webnovel

Capítulo 1: Nueva Oportunidad

Capítulo 1: Nueva Oportunidad

(Hospital Yokohama, 15 de abril del año 2019)

Había pasado otro año más en esta nueva vida.

Me encontraba en el Hospital Yokohama siendo atendido después de tener una pelea con 30 adultos Yakuza, salí herido con varios cortes leves en mi cuerpo; para ser especifico dos cortes de 10 cm en el centro de mi pecho en formas de X, y un corte de 15 cm en cada antebrazo.

Se quedarán como cicatrices de guerra.

Suspiró. "¿Cuántas veces he tenido que atenderte Saito-san?" dijo una hermosa enfermera de cabello y ojos castaño con un cuerpo esbelto formando una sexy figura. Si me pongo analítico sus pechos es copa F, y tiene un sexy regordete trasero; su cintura debe rondar alrededor de los 60 cm, de seguro se sentiría cómodo agarrar esas masas suaves…

"Ay."

Recibí un golpe fuerte de un portapapeles en mi cabeza.

"¡Deja de pensar en algo indecente!" me reclamó Mio Akagi, es como se llama la sexy enfermera que atendías mis heridas, se la veía furiosa.

"Mmm… ¿lo siento?"

Recibí otro golpe de su portapapeles.

"¡Porque esa disculpa es una pregunta!" reclamó aún más enojada.

"Lo siento… pero tu traje ajustado de enfermera no ayuda mucho, deja la imaginación de muchos niños pasando por la pubertad."

"¡Pensé que eras mejor que eso!"

"¿Mhm? Me siento halagado de que tengas altas expectativas en mí, pero las hormonas en plenitud de un adolescente a veces se salen un poco de control. Pero no te preocupes solo pienso muy pocas veces en cosa indecente, como puedes ver, siempre vengo al hospital para ser atendidos de mis heridas por siempre estar peleando."

Mio se resignó de seguir reclamándome.

Suspiró. "Enserio… tu… que pasa por tu cabeza, el oficial me dio la información de que peleaste con 30 yakuza y que lo atraparon gracias a ti. ¿Piensas acabar con los yakuza?"

Preguntó con preocupación al final, como lo había dicho hace mucho tiempo, es una molestia que se preocupen por mí. Todo lo que hago es bajo mi responsabilidad. Hacer que se encariñen conmigo siempre es un problema que no puedo evitar.

Suspirando. "¿Acabar con los yakuza? La verdad nunca se pasó por mi cabeza esa idea, solo busco pelear; y los yakuza son los perfectos personajes en lo que puedo divertirme sin preocuparme de mis acciones, después de todo son buscado por las justicias. Dos pájaros de un tiro, ¿verdad?" le conteste mientras sonreía feliz, podía usar el comodín de que mis acciones son por las "justicias" sin ser juzgado como un loco de buscar siempre pelea.

"Enserio eres un loco por buscar pelea."

"¡Si!"

Mio se resignó al final, no tengo salvación y ella misma lo sabe; he estado viniendo varias veces al hospital por leves heridas o por repentino desmayo después de las peleas.

Es mejor venir a ser atendido, a preocupar a mi madre mientras hace un show que llamaría mucho la atención.

Mio comenzó a atender ya mis heridas que se encontraba al aire libre, igual no era gran cosa; solo cortes hechos por el filo de un cuchillo, desinfecto las heridas mientras se escuchaba abrir la puerta de la habitación.

Llegaba otra hermosa mujer de cabello y ojos negros de una increíble figura comparada a Mio, es la Doctora Amagi Ryou.

Suspiró. "Tú otra vez, enserio ya pasaron un año y aun sigues viniendo al hospital." dijo resignada ante mi presencia.

"Jajaja, que puedo decir; amo pelear."

Suspiró. "Eres la única persona que me haces suspirar cada vez que te veo en el hospital."

"Oh, gracias, me hace feliz tus halagos."

"¡No es un halago!" exclamó con énfasis.

"Ya, ya, tranquila; no voy a morir, soy muy resistente como lo has visto desde el año pasado."

"Si, enserio me gustaría que dejaras de pelear, ahora tienes algunos cortes horribles; hay que coser tus heridas y cerrarlas para que no contraiga una infección, puede que quede horrible las cicatrices."

"Jajaja, descuida; me gustaría tener estas heridas y que cicatricen, es un buen recordatorio de no pelear con yakuza, ¿verdad?" sonreí con diversión.

"Tú… enserio no puedo entender bien tus pensamientos." dijo Akagi mientras fruncía el ceño.

"No intentes entenderme, solo acepta lo que hago; perderás la cordura si quieres entender mis pensamientos."

Y lo que digo es verdad.

Aún recuerdo sus rostros cuando vieron mi traición y todo lo que había planeado para ese día.

"Haah~. Mio-san solo desinfecta las heridas y luego cúbrelo con vendaje de esa forma evitara contraer una infección, lleva siempre cubierto tus cicatrices al momento de bañarte y hazlo con agua tibia por tus heridas y por favor ya deja de estar peleando con yakuza." hablo con una leve preocupación al final por mi bienestar.

"Entendido." respondí estoicamente.

Suspiró. "Enserio… tú." empezó a marcharse al darse cuenta de que no tomare su petición de no pelear con yakuza.

Parece que comenzó ya entenderme un poco, jaja.

"Ay."

Recibí un leve dolor en mi pecho. Mire donde Mio que había jalado el vendaje haciendo que apriete mi pecho.

"Detente, vas a obstruir mi respiración."

"¡Porque no tomas con importancia tú vida, cuando te hablamos que dejes de pelear con yakuza; tan poco valoras tu vida!" exclamó con enfado.

"Yare, yare. Enserio deberías dejar de preocuparte por mí, solo carcomerá tu cordura si tienes tanto apego por mí."

"¡No es eso! ¡Eres un niño y andas poniendo tu vida en peligro!" quedé en shock, sus ojos empezaban a lagrimear… ella enseria iba a llorar en cualquier momento. "¡Enserio deberías detenerte y valorar más tu vida! ¡Eres un maldito imbécil Saito-san!"

Quedé anonadado… es la primera vez que me llama imbécil, como enfermera tiene una ética de ser respetuoso con cualquiera incluyendo a niños imbéciles. De repente la vi llorar, sus lágrimas caían de sus hermosos ojos pasando por su mejilla y caer al suelo.

Ahora me pregunto… ¿Qué diablos hice para que se preocupe tanto por mí?

O tal vez… ¿Toma muy enserio su trabajo de enfermera?

Tengo entendido que cuida a muchos niños.

Supongo que llego amar demasiado como una madre a los niños que cuidaba.

Suspire.

Que dolor de cabeza es esto.

Comencé a acercarme a Mio, y llevé mi mano derecha atrás de su cabeza y mi otra mano a su espalda para darle pequeñas palmadas.

"Ya, ya, ya. Tranquila, vamos inhala y exhala despacio; como enfermera tienes más trabajo y no puedes dejar que tus emociones obstruyan tú perfecto trabajo."

Ella se sorprendió por mi repentina acción.

Pero no rechazo o empujo para que me alejara, ella acepto con gusto mis acciones hasta se dejó llevar ya que ella me abrazo repentinamente como si fuera un oso de peluche.

Pasaron los minutos estando en esta situación un poco incomodo en caso de que alguien viera como una enfermera pasando los 20 años abrazando a un niño de 12 años.

Además, la altura es un pequeño problema, Mio me supera por 20 cm. Ella mide 160 cm y yo 140 cm.

Si alguien entrara no verían a una enfermera abrazándome, verían otra situación ya que Mio se encontraba inclinada donde su cabeza ocultaba la mía, pensaría una situación escandalosa de una enfermera besando un niño.

Creo que es mejor ya retirarme.

"¿Eh? ¿Paso algo Saito-san?"

Preguntó confundida por separarme abruptamente.

"Mhmm… Nada importante, debo cubrirme ya comienzo a sentir frio en mi cuerpo."

No sentía tanto frio la verdad, pero es una mejor excusa ya que me encuentro sin cubrirme la parte superior de mi cuerpo.

"Ja, ja, cierto me había olvidado de eso…"

De repente se sonrojo un poco…

¡Ey, Ey! ¡Soy un niño, incluso si sentiste mis pectorales no hay gran cosa de mostrar, aún me falta años para tener un cuerpo bien formado! ¡No vayas a ese camino de pedofilia Miooooo!

"¡Yo tengo más trabajo que hacer, me retiro!" exclamó mientras escapaba de la habitación con un gran sonrojo en su cara.

"Haah~. Espero que tenga salvación. Necesita conocer alguien de su edad para perder ese amor por un niño."

Comencé a irme también de la habitación una vez vestido con mi ropa.

Mientras caminaba para llegar a un ascensor vi una peculiar habitación que se encontraba un poco abierta, al lado de la puerta tenía dos nombres: Aiko Konno y Yuuki Konno.

Mhmm…

Me dirigí para ver, pero mis ojos captaron dos personas que llegaban a mí.

Era un doctor de tal vez 30 años y una pequeña niña de tal vez 8 años.

El Doctor tiene cabello y ojos negros, y la niña tiene cabello y ojos café.

La niña vestía una bata celeste dado por el hospital para los pacientes.

¿Enferma?

"Mhmm… ¿sucede algo niño?"

Me preguntó el Doctor.

"Mhmm… nada importante solo quería mirar esta habitación que se encontraba un poco abierta."

El Doctor comenzó a mirar y comprobó lo que decía es verdad

"Qué raro, siempre compruebo si está cerrado."

"Ja, ja. Tal vez fue mi culpa." dijo la niña que soltó una risa nerviosa.

Qué raro, ella es más madura que la mayoría de los niños pequeños que he visto por las calles. Tal vez algo importante le habrá pasado para madurar su personalidad.

Por ahora debo presentarme.

"Soy Kirigaya Saito."

Quedaron un poco confundido por mi repentina presentación, pero igual lo aceptaron y respondieron.

"Soy el doctor Kurahashi."

"Me llamo Konno Aiko, un gusto conocerte."

Respondieron a mi presentación, pero me gustaría saber algo personal.

"No lo tomes como una ofensa Konno-san, pero que tipo de enfermedad tienes, te veo con buena salud físicamente. Al menos que la enfermedad venga del interior."

Se estremeció levemente. Supongo que es algo que no pueda decirse fácilmente.

"Si es algo que no puedas decirme entenderé que no lo digas."

Dije mientras me inclinaba levemente en disculpa.

"Además, es la primera vez que veo esos nombres en esta habitación, cuando había llegado hace 3 meses no había ningún paciente hospedado aquí."

A veces leo los nombres de algunas habitaciones mientras me dirigía a la salida, hace 3 meses no había nadie en este lugar, así que llegaron en cualquier momento cuando no tenía que venir al hospital.

"Llegamos al hospital hace 2 meses, después de unos incidentes." respondió Konno mientras su semblante mostraba una gran tristeza.

"Mhmm… es de suponer que el incidente abarca en tu enfermedad, ¿tengo razón?"

Konno mostró una sorpresa que intentaba ocultar mientras sus emociones las traicionabas.

"… Tienes razón… es una enfermedad que está dando un gran problema a mi hermana y a mí." me respondió mientras desviaba su mirada a la ventana con una expresión melancólica.

Mire al doctor esperando que me respondiera que tipo de enfermedad tiene, parece que se dio cuenta de mi mensaje.

"Aiko-san, creo que debes regresar a tu habitación y hablar con tu querida hermana; ella es muy feliz hablando contigo."

Dijo el doctor mostrando una expresión "lo sabes", que entendió perfectamente Konno.

Ella comenzó a entrar la habitación. Y ahora con la puerta abierta miré la otra paciente, me sorprendí un poco. Eran gemelas.

"Como te abras dado cuenta, son gemelas."

Habló el doctor sacándome de mi pensamiento.

"¿Qué tipo de enfermedad tiene?"

Es lo que me gustaría saber.

"… VIH."

Respondió con tristeza.

Me quede sorprendido donde incluso quede con la boca abierta.

"Qué…"

"No nacieron con esa enfermedad." interrumpió mis palabras, mientras me contestaba lo que iba a preguntar. "Hubo un percance en su nacimiento. La mamá de ellas no tenía la fuerza para dar a luz a gemelas donde se tuvo que hacer cesárea para que nacieran, pero hubo un gran accidente; transfusión de sangre… la madre había perdido demasiada sangre donde por error el doctor que atendía el parto había hecho una transfusión de sangre que contenía VIH donde…"

"Donde ellas contrajeron esa enfermedad."

"Si. Este hecho se descubrió después de 3 meses, debes imaginarte lo que sucedió ese día con la familia Konno."

Es para perder la cabeza y cometer una locura.

"¿Qué paso con el Doctor?"

"Perdió su licencia y su nombre fue a la lista negra de muchos hospitales, ha tenido que trabajar de otra cosa para mantener a su familia."

Un grave error que tumbo su trabajo. Incluso si fue un accidente siempre hay que tomar la decisión más abrupta por el bienestar del hospital.

"Se que esta pregunta es fuerte… ¿Cuánto años de vida le queda?"

Me miro abruptamente, era obvio sus razones y tiene su derecho de hacerlo por la pregunta que hice, era una pregunta sin corazón.

"", comenzó a hablar con odio, pero aun así no puede escapar de esa verdad. "Eres un completo imbécil---"

"Me lo acaban de decir hace varios minutos, pero, aun así; no puedes salvarlas y sabes eso. ¿Cuántos años le queda?"

Empecé a mostrar mis verdaderos ojos que contenía una gran oscuridad, he está viviendo por mucho tiempo ocultando mi verdadera personalidad con una falsa máscara.

El Doctor empezó a temblar de miedo una vez mirando mis verdaderos ojos.

"Tu… quién diablos eres…"

"Me llamaron con muchos apodos, pero el más usado siempre fue Monstruo."

Me acerque más a él mientras lo miraba fijamente con mis verdaderos ojos retorcido de oscuridad donde el quedo congelado sin poder escapar.

"Ahora dime, ¿Cuántos años le queda?"

"Por qué… quieres saberlo…" contesto temblando de miedo.

"Por morbo."

"¿Por… morbo?" ahora era él que quedo confundido. "Me estás diciendo que es por morbo."

Sonreí levemente. Tiene una fuerza de voluntad envidiable para cualquiera que se habían arrodillado solo por mirar mis ojos.

"Si, muchas veces mis acciones lo hago por morbo y ver que puede ocurrir en el futuro. Es como un efecto domino para mí, siempre es interesante observar cómo termina una persona."

"Tú… te crees un Dios por mirar a las personas como un juguete para tu diversión."

Seguía respondiendo con odio, jajaja.

Me agrada esta persona.

"No me gusta ser comparado por Dios, pero no puedo negar el hecho de que a veces veo a las personas como un juguete para mi diversión."

Sentía como mi sonrisa se hacía más grande. El Doctor se había asustado más, de seguro debo tener una sonrisa de medialuna retorcida.

Debería calmarme primero, no quiero matarlo por mi éxtasis de locura.

"Coff, Coff. Creo que me deje llevar por mis emociones. Nos fuimos demasiado de las ramas, quería saber cuántos años de vida le queda; me interesaba saber porque… ¿quería salvarlas?"

"¿Eh?"

Quedo confundido el Doctor.

"Haah~. Que puedo decir, una persona me dijo 'Valora más tu vida'. Es obvio que no lo hare, pero tal vez… solo tal vez, ellas necesitan más ese mensaje en vez de a mí. Así que, por eso, quería salvarlas."

"Ah, una cosa más. Lo que voy a hacer está prohibido contarlo."

Quedo más confundido el Doctor.

Haah~. Tengo que romper el sello de mi magia, una verdadera molestia enserio.

Comencé a entrar junto al Doctor que aún tenía la cara pálida a la habitación que se hospedaba las hermanas Konno.

Las hermanas miraron con obvia confusión.

De seguro tenía preguntas hacia el Doctor que entraba pálido, cuando Aiko sabía que estaba bien antes de ingresar para hablar con su hermana.

"¿Doctor Kurahashi, que le sucedió?"

Preguntó Aiko Konno.

Suspiró. "Demasiado sorprendido que incluso me dejo pálido la información que me dijo Kirigaya-san."

Respondió mientras ya empezaba a calmarse.

Incluso su recuperación mental es algo increíble.

Como Doctor de seguro habrá visto cosa desagradable.

"¿Kirigaya-san?"

Pregunto confundida la hermana de Aiko.

"Me llamo Saito Kirigaya. Puedes llamar como guste."

"¡Entendido! ¡Te llamare Saito!"

Que sorpresa, ella es muy imperativa. Actúa más como una niña de su edad, muy positiva; creo que demasiada positiva la verdad.

"¡Me llamo Yuuki Konno, encantada de conocerte!"

Terminó de hablar con una gran sonrisa.

"Eres muy peculiar comparada con tu hermana."

Hice una observación rápida a las expresiones de las hermanas, Aiko tenía una personalidad más madura y seria que no va de acuerdo con su edad. Yuuki es le personificación de alguien de su edad, una niña feliz y despreocupada de la vida. Oh… ¿tal vez sea una máscara para ocultar su sufrimiento?

Dejare de entrometerme más en su vida personal.

Vine por una cosa.

"Hable con el Doctor Kurahashi, y me dijo lo necesario para saber lo que ocurrió por su desafortunada situación."

"Oh…"

Se escucho el murmullo de Yuuki, mhmm se había estremecido y desapareció rápido eso, parece un mecanismo de defensa para ella para no llamar la atención.

"Descuida, no sé qué pudo haber pasado antes de que lleguen al hospital; pero no las mirare con desprecio, es más, vine con la intención de ayudar."

Las hermanas quedaron confundidas con mis palabras, después de todo que venga un niño a decirle que le puede ayudar con su enfermedad es algo loco de escuchar.

"¿Qué estas tratando de decir?"

Dijo Aiko mientras me lanzaba mirada afilada, incluso pude escuchar un tono enojado.

"Puedo ayudarla en curar de su enfermedad VIH."

Dije seriamente con una mirada de determinación, no puedo estar jugando a lo imbécil.

"¿Enserio puedes curarnos?"

Yuuki cambio su tono feliz a una de escepticismo.

"Puedo, pero deben confiar en mí y también una cosa importante; para nada deben hablar de mí y lo que hice por ustedes, es un secreto que también debe guardar el Dr. Kurahashi."

Ellas miraron al Doctor, viendo que lo miraba asintió con determinación y empezó a dirigirse a la puerta que se encontraba abierta para cerrarla y que nadie mirara por error lo que va a ocurrir después.

Aunque la verdad no voy a hacer gran cosa como hacer que alumbre la habitación.

Sera algo fugaz que nadie podrá ver inclusos las hermanas Konno.

"¿Entonces, confían en mí?"

Dije mientras extendía mi mano derecha.

Ellas dudaron y observaban mi mano extendida con desconfianza.

"No necesitan que le den muchas vueltas, estrechar nuestras manos es para cerrar el pacto de que le prometo que la curare de su enfermad."

Aiko tomo el valor y extendió su mano izquierda para estrechar con mi mano derecha, supongo que piensa en sacrificarse por su querida hermana. Un increíble acto de amor familiar.

Al momento de estrechar nuestra mano, expulse una particular magia que puede ayudarla en curar de su enfermedad. Había estudiado cualquier tipo de magia en mi pasado, cualquiera serviría para diferentes ocasiones sean importantes o no.

Separamos nuestras manos después de 10 segundos.

"¿Mhmm? ¿Pasa algo?"

Pregunte extrañado por las acciones de Aiko Konno, había llevado su brazo izquierdo a su pecho mientras sonreía con una bella tranquilidad.

"De repente algo cálido… y reconfortante recorrió todo mi cuerpo." dijo mientras sonreía y me observaba plenamente.

La magia que había entrado en su cuerpo comenzara a limpiar y purificar su sangre eliminando cualquier tipo de enfermedad incluido el VIH.

Las acciones de Aiko habían llamado la atención de Yuuki.

Ella también se acercó a mí, y extendió su mano izquierda antes de extender mi mano para el apretón de manos.

De seguro quería saber que hizo que su hermana reaccionara de esa forma.

Después de nuestro apretón de manos, ella no llevo su brazo izquierdo a su pecho.

"¡Aiko tiene razón! ¡Es una sensación cálida y reconfortante, puedo estar con una maravillosa tranquilidad y paz incluso en un día trágico!" respondió espontáneamente mientras comenzaba a dar vueltas en toda la habitación, se encontraba muy feliz.

Magia Curativa del Fénix.

Nunca pensé que algún día usaría esa magia.

Haah~. Bueno ya es hora de irme.

Ver expresiones radiantes de felicidad me está dando nauseas.

Comencé a retirarme de la habitación, ya casi llegando a la puerta me llamaron repentinamente.

"¡Muchas gracias Saito!"

Hablo con una gran sonrisa Yuuki mientras se inclinaba de agradecimiento. Aiko también me sonreía mientras con una mano me despedía.

Solo le sonreí como una contestación.

El Doctor se había acercado lo suficiente a mí.

"En 30 minutos hazle un chequeo a su sangre."

Con eso dicho me había retirado de la habitación.

Llegue al ascensor para llegar al lobby del hospital e irme.

Mientras el ascensor descendía comencé a sellar mi magia, y para hacerlo tenía que encadenar mi alma ya que ahí se encuentra retenido el núcleo de mi magia.

Después de hacer los respectivos procesos para sellar mi magia ya había llegado al lobby del hospital.

Después de haber salido del hospital comencé a caminar lejos para llegar un callejón oscuro para lograr escupir el contenido atorado en mi garganta.

Escupí mucha sangre.

Enserio odio estos efectos secundarios por sellar mi magia.

Haah~. Esta será la única y última vez que rompo mi sello mágico para salvar la vida de alguien.

» ━━━━━━ « ♔ » ━━━━━━ «

Había pasado los 30 minutos que le dijo Kirigaya-san que se hacía llamar 'Monstruo'.

Hizo el chequeo de sangre y quedo sorprendido.

Su sorpresa fue tan grande que incluso hizo el chequeo tres veces. Confundiendo a las hermanas Konno.

No se lo podía creer, era como si un milagro cayera del cielo.

La sangre de las hermanas Konno se encontraba limpia, no tenía ningún rastro del VIH.

Ahora ellas podían vivir tranquilamente.

No había ninguna enfermedad en sus cuerpos.

Ahora podrán rebosar de una gran salud.

Un verdadero milagro hecho por Kirigaya-san…

"Cuando dijo que podía salvarlas hablaba de esto… un milagro… uno que necesitaba de verdad Aiko y Yuuki."

Empezó a llorar de felicidad.

No podía contener su llanto, un milagro que había esperado por años había llegado a su puerta por coincidencia.

Y salvo a las hermanas Konno, de su perpetuo sufrimiento.

Después de llorar de felicidad por 5 minutos había decidido decir esta importante información a las hermanas Konno.

Corrió lo más rápido que podía su cuerpo hasta la habitación donde se encontraba Aiko y Yuuki.

Llegando a la habitación irrumpió con toda su fuerza sin preocuparse de lo que hacía las hermanas.

Hay observaba la misma imagen de siempre.

Una Aiko que siempre apoyaba a su hermana menor en mejorarse.

Yuuki siempre mostrando una felicidad que no debería tener una niña con una enfermedad que la iba a matar con el tiempo.

Ahora ellas lo miraban anonadadas por su abrupta acción.

Pero no era tiempo de preocuparse por eso, tenía que decirle una importante información.

"¡Aiko, Yuuki! ¡Kirigaya-san tenía absoluta razón!"

Se acerco abruptamente a ellas mientras alzaba un papel con el informe de su reciente chequeo.

Aiko leyó el papel donde cada vez quedaba más sorprendida por los resultados hasta llegar en la parte más importante al final del informe.

"No contiene ninguna enfermedad. Sus sangres se encontraban limpia sin ningún rastro del VIH."

Comenzó a llorar de felicidad donde dejo caer el papel que llego a un lado de Yuuki, ella también empezó a leer el informe quedando igual de sorprendida y llorando de felicidad al final igual a su hermana.

Su vida no peligraba por culpa del VIH, ahora podía tener una vida plena de tranquilidad y sin preocuparse.

"Gracias, muchas gracias Kirigaya-san."

Dijo Aiko mientras seguía llorando de felicidad por haberle salvado su vida y a su hermana.

Era algo que no podía recompensar fácilmente al chico que le habían salvado las vidas.

"Aunque no tenemos algo de gran valor me gustaría saber dónde vive para agradecer personalmente a Kirigaya-san."

Dijo Aiko mientras comenzaba a limpiar sus ojos llorosos, algo que también hacia Yuuki.

"¡Hay que dar mil reverencias para agradecer a Saito!"

Dijo algo escandaloso Yuuki.

"Jajaja. No creo que sea suficiente mil reverencias para agradecer lo que hizo Kirigaya-san por nosotras." Aiko ya había terminado de limpiar sus ojos llorosos, pero aún se veía los ojos rojos de haber llorado tanto.

"Doctor Kurahashi, es capaz de encontrar donde vive Kirigaya-san."

Preguntó Aiko con esperanza de encontrarlo devuelta.

"No tengo la menor idea."

Rompió las ilusiones de Aiko.

"Pero como ha sido un paciente, de seguro debe haber la dirección de su casa; si quieres voy a preguntar esa información."

Respondió dándole esperanza otra vez.

"Si, por favor."

Dijo Aiko, y con eso el Doctor Kurahashi se había marchado de la habitación.

"¡Hay que preparar algo para no ir con las manos vacías al hogar de Saito!"

Dijo un acierto Yuuki.

"Tienes razón."

Aiko soltó una risa leve por su repentino acierto.

"¡Yo también puedo ser inteligente!"

Dijo una enfada Yuuki.

"Jaja. Lo siento, lo siento, no pude contener mi risa."

"¡Hmpf!" reclamó con un lindo puchero, Yuuki.

(Mientras tanto con el Doctor Kurahashi)

Había llegado a la recepción donde siempre tiene la información de los pacientes, pero se había llevado una gran sorpresa.

"¡Como que no hay dirección de donde vive Saito Kirigaya!"

"¡Ya le dije por quinta vez! ¡No hay información de donde vive Saito Kirigaya!" exclamó enfadada la recepcionista.

"¡Ha sido paciente de este hospital varias veces, porque no iban a tener su dirección de donde vive!"

"¡Por seguridad!"

Quedo confundido Kurahashi.

"¿Cómo así?"

"Fácil, su llegada al hospital siempre es por pelear con los yakuza; si hubiera la dirección de su casa, los yakuza pueden tomar represalia de Saito Kirigaya, por eso no hay dirección en sus papeles."

Kurahashi solo pudo retirarse una vez dado esa importante información.

Solo quedaba decirle la verdad.

Otra vez rompió la ilusión de Aiko.

» ━━━━━━ « ♔ » ━━━━━━ «

Gente me encuentro muy feliz, tengo laptop ahora puedo estar tranquilo usando el Word sin que vean lo que hago, a veces pongo imágenes de animes y no me gustarían que vieran eso, me pase por varias imágenes de hentai para encontrar a las perfectas candidatas para usar en este capítulo, hablo de la enfermera y doctora, XD.

Bueno me despido, otro día comienzo a escribir el siguiente capítulo de Fate: Gremory.

Chaooo.

Las imágenes están publicadas con todo y capitulo en Wattpad: Izayou901, solo por si acaso quieren ver las imágenes. 

Like it ? Add to library!

Izayou901creators' thoughts