Sueños Y Revelaciones

Sentía algo extraño, era como si estuviera cayendo por un precipicio pero no sentía nada más, ni viento, frio o calor, solo la sensación de caer. No podía mover mi cuerpo, hablar o siquiera abrir los ojos pero la sensación de caída me decía que estaba consiente. No sabía que había pasado antes, mi memoria estaba tan nublada que apenas si podía recordar en que día estaba.

Seguí teniendo la misma sensación por un largo tiempo, tanto que era difícil saber cuánto había pasado, pero de pronto se detuvo, como si hubiera llegado hasta el fondo de algo. Empecé a escuchar los pasos de alguien pero eran irregulares, como si tuviera algún problema al caminar o estuviera herido, lo extraño era que había un pequeño eco, como si se tratara de alguna habitación grande o una caverna.

Finalmente pude abrir mis ojos, de verdad estaba en una gran cueva y había un sujeto caminando más adelante, iba sosteniéndose de una de las paredes y un líquido dorado brotaba de las heridas que tenía en su cuerpo, sus ropa estaba despedazada por cortes y quemada en algunas partes, sea lo que sea que le hubiera pasado tenia suerte de haber salido con vida.

Seguí al sujeto mientras caminaba por la cueva, claramente él sabía a donde ir ya que no dudaba al tomar una dirección. Poco tiempo después me di cuenta de que yo no estaba caminando, era como si flotara en el aire mientras lo seguía.

-¿Un sueño? Si, debe ser otro sueño – pensé mientras veía mis pies que flotaban a unos cuantos centímetros.

De pronto el ambiente de la cueva cambio, era como si el aire se hubiera vuelto más pesado y frio, además una tenue luz marrón salía de fondo del pasadizo de la cueva.

El sujeto siguió caminando por el pasadizo, unos cuantos segundos después se abrió y la cueva se volvió grande de nuevo, pero esta vez, justo en el fondo, había lo que parecía ser un altar de rocas. Eran ocho vigas de roca sólida que se elevaban desde el suelo y llegaban casi hasta el techo con varias rocas que brillaban, un muro de alrededor de 2 metros de alto los conectaba, con una entrada justo enfrente, un poco más lejos pude ver unas cuantas escaleras que llevaban a algo parecido a un enorme cristal marrón que brillaba tanto que iluminaba casi toda la cueva.

El sujeto siguió caminando hacia el altar, solo que esta vez se apoyó en lo que parecía ser una espada negra vieja y agrietada. Este debía ser el sueño más extraño que había tenido hasta ahora, ero quería seguir al sujeto y ver como terminaba.

El sujeto subió las escaleras con dificultad, podía escuchar su respiración pesada, como si estuviera a punto de caer por el cansancio. Apenas había llegado frente al cristal cayó al suelo de rodillas, no sabía si lo había hecho a propósito o finalmente había llegado a su límite.

-Mi señora… lo siento mi señora… fallé con la tarea… que me diste… - dijo el sujeto con un hilo de voz, era como si apenas pudiera hacer salir las palabras de su boca. Pero, de alguna manera, su voz me era familiar, como si la hubiera escuchado poco tiempo atrás.

Pasaron unos cuantos segundos antes de que apareciera una silueta en el cristal, al perecer se trataba de la sombra de una mejor.

-No quiero tus disculpas – dijo una voz de mujer, era tan escalofriante que puso la piel de gallina.

-A pesar de lo recursos que me dio… no pude cumplir con mi tarea. Además de eso… – el sujeto no pudo terminar de hablar, escupió una bocana del mismo líquido dorado que brotaba de su cuerpo.

-¿Alguien intervino durante tu tarea? ¿Ese mocoso recibió ayuda de alguien? – dijo la voz del cristal.

-No mi señora… aunque me duela admitirlo… ese chico era demasiado fuerte… incluso antes de despertar su poder… – dijo el sujeto aun de rodillas y con las manos en el suelo.

-Así que ya está despierto… ahora solo tenemos la otra opción antes de que esos ridículos nietos míos decidan actuar, tienes que ir por ella – dijo la voz del cristal, solo que esta vez parecía irritada.

-Mi señora… él… despertó al guardián… despertó a quien usted más teme… si logra ponerlo de su lado… dijo el sujeto pero su voz parecía irse apagando poco a poco.

Pasaron unos cuantos segundos y la voz del cristal no había hablado, yo no sabía que estaba pasando y no tenía ni la más mínima idea de lo que hablaban.

-Entonces tendré que enviar a alguien más, tu deber es traer ese mocoso aquí antes de que logre convencer al guardián, si logra usar su poder no habrá nada que podamos hacer. No creo que mis nietos se queden con los brazos cruzados esta vez que él despertó su poder, incluso trataron de no involucrarlo en la guerra reciente, por lo que trataran de mantenerlo alejado de pelear, eso te dará tiempo de recuperarte – dijo la voz del cristal.

-Como lo desee… mi señora. Pero en este estado… llevará años recuperar… todo mi poder – dijo el sujeto en el suelo.

-No es necesario que los recuperes por completo para traerlo aquí. Solo sanas tus heridas y ve a cazarlo, no debes de ahorrar ningún recurso para traerlo ante mí – dijo la voz del cristal.

-Sí, mi señora – dijo el sujeto mientras se levantaba pesadamente, se dio la vuelta y empezó a caminar. No podía ver con claridad su rostro por la luz, pero estaba cubierto por tierra y tenía varias quemaduras, aun así sentía que lo había visto antes en algún lado.

La luz del cristal en el centro del altar empezó a apagarse poco a poco mientras e sujeto caminaba y rodeaba el altar, yendo a otro pasadizo que se encontraba detrás.

De nuevo mi visión se nubló y a sensación en mi cuerpo desapareció, aunque solo por unos segundos. Empecé a sentir como si estuviera sumergido por completo en agua, pero no sentía ni frio o calor, solo estaba la sensación de estar flotando de nuevo.

-¿De nuevo esto? Creo que algo de la cena me está afectando – pensé un poco molesto.

De nuevo empecé a escuchar voces a lo lejos pero no podía entender muy bien lo que decían, después escuche pasos acercándose, no podía estar seguro de cuantos eran pero eran varios.

Cuando por fin llegaron hasta donde me encontraba los pude escuchar con claridad.

-¡Esto es un error! ¡No podemos tenerlo aquí después de lo que pasó! – dijo la voz de un hombre, sonaba molesto.

-Claro que lo sé, pero no podíamos permitir que muriera ahí. Además era nuestro deber protegerlo y fallamos – respondió otra voz.

-Pero Hefesto, tenerlo aquí va en contra de las reglas ¿Qué crees que dirá Zeus cuando se entere? – dijo la primera voz.

-No te preocupes por eso Apolo, yo mismo le informe sobre la situación, por eso convocó a una reunión para decidir qué debemos hacer con él – dijo la segunda voz, Hefesto según había escuchado antes.

-¿Para qué convocar a una reunión? Se supone que solo deberíamos regresarlo con los demás humanos y dejarlo seguir con su vida – dijo la primera voz, creo que habían dicho que era Apolo.

-Eso sería lo correcto si todo estuviera a salvo… pero la guerra aún no ha terminado y esta vez nuestros hijos no serán rivales para lo que se avecina – dijo Hefesto, pero la forma en que lo dijo daba a entender que era un asunto muy serio.

Los dos se quedaron en silencio por varios segundos, como si estuvieran tratando de pensar en algo. Algo en su conversación se me hacía familiar, estaba seguro de haber escuchado esos nombres antes pero no recordaba en dónde.

-Oigan ¿Qué se supone que hacen aquí? Sus heridas aun no sanan y ni hablar de lo que ocasionó ese poder en su cuerpo. Él está bajo mi cuidado y no dejaré que lo usen para alguno de sus juegos – dijo otra voz, era la voz de una mujer y parecía estar enojada.

-Tranquila Hestia, solo nos ordenaron llevarlo a la reunión para que los demás lo vean, no es necesario que te molestes de esa forma. Además es necesario que también estés ahí, después de todo eres quien se preocupa más por ellos – dijo la voz de Hefesto tratando de calmarla.

-Está bien, pero es mejor que él no despierte o su estado podría empeorar. Solo puedo tratar de curarlo con los pocos métodos que sé, incluso Apolo trato de curarlo pero no fue suficiente – dijo la voz de Hestia.

-Lo sé, no tienes por qué repetirlo. Por el momento solo podemos esperar y ver qué sucede con él, aunque no entiendo a qué te referías cuando dijiste que la guerra no había terminado – dijo la voz de Apolo.

-Lo sabrás en la reunión, es todo lo que puedo decirte por el momento – respondió Hefesto.

De nuevo empecé a escuchar pasos pero esta vez estaban a mi lado, como si me llevaran a algún lado. Todo lo que estaba sucediendo era tan extraño que jamás habría podido imaginarlo.

De repente los pasos se detuvieron pero me di cuenta que unos momentos antes producían un extraño eco, pero era diferente al de una cueva, este era más claro. Lograba escuchar algunos murmullos que venían de algún lado pero no los entendía muy bien.

-Silencio. Esta vez necesitamos discutir sobre algo grave, algo que podría ser incluso peor que la guerra anterior – dijo la voz de otro nombre, su voz era grave y con un tono severo, como si fuera el que dirigía todo.

-No sé cómo podría ser peor que eso, Zeus. Ella estuvo cerca de matar a todos nuestros hijos y destruir sus hogares, de no ser por nuestra intervención todo hubiera acabado – dijo la voz de otro hombre.

-Ese es el problema mi hermano… esta vez, por más difícil que sea la situación, no podremos intervenir o todo se pondría peor – dijo la voz de Zeus.

-¡¿Qué?! ¿De qué demonios estás hablando? ¡Siempre tenemos la opción de atacar cuando la ocasión sea necesaria! – dijo la voz que había escuchado antes que la de Zeus.

De pronto volví a escuchar pasos que se acercaban.

-Esta vez no se enfrentan a monstruos o dioses que ustedes conocen… esta vez se enfrentan a alguien de la antigua guerra… de antes de que ustedes existieran. Apollyon no es alguien al que sus hijos puedan enfrentar y si ustedes luchan con él podría robar todo su poder para volverse más poderoso – dijo otra voz mientras escuchaba los pasos, era una voz algo familiar, me recordaba al señor Takeshi.

-¿Cómo es que entraste aquí? Se supone que tu trabajo había terminado desde hace mucho tiempo – dijo la voz de Zeus.

-Pero alguien como él conoce todo al respecto y eso sería un valioso recurso… pero decir que nuestros hijos no son lo suficientes para ir contra él… – dijo otra voz nueva, parecía estar algo molesto.

-Estoy seguro que más de uno esto observando lo que pasaba con él mientras luchaba contra Apollyon… quien lo haya hecho sabrá de que hablo – dijo la voz que acababa de llegar.

-Yo estuve viéndolo y puedo asegurar que ninguno de los hijo de los 3 grandes tiene oportunidad contra él… y eso sin que hubiera despertado su poder. Aunque el hecho de que haya terminado así… – dijo Hestia un poco preocupada.

Pasaron unos cuantos segundo y nadie más había hablado, era como si no tuvieran idea de que decir.

-Por ahora solo queda esperar a que se recupere y proteger a la chica, ella será su siguiente blanco. Además debemos dejarlo en un lugar en donde pueda seguir luchando para controlar su poder y pulir todo lo que le enseñé – dijo la voz de antes.

-¿Como que "todo lo que le enseñé"? el señor Takeshi fue mi único maestro – pensé algo confundido por sus palabras.

-Tal vez tienes razón, pero no podemos dejarlo con nuestros hijos… ellos podrían ver una amenaza en él y la cooperación entre ellos en un futuro sería imposible – dijo Zeus en tono calmado.

-¡¿Estás loco?! ¡Todo este tiempo hemos estado protegiendo a otros como él para que no puedan despertar su poder y ahora quieres dejarlo libre! ¡Además de eso despertó el poder de ese guardián y no puede controlarlo! ¡En el peor de los casos podría acabar con el mundo entero! – dijo otra voz.

-Entiendo eso Poseidón, pero no tenemos otra opción. Además la guerra aún no termina… ella, de quien todo nosotros descendemos, aun esta con vida. El sacrificio de ese hijo de Hefesto no fue suficiente. Sumando todo eso nuestros hijos no tendrán la fuerza suficiente… esta vez tendremos que romper nuestras propias leyes y esperar a que la sangre de los antiguos dioses despierte por completo, es nuestra única forma de ganar – dijo Zeus, se notaba que decir eso era muy complicado para él.

-Si me permiten… mi discípula está más que calificada para esta misión. Estoy segura de que ella puede encargarse de todo – dijo la voz de otra mujer, parecía estar calmada a pesar de todo lo que habían dicho.

-Lo siento Atena, pero no podemos permitirlo. Sus poderes son muy parecidos y Apollyon podría sacar provecho de eso… quiero decir, que puede robar su poder con más facilidad – dijo la voz del que acababa de llegar.

-Entiendo eso… pero en términos de poder ella está muy por encima de este joven, estoy segura de que no hay algún semidiós que pueda soportar una pelea contra ella – dijo la misma mujer, ahora insistiendo un poco.

-Tu misma lo dijiste, no hay algún semidiós… pero estoy seguro de que él puede derrotarla si llegara la ocasión, después de todo es tan hábil que me ha derrotado muchas veces antes. Claro que solo estaba usando mi cuerpo de humano, pero aun con tanta experiencia él encontró la forma de vencerme – dijo la voz, ahora era incluso más parecida a la del señor Takeshi.

-Además no podemos generar una oportunidad de perderla, su misma fuerza la hace un recurso invaluable. Tenemos que estar seguros de lo que en realidad Apollyon quiere hacer antes de actuar de manera precipitada – dijo Zeus con voz calmada.

-Por eso la mejor opción es dejar que él se encargue de Apollyon por el momento, aunque no le resulte fácil para. Pero si lo que creo es cierto, él se volverá un recurso aún más valioso, además si tomamos en cuenta su relación con la otra chica… lo mejor es dejarlo en un lugar cercano a ella, solo así evitaremos que caiga en sus manos – dijo la voz parecida al señor Takeshi.

-Entiendo eso, pero aun esta "esa" cuestión ¿Cómo sabemos que el no volverá a perder el control de la misma manera que antes? – dijo la voz Atena

-Lo conozco muy bien y sé que, aunque pierda el control, no será igual que antes. Claro que la herida que tiene dentro de él no es algo que podamos curar nosotros y él mismo tiene que buscar la manera de curarse. Por eso es mejor dejarlo lidiar con Apollyon mientras esta en compañía de ella, puede que eso le ayude – respondió la voz, podía escuchar que de verdad estaba convencido de lo que decía.

-Y eso es lo que haremos. Esta vez necesitaremos el poder de nuestros ancestros para terminar con esta guerra de una vez por todas, aunque eso pueda llevarnos a que nuestros hijos lleguen a luchar contra ellos – dijo Zeus.

-Sigo pensando que es una locura… pero tiene razón. Por más logros que tengan nuestros hijos esta vez no serán suficientes… y no quiero verlos morir – dijo Apolo.

-Por suerte su familia ya tenía todo listo por si una situación como esta llegara a pasar, no creo que necesita más ayuda de nosotros en un buen tiempo – dijo la voz parecida a la del señor Takeshi.

-Entonces está decidido. Una vez que sus heridas estén curadas por completo lo enviaremos cerca de la chica. Mientras tanto aumentaremos la seguridad alrededor de ellas hasta que llegue el momento de su encuentro – dijo la voz de Zeus ordenando.

-Si me lo permiten, yo me haré cargo de su seguridad. Creo que es algo que puedo manejar – dijo otra voz de mujer.

-De acuerdo Hera, pero ten en cuenta que después de lo que paso con él puede que envíen cosas peores por ella – dijo la voz de Zeus, pero se escuchaba cada vez más lejana.

-Creo que hasta aquí llegó este sueño loco… - pensé un poco cansado.

Las voces se hacían cada vez más lejanas mientras mi mente se ponía en blanco.