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Re: zero arco 3, 4, 5.

Pueden seguir aquí después del cp25 Luego subiré el Arco 1 y Arco 2. A partir del CP 329 comienza el arco 5.

delta_zero_1153 · Fantasía
Sin suficientes valoraciones
503 Chs

Perspectivas individuales.

_Emilia: No fue justo para Otto-kun que decidiéramos tanto por nuestra cuenta.

Luego de hablar con Joshua y de regresar a su habitación, Emilia dijo eso mientras ofrecía a Subaru un asiento.

Subaru se sentó y rio.

_Subaru: Dejando de lado el pánico de Otto como una leyenda para las futuras generaciones, básicamente siempre apoyo tus ideas, Emilia-tan. Pero si tuviera que mencionar algo de qué preocuparse, sería el hecho de que ya están preparados y nos están esperando.

_Emilia: De todos modos, no creo que Anastasia se arriesgue a hacer algo si está enviando mensajeros. Puede que Mimi-chan estuviera allí, pero, aun así, Joshua-kun tomó el control cuando yo intenté dirigir la conversación.

_Subaru: El hecho de que haya enviado a un familiar de su Caballero como mensajero, significa que te reconoce como una oponente. Siempre me pregunté por qué en los dramas ambientados en el periodo Sengoku, cuando enviaban a gente importante como mensajeros, nunca los mataban. Pero resulta que hay mucho trasfondo a tomar en cuenta. Nunca pensé que aprendería esto por experiencia propia.

Es una cuestión de confianza entre las partes y el pueblo.

Si el pueblo se enterase de que los gobernantes actuaron injustamente, esto perjudicaría la posición del gobernante. Y cada facción se enfrenta a demasiados enemigos como para, además, actuar vergonzosamente. De lo contrario, dado que un grupo se enfrenta a más enemigos clandestinos cuanto más grande crece, es lógico tener cuidado al desafiar a las personas influyentes.

—La reunión con Joshua Euclius había terminado, y la noche cayó sobre la nueva Mansión Roswaal.

Ya que sería horrible enviarlos de regreso el mismo día en que llegaron, se ofrecieron a dejar que Joshua y Mimi pasaran la noche, y aceptaron la invitación a Ciudad Priestella.

Joshua había sido bastante imponente al discutir el tema, pero todos vieron su alivio cuando finalmente aceptaron la invitación. Su monóculo era probablemente sólo un adorno para dar cierta impresión a los demás: la de un joven y sincero muchacho.

_Subaru: Es mucho más agradable que su hermano.

_Emilia: Siempre eres tan poco sincero sobre Julius. ¿Todavía le guardas rencor por lo que pasó en el palacio?

Emilia captó el murmuro de Subaru y se burló de él.

Sólo pensar en lo ocurrido entonces, le ponía roja la cara de vergüenza y le ardía el estómago de indignación. Pero, ¿y ahora que ha pasado el tiempo?

_Subaru: Todavía es demasiado vívido para mí como para reírme y sonreír sobre ello. Yo era joven entonces. Y he reflexionado sobre mis acciones. Desearía que él hiciera lo mismo.

_Emilia: Pero escuché que ambos se disculparon y se reconciliaron. No está bien pedir disculpas y aun así seguir rencoroso por dentro.

_Subaru: Mnngh... ¡Pero es que sólo soy humano!

Emilia lo miró con reproche, pero Subaru siguió siendo obstinado.

Subaru miró hacia otro lado. Emilia frunció el ceño por un momento, pero al final no pudo contener su sonrisa.

_Emilia: Está bien. Subaru, simplemente eres demasiado terco. Pero no tienes permitido pelear con Julius si lo vemos en Priestella. Ahora eres un caballero, y los caballeros no deben abusar de su poder.

_Subaru: Sí, sí... me ha vencido, mi Señora.

Subaru intentó disimular su vergüenza con algunos chistes y se frotó el labio superior. Entonces miró distraídamente alrededor de la habitación de Emilia, hasta que pareció recordar algo.

_Subaru: Ah sí, Emilia-tan. No sé mucho de Priestella, ¿es conocida por algo?

_Emilia: Jmp, necesitas estudiar más, Subaru. Priestella es una de las cinco ciudades principales de Lugnica, en el río Tigracy que marca la frontera con Kararagi. Es famosa por estar construida sobre un gran lago, con canales que fluyen por la ciudad.

_Subaru: Vale, pues, dejando de lado que todo eso es información de segunda mano, al final se trata de una ciudad flotante. Bueno, está el caso de Venecia, así que también puede ser posible aquí.

Venecia es lo primero que viene a la mente cuando se trata de ciudades acuáticas.

La ciudad está rodeada de agua por todos lados, con lagos que serpentean tranquilamente a través del paisaje de piedra de la ciudad. Es uno de esos lugares románticos que todo el mundo visita al menos una vez, y Subaru también lo considera un lugar pintoresco.

Y esa es la impresión que le da Priestella.

_Emilia: No, Subaru. Priestella no es una ciudad flotante, es una ciudad de compuertas.

_Subaru: ¿Compuertas?

_Emilia: Sí. Se encuentra ubicada en medio de un lago, así que la ciudad se inunda cuando llueve. Construyeron enormes murallas alrededor de la ciudad para evitar eso, y hay compuertas para regular los niveles de agua. Las compuertas son tan asombrosas y famosas que no la llaman la Ciudad Flotante, sino que la llaman la Ciudad de las Compuertas.

La explicación de Emilia convirtió la idílica ciudad acuática de Subaru en una cerrada cárcel de agua. El concepto era muy hermoso, pero lo arruinaron con esas gigantescas murallas.

Subaru ladeó la cabeza, preguntándose por qué construirían todo ese mecanismo.

_Emilia: Creo que hay muchas teorías detrás de la construcción de la ciudad. Como, por ejemplo: «querían probar los límites de su tecnología» o «intentaban conquistar las inundaciones sin depender en la magia o el Dragón» o «trataban de atrapar a una poderosa y malvada mabestia».

_Subaru: Ninguna de ellas parece sensata, pero todas ellas se sienten plausibles, lo cual indica que los humanos la hicieron.

A la persona promedio no se le ocurriría la idea, pero los genios de la humanidad están fundamentalmente liberados de las riendas del sentido común. Y a veces sus ideas se hacen realidad.

De cualquier manera,

_Subaru: Pero todavía no sabemos lo que están planeando… Dudo mucho que sólo estén siendo amables y dirigiéndonos a lo que estamos buscando.

_Emilia: ¿Estás seguro? ¿Alguna vez has pensado en confiar más en la gente, en vez de ser tan suspicaz?

_Subaru: Lo siento, pero todas las candidatas tienen sus defectos. Y no confío ni por un segundo en lo que están tramando.

Crusch era digna de confianza, pero Subaru no sabía si seguiría comportándose como una dama recatada, y también debía cuidarse de Ferris. Ese problema se mantendría resuelto mientras Wilhelm mantuviera controlado a Ferris, pero el Demonio de la Espada también ponía a Subaru de los nervios. Conociendo sus circunstancias, era difícil confiar en ellos al dejarlos por su cuenta.

Subaru no tenía idea de lo que Anastasia estaba pensando, o lo que la impulsaba.

No podía adivinar sus motivos para enviar esta invitación. Julius podía ser el más caballeroso de los caballeros, pero Anastasia tenía el control en última instancia. Y la vida de negocios de los miembros de Colmillo de Hierro no tenía relación con cómo son como personas. A Subaru no le podían desagradar.

Reinhard y Rom, de la Facción de Felt, quizás merecían confianza. Pero Subaru no sabía con claridad qué pensaba Felt.

Mientras ella estuviera dispuesta a participar en la selección, Subaru debía estar preparado para lo que sea que la tramposa y astuta chica estuviera tramando.

Si ella desplegase seriamente a Reinhard, y él se convirtiese en su enemigo, sus posibilidades de derrotarlo en combate son un sueño dentro de un sueño.

La Facción de Priscilla era la más difícil de entender.

Subaru no podía confiar en ninguno de ellos. Puede que Al también haya venido de Japón, pero era sorprendentemente leal a Priscilla. Por lo tanto, no defenderá a Subaru, mientras que el capricho de Priscilla ya era aterrador de por sí.

Ella podría visitarlo en cualquier momento para decapitarlo con una sonrisa en la cara. Así de absurda era.

Aunque haya pasado un año, ninguna candidata conocía los motivos de las demás.

Subaru necesitaba investigar más profundamente si quería saber más que sólo lo que aprendió en el Palacio. Lo cual era una razón para aceptar esta invitación.

_Subaru: Honestamente, estoy aterrorizado de estar en deuda con Anastasia. ¿Cómo pudo averiguar que estabas buscando una piedra mágica incolora?

_Emilia: Puck se dejó ver la última vez en el Palacio, así que no quería que nadie supiera que él tenía algunas limitaciones. Traté de ser muuuy cuidadosa... pero es inevitable que la gente diga cosas.

_Subaru: Así que eso es entonces. Aunque consigamos la piedra mágica, las cosas sólo volverían al status quo desde la perspectiva de las demás facciones. Los beneficios están en establecer la deuda.

Dicho esto, el regreso de Puck mejoraría la ya significativa fuerza de combate de Emilia. Pero ninguna cantidad de poder de combate por sí sola aseguraría la victoria de Emilia en la Selección.

Como máximo, haría que la derrota del Gran Conejo fuera más convincente.

—La derrota del Gran Conejo en el Santuario.

Este segundo logro de la Facción de Emilia, independiente de la derrota de Pereza, del Culto de la Bruja, desafortunadamente no era reconocido por el público.

No hubo ningún testigo de la derrota del Conejo, y era imposible recuperar algún cadáver como prueba.

Después de todo, aquella cosa fue arrojada a otra dimensión para no volver jamás.

Era la verdad, pero no era creíble. El hechizo Al Shamak, que usó Beatrice, había sido olvidado en esta época, y ella carecía del maná suficiente para volver a demostrar la técnica.

Así que, aunque informaron de la derrota del Gran Conejo en la capital, aún no había sido considerado como un logro legítimo. Y si entraban en detalles, tendrían que describir el Santuario también y, por ende, revelar que Roswaal mantenía una aldea secreta en su dominio. Al final, tuvieron que dejar de presionar sobre el tema.

Les dijeron que sus declaraciones ganarían credibilidad si no se avistaba al Conejo durante la próxima década, no obstante, para entonces ya sería demasiado tarde como para considerarlo un logro útil. Aunque no le molestó mucho a Emilia, ya que todo había sucedido muy rápido.

_Subaru: Pero sigue siendo molesto. En serio, por cuánto dolor me hicieron pasar esos malditos conejos…

_Emilia: Pero realmente vencimos al Gran Conejo, aunque no nos crean. Esa espantosa mabestia ya no lastimará a nadie nunca más, ¿no es eso suficiente?

_Subaru: Eres demasiado positiva y amable, Emilia-tan…

Cuando haces algo justo, debe ser reconocido.

Emilia hablaba magnánimamente, haciéndole ver a Subaru lo patético que era. Subaru se preguntó cuán agradable sería si él pudiese pensar de la misma manera que ella; aunque sabía que jamás lo lograría.

Sólo le irritaba no recibir el reconocimiento que se merecía.

Emilia observó a Subaru enfadarse, y su boca se relajó en una sonrisa. 

Subaru no había notado que a veces Emilia lo miraba con ternura. O que en momentos como éste su expresión carecía del brillo maternal con el que una madre vigilaba a su hijo. En cambio, se trataba de algo indescriptiblemente complejo.

_Emilia: Las personas ya saben tus logros, Subaru. Se reconoció formalmente que peleaste contra la Ballena Blanca y que venciste a Pereza.

_Subaru: Respecto a ellos… realmente siento que sólo conseguí las sobras. Los demás hicieron mucho más que yo contra la Ballena Blanca. Únicamente aproveché el momento perfecto en el final. Y para Pereza ni siquiera tenía nada de eso en mente.

Durante su pelea con Petelgeuse únicamente pensaba en proteger a Emilia.

O no, eso no era del todo cierto. Lo que Subaru sintió en aquel entonces era el deseo de proteger a Emilia y un odio personal hacia Petelgeuse.

No era una cuestión sobre cuál era el que lo impulsó. Ambos deseos eran la voluntad de Subaru.

Le incomodaba que una lucha que fue básicamente un rencor personal fuera considerada como algo hecho por el bien del mundo en general.

Emilia: Pero es lo mismo para el Gran Conejo. Derrotaste a dos de las mabestias que habían estado atormentando al mundo durante 400 años en un lapso tan corto de tiempo… Sé que no soy nadie para decir esto, pero es como si estuvieras haciendo muuucho más de lo que deberías.

_Subaru: Sí. Y allí estoy involucrado en ambos. Honestamente, pienso que lo que he hecho ha sido excesivo. Solo esperemos que la última que queda no aparezca.

_Emilia: —Sí. Esperemos.

Subaru confiaba en el poder de las palabras y en las oraciones para nunca tener que encontrarse con la Serpiente Negra. Sin embargo, la respuesta de Emilia fue bastante rígida. Casi como si tuviera asuntos personales con la Serpiente Negra.

_Emilia: En cualquier caso, sobre Priestella.

Pero, antes de que él pudiera abordar su cambio de actitud, ella cambió de tema. Obviamente no quería hablar de aquello. Y, habiéndose hecho un poco más sabio, Subaru decidió no forzar una explicación por parte de ella. Aunque algunas veces olvidaba prestar atención a cosas como esas y terminaba actuando exactamente como solía hacer.

_Emilia: Sabemos que iremos, pero ¿estamos realmente seguros de ir con las mismas personas? También quería hablar un poco con Roswaal al respecto.

_Subaru: Pienso que estamos bien. Tú irás, así que es natural que tu Caballero, que soy yo, y mi compañera Beako, vayamos también. Pero hablando en serio, llevaremos a Garf para el combate y a Otto por su insistencia de querer ir. Realmente me gustaría que Petra o Frederica también vinieran para mantener cubiertas todas tus necesidades, pero…

_Emilia: Es una pena. Roswaal está ocupado con la Cumbre de los Señores Feudales Occidentales. Siempre hemos sabido que Petra debe acompañarlo debido a su entrenamiento de sirvienta. Aunque está muuuy molesta por eso.

_Subaru: Porque odia completamente a Roswaal después de lo del Santuario. Roswaal lo disfruta, lo cual mantiene a Ram calmada, sin embargo…

Petra estaba madurando completa y brillantemente como una sirvienta, no obstante, lo más fundamental de su persona seguía siendo peligrosamente infantil. 

El resentimiento hacia su amo era particularmente notable, y no sería inconcebible que incluso exprimiera el agua de su trapo en el té de éste. Pero, ya que Subaru estaba del lado de Petra, estaría dispuesto a pasarlo por alto, incluso si hipotéticamente lo presenciara.

Solo el tiempo repararía la confianza rota. Sin embargo, parecía que un año no era suficiente para que Petra comenzara a escuchar a Roswaal.

_Subaru: Lo que significa que Frederica debería ir con ellos como freno y a la vez como un modelo de etiqueta apropiada, lo cual deja a Ram en la mansión. Espera, eso es arriesgado.

_Emilia: ¿De verdad? Anne también asistirá a la Cumbre, así que Clind-san estará allí. Estoy segura de que él será amigable con Petra, así que tal vez Frederica no necesite ir.

_Subaru: Clind-san… ciertamente no le comprendo.

Subaru recordó al poderoso mayordomo de la Mansión Miload, donde se quedaron mientras la otra mansión estaba siendo preparada. Trabajaba con tal maestría que era imposible seguirle el paso. No era el mejor elogio, pero era lo que lo describía.

El entrenamiento de Subaru en parkour también comenzó con Clind, quien le enseñó lo básico. Entrenó a Subaru, quien no podía exceder los límites físicos de un hombre promedio, cuando éste trataba de averiguar cómo moverse sin ignorar sus límites.

Annerose y Clind habían visitado la nueva mansión muchas veces para pasar el rato. Subaru hizo que Clind lo observase practicar su parkour, pero entonces Clind superó la carrera de obstáculos de Garfiel sin sudar ni arrugar su atuendo. Era inhumano.

_Subaru: Dejando de lado quién se queda en la mansión, no deberíamos preocuparnos. Y, de todas maneras, debería ser yo quien más se preocupe por ser cuidadoso. Va para ti también, Emilia-tan.

_Emilia: Sí. Pero todavía me siento mal por haber accedido sin discutirlo con todos apropiadamente. Tendré que disculparme con Otto-kun.

_Subaru: A él no le importa su dignidad, pero es demasiado resentido. Le diré que te regañé tanto que lloraste.

_Emilia: Juju, gracias.

Subaru lanzó su puño hacia arriba al aire, ante lo cual Emilia sonrió. Ella se puso la mano en el pecho y tocó el colgante con el cristal azul. 

Incluso ahora, el Gran Espíritu Puck dormía en ese cristal.

Esta gema ni siquiera tenía la suficiente fuerza para que él pudiera comunicarse, y mucho menos manifestar su verdadero poder. Si él mostrara el más mínimo movimiento, la joya se rompería y él sería liberado—o eso decían Emilia y Beatrice. 

Una vez libre, Puck traería inadvertidamente una gran destrucción sobre todo lo que le rodee; hasta que eventualmente se le agote el maná y desaparezca, volviendo al lugar del que provino.

Emilia le proporcionaba constantemente maná al cristal para que eso no sucediera, y así preservar a Puck. Ahora solo necesitaban crear un cristal resistente de una piedra mágica incolora para ser capaces de restaurarlo. Anastasia dijo que había visto piedras mágicas que podían resistir ese uso.

_Emilia: Una vez que pueda hablar con Puck otra vez… hay tantas cosas que quiero preguntarle. Así que—

Emilia cerró sus ojos y no dijo nada más.

Sus largas pestañas temblaron, y Subaru se rascó la cabeza silenciosamente. Sólo podía hacerse una vaga idea de lo que Emilia estaba pensando.

_Subaru: Será mejor que vuelvas, espíritu gato. Tengo una montaña de quejas para ti.

Y, como su caballero debería, estuvo de acuerdo con ella y añadió insultos.