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El Monstruo Dentro De Mí

-¡¿Qué?! ¡Aunque digas el nombre de esa cosa no cambia el hecho de que no sabemos qué es! – dijo Alexa, al parecer seguía asustada.

-Escuchen, hidra es una criatura de la mitología griega. Es muy fuerte y difícil de matar, debemos ir con cuidado – dije tratando de recordar todo lo que había leído sobre ella

No estaba seguro si la hidra era lo más importante o la gran cantidad de monstruos que había alrededor.

-Estos monstruos no pudieron reunirse por sí solos, alguien debe de estar detrás de esto. Otro demonio tal vez, o algo peor… No debo de preocuparme de eso ahora, lo importante es acabar con todos esos monstruos rápido ­– pensé tratando de encontrar un buen plan.

-Chicos, ustedes encárguense de los monstruos, formen grupos de dos para defender y atacar. Alexa, tú y yo nos encargaremos de los más fuertes, incluyendo a la hidra, lucharemos igual que hicimos la otra vez – dije mientras daba unos cuantos pasos hacia adelante.

-De acuerdo, esta vez no se me subirá el orgullo hasta la cabeza – dijo ella mientras sacaba su nueva espada y se colocaba mi lado derecho.

-Eso espero o la hidra te tragara sin pensarlo dos veces – pensé al recordar la vez anterior.

-¡Todos! ¡Al ataque! – grité al momento de lanzarme hacia los monstruos.

Todos alzaron sus armas y corrimos directo hasta los monstruos. Lo demás hicieron lo que les ordene, formaron equipos de dos, uno se encargaría de defender y el otro de atacar, también irían cambiando de posición para descansar.

En cuanto Alexa y a mí, pasamos a los monstruos que se veían más débiles y empezamos a atacar al par de gigantes que había. Fueron fáciles de vencer una vez que les cortamos las piernas. Los monstruos nos rodearon, así que tuvimos que pelear espalda con espalda, después de un tiempo los monstruos se dieron cuenta que eso no funcionaría y se hicieron un lado para que la hidra pudiera alcanzarnos.

Alexa reaccionó más rápido que yo y corto dos de sus nueve cabezas en un segundo, iba a seguir cortando más hasta que la sujete de un brazo y la lleve detrás de un gran árbol para cubrirnos.

-¡¿Pero qué estás haciendo?! ¡Podíamos acabar con ella! – dijo ella molesta.

-¡Idiota ¿Qué no sabes lo que pasa cuando le cortas una cabeza?! – grité aún más molesto.

-Pues cualquiera moriría, me imagino que en su caso se debilita – dijo ella segura de sus palabras.

-¿Enserio? ¡¿Es que no has leído de eso en la escuela?! – pensé al escucharla.

-¡Claro que no, es justo lo contrario! ¡Cuando le cortas una cabeza le salen dos! – dije de inmediato.

-¡¿Qué?! ¡Eso no es justo ¿Por qué no lo dijiste antes?! – preguntó ella molesta.

-¡Te lo iba a decir pero siempre te adelantas y no escuchas nada! ¡Si sigues así un día te van a matar muy fácil! – dije cada vez más molesto.

Al parecer le dolió lo que dije, pero era la verdad.

-Entonces… ¿Cuál es el plan? – pregunto ella más calmada.

Pensé por un instante que hacer, hasta que se me ocurrió un plan.

-Primero que nada hay que inmovilizarla. Tú tendrás que cubrirme de los demás monstruos mientras yo ataco sus patas. Después de eso tendremos que apuñalar su corazón o tratar de cortarla por la mitad – respondí diciendo el primer plan que se me ocurrió.

-De acuerdo. Es un plan demente… pero hay que intentarlo – dijo ella un poco desconfiada.

-¡Si tienes un mejor plan entonces dilo de una buena vez! – dije enojado.

Después de regañarla salimos corriendo en dirección de la hidra. Había leído que las hidras podían arrogar fuego y acido, pero no sabía si era verdad. Unos instantes después lo comprobé. De 7 de sus cabezas escupió fuego y de las demás un líquido verde, supuse que era acido al ver como el pasto empezaba a soltar humo.

Empuje a Alexa un lado y esquive el ataque de la hidra, después de eso seguí corriendo hacia ella, esquivando sus ataques. Una vez que estaba cerca trate de cortar una de sus patas con mi espada, pero su piel en esa zona era tan dura que mi espada no le hizo ni un solo rasguño.

-¡Demonios! ¡Esta maldita no lo hará tan fácil! – pensé al ver como mi espada revotaba en su piel grisácea.

Trato de morderme con varias de sus cabezas, pero pude esquivarlas a tiempo. Trate de cortar alguna parte de su cuerpo, pero mi espada tenía el mismo resultado que en sus patas.

-¡Maldición! ¡¿Por qué su piel es tan dura?! ¡Alexa pudo cortar su cabeza muy fácil! ¡¿Por qué lo demás es tan duro?! – pensaba mientras seguía atacándola.

No tuve tiempo de seguir pensando porque me volvió a atacar. Yo trataba de hacerle algún daño, pero su piel dura lo impedía. En un descuido trate de cortarle una de sus cabezas, reaccione a tiempo y solo le hice un pequeño corte. Esa vez sentí que la espada cortaba su piel sin dificultad.

-¡Ya entiendo! ¡El maldito que creo esta cosa la hizo muy bien! ¡La única parte en la que su piel es débil es en sus cabezas para que pueda seguir aumentando su fuerza! – pensé al ver lo que había pasado.

Descubrí su secreto, pero no la manera de detenerla. Retrocedí un poco para alejarme de la hidra pero de pronto sentí un fuerte golpe en mi espalda que me hizo caer al suelo. Después escuche el sonido de una espada cortando el aire y la tierra siendo aplastada.

-Lo siento, no vi a qué hora se acercó – dijo Alexa detrás de mí.

Aún estaba en el suelo cuando escuche una risa muy familiar.

-No puedo creer que ahora necesites a alguien para defenderte – dijo una voz que pude reconocer muy fácil.

-Esa voz… ¡Esa maldita voz! – pensé al escucharla.

-Qué bueno que sobreviviste a la otra vez, aún tengo que cobrarme lo de la humillación – dijo Apollyon entre risas.

-¿De qué está hablando? ¿Puedes levantarte? – preguntaba Alexa.

-¡Esa maldita voz! ¡Apollyon! – solo de escuchar hacia despertar toda mi ira al grado de casi perder el control.

Alexa me dio la mano para ayudarme, pero la retire de un golpe. Me puse de pie temblando de ira, tratando de mantener el poco control que tenía.

-¿Qué es lo que pasa? ¿Acaso te has vuelto tan débil que no puedes soportar un simple golpe? – preguntó él entre risas.

-¡Te matare maldito! – grité completamente furioso.

Corrí en directo hacia el con una sola idea en la mente: hacerlo pedazos.

Trate de golpearlo, pero él me golpeo primero. Un golpe directo al rostro y era más fuerte de lo que recordaba.

-¡No creas que voy a pelear igual que an…! – trato de decir, pero no iba a dejar que hablara más.

Lo agarre del cuello y comencé a golpearlo con todas mis fuerzas. En el estómago, en el rostro, no importaba donde, solo quería hacerlo sufrir. Era verdad que solo estaba usando la fuerza de mi cuerpo, pero aun así ya había hecho que sangrara.

El golpe de un gigante hizo que lo soltara, pero aun así continúe golpeando sin compasión. Me olvide de todo, de los chicos, de Alexa, de la hidra, solo quería despedazar a Apollyon con mis propias manos.

-¡Lucas, reacciona! ¡Esa cosa nos va a hacer pedazos si no vienes! – grito alguien a lo lejos.

Era la voz de Alexa, se escuchaba desesperada. Voltee por un segundo a donde estaba ella y vi porque. La hidra los tenía acorralados cerca de unos árboles, lo único que tenían para cubrir eran unas cuantas rocas, que no durarían mucho por el ácido.

Me olvide de Apollyon por un momento y corrí a ayudarlos. Sin darme cuenta ya estaba usando el poder que tanto me costó controlar, de un golpe con todas mis fuerzas pude apartar a la hidra de ellos y darles una oportunidad para escapar. Después de eso deje de usar ese poder, no podía gastar nada más contra simples monstruos.

-¡No se queden ahí parados! ¡Busquen en donde esconderse o hagan algo, torpes! ¡No tengo tiempo de protegerlos ahora! – dije furioso.

-¡Espera, desde hace un rato actúas como un loco! ¡¿Qué demonios está pasando?! – preguntó Miriam.

Los voltee a ver aun sin calmar mi ira, solo Alexa supo de qué se trataba.

-Debemos irnos de aquí, esta vez solo estorbamos – dijo ella, pude oír que su voz se quebraba un poco incluso tocaba la mano en donde la había golpeado.

Se fueron hacia los árboles, buscando un lugar seguro. Yo me quede a hacerles frente a todos los monstruos y Apollyon.

-En serio quieres matarme ¿no? Pero aun así ellos son importantes para ti ¿Qué tal si nos divertimos con ellos un poco? – dijo Apollyon mientras se limpiaba la sangre de la cara.

-¡Como si fuera a dejarte hacerlo imbécil! – dije liberando un poco de mi poder.

Corrí directo hacia ellos desenvainando mis espadas. Apollyon saco la suya y la pelea empezó.

Apollyon era tan fuerte como lo recordaba, pero podía lidiar con el sin usar todo el poder que tenía, al parecer se dio cuenta de eso.

-¿Por qué sigues resistiéndote? ¿No es más fácil aceptar ese deseo de asesinar y ayudarnos? – dijo el, al parecer tratando de convencerme.

-¡Cállate imbécil! ¡Al único que tengo ganas de asesinar es a ti! – dije frenando uno de sus golpes y soltando mi espada libre.

Lo golpee con el puño, pero su cuerpo empezó a desprender un aura negra, era la señal que pensaba pelear con todo lo que tenía.

-¡Escúchame con atención insecto! ¡Yo no pedí esto! ¡Yo tengo el mismo pasado que tú! ¡Solo trato de ponerle fin a los que me hicieron ser así y tu estas en mi camino! ¡Pelea junto a mi o te matare! – dijo el mientras tomaba su espada con ambas manos.

-¡No me importa tu pasado! ¡Eso no cambia nada de lo que hiciste! ¡Y el único que va a morir eres tú! – dije mientras volvía a tomar mi espada.

Vi que la espada de Apollyon se volvió negra, en ese instante recordé lo de la vez anterior. En el último segundo esquive la espada y cortó a un monstruo que estaba detrás de mí, ambos salieron volando por la explosión y yo me aferre al suelo con mi dos espadas.

Me levante y seguí matando a los monstruos sin dudarlo un instante, tenía que descargar esa ira de algún modo o perdería el control por completo.

Pasaron unos minutos y no había señales de la hidra o de Apollyon. Vi en dirección a donde se habían ido los demás y ahí estaba ellos, apunto de atacar a los chicos que eran defendidos por Alexa. La hidra lanzó fuego y acido en su dirección, de las manos de Apollyon salieron una clase de llamas negras que se dirigían directo a ellos.

-No… ¡No! – pensé al ver lo que pasaba

En un segundo mi cuerpo se llenó de energía y corrí en dirección a ellos, no sabía si llegaría a tiempo, pero debía de intentarlo. De alguna manera me coloque en medio de las llamas y los chicos, cruce los brazos y recibí todo el golpe.

-¡Maldito, no dejare que lo hagas de nuevo! ¡Te matare! ¡Acabaré con todos ustedes! ¡Los haré pedazos con mis propias manos! – era lo único en que podía pensar.

En ese momento sentí que algo atrapaba mis brazos y pierna, incluso mi cuello, era como el metal, algo frio y sólido. En ese momento lo supe, la ira se desbordaba, había tratado tanto de no hacerlo pero ahora era tarde para evitarlo.

-Ya no puedo hacer nada… - pensé sintiendo como perdía el control.

Una nube de humo me cubría, los demás no podían ver nada de lo que me pasaba y estaba agradecido por eso. Mis dientes se afilaron, mis uñas crecieron hasta convertirse en garras negras, mi cabello se erizó como púas, mi cuerpo soltaba una extraña aura negra y mi conciencia se perdía por la ira y el odio.

-¡Corran! – Con una voz grave y áspera pude decirles algo antes de quedar atrapado en mi propio odio.

Apenas podía ver algo por la bruma negra que tenía enfrente de mí, pero pude distinguir que me dirigía a los monstruos a toda velocidad, con un solo movimiento de mi mano podía hacer pedazos a un monstruo, mis garras las atravesaban como si fueran aire.

Pude ver la cara de terror de Apollyon y sentí más odio, en un segundo llegue hasta él, lo tome del cráneo y lo azote sin piedad contra el suelo, después lo lance al aire y de mis manos salieron llamas negras que lo envolvieron por completo, después de eso se perdió de vista.

Algo me lanzo hacia adelante, la hidra me había lanzado fuego en la espalda, pero no me hizo ningún daño. En ese estado lo único que podían hacer era que me enfureciera cada vez más.

Todos los monstruos huían aterrorizados de mí, excepto la hidra, que por alguna razón seguía atacándome. En ese instante me dispuse a acabar con ella, el ácido y el fuego revotaban de mi cuerpo cubierto por bruma negra sin hacerme un solo rasguño.

Ataque a la hidra usando solo mis manos, las garras se clavaron en su dura piel como si nada. Trató de morderme con una de sus cabezas, pero la hice explotar con las llamas negras que salían de mis manos, acabe casi con la mitad de sus cabezas de esa forma. Seguí atacando su cuerpo sin piedad, despedazándolo lentamente, como si fuera un animal salvaje, hasta que finalmente se volvió polvo.

Mi ira aún no había sido calmada, necesitaba acabar con Apollyon. Solté un terrible rugido y más llamas negras salieron de todo mi cuerpo, todo ese poder me estaba haciendo pedazos lentamente.

En un instante dos gigantescas masas de rocas me atraparon.

-¡Ya detente Lucas! ¡Vas a matar a todos si sigues así! – gritó alguien a lo lejos.

Era la voz de Alexa, pero se oía apagada, como si estuviera muy lejos. La presión de las rocas estaba aplastando mi cuerpo, pero termine destruyendo por completo la gran montaña de rocas que me aprisionaban con una gigante explosión de llamas negras. Pude escuchar los gritos de mis compañeros por eso, pero mi cuerpo aún seguía expulsando una gigantesca cantidad de poder, trataba desesperadamente de detenerme, pero las cadenas que tenía no dejaban que me moviera.

En un impulso lancé las llamas negras hacia ellos, el suelo exploto y salieron volando un par de metros, incluso Alexa rodo por el suelo a pesar de cubrirse con una pared de rocas, al parecer la mayor parte del ataque fue hacia ella.

-¡Es justo como dijo Euronymous, este poder terminará destruyéndome! – pensé al recordar las palabras de ese demonio.

Podía sentir que mi cuerpo estaba al límite, como si estuviera a punto de estallar. Fue lo mismo que aquella vez.

-¡Ya no puedo más! – pensé casi desmayándome.

-¡Ya basta! – grité con todas mis fuerzas y el poder dejo de fluir, las llamas dejaron de salir de mi cuerpo y regrese a la normalidad de un golpe. Las cadenas se soltaron y mi cuerpo se volvió tan pesado que no pude sostenerme en pie. Caí al suelo casi inconsciente.

Apenas si podía mover mi cuerpo, mis manos estaban manchadas de sangre, de los monstruos, de Apollyon… de mi propia sangre. No solo no podía mover mi cuerpo, sentía un terrible dolor recorriéndome por completo, no solo las heridas por la pelea, era como si ese poder me hubiera destrozado por dentro.

Logre ponerme de pie con mucho esfuerzo, las llamas negras aun ardían en algunos lados pero pude ver a mis compañeros al otro lado de ellas, todos estaban asustados, tenían quemaduras en la ropa y algunas partes de su piel, algunos sangraban y tenían golpes.

Alexa se dirigía corriendo hacia mí, pero se detuvo sin ninguna razón aparente, pero yo sabía porque, me tenía miedo, estaba aterrada por lo que había hecho… de lo que me convertí por unos minutos.

Ella agacho su rosto, como si no quisiera que la viera, los demás simplemente voltearon a ver hacia otro lado.

-Ya sabía que esto pasaría algún día, pero… ¿porque… me afecta tanto? – pensé al verlos de esa forma.

Camine lenta y pesadamente en medio de ellos sin decir nada, el camino de regreso era muy pesado pero sabía que ninguno de ellos me ayudaría después de lo que vieron.

De camino de regreso al campamento tome otra ruta, no podía verlos después de lo que paso, después de lastimarlos de esa forma, en especial a Alexa.

Llegue al campamento casi al anochecer, cuando ya todos habían llegado. No quise ir a ver como estaban los demás, solo me dirigí directo al lugar donde dormía, me acomode un poco y me quede dormido por el dolor y el cansancio.

Los días siguientes fueron difíciles, los demás no me hablaron, ni siquiera Alexa. Todos se alejaban de mí, seguramente por miedo. Era exactamente como le había dicho a Alfred aquella vez.

Una vez que me había recuperado por completo con ayuda de esa medicina especial, me dirigí hacia aquel precipicio, el lugar donde tantas veces había entrenado y donde me mantenía todo el tiempo en esos días. Había estado pensando mucho en algo y por fin había tomado una decisión.

-Eso es lo mejor, si sigo con ellos un día podría matarlos. Estarán mejor sin mí – pensé tomando mi decisión.

Esa puesta de sol sería la última en ese lugar.

Hola ¿Que tal?

De buevo con un capítulo semanal...

Lo sé, es un dia antes de los normal. Y no, nadie hizo lo que pedí en el ultimo capítulo, aun así eso sigue en pie.

La verdad es que no sé si pueda sibir el capítuo el día de mañana hay elecciones y casualmente siempre se va la electricidad esos días desde la tarde.

Lo sé, muy "extraño" ¿No?

Así es que por eso adelanté la fecha.

Además quería contar que ya casi se termina esta parte de la historia, pero se viene otra parte más que, la verdad, está mucho más emocionante.

Y sin nada más que decir...

¡Gracias por leer!

Jeff_Najeracreators' thoughts