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Misión de Rescate 1/2

Al ver la mirada afligida del hombre encapuchado que estaba detrás de la valla, Siobhan y Ethan se quedaron inmóviles en medio del viento.—¿Qué demonios? —murmuró Ethan, perplejo por la escena.Cuando Ethan volvio en si, Siobhan ya había reaccionado sacando su taser de servicio. El encapuchado, visiblemente enojado, sacó un cuchillo de su bolsillo y trató de saltar la valla, rugiendo:—¡Váyanse! yo matare a esa perra, dijo que me amaba.—Baja el cuchillo. ¡Te dije que dejaras el cuchillo o dispararé! no seas estúpido —Siobhan gritó, advirtiendo mientras apuntaba con la Taser al hombre encapuchado.—¡Dispara! ¡Dispárame! —El hombre dejó de trepar la valla y caminó hacia Siobhan, furioso.El olor a alcohol que emanaba de él era inconfundible desde varios metros. Ignorando la advertencia de Siobhan, apretó con más fuerza el cuchillo en su mano. Al ver esto, Siobhan apretó el gatillo de la Taser sin dudarlo.Al instante, dos dardos volaron hacia adelante con cables de cobre, impactando en el pecho del encapuchado. La corriente se liberó rápidamente a través de los cables y el hombre fue sacudido por la electricidad. Sin embargo, en lugar de caer, rugió, arrancó los cables de su pecho y corrió hacia Siobhan.Aterrorizada, Siobhan retrocedió rápidamente, dejó caer la Taser y trató de sacar su pistola. Sin embargo, el hombre se acercó demasiado rápido, y en su pánico, Siobhan no logró desenfundar el arma.Con el rostro distorsionado por la furia, el encapuchado se acercaba peligrosamente a Siobhan cuando, de repente, una figura pasó velozmente. Ethan apareció justo a tiempo.Con una tacleada, Ethan arrojó al hombre contra la valla, rompiendo algunas tablas de madera. Los dos hombres que estaban en una piscina cercana gritaron y salieron apresuradamente del agua. Ethan se levantó de un salto, pero el encapuchado también se puso de pie, usando tanto sus manos como sus pies.Con un movimiento rápido, Ethan presionó con fuerza la espalda del encapuchado, quien dejó escapar un grito de dolor. Le sujetó el cuello con una mano mientras presionaba la Glock 17 contra la cabeza del hombre y le murmuraba con frialdad:—Si intentas moverte otra vez, te garantizo que no tendrás oportunidad de volverlo hacer, asi te recomiendo que te quedes quieto.—¡No dispares, lo siento, no dispares! —suplicó el hombre encapuchado, sintiendo el frío cañón del arma en su sien, dejando caer el cuchillo al suelo.Siobhan se apresuró a acercarse y, con la ayuda de Ethan, esposaron al hombre. Ethan guardó su pistola en la funda y le susurró a Siobhan:—Créeme, si puedes evitarlo, no uses la Taser, estomas malditos bajo los efectos del alcohol y estupefacientes no sentirán ni el mas mínimo dolor.Siobhan asintió, comprendiendo el consejo. El alcance de la Taser es corto y, en casos de abuso de drogas o fuerza extrema, no siempre es efectiva. Tras llevar al hombre a la comisaría, ambos continuaron con su patrulla.Ethan se sentó relajado en el asiento del pasajero, revisando las fotos que Blake le había enviado. En una de ellas, Blake y la familia de Jonathan estaban haciendo una barbacoa frente a la casa. Wendy estaba detrás de la cámara, sosteniendo un ratón blanco en un intento de asustar a Blake. Los dedos de Ethan volaban mientras intercambiaba mensajes con Blake, hasta que ella mencionó que iba a salir a correr. Entonces, guardó su teléfono.—¿Qué pasa? —preguntó Ethan, notando la mirada de Siobhan.—Te tengo algo de envidia sabes, yo no tengo a nadie y en cambio solo puedo mirar televisión solas después del trabajo —respondió Siobhan, manteniendo la vista en la carretera.—Por favor no es tan importante, yo también estoy solo la mayor parte del tiempo —dijo Ethan, encogiéndose de hombros.—¿En serio? Por que, los chismes en el pueblo vuelan sobre ti, te ven entrar a la casa de la señora Kendall con demasiada frecuencia últimamente—replicó Siobhan con una sonrisa maliciosa.Ethan tosió violentamente.—¿De dónde sacaste eso?—Es un pueblo pequeño, y los chismes vuelan entre los lugareños —Siobhan rodó los ojos— Todas las señoras dicen que eres un playboy. Todos saben que tambien duermes con Dalia del restaurante Miles, ¿verdad?—¡Malditos chismosos! Acaso no tienen otra cosa que hacer que hablar de mi —exclamó Ethan, molesto—Antes de que Siobhan pudiera responder, Ethan rápidamente cambió de tema.—No te he visto en Davis Bar últimamente. ¿No te gusta el ambiente? —No, además odio beber sola. ¿A que hombre le gustaria beber con una oficial de policía? supongo que se siente intimidados o algo.—replicó Siobhan, dándose unas palmaditas en el uniforme.—No se, tal vez haya alguien que tenga algún fetiche con las mujeres con uniforme, nunca se sabe.—bromeó Ethan.Siobhan no respondió y levantó un dedo medio con una sonrisa.Por la noche, así que Ethan decidió ir solo al Davis Bar. Al estacionar el coche, vio a Kate Moody, que bajaba las escaleras del granero cercano, arreglándose su falda negra. Aunque Kate no era precisamente guapa, tenía una figura impresionante, algo que Ethan no pudo evitar notar.Mientras Kate bajaba, miro a Hood en la parte de arriba del lugar que le alquilaba a Sugar sobre el granero, con un cigarrillo en la boca y solo usando unos jeans, salió detrás de ella. Parecía estar disfrutando de la vista.Ethan cerró la puerta del coche con un ruido sordo, llamando la atención de ambos. Kate se marchó indiferente, mientras Hood, dándole una última calada al cigarrillo, se metió de nuevo en el edificio.Dentro del bar, Ethan saludó a Job, tomó la bebida que Sugar le ofrecía y se sentó a su lado.—Tienes esa mirada, o has tenido un buen rato o acabas de ver algo muy bueno —bromeó Job, chocando su vaso con el de Ethan.—Un poco de ambas. Yo invito la siguiente ronda. —respondió Ethan antes de beberse su whisky de un trago.Después de pedir más bebidas, Job preguntó:—¿En qué has estado ocupado?—Como siempre, trabajando en la estación. Supongo que después de todo lo que pasamos últimamente la normalidad es algo aburrida.—respondió Ethan mientras encendía un cigarrillo.—Me alegra que te sientas asi ahora, puedo tener un trabajo para ti. Tengo una amiga con algunos problemas últimamente en su negocio. Me pidió ayuda y quiero que te unas a nosotros, la paga no te decepcionara lo prometo. —dijo Job, tras dudar un momento.—¿Dónde?—En San Diego California, cerca de la frontera con México. Mi amiga tuvo algunos roces con una pandilla local Mexicana y quiere vengarse, pero no tiene suficiente mano de obra para enfrentarse a ellos, asi que pensé que te podría interesar hacer este trabajo. Ethan asintió lentamente. Sabía que era una oportunidad para ganar dinero y confiaba en Job no seria un desperdicio de tiempo hacer este trabajo.—No te preocupes. Si las cosas no salen bien, podemos irnos en cualquier momento. Además, te ayudaré a conseguir una nueva identidad para que puedas moverte con mas libertad y no tengas que usar tu nombre. Te avisaré cuando esté lista —dijo Job, levantando su vaso para brindar.A la mañana siguiente, mientras Ethan desayunaba, su teléfono sonó con un mensaje de Blake. Solo decía una palabra:—¡Ayuda!Al momento de ver el mensaje, Ethan quedó atónito.Rápidamente volvió a llamar al número de Blake, pero nadie respondió.En ese instante, el sistema que había estado en silencio durante mucho tiempo sonó.Ethan llamó al sistema y agregó una tarea en el panel en forma de pantalla de luz semi traslucida.  —Misión: Rescatar a Blake Gaines del peligro.   —Recompensa por éxito: (+1) Punto de habilidad. Cerro la pantalla de luz de inmediato y comprobó las municiones de las armas que tenia guardadas en su espacio. Después de enviar otro mensaje a Hood para pedirle el día libre, se subió a su Dodge Challenger y condujo hacia la casa del tío de Blake.Todavía no sabía qué había pasado, pero Blake no había podido contactar con él, por lo que era esencial encontrar a su tío Jonathan lo antes posible. Esta misión debía completarse con éxito, aunque no hubiera recompensa, porque las consecuencias del fracaso eran evidentes, no quería perder a Blake.Pensando en Blake, quien jugaba con él en el lago hace dos días, ahora en peligro, a Ethan no le importaba acelerar. El Dodge Challenger rugió por la carretera a gran velocidad.Tras una hora de conducción rápida, llegó a la casa del tío de Blake.Después de detener el auto, Ethan no notó nada fuera de lo normal en la casa. A través de la ventana podía ver a la esposa de Jonathan ocupada en la cocina. ¿No sabían que algo le había pasado a Blake? Ella no bromeaba sobre este tipo de cosas, y además, la tarea del sistema también había aparecido, lo que no podía ser una mentira.Ethan salió rápidamente del auto y corrió hacia la puerta, golpeándola con fuerza.—¿Quién es?- Karen, la esposa de Jonathan, abrió la puerta. Al ver a Ethan, sus ojos se iluminaron.—Tú eres Ethan, ¿cierto? Blake aún no se ha levantado.Ethan quedó confundido un momento. ¿Acaso el sistema se había equivocado? Debía averiguarlo, y fuese quien fuese la amenaza, lo acabaría.Karen gritó el nombre de Blake hacia el segundo piso. Después de un rato, fue Jonathan quien bajó las escaleras.—Salió temprano por la mañana a correr, ¿qué necesitas de ella?Jonathan vio a Ethan y saludó. —Hey, buenos días, Ethan. ¿Por qué estás aquí?Ethan no explicó, sacó su teléfono, hizo clic en el mensaje que Blake le había enviado y se lo mostró a Jonathan. Jonathan tomó el teléfono, perplejo, pero tras leer el mensaje, su expresión cambió.—Y, después de eso no he podido contactarla. —respondió Ethan con seriedad.Jonathan también sacó su móvil y llamó a Blake. Al escuchar el tono de ocupado, su rostro se tensó. —Si esa información es cierta, debemos llamar a la policía. —Yo soy oficial de policía, me hare cargo por ahora. —replicó Ethan, palmeando el uniforme debajo de su chaqueta, ya que no había tenido tiempo de cambiarse—¿Recuerdas en qué dirección en la que salió Blake esta mañana? Jonathan señaló la dirección de donde venía Ethan, quien estaba a punto de irse cuando Jonathan lo detuvo. —Espera, iré contigo. Yo estoy mas familiarizado con este lugar. Ethan asintió. —No hay problema, vamos. Jonathan agarró su chaqueta y salió rápidamente con Ethan, no sin antes pedirle a Karen que llamara a la policía.Karen, viendo partir a ambos, apretó los puños y corrió de regreso a la sala de estar. Su hija, Wendy, bajó las escaleras en pijama, sosteniendo una muñeca.—Mami, ¿a dónde fue papá?Karen forzó una sonrisa.—Salió a comprar algunos víveres. Por que no vas a cepillarte los dientes que te parece.Tras hablar con Wendy, Karen miró por la ventana y vio que el auto de Ethan ya había desaparecido al final del camino. Agarró su teléfono con expresión preocupada.Después de avanzar durante más de diez minutos en la dirección que Jonathan había señalado, pasaron por una fábrica abandonada. Había granjas a ambos lados de la carretera y pocas casas a la vista.—¿A qué hora salió esta mañana? —preguntó Ethan, mirando su reloj.—Alrededor de las 8, siempre se levanta temprano. —Jonathan respondió, y Ethan frenó bruscamente, girando el volante.—Según la hora que mencionaste y el momento en que recibí el mensaje de socorro, Blake no habría podido correr tan lejos.—Sí, de hecho no hoy muchas personas por estos lugares. —admitió Jonathan.Ethan preguntó rápidamente.—¿Tienes algún vecino temprano? ¿Podemos preguntar si han visto?—No no tengo vecinos por aquí. Solo hay una planta procesadora de carne cerca, la que pasamos hace un momento pero tiene muchos años cerrada durante algunos años.—Jonathan continuó tras una pausa—Pero recuerdo que hay alguien viviendo detrás de la planta, solo tienes que desviarte unos cuantos metros de la carretera principal.—De todos modos, vayamos a preguntar.Ethan aceleró y volvió hacia la fábrica que acababan de pasar. La pared exterior de ladrillo rojo estaba cubierta de enredaderas, y los vidrios rotos le daban un aire lúgubre. Ethan miró a Jonathan.—Recuerdo esto. La última vez que pasé por aquí con Blake, ella mencionó haber visto a un niño pequeño adentro.—Tal vez eran algunos niños. A ellos les gusta entrar y jugar en sitios como este —respondió Jonathan, encogiéndose de hombros. Ethan giró el volante y el Dodge Challenger se desvió hacia un camino remoto. A unos metros más adelante, apareció una casa de madera ruinosa, conectada a la planta de carne abandonada. Frente a la casa había un espantapájaros extraño, cubierto con una tela negra y una cabeza de vaca de hueso blanco. Ethan detuvo el auto y miró a Jonathan. —La fábrica de procesamiento de carne cerro después de que el dueño murió.—explicó Jonathan— Ahora vive aquí el hijo del antiguo dueño, Gram. Tiene aproximadamente mi edad. Es un poco analfabeta y, cuando la fábrica cerró, se quedó aquí solo, tras la muerte de su padre, no lo eh visto durante un tiempo. Ethan apagó el motor. —En ese caso, suena como un bicho raro. Tal ves deberíamos tener algo de precaución con el. —Se podría decir que lo es. —confirmó Jonathan con un encogimiento de hombros—. ¿A qué te refieres? —Tengo un mal presentimiento. Tengamos cuidado. Ethan abrió la puerta del auto. Frente a ellos, la casa estaba descuidada, con malas hierbas y enredaderas que cubrían el edificio de la fábrica. Un auto viejo estaba estacionado al lado, tan oxidado que parecía que se desarmaría con una patada, pero las marcas en el suelo indicaban que seguía en uso. Ethan miró a Jonathan que revisaba los alrededores, antes de golpear la puerta de la cabaña con fuerza.Después de que Ethan golpeara la puerta varias veces, Jonathan gritó:—Gram, ¿estás en casa?Tras esperar un rato, el silencio seguía.—¿Podría ser que no haya nadie en casa? ¿Qué tal si vamos a otro lugar a echar un vistazo? —dijo Jonathan, dando un paso para alejarse.Ethan no tuvo más remedio que seguirlo. Justo cuando ambos caminaban hacia el auto destartalado, una voz apagada resonó desde el interior de la casa.—¿Quién me llama?Jonathan se detuvo de inmediato y retrocedió unos pasos.—Soy yo, Jonathan Gaines, vivo no muy lejos de aqui. —respondió.—¿Qué te pasa?Ethan caminó junto a Jonathan. En ese momento, la puerta interior se abrió, revelando a un hombre encorvado detrás de la puerta mosquitera. La habitación estaba sumida en la oscuridad, lo que hacía difícil distinguir su rostro, aunque se podía notar su cabello largo y desordenado.Jonathan, sin inmutarse, dijo:—Estoy buscando a mi sobrina. Desapareció tras salir a correr esta mañana. La he estado buscando por todas partes.Dio un paso más hacia la puerta.—¿La has visto?- pregunto Ethan mostrando una foto de ella en su teléfono móvil.—No, no la he visto a nadie —respondió el hombre en las sombras, con voz apagada e impaciente.Ethan, recordando lo que Blake le había mencionado, miró a su alrededor y preguntó:—¿Haz visto algunos niños por aqui aquí?Ethan lo miró directamente, sin vacilar.—¿Que carajos te interesa a ti.?, si no salen de mi propiedad ahora mismo les voy a disparar- exclamo exasperado—Señor, Soy Departamento de Policía de Banshee. Estoy aquí para investigar el paradero de esa chica.—respondió Ethan de forma automática, su voz controlada, aunque por dentro estaba en alerta máxima.El hombre dejó escapar una risa seca, casi sarcástica.—Nunca he oído hablar del Departamento de Policía de Banshee —gruñó el hombre, apretando la puerta, listo para cerrarla—. Aléjate de mí. No me gusta el uniforme que llevas.Percibiendo que algo andaba mal, Jonathan, que había estado junto a Ethan, dio un paso adelante, su voz cargada de urgencia:—Oye, ¿podemos entrar y sentarnos un rato?El hombre dudó un instante, su mano congelada en el marco de la puerta. Su mirada se desplazó entre Jonathan y Ethan, antes de responder con firmeza:—Estoy muy ocupado y no tengo tiempo para visitas, será mejor que se vayan —replicó, cada palabra más tensa que la anterior.Pero antes de que el hombre pudiera cerrar la puerta de golpe, Ethan dio un paso adelante, bloqueando su salida.—No creo que esté tan ocupado como para no recibir una visita rápida —dijo Ethan con voz baja y peligrosa, su mirada fija en el viejo— Sobre todo cuando hay una vida en peligro.El hombre lo miró fijamente, sus ojos destellando una mezcla de miedo y terquedad.—No sé de qué hablas —respondió el viejo, con los labios tensos— Nadie ha venido aquí. No tengo tiempo para perder con ustedes.Ethan notó el leve temblor en las manos del hombre, el sudor que comenzaba a acumularse en su frente. Había algo que intentaba ocultar, y Ethan lo sabía.Jonathan miró de reojo a Ethan, sintiendo la tensión crecer. —Solo será un momento. No te he visto en mucho tiempo. ¿Qué tal si hablamos un poco, como vecinos?Hubo un silencio antes de que la voz ronca del hombre respondiera:—Espera un momento.Tras esto, el hombre desapareció en el interior, sus pasos resonando hacia la oscuridad de la casa. Jonathan exhaló con alivio y le guiñó un ojo a Ethan.Al cabo de unos minutos de tensión creciente, el hombre regresó, su cuerpo temblando visiblemente, con un tubo en la mano que brillaba de forma inquietante. Los sentidos de Ethan se dispararon al instante, y sus reflejos entrenados se activaron con precisión letal. Con un movimiento rápido, extendió el brazo y atrapó la tela de la camisa de Jonathan, tirando de él hacia atrás con una fuerza implacable.Jonathan gritó y cayó hacia atrás, en el instante siguiente, el aire se rasgó con un disparo estridente. Una explosión de llamas y humo estalló desde la puerta mosquitera, enviando fragmentos y chispas en todas direcciones. Ethan se agachó instintivamente, empujando a Jonathan fuera de la línea de fuego, mientras los destellos de la explosión iluminaban la escena caótica. La adrenalina corría por sus venas mientras su mente calculaba el siguiente movimiento, la amenaza aún presente y palpable en el aire.Ethan, con una precisión implacable, desenfundó su Glock 17 y apuntó hacia la puerta, disparando con rapidez.—¡Bang, bang, bang! —los disparos se sucedieron en rápida sucesión, resonando en el aire con una fuerza ensordecedora.Cada bala perforó la madera de la puerta con impactos secos, dejando astillas y fragmentos volando por el aire. Un gemido ahogado y lleno de dolor emanó desde el interior de la casa, seguido por el sonido de pasos pesados que se alejaban, arrastrándose con urgencia. La tensión en el ambiente era palpable, y Ethan no perdió ni un segundo. Aprovechando la oportunidad, Ethan arrastró a Jonathan detrás del Dodge Challenger. Jonathan, cubriéndose el brazo, tenía una expresión de dolor mientras la sangre fluía de la herida. Los músculos de su brazo habían sido alcanzado por los perdigones por la escopeta.Si Ethan no hubiera reaccionado a tiempo, ese disparo le habría dejado un agujero en el pecho.—¡Carajo Ese bastardo está loco nos disparo a quema ropa. —gritó Jonathan, golpeando la cabeza contra la carrocería del auto para tratar de aliviar el dolor.—Tu brazo estará bien, solo fueron un par de perdigones.—dijo Ethan con un tono sarcástico, mientras se agachaba y dejaba su arma a un lado.Rápidamente, sacó un torniquete de su cinturón de servicio y lo ató al brazo herido de Jonathan.—Tengo que entrar. Blake debe estar adentro. De lo contrario, ese hijo de perra no actuaría de esa manera.Jonathan, sin embargo, parecía perdido en el dolor y la confusión. Desesperado, Ethan lo abofeteó con fuerza.—¡¿Me escuchas bien ahora?! —le gritó.Jonathan, sudando profusamente, asintió repetidamente.—Quédate aquí y pide ayuda. No te preocupes, tus heridas no son fatales. Debo entrar y salvar a Blake. Su vida podría estar en peligro ahora.Ethan abrió la puerta del auto y sacó una daga del compartimiento de almacenamiento, el arma que había tomado de unos ebrios que conoció cuando molestaban a Nola. Colocó la daga afilada en la mano de Jonathan antes de levantarse y correr hacia la casa.Mirando por el agujero de la puerta mosquitera, no vio ningún movimiento. Ethan abrió la puerta y entró en la casa rápidamente.El interior estaba oscuro y maloliente. Muebles sencillos ocupaban la sala, y las cortinas bloqueaban por completo la luz exterior. Un fuerte olor a putrefacción flotaba en el aire.Ethan encendió la linterna táctica de su Glock y buscó alrededor, pero Gram no estaba a la vista. Se dirigió a la cocina, donde encontró platos sucios en el fregadero.—Parece que vive solo... —murmuró, al ver las pocas pertenencias.Con la Glock en mano, Ethan salió de la cocina y siguió explorando la casa. Pero no había rastro de Blake o de gram en las habitaciones. Todo estaba en silencio.Entonces, unas gotas de sangre fresca en el suelo llamaron su atención. Al parecer habia herido a Gram durante el tiroteo. Ethan siguió las esporádicas manchas de sangre hasta que llegaron a un rincón, donde se detuvieron. Al borde del suelo de madera había una trampilla.—Se ha escondido en el sótano... —se dijo asi mismo, ajustando su posición y apuntando con la Glock.Tiró de la trampilla con fuerza, y un estruendo resonó por la casa. La puerta del sótano se abrió de golpe, levantando una nube de polvo.Un escalofrío recorrió a Ethan al sentir el olor pútrido que emergía desde abajo. Las escaleras de madera estaban envueltas en una penumbra parpadeante.Ethan apagó la linterna táctica y, tras exhalar lentamente, comenzó a descender con cautela, paso a paso.