja. Pero me da igual esos negocios.

Solo vine por una cosa.

[Hakate Kamizake]

"¡Jefe!" Escuche los gritos de mis guardaespaldas.

"Dime."

"¡El plan fallo! ¡Y Sengo Muramasa entro a la ciudad, de seguro busca venganza por que intentamos secuestrar a su hermana menor!"

Crash

Suspiró. "Maldito sea, Sengo Muramasa. Desde que llegaste y conseguiste la mitad de la Prefectura de Saitama solo me diste problema y mis ganancias se redujeron más del 50%."

Mire con odio a la ventana. Ese crio enserio me dio muchos problemas.

Tenía a mi mano todo la Prefectura de Saitama. Autoridades bajo mi merced como también a gente millonaria.

Los negocios ilegales que tenía a la otra parte de la Prefectura fueron desmantelada por Sengo Muramasa y sin recuperar las mercancías.

Perdí más de 100 millones de yenes en esos negocios por su culpa.

"Prepara a todos los grupos. Dile que viene una amenaza a destruir nuestra paz."

"¡Si jefe!" Se retiro de la oficina.

Suspiro. "Kazuha Kirigaya… Una pérdida muy grande, te iba a usar como moneda de cambio para liberarme de Sengo Muramasa. Que mala suerte."

[Sengo Muramasa]

Éramos un grupo de 21 hombres en total contándome conmigo. Ahora mismo vamos a invadir y destruir un poco la Agencia de Seguridad Privada de Hakate Kamizake.

Nos dejaron ingresar sin problema…

Una vez dentro, la puerta por donde ingresamos empezó a cerrarse.

"Ya veo." Es mejor esto, nadie vera lo que sucederá aquí.

"Tenga cuidado jefe, esto es una trampa."

"Cálmate." Luego vi como varios hombres bajaban de las escaleras y ascensor. Todos ellos con tonfa. "No usen las armas de fuego. No queremos llamar la atención de que aquí anda ocurriendo una balacera."

"Ugh… entendido."

"Yo iré primero. Dejare los restantes para ustedes, tengo que ir por Hakate Kamizake."

Escuche sus gritos mientras yo corría y peleaba con algunos del grupo de seguridad.

Agarre la cabeza de uno y lo estrelle al suelo donde se agrieto. Use a uno de ellos como soporte para lanzar un rodillazo donde conecto el rostro de uno rompiéndole la nariz.

Mientras caía lance una patada giratoria para golpear a dos.

Llegando al ascensor que era custodiado por un musculoso. Golpee en su plexo solar y rodillas para luego rematarlo con un codazo en su cabeza. Quedo inconsciente al final.

Entre al ascensor para luego ir directo al último piso.

[Hakate Kamizake]

¡Crash!

Paso 15 minutos desde que Sengo Muramasa invadió mi propiedad. Y ahora encuentro a mi guarda espalda inconsciente con los brazos rotos que fue lanzado previamente por Sengo Muramasa.

"Tengo un asunto que resolver contigo, Hakate Kamizake."

Vi el odio en sus ojos.

"Hmph. Una mala suerte que no logre conseguir a tu hermana menor para hacer un trato contigo."

"Tch… Así que querías liberarte de mí. Es una lástima, pero nunca lo lograras."

"Por tu culpa perdí demasiado dinero." Comencé a sacar mi chaqueta. Una pelea iba a venir.

"Hablas de los negocios que desmantele en la otra parte de la Prefectura… Supongo que puedo entender tu odio. Pero aun así intentar secuestrar a mi hermana es un caso muy grave."

Solo vi un manchón negro que se acercaba a mí. Lo siguiente no tengo idea de lo que paso.

[Sengo Muramasa]

Decidí terminar rápido esto. Fui lo más rápido que pude y lancé una patada descendente en la cabeza de Hakate Kamizake.

"Espero que esto le haya borrado la memoria."

Con eso me retire.

El plan de este hombre de mediana edad era usar a mi hermana como una moneda de cambio para que yo abandonara el control de la mitad de la prefectura.

Además de eso no iba hacer daño a mi hermana, así que puedo dejarlo tranquilo. Al menos que intente devuelta de secuestrar a mi hermana.

Llegando al ascensor di al botón para ir al primer piso.

Mientras bajaba pensé en lo que estaba pasando en Japón.

Hay personas poderosas que controla varias prefecturas de Japón. ¿Como lo consiguieron?

No tengo idea. No he investigado para saberlo.

Tampoco es de mi interés.

Pero, aun así, da miedo que alguien controle por completo una prefectura como si fuera un rey.

Debo tener otro grupo de alerta en caso de que estas personas quieran invadir y tomar el control de la Prefectura de Saitama. Solo me importa la parte en la que vive mi familia, que es la ciudad de Kawagoe.

El resto me da igual.

Empezamos a retirarnos del lugar cuando de repente escuchamos una hermosa melodía.

"¿Alguien está cantando?" Dijo alguien de mi grupo.

Pero también llamo mi atención. Me gustaría seguir escuchando esa armoniosa melodía.

Mis pies caminaron por sí solo llevándome a algunas cuadras donde vi algo que me sorprendió.

Una niña con un cabello largo plateado y mal cuidado que se extiende por debajo de su cintura llagando al mismo nivel de sus rodillas. Su frente está cubierta por flequillos desiguales. Tiene una venda gris blanquecina que le cubría los ojos y su atuendo es una capa de color rosa sucia y andrajosa de dos botones marrones que le permiten cerrar completamente alrededor de su pequeño cuerpo. Debajo, lleva un vestido morado deslustrado que llega justo debajo de las rodillas y termina en terminaciones irregulares. Su piel es blanca, no llegando al extremo de tener una piel pálida por falta de nutrientes o anemia.

"Pero, aun así, es seguro que no se alimenta bien."

Decidí acercarme a ella.

"Oye niña… ¿Dime, te gustaría tener una mejor vida?"

"¿Eh?" Se encontraba confundida, aunque es normal cuando un extraño viene y pregunta algo de ese estilo. "Lo siento, pero no puedo abandonar mi hermana menor."

Ella me sonrió con una hermosa sonrisa inocente de un niño.

"Um… Si viene con tu hermana menor, ¿aceptarías?"

"…" Ladeo la cabeza mientras ahora meditaba mi pregunta. "Tendría que preguntar a mi hermanita, no quiero hacerla sentir mal si aceptara algo de un extraño."

Sonríe un poco. Ella pone el bienestar y felicidad de su hermana por delante de ella.

Libere una débil risa. Me pregunto si esta vez puedo convertirme en un buen padre.

"Si es así. Podemos ir por tu hermanita a preguntarle. Si ella rechaza no seguiré insistiendo de llevarte."

"Muchas gracias, señor. Donde vivo con mi hermanita está muy cerca."

"Guía el camino."

"Si."

Esa noche adopte a dos niñas. Donde las dos ponían el bienestar de la otra por delante suyo.

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Prefectura de Saitama, Ciudad Kawagoe; 20 de julio del 2021.

[1 Mes después de salir de las Peleas Clandestina]

{Última hora: Incendios en múltiples localidades de la Ciudad Kawagoe.

En una serie de eventos alarmantes, varias partes de la Ciudad Kawagoe han sido afectadas por incendios devastadores. Según los informes proporcionados por los bomberos, estos incendios parecen haberse originado en lugares que albergaban actividades ilegales, incluyendo el tráfico de drogas, armas y secuestros de personas.

Por el momento, esta es la información más reciente disponible. Se espera que las autoridades lleven a cabo una investigación exhaustiva para determinar quiénes son los responsables de estos negocios ilícitos y llevarlos ante la justicia por sus acciones atroces. Manténgase atento a las actualizaciones mientras se desarrolla esta situación en evolución.}

Suspiro. "Jefe, hay que irnos rápido antes de que las autoridades nos descubran."

Hablo un hombre de cabello y ojos marrones mientras escuchaba la radio de su carro, dirigió sus palabras a un chico albino de ojos verdes que tenía un encendedor en su mano derecha para luego llevarlo al cigarrillo que se encontraba en su boca.

"Está bien." Respondió calmadamente el chico albino mientras encendía su cigarrillo. "Este es la última localización de los negocios ilícitos de Hakate Kamizake. Quiero un grupo que vigile desde ahora a mi familia, de seguro buscara venganza por hacerlo perder muchos millones de yenes."

Luego de decir eso lanzo el encendedor a la gasolina que se encontraba cerca de sus pies.

El fuego recorrió hasta el interior del pequeño edifico para luego escuchar una explosión.

"Vámonos."

Habló sereno Sengo mientras atrás suyo se alzaba un inmenso fuego y humo llegando al cielo.

"Hay que seguir reformando la Prefectura. No puedo dejar que vándalos tenga el control de esta ciudad que vive mi familia."

"Entendido, Jefe."

Todo lo hacía por el bienestar de su familia, no podía permitir que esta ciudad este infectado de personas peligrosas. Aumentará la protección civil una vez terminando lo que hacía, no quería que un loco suelto con un cuchillo pueda apuñalar a alguien de su familia.

"Por cierto, Jefe. Tenga esto." Su chofer le entrego un papel donde promocionaba el Campeonato Nacional Juvenil de Kendo.

"Esto es, el mes que viene… Kosakai, ¿Por qué me entregas esto?"

"Tengo entendido que una de sus hermanas practica Kendo… solo pensé que ella de seguro participaría." Keiji Kosakai se encontraba nervioso ahora por suponer que la hermana menor de su jefe participaría en estos eventos.

"… No tengo idea. Tu suposición puede ser errónea o tal vez sea correcta. Pero, aun así, ya me alejé de mi familia hace más de un año…" Se quedo mirando el folleto. "Pero si participa… tal vez vaya a verla por unos minutos."

Vio como su jefe tenía una pequeña sonrisa.

"¡Entonces hay que esperar información de su participación!" Hablo animadamente Keiji.

"Hmph. Si."

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Muramasa que se encontraba cerca de los 69 años miraba sin emoción a su alrededor.

Una casa que la sentía vacía, a pesar de estar repleta de espadas que él había forjado a lo largo de los años para alcanzar su más anhelado deseo... un deseo que lamentablemente resultó inalcanzable.

La espada definitiva.

La espada ideal que buscaba no era una que cortara carne y hueso, sino una que pudiera purgar el resentimiento, los lazos, el destino, la causalidad y la idea del karma.

Una espada que lo vio como una fantasía en los últimos de sus años de vida.

Su cuerpo ya había tocado el límite, en cualquier momento iba a perecer.

Sintiendo el mayor fracaso y remordimiento en su vida de haber fallado hacia sí mismo.

"La soledad también me está matando." Dijo Muramasa con voz cansada, siempre vio su alrededor… y era una soledad interminable que solo se llenaba con espada. Había abandonado todo contacto de su familia o amigos cuando decidió vivir el resto de su vida en una parte de la Provincia de Ise en lo profundo de las montañas, alejándose de la sociedad como un ermitaño. "¿Fue buena idea de alejarme de todos?"

Aunque se preguntara ahora mismo eso, decidió continuar su más anhelado deseo.

Marchándose a su taller para seguir probando de que podría forjar la espada definitiva.

Calentando el acero como siempre lo había hecho, luego se dirigía al yunque, donde golpeaba con el martillo para darle forma a una hoja curva. Con la ayuda de una lija de acero, le daba el toque final para que se asemejara a la hoja de una katana. Posteriormente, continuaba afilando la cuchilla y finalizaba con el mango, donde colocaba el tsuka (empuñadura) para facilitar el agarre de la katana.

"Una última vez." Dijo para sí mismo Muramasa. "Cuerpo, no me falle."

Consciente de que emplear toda la fuerza de su katana como solía hacerlo, solo desembocaría en una situación grave, donde su cuerpo y sus huesos sufrirían como si estuviera inmerso en un intenso fuego infernal.

Nunca le dio importancia eso, si quería conseguir esa espada definitiva, estaría feliz y orgulloso de sacrificarse a sí mismo.

Saliendo de su hogar y respirando profundamente, tenso su cuerpo como también el fuerte agarre a la katana; miro el cielo nublado y lluvioso que caía en todo Ise.

Separando un poco sus piernas y agarrando la katana hacia el frente, miro por última vez su katana.

Esta katana puede ser su más anhelado deseo o devuelta podría ser otro fracaso.

Alzando la katana y llevándolo hacia atrás decidió contemplar el paisaje.

"Es muy seguro que moriré." Sonriendo de oreja a oreja tenso todo su cuerpo como sus tejidos musculares y blandió la katana donde pequeñas chispas de rayos emergieron de la hoja para luego liberarse como un rayo láser que atravesó todo el cielo despejándolo por la mitad y cortando el mismo cielo, vio como pequeños pedazos caían para luego ver como volvían al mismo estado intacto como si no hubiera pasado de que fue cortado,

Sus ojos se abrieron de sorpresa. Era la primera vez que veía como una de su katana hacia una hazaña de tan magnitud.

Lo vio… era una señal de que su anhelado deseo se encontraba cerca… o tal vez no.

Cayendo de rodillas como los restos de su katana que comenzó a romperse en varios trozos, agarro su pecho.

Su corazón dejo de latir.

"Ja… estaba tan cerca… pero tan lejos al mismo tiempo…" Su cuerpo inerte cayo y nunca volvió a levantarse.

Su historia terminaba fuera de su hogar en las montañas donde murió solo hasta la vejez, sin lograr de cumplir su más anhelado deseo de forjar la espada definitiva.

¿Valió la pena?

Forjar la espada definitiva fue su sueño, ¿pero valió la pena tirar todo lo demás?

¿Su decisión fue correcta?

¿Habría sido diferente si simplemente le importara algo más que sus espadas?

Preguntas que no podrías ser contestada por el mismo Muramasa...

¿O tal vez sí?

Tuvo una segunda oportunidad, no le importaba que entidad movió los hilos del destino para darle esta oportunidad.

Pero lo había logrado.

Había conseguido de forjar la espada que había anhelado en su vida pasada.

Tsumukari Muramasa

Fue como nombro su katana o como lo llamaba, su Noble Phantasm.

¿Y ahora que seguía?

Volvió a tener un remordimiento, pero su sorpresa fue por otra cosa.

Onui y Tasuke.

Los pequeños niños que había adoptado cuando apareció en este lugar [Shimousa] como un Pseudo-Servant.

Se terminó encariñando con esos pequeños niños que perdieron sus padres y los cuido como si fuera sus propios nietos. Y ahora mismo no podrá seguir con ellos, estaba sintiendo devuelta la misma muerte.

Solo podía lamentarse en su mente y disculparse de fallar su promesa de volver con ellos.

Su vida era irónico, en su vida pasada fue una promesa consigo mismo de forjar la espada definitiva, lo pudo completar en esta vida como un Pseudo-Servant, y ahora había hecho una promesa que sabía que le resultaba imposible de cumplir… pero decidió hacerlo porque tenía esperanza.

Esperanza de que podría lograrlo… pero devuelta sintió esa cruda realidad de fallar y no tenía forma de evitarlo.

Desapareciendo y muriendo devuelta sin cumplir ahora otra promesa para dos pequeños niños que se volvió importante para él en esta nueva y pequeña vida.

Terminó volviendo a la vida.

Ya había completado su anhelada espada, ¿Qué debía hacer ahora?

Ahora seguía órdenes.

Aunque a regañadientes siguió las órdenes de un ser desconocido para él.

Dios Alíen, así se llama la persona que lo invoco.

Cumplió las órdenes que ella le dio, como solía hacer en vida. Siempre llevaba a cabo las tareas asignadas, incluso si provenían de personas que detestaba.

Al final volvió a morir. Ahora podía descansar para siempre… ¿o no?

Para este punto pensó que su vida estaba en mano de alguien que le gustaría joderle la existencia.

Era un alma errante buscando el camino del descanso eterno, para luego descubrir que se encontraba en otro mundo y lo más sorprendente fue que conoció a Gaia de ese mundo.

Lo terminó encadenándolo y seguir una orden, es obvio que no quiso, pero al final fue obligado y sin darse cuenta… fue corrompido.

Angra Mainyu.

Esta identidad lo estaba corrompiendo desde sus raíces.

Y sin darse cuenta… antes de que Musashi eliminara a Angra Mainyu… él tuvo una fascinación por ser un [Villano].

Viajaba en cualquier parte de Little Garden con su mejor amigo, Azi Dahaka.

Un dragón humanoide de tres cabezas, con un objetivo retorcido de buscar él [Héroe] que logre matarlo… ese retorcido objetivo lo termino fascinando a él.

Y fue… en busca de [Héroes] capaz de matarlo y acabar con él.

Un objetivo que consiguió cuando tenía 100 años y peleo con Azi Dahaka.

Termino pasando más de 1000 años… y sin darse cuenta, había perdido muchos recuerdos… y cosas preciadas para el mismo.

Ya no era el mismo Senji Muramasa que era en el pasado.

Es más… apenas recordaba su propio nombre y su amor por la forja. Desde que había nacido en ese mundo se llamaba Sengo, y el resto de ese mundo siempre lo llamaba con otro nombre… [Señor Demonio] Rey Oni Sengo o Rey Oni Sengo para abreviar.

No existía Senji Muramasa.

Ahora solo existía un [Monstruo] conocido como Sengo.

Ese monstruo que era ahora vio su objetivo cumplirse cuando ya tenía más de 1500 años… conoció ese [Héroe] que buscaba cuando apenas tenía 100 años.

Todo era surrealista para su vida… el [Héroe] fue la vasija que uso cuando era un Pseudo-Servant… Shirou Emiya.

Devuelta muriendo para luego volver a la vida.

Él sabía que volvería a la vida, su alma llego al ciclo de reencarnación.

Ahora estando solo completamente, no tenía nadie a su alrededor. Un mundo diferente donde reencarno sin objetivo o deseo, era un cascaron vacío sin saber que hacer ahora.

No podía calentar su corazón con las peleas como fue en su vida pasada, tampoco podía buscar a alguien para divertirse, después de todo este mundo era muy normal.

No existía la magia.

Decidió vivir ahora lo más normal posible con una vida muy aburrida.

Buscaba pelea de cualquier punk que encontraba en la calle y peleaba como un humano normal donde igual recibía daño, ya no usaba su fuerza y dureza monstruosa como también magia.

Aunque fue una nueva emoción para él… no sabía que pelear como un humano sin magia sería interesante e increíble.

Pero duro pocos años esa emoción.

Había vuelto a la soledad.

Aunque se encontraba sentado en su silla comiendo en una lujosa habitación lleno de decoraciones, lograba sentir como si fuera una habitación inmensa donde era el único en ese lugar. No había algo para llenar ese sentimiento solitario.

Por obra del destino, conoció a dos niñas pequeñas que eran huérfanas donde decidió cuidarlas y adoptarlas… tal vez estas pequeñas niñas pueden llenar ese hueco que se encontraba en su corazón.

Actuó como un padre (aunque pensaba para sí mismo, que sería un vejestorio y un fósil andante por la verdadera edad tenía, superando los 1500 años de su vida pasada) decidió pasar página y tener una nueva vida, viendo como su corazón se calentaba por cuidar a esas pequeñas niñas.

Cuidándolas, protegiéndolas y darle el amor que no había recibido de sus verdaderos padres.

Para su sorpresa y también su enojo, el padre de las niñas las abandono y dejándolas a la suerte con su madre… y si eso no era suficiente, la madre de estas niñas hizo algo que hizo hervir su sangre y tuviera devuelta ese deseo asesino que tenía durmiendo hace más de 500 años.

Una de las niñas… termino ciega porque su madre le lleno de plomo en sus ojos porque odiaba los ojos rojos de su hija.

Decidiendo calmarse ya que matar a esa mujer que era su "madre" no resolvería las cosas.

Como lo hizo hace un año, volvió a usar su magia para ayudarla y curar sus ojos.

Lo hizo sutilmente.

Cada noche, hacia té de manzanilla mientras usaba la magia curativa del fénix convirtiéndolos en dos gotas en el té para que Sakura poco a poco sus ojos se curaran y volviera ver, lo hizo así para que no preguntara de como se había curado.

No quería ser bombardeado de preguntas que no quería responder, y si hubiera recuperado la vista de la noche a la mañana sabiendo que a las únicas personas que habitan en esta casa, era Muramasa, Sakura y Aiko.

No había forma de que su hermana menor, Aiko. Hubiera hecho algo mágico para ayudarla en curar sus ojos sabiendo que vivieron siempre juntas.

Solo quedaba una incógnita que era él. Y ella no preguntaría eso por incomodidad, después de todo no se conocían y no había la suficiente confianza entre ellos tres.

Así que ahora decidió vivir como un padre soltero (aunque tenía 14 años) que cuida de dos pequeñas niñas que decidió amar y cuidar.

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Prefectura de Saitama, Ciudad Saitama; 24 de diciembre del 2021.

[Sengo Muramasa]

22:57 p.m.

Me encontraba en mi habitación recién saliendo del baño mientras observaba la ropa tendida en mi cama. La ropa me fue dada por Sakura y Aiko que adopte hace 3 meses, una vez acabado con el tema de Hakate Kamizake. Aunque es seguro que volverá hacer algo en el futuro.

Quiero ver que movimiento hará.

Dejando de lado ese pensamiento, me termine vistiendo.

No tengo idea de moda, supondré que esta ropa es sencilla ya que me fue dada por dos niñas pequeñas.

Por alguna razón me dieron una gabardina casual blanca. Aunque puedo entenderlo, ya que mi pantalón es blanco, pero mi camisa es negra y los zapatos casuales sin cordones también es negro.

Andaba medio raro de combinación, blanco con negro.

Pero no discutiré eso con mis hijas, si se divierten y eso las hace felices, llevare tranquilamente este conjunto por el resto de mi vida.

Sakura era una huérfana ciega, la termine curando con magia. Obviamente no al instante. Le daba toda la noche té de manzanilla con un pequeño rastro de magia curativa diluida en el té para que poco a poco cure sus ojos.

Gracias a eso, sus ojos se curaron y ahora puede ver.

Saliendo de mi cuarto vi a Sakura y Aiko vestida con lindas y elegantes ropas de niña para invierno.

Habían dicho que pocas veces celebraron navidad, así que iríamos a pasear a los lugares concurridos que siempre visitan la gente para festejar este día.

Iban a celebrar como se debe la navidad.

"¡Papá! ¡Acércate un poco!"

Aiko me hablo animadamente, así que me agache un poco para estar en altura de ella.

¿Mmm?

Ella me quito la gabardina para dejarlo en mis hombros, igual como capa.

Me entro nostalgia esto, siempre llevaba mi haori de esta forma en mi vida pasada.

"¡Ahora papá se ve genial y apuesto!" Dijo Aiko sonriendo de oreja a oreja mientras sus ojos tenían un brillo pícaro.

"No voy a buscar una esposa." Hable para romper cualquier travesura de Aiko.

"¡Eeeehhh! ¡Porque no buscaría una esposa!"

"En primer lugar, no tengo interés en este momento, y segundo lugar, que rayos andas viendo en la televisión que te dio interés de que yo busque una esposa."

Le di un golpe suave con el dedo índice en su frente. Ella empezó a sobarse la frente del golpe.

"Hmph… Quiero una madre, ¿tal vez?"

Llevo mi mano para acariciar suavemente su cabeza. Ella miro mis ojos avergonzándose un poco.

"Tal vez un día consiga una madre para ustedes, pero este momento no es el indicado."

"¿Por qué?" Escuche un desliz de tristeza en su tono.

"No te puedo responder eso, pero espero que comprenda que no es buen momento."

Sakura se acercó y agarro las manos de su hermana menor.

"Aiko… deja de incomodar a nuestro padre con ese tema."

"Si…" Aiko agacho la mirada con tristeza como si hubiera sido reprendida por algo que no debía hacer.

Aunque no me incomoda el tema de buscar una esposa siendo sincero.

Es solo que no tengo interés en este momento de buscar una mujer para pasar el resto de mi vida. Puede que sea porque ahora me siento "joven" en esta vida, o puede ser otra cosa, quien sabe.

"Es hora de irnos, si ven algo en alguna tienda que le interese los comprare."

"¡Si!" Eso animo a Aiko, mientras Sakura asintió con una sonrisa.

Nos dirigimos a la puerta de nuestro piso para abrirla y comenzar a salir. Pasando por el largo pasillo para llegar al ascensor donde entramos y di clic al botón del primer piso.

Esperamos por unos segundos cuando el ascensor llego a su destino.

Se abrió las puertas metálicas donde se observaba el plantel del primer piso decorado con temática de navidad.

Saliendo del ascensor vi a Kosakai estando con la boca abierta y en shock… además con un leve sonrojo.

Acercándonos a él, ya que es el chofer que nos llevara cerca de un gran parque donde siempre hay tiendas con juegos para que Sakura y Aiko se diviertan un poco.

"No bateo para ese lado, así que reacciona rápido." Le di un rápido golpe en la cabeza que no esquivo por seguir en las nubes.

"¡Eso dolió!" Se quejo mientras se agarraba el lugar afectado.

"Hmph, a la próxima no te quedes viéndome de esa forma, no soy gay."

"¡Yo tampoco soy gay, ando casado y ya estoy cerca de tener un hijo!"

"Si es así, ya es tarde de tener otra vida."

"¡Dije que no soy gay y tampoco lo seré!"

Exclamo enojado Kosakai con los brazos levantados mientras soltaba humo de su cabeza.

"Si tú lo dices."

"¡AAAAHHH!"

"Mejor vámonos, se hará tarde si seguimos peleando."

"Tch, es cierto, jefe."

Una vez calmada esta situación proseguimos en caminar para salir del hotel.

"¡Señor Muramasa!"

Dirigiendo mi mirada al lugar de reservación vi a un hombre de cabello y ojos negros que había gritado mi nombre.

"Adelantar, hablare con el Señor Nakano."

"Esperaremos, sería una mala educación de nuestra parte si no esperamos a papá." Es lo que dijo Sakura.

Suspire. "Avancen tranquilamente, no es algo malo si se adelanta sin mí."

Acaricie suavemente las cabezas de ambas.

"… nuestra madre siempre se enojaba con nosotros cuando nos adelantábamos…"

Escuche el susurro de Aiko que termino oprimiendo mi corazón.

"Recuerda Aiko, ahora eres mi hija. Tu madre que alguna vez las maltrato nunca se acercaran a ustedes, vivan con tranquilidad. Siéntanse libre de hacer lo que quiera y de alegrar su corazón con cualquier cosa que no pudieron hacer cuando vivían con esa mujer."

Los ojos de Aiko se humedecieron, llevo sus manos para limpiar sus ojos de las lágrimas que comenzaron a emerger.

"Gracias papá." Habló bajo Aiko, pero percibiendo la felicidad en su voz.

"Sigan." Ellas avanzaron siguiendo a Kosakai. "Enserio agradezco su amabilidad, Señor Nakano."

Mire al hombre que se encontraba un poco alejado de nosotros sin interrumpir mi conversación con mis hijas.

"No, descuida Señor Muramasa. Puedo entender ese sentimiento de hacer felices a sus hijas como también cuidarlas y protegerlas de cualquier peligro."

Asentí con una sonrisa por sus palabras. "Gracias por eso, pero hablemos del tema que de seguro nos concierne."

"Jaja, seguro le gusta estar siempre en modo de negocio, Señor Muramasa."

"Sería extraño que alguien no me buscara por eso." Encogí mis hombros.

"Bueno, tiene razón, vine para conversar de un tema importante."

"¿Cuál sería?"

Señor Nakano suspiró. "Seria mis hijas. Ellas siempre tienen problemas con las notas escolares, he buscado algunas preparatorias que le resulte más fácil de lograr graduarse. Así que termine llegando a esta ciudad donde pueden tener más probabilidades de graduarse, solo faltaría buscar un tutor para ellas que le ayude a mejorar sus notas." Terminó suspirando devuelta al terminar.

"Entonces… enviara a sus hijas a hospedarse a este hotel…"

"Si. Después de investigar y ver las opiniones positivas de este hotel, decidí que mis hijas vivirán en este hotel hasta el día de que se gradúen de la preparatoria."

"Decidiste el lugar indicado." Lleve mi mano para estrechar con el Señor Nakano.

"Así es. Y también pagare por el servicio extra de seguridad de mis hijas cuando se encuentre en las calles. No me gustaría que algo malo les pasara a mis hijas."

"Jajaja, está bien. Tendrá un descuento por ese servicio, enserio tus palabras afectaron en mi codicia de ganar más dinero."

"Vaya, me alegro por eso, jajaja."

Terminando de estrechar nuestra mano y finalizando nuestro negocio, caminé para dirigirme a la puerta donde me sorprendí un poco porque veía a mis hijas esperando en la puerta.

"Espero que ellas no se vuelvan unas hijas rebeldes en el futuro."

Sería lamentable eso, experimentaría un Déjà vu por culpa de Kurumi y Shiro.

Hablando de ellas… ¿Qué estarán haciendo ahora en su nueva vida?

Haah, incluso si me pregunto eso, nadie podrá responderme.

Espero que sean felices en su nueva vida.

(Sakura y Aiko)

"¡Ya vez! ¡Papá se ve genial con esa vestimenta!" Aiko dijo animadamente contagiando un poco a su hermana Sakura.

"Tienes razón." Sonrió de oreja a oreja, Sakura.

"Le diste en el clavo, Señorita Aiko." Escucharon el elogio de Kosakai.

"¡Gracias! ¡Ahora falta ver si hay una hermosa señorita que desea casarse con papá!"

"No creo que se demore mucho eso." Vieron a Kosakai señalando como muchas mujeres se interesaron en Muramasa, todas ellas babearon con un fuerte sonrojo en su cara.

"Faltaría que papá ponga de su parte de entablar una relación con alguna de las mujeres que muestra su interés por él." dijo Sakura con resignación.

"… No creo que el jefe muestre interés por una mujer, solo tocaría esperar."

"La paciencia es una virtud, además papá es muy joven para casarse… supongo que esperara hasta llegar la mayoría de edad para buscar una mujer que sea de su interés." Aiko y Kosakai asintieron a las palabras de Sakura.

"Hmph, dejen de hablar de ese tema y continuemos el plan que teníamos."

Escucharon el enojo de su padre que se encontraba lo suficientemente cerca con las manos en los bolsillos.

Decidieron obedecer y disfrutaron la navidad como nunca lo habían hecho.