Ha pasado ya un año desde que comenzó el entrenamiento intensivo de Zero bajo la guía experta de Otoniel. Durante esos doce meses, Otoniel le enseñó a Zero a controlar su chakra con precisión, permitiéndole caminar tanto sobre el agua como sobre los árboles, habilidades esenciales para cualquier ninja de su calibre. Además, le impartió lecciones de Taijutsu, un arte marcial esencial en combate cuerpo a cuerpo, aunque durante estas sesiones Zero estuvo al borde de la muerte en varias ocasiones debido a la intensidad de los entrenamientos.
"Jajaja, muy bien muchacho, has sobrevivi... cough, digo, has absorbido toda la información básica. Me impresionas en tan solo un año", dijo Otoniel con una mezcla de orgullo y diversión, felicitando a Zero antes de continuar: "Ahora vamos a ver tus afinidades con el chakra y desarrollaremos Taijutsu completo. Así que, en guardia".
Sin previo aviso, Otoniel lanzó un ataque directo al pecho de Zero, enviándolo volando contra un árbol con un impacto ensordecedor.
"¡Aghhh!" exclamó Zero, completamente tomado por sorpresa. La velocidad del ataque fue tal que lo único que sintió fue un dolor punzante en el pecho antes de chocar violentamente con el tronco del árbol, sintiendo cómo su espalda se estrellaba contra la dura corteza.
"¡¿Por qué atacaste así de repente?!" gritó Zero, tratando de recuperar el aliento.
"Mira, Zero, un verdadero enemigo nunca te dirá cuándo va a atacar. Simplemente lo hará, así que siempre tienes que estar alerta", respondió Otoniel con severidad, enseñándole una lección crucial.
Sin darle tiempo a recuperarse, Otoniel se acercó rápidamente y lo agarró del cuello, levantándolo del suelo con una facilidad asombrosa.
"Así que por eso hoy practicaremos todo lo que has aprendido este año", dijo Otoniel con una sonrisa diabólica en el rostro. "Muéstrame cómo sobrevives a alguien mucho más fuerte que tú".
A punto de perder la conciencia, Zero invocó su katana e intentó cortar a Otoniel, quien lo soltó y se alejó con agilidad.
Con la respiración entrecortada, Zero se puso en guardia, mirando fijamente a Otoniel, quien también invocó una espada y adoptó una postura de ataque.
Zero se lanzó hacia adelante a gran velocidad y atacó, pero Otoniel bloqueó su espada con facilidad. En un contrataque rápido, Otoniel le dio una patada que Zero apenas logró bloquear con su espada, pero la fuerza del golpe lo envió volando hacia un lago cercano.
"¿Sabes por qué en tu entrenamiento de caminar por el agua te enseñé a aguantar la respiración?", preguntó Otoniel mientras se movía a una velocidad casi supersónica, colocándose detrás de Zero y agarrándolo de la cabeza. "Para cuando tengas que pelear bajo el agua".
En un abrir y cerrar de ojos, Zero se encontró varios metros bajo el agua. No había visto a Otoniel moverse; simplemente apareció detrás de él y ahora estaba en lo profundo del lago.
'Concéntrate, Zero, puedes aguantar más de 10 minutos. Solo tienes que saber cuándo atacar', pensó para sí mismo mientras intentaba mantener la calma. De repente, sintió un peligro inminente proveniente de arriba y, usando su chakra, impulsó su cuerpo para esquivar, viendo cómo una gran explosión sacudía el lugar donde había estado.
Logrando sobrevivir por un pelo, Zero intentó sentir el chakra de su rival para idear una estrategia, pero de repente sintió que varios tiburones comenzaban a atacarlo. Se movió con agilidad, esquivando y cortando a uno por la mitad con su katana.
'Debo decir que el filo de mi katana es simplemente impresionante, pero ¿cuántas invocaciones tiene ese anciano?', pensó mientras trataba de buscar una salida del agua.
Zero intentó salir del agua mientras esquivaba y cortaba a los tiburones. Justo antes de lograrlo, recibió un golpe en la cabeza que lo mandó de nuevo a lo más profundo del lago.
'¡Aghhh, maldito sea! Sabía que no me lo pondría nada fácil y mis pulmones ya están pidiendo aire', pensó enojado mientras mataba al tercer tiburón. '¡Y además están esos malditos tiburones!'
Ya habían pasado más de 10 minutos y Zero no podía aguantar más la respiración. Sabía que si se quedaba más de 3 minutos, perdería la conciencia.
Había intentado escapar de varias maneras, pero siempre terminaba en lo profundo del lago sin poder siquiera respirar por un segundo. Miraba cómo el último tiburón vivo se acercaba con todo para comerlo.
'¡Hoy no voy a morir!' Reuniendo chakra desesperadamente en su katana, ya que no sabía qué más hacer y tampoco conocía ningún jutsu para escapar de esta situación.
Su katana comenzó a emanar un chakra negro y, sin más, Zero atacó al tiburón, provocando una explosión de chakra.
Otoniel, fuera del lago, veía cómo una parte del agua se volvía negra y decidió saltar hacia un árbol, esquivando el chakra que emergía del agua, y vio cómo Zero lograba llegar a tierra.
"Es increíble lo que ves cada vez que llegas al límite, jajajaja, pero todavía no hemos terminado", exclamó Otoniel mientras saltaba hacia Zero. "¡Allá voy, Zero!"
Agitado, Zero escuchó un grito y miró de dónde venía para ver a su abuelo con su espada saltando hacia él.
Su instinto lo obligó a esquivar el ataque y, sabiendo que no podía contraatacar, comenzó a saltar por los árboles del bosque.
"¡Ehhh, crees que huyendo te la dejaré fácil!", exclamó el anciano mientras juntaba sus manos e invocaba 12 gorilas. "¡Atáquenlo!"
Los gorilas, sin más, comenzaron a perseguir a Zero. Al escuchar los ruidos de los monos, miró atrás por un segundo para ver varios gorilas grandes persiguiéndolo.
"¡Otra vez esto!"
Ya cansado y sin esperanzas, Zero vio cómo uno de los gorilas lo atacaba, pero logró defenderse y le cortó un brazo.
Saltando entre los árboles y esquivando los ataques de los gorilas, vio un árbol bastante alto y decidió correr hacia la parte más alta. Los gorilas no se quedaron atrás y comenzaron a escalar.
Justo cuando llegó a la punta del árbol y se preparaba para saltar, un gorila, al intentar agarrarlo con sus uñas, le arañó toda la espalda.
"Aghhhhh", gritó Zero mientras saltaba, y justo cuando estaba a punto de caer en otro árbol, recibió una patada que lo mandó a volar.
"No te olvides que yo también existo, jajajaja", dijo Otoniel, riendo.
Después de caer al suelo, Zero ya no podía ni levantarse. Solo pudo voltearse para mirar al cielo mientras intentaba calmar su respiración.
"Muy bien, has sobrevivido 25 minutos. Realmente increíble, como se esperaba de ti", dijo Otoniel, acercándose.
Con la respiración agitada y una mirada de odio, Zero respondió, "¡Tú eres un maldito monstruo!"
"Jajaja, sí, soy un monstruo por los años de entrenamiento que llevo encima, eso no lo niego, pero", mirándolo con seriedad, Otoniel le respondió, "tú eres el verdadero monstruo por lograr esto con tan solo un año y poco más".