El hombre guapo sonreía dulcemente a una chica. Aquella chica había sido molestada antes por esas dos mujeres. ¿Sería esa su novia? Oh, espera. También acariciaba su rostro.
Long Hui no le importaba lo que otros pensaran de él. Otros no eran tan importantes como su amada Qi Qi. Lo único en su mente era su amada Qi Qi. Su amada Qi Qi se veía muy elegante. Sentía que había sido embrujado por ella.
Cuanto más miraba a su amada Qi Qi, de repente se acordaba de ese vestido. Este vestido era un regalo suyo para ella. El vestido que le recordaba algo travieso.
—Qi Qi, este vestido... —Long Hui quería decir.
—Sí. Este vestido es tuyo. ¿Cómo me veo? —preguntó Yu Qi con una sonrisa.
—Hermosa como una diosa. —Long Hui elogió a su amada Qi Qi.
Luego Long Hui se inclinó hacia el oído derecho de su amada Qi Qi y le susurró algo.
—Eres irresistible. Quiero besarte. Incluyendo tu espalda blanca. —Long Hui le lamió un poco la oreja a su amada Qi Qi.
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