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Sentimientos Extraños

Caí de rodillas en el suelo completamente agotado, las heridas de mis brazos empezaban a sangrar de nuevo tal vez por el esfuerzo. Todavía no lograba entender los que había pasado, pero fue algo increíble, pensé que perdería el control por completo pero termine usando el mismo poder que use contra Apollyon. Y no solo eso, la forma que acabe con ese demonio fue simplemente increíble.

Los monstruos que sobrevivieron a eso se levantaron y corrieron asustados a esconderse, por lo menos con eso estaríamos tranquilos un tiempo en lo que descansábamos un poco.

-¿En serio yo hice esto? ¿Porque vi a esa niña y a Alexa? ¿Qué es lo que está pasando conmigo? ¿Acaso ya me encariñe con esos chicos? – pensé confundido por todo lo que había pasado.

Me levante con esfuerzo y vi hacia donde ellos estaban, tenían algunas heridas pero se encontraban bien. Quien estaba más cerca era Alexa, ella tenía varios golpes y se miraban muy cansada, pero aun así tenía una sonrisa radiante en su rostro.

-Eso fue increi… - No pudo terminar la frase. Con una mueca de dolor cayó al suelo.

La primera en llegar hasta ella fue Miriam y los demás llegaron corriendo después. Yo apenas podía caminar por el cansancio y mis heridas. Al llegar hasta donde estaban me arrodille al lado de Alexa para ver cómo se encontraba.

-Está muy mal ¿Qué fue lo que paso después de que nos desmayáramos? – preguntó Miriam preocupada.

En verdad ella se encontraba mal, respiraba muy rápido y con dificultad, toque el punto donde la había golpeado y lanzo un pequeño grito de dolor.

-No pensé que la hubiera golpeado tan fuerte, pero en ese momento no tenía por completo el control. Tal vez el golpe, la posesión y esa difícil batalla fue demasiado para su cuerpo, incluso lo que le di no funciono – pensé al ver el estado en el que se encontraba.

-Tenemos que llevarla de regreso al campamento, aquí no podremos atender sus heridas. Yo me hare cargo de llevarla, es mi responsabilidad – dije tratado de pensar que como hacerlo.

-¿Por qué dices eso? No puede ser… ¡¿acaso ustedes dos son…?! - Robert estaba gritando casi en pánico y los demás se sorprendieron al escuchar decir eso.

-Yo fui quien la lastimo de esta forma. Después de que se desmayaran comenzamos a luchar, en un momento casi termina estrangulándome, pero pude zafarme y golpearla con todas mis fuerzas, después de eso el demonio dejo su cuerpo pero ella termino así.

-¡Eres un maldito estúpido! ¡¿Cómo te atreviste a hacerle eso a Alexa?! – grito Robert enojado.

Todos estaban furiosos conmigo por lo que hice, pero tenían razón.

-No…no es su culpa…él…solo se estaba defendiendo – Alexa habló abriendo un poco los ojos.

-No hables, solo trata de descansar hasta que lleguemos al campamento ¿sí? El camino va a ser difícil, pero trataré de llevarte con cuidado – dije tratando de evitar que se esforzara.

-Si – dijo ella.

Después cerró los ojos de nuevo, pero ahora solo lo hacía para descansar.

-Ya la escucharon. Ustedes lleven las cosas y yo me encargare de ella – dije dando mis órdenes.

-Pero no te ves en mucho mejor que nosotros ¿estás seguro que podrás? – pregunto Miriam.

Como respuesta levante a Alexa y la coloqué con cuidado en mi espalda. Tal vez no tuviera la fuerza necesaria para llevarla de otra forma, pero debía de intentarlo. Comencé a caminar sin esperar a los demás porque cada paso que daba era muy difícil.

-No sé porque demonios estoy haciendo esto. Era más fácil hacer una camilla con todas las cosas que teníamos ¿Por qué no se me ocurrió eso antes? – pensé reflexionando un poco mientras caminaba.

Estaba sumido en mis pensamientos cuando Alexa habló de nuevo.

-Gracias por salvarme… de nuevo. Solo te hemos causado molestias… desde que llegamos – dijo ella.

-En realidad no. Por lo menos con ustedes no estoy solo. Además… sin ti… digo, sin ustedes no hubiera podido usar de nuevo ese poder, así que… gracias – dije tratando de no sonar nervioso.

Alexa soltó una pequeña risa desde mi espalda y me abrazó con un poco más de fuerza.

-Por fin te estas volviendo un poco más amable. Creo que detrás de ese exterior tan frio que muestras hay alguien gentil, tierno y… - empezó a decir ella, al parecer ya estaba un poco mejor.

-Si sigues diciendo tonterías te dejare aquí, si yo fuera alguien así tendría lastima de golpear a los demás como lo hago cuando entrenamos, incluso a ti – dije tratando de corregirla.

-¡Esta bien, está bien! ¡Ya no seguiré hablando de eso! Pero en verdad pienso que antes eras distinto. Por cierto… sobre lo que hablo ese demonio… - dijo ella un poco nerviosa.

-Ahora no es el momento, hablaremos cuando estés mejor – dije tratando de no hablar de eso.

-De acuerdo… Entonces tratare de dormir un poco – dijo ella.

Después de eso no hablo más, tal vez si se había quedado dormida. Poco después los demás me alcanzaron, nadie de ellos me hizo alguna pregunta de lo que había pasado, lo cual era muy extraño, en especial en Carl que siempre quería saber todo lo que pasaba.

Al llegar al campamento retomé el control de mi tienda y deje ahí a Alexa para que pudiera descansar, aunque no fue fácil bajarla sin golpearla. Fui buscar en mi mochila el paquete que había abierto antes, comencé a leer una pequeña nota que había dentro, pero era extraña. Casi todas las cosas que había dentro las había puesto mi padre, pero la letra de esta nota era muy diferente a la de él y no era de nadie a quien yo conociera.

Tomé la botella que tenía dentro y me acerque a Alexa. Levanté su cabeza un poco, en ese momento ella abrió un poco los ojos y se sorprendió por un instante, después los volvió a cerrar un poco sonrojada. Le puse la botella en la boca para que pudiera tomar un poco de ese líquido dorado, pero no pasaba nada.

-Tienes que beberlo, pero solo un poco. Es igual a lo que te di antes así que te ayudara – dije para que ella bebiera.

Ella dio un pequeño sorbo y trato de tomar la botella, pero la retire antes de que pudiera hacerlo.

-¿Qué pasa? ¿Esto sabe tan mal? – pregunté un poco confundido.

-No es eso…esto de verdad sabe delicioso, pero ¿Cómo puede saber esto como el pastel que más me gusta? – preguntó ella.

-¿A pastel? – dije confundido.

Probé un poco y me sorprendió el sabor, sabía al frappé de café con chocolate que había inventado, literalmente te cargaba de energía al beberlo por tantas cosas que le había puesto. Quería seguir bebiendo, pero recordé lo que decía la nota.

-Esto está lejos de saber a un pastel. Creo que el golpe que te di te afecto incluso el gusto – dije igual de confundido que antes.

-Puede que tengas razón – dijo Alexa viéndome fijamente, lo que me incomodó

-Bueno… trata de seguir durmiendo. Si necesitas algo estaré aquí cerca – dije tratando de levantarme.

-Espera, quiero hablar contigo… de algo – dijo ella pero parecía algo incomoda.

-Tal vez mas tarde, tengo que ver a los demás que están heridos, estoy seguro que no van a saber qué hacer – dije levantándome y guardando las cosas en el paquete.

Se recostó de un lado y me sonrió.

-Está bien – dijo ella aun viéndome.

-Pero trata de descansar, el golpe que te di fue algo serio – dije empezando a caminar.

Ya estaba por salir de la casa cuando la escuche susurrar algo, fue tan bajo que los demás no lo hubieran escuchado, pero mis oídos eran más agudos que los demás.

-Aunque digas que no, si eres alguien amable, aunque tratas a los demás de una manera muy dura siempre te preocupas por ellos… por eso me… - decía ella recostada.

Me quede de pie a la salida de la tienda, las palabras de Alexa me dejaron paralizado y un poco sonrojado. No sería la primera vez que alguien me decía que le gustaba, pero…

-¿Pero qué…? ¿Porque siento esta emoción? ¿Por qué? ¿Acaso…? – pensé confundido por lo que pasaba.

No pude terminar de escuchar porque los quejidos de los demás sonaban muy fuertes, pero me hicieron reaccionar. Me dirigí hacia donde Miriam estaba tratando de curar las heridas de los demás.

-¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué se quejan tanto? – dije tratando de sonar normal.

-No pasa nada, simplemente no pueden aguantar un… poco… de… - dijo ella, pero no pudo terminar de hablar.

Ella me estaba viendo muy confundida. Se acercó a mí y me hablo muy bajo.

-Oye, no es de mi incumbencia pero tu cara está muy roja ¿Qué es lo que pasó con Alexa? – pregunto ella en voz baja.

La pregunta me sorprendió demasiado, ni siquiera pude contestar bien.

-No pasó… nada, so…solo hablamos un poco… y… - dije entre tartamudeos.

-¿Hee? ¿Acaso ustedes dos se…? – pregunto ella.

-¡Claro que no! ¡No digas tonterías! – dije más nervioso que antes.

-Está bien, no dije nada. Y no te pongas así porque tu cara se vuelve más roja. Pero es muy raro ver a quien no nos tiene piedad en los entrenamientos así. Si los demás te ven así seguro pensaran otras cosas, así que mejor ve a cazar algo y yo me encargo de todo por aquí – dijo Miriam.

-Esta… bien – dije siguiendo su consejo.

Tomé el arco que había hecho, unas cuantas flechas y me adentre en el bosque. En el camino no podía dejar de pensar en lo que había pasado antes.

-Contrólate Lucas, nunca te han importado estas cosas y mucho menos después de lo que paso con tu padres, pero… ¿ella en realidad…? No, es verdad que prácticamente llevamos viviendo juntos una semana… y que he hablado mucho con ella… y es en quien más confió… y que desde que la vi me pareció muy linda… - pensé pero mi mente empezaba a divagar.

Cuando me di cuenta ya estaba dentro del rio de ese odioso espíritu del agua.

-¿Cuánto tiempo llevo caminando? – pensé confundido.

-Oye ¿estás bien? Tienes la mirada perdida – dijo ella parada a mi lado.

-Eso no te interesa, solo estaba pensando – dije tratando de calmarme.

Seguí caminando internándome cada vez más en ese bosque. Pero…

-Después de todo fue esa chica ¿no? - La escuche susurrar de forma divertida, pero cuando gire para gritarle ya no estaba.

-¡Mierda! ¡¿Acaso se nota tanto!? – pensé ya un poco cansado.

En ese punto solo buscaba algo para dejar de pensar en ese tema, por suerte lo encontré.

Había un pequeño grupo de ciervos a cierta distancia, pero me vieron y escaparon, así que tuve que perseguirlos. No sé cuánto fue lo que corrí pero logre cazar a uno de los machos más grandes, tuve que quitarle las vísceras y limpiarlo para poder llevármelo hasta el campamento.

Al final había recorrido mucho terreno, llegue al campamento cuando ya estaba empezando a oscurecer, pero por lo menos ya no estaba pensando en "esas" cosas.

Al verme todos se alegraron, pero solo porque cenarían bastante hoy.

-Wow esto es increíble, es muy grande ¿Cómo pudiste cazar esto tú solo usando un arco improvisado y unas flechas mientras todavía estas herido? – pregunto Carl asombrado.

-No fue para nada fácil. En este momento lo único que quiero es dormir. Así que ustedes se encargaran de preparar la carne para cocinarla – dije dejando al ciervo a un lado.

La emoción de Carl de esfumo en ese instante.

-Ya lo escucharon, pero antes hay algo que debes hacer – dijo Miriam interrumpiéndonos en ese instante.

-¿Qué cosa? – pregunté confundido

-Alexa se despertó hace rato y trato de levantarse, por suerte estaba ahí y logré que se mantuviera acostada, pero con lo terca que es de seguro lo intentara de nuevo. Por eso tienes que hacer que entienda que debe descansar – dijo ella en tono bajo, tratando de que los demás no escucharan.

-De acuerdo, pero después de eso no quiero que alguien me vaya a despertar. Ustedes se encargaran de vigilar, puede que los monstruos que escaparon intenten atacarnos de nuevo – dije hablando en voz alta para que también escucharan.

-Pero ¿y si lo hacen? ¿Si de verdad no atacan? – preguntó ella un poco asustada.

-Creo que pueden encargarse de eso – dije mientras empezaba a caminar.

El ánimo que tenían los chicos se desplomó. Me dirigí a la tienda, por suerte en ese momento estaba completamente calmado. Al entrar pude ver que Alexa estaba sentada y trataba de levantarse.

-¿Se puede saber qué es lo que estas tratando de hacer? – dije tratando de regañarla.

Me quede de pie en la entrada, cruzado de brazos mientras la veía. Alexa ya estaba fuera de la bolsa de dormir y trataba de apoyarse en algo para ponerse de pie, pero al verme se congeló, lentamente se fue sentando sobre su bolsa de dormir.

-Perdón… pero tardabas mucho en regresar y me preocupe por los demás, así que… - trato de decir ella.

-Nada de excusas, te dije que descansaras - Me senté a lado de ella mientras decía eso.

-Pero te preocupas demasiado, si ya estoy mejor – Apenas dijo eso se volvió a agarrar el estómago he hizo una mueca de dolor.

-Si te lo digo es porque sé exactamente lo que paso, es ese momento… no era yo… no era precisamente yo – dije tratando de no decirle todo.

-¿Qué? – pregunto ella de inmediato.

-Nada, solo olvida lo que dije. Hace rato dijiste que querías hablar conmigo ¿Sobre qué era? – pregunté cambiando de tema.

En ese momento su mirada se volvió sombría.

-Es sobre lo que pasó con ese demonio – dijo ella, de inmediato supe que estaba asustada de algo.

-Tranquila, se bien lo que paso – dije tratando de calmarla.

-No sabes lo que en verdad paso… lo que me mostró… - dije ella, al parecer empezó a temblar.

En ese momento pude ver el miedo…no, el terror que sentía. Abrazó su cuerpo como si sintiera frio, pero sabía que trataba de calmarse.

-Él… me mostro prácticamente el infierno… no, estuve ahí… estuve ahí. Todo era oscuro. Había llamas alrededor, pero eran negras, el cielo era rojo y la tierra era negra. Los demás estaban cubiertos de sangre… muertos. Mis manos y mi ropa estaba manchada de sangre… de su sangre y a lo lejos estabas tú, con mi espada clavada en el pecho – dije ella aun temblando

-Eso fue… fue solo una visión – dije tratando de parecer calmado, pero ahora entendía porque estaba así.

-Pero fue tan real… pensé que de verdad tu… que yo… - Alexa empezó a llorar, pero aún tenía esa mirada de terror en su rostro. No quería verla así, pero tampoco sabía qué hacer. Antes de que pudiera darme cuenta ya la había abrazado, ella solo se quedó quieta.

-Tranquila, no dejare que te vuelva a pasar eso. Sé que alguien ya te dijo esto, pero… yo te protegeré ahora. Tal vez no te pueda proteger siempre, por eso te hare más fuerte… no, nos haremos más fuertes… todos – dije casi sin pensar.

Al parecer ahora ya no estaba aterrada ya que dejo de temblar, pude ver un poco su rostro, todavía se veía que tenía un poco de miedo, pero estaba sonriendo un poco aunque las lágrimas aun corrían por sus mejillas. Entonces también me abrazo y puso su rostro en mi pecho.

-Eres tan diferente a él… pero a la vez tan parecido… - dijo ella de pronto.

No sé cuánto tiempo estuvimos así, pero ella se quedó dormida. La acosté otra vez y me quedé un rato más, cuidándola. No sabía que había pasado mientras estaba poseída, pero no podía soportar verla así, con esa cara de terror.

Me quede con ella hasta que al final el sueño y el cansancio me vencieron.

Hola ¿Como están?

Se que ya pasó bastante tiempo desde el ultimo capítulo, pero estaba en una mision de maxima importancia y tuve que ocultarme durante un tiempo para proteger mi vida.

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¡Eso no me lo creo ni yo!

Pero es verdad que pasaron varias cosas y estuve un tiempo fuera de actividad, pero ahora regresan los capítulos semanales.

Pero bueno... no quiero aburrirlos con más detalles, así que...

¡Gracias por leer!

Jeff_Najeracreators' thoughts