webnovel

Despertar

Estaba forzando a la motocicleta a ir cada vez más rápido en ese bosque denso, de no ser porque llevaba varios años manejando ya me hubiera estrellado contra algún árbol. Ya estaba cerca de encontrar la carretera que llevaba a mi casa, solo faltaba encontrar un lugar donde bajar el acantilado que estaba justo del lado de la carretera en donde iba, pero por lo menos podría ver de quien hablaba el señor Takeshi.

Cuando llegue al acantilado no podía creer lo que estaba viendo. Por la carretera caminaba un grupo de cosas parecidas a personas y digo parecidas porque estas eran mucho más grandes que una persona, como de siete metros de alto y tenían seis brazos en lugar de dos, su piel era de color de la arcilla y por alguna extraña razón solo iban vestidos con taparrabos. Pero lo más extraño, aparte de los gigantes con taparrabo, fueron los otros dos que iban delante de ellos. Uno de ellos era más grande que el otro, tenía un cuerpo peludo de color café y parecía que tenía los brazos más largos de las piernas, además tenía una cola larga como la de un escorpión y parecía que hablaba con el otro sujeto. El otro sujeto si era humano, o eso parecía. Tenía el cabello rubio, era alto y delgado, llevaba lo que parecía una espada en su espalda, aparte de eso no tenía nada extraño, pero algo me decía que él era el más peligroso de todos.

A lo que me tenía que enfrentar era un grupo de criaturas extraña que ni siquiera sabía que existían, no tenía ni la más mínima idea de cómo enfrentarlo ni tiempo para pedir ayuda, aunque esa imposible que alguien me ayudara en esto. Pero tenía que hacer algo y rápido. No necesitaba buscar muchas razones para saber que ellos fueron los que atacaron al señor Takeshi y que él me había mandado a luchar contra ellos para proteger a mi familia. 

Tenía que idear un plan y rápido, pero literalmente no había nada que pudiera hacer. Pero recordé una de las lecciones de mi maestro "algunas veces tendrás que luchar contra enemigos de los que no sabes nada, así que tienes que esperar a que ellos hagan el primer movimiento y aprovechar una oportunidad. Pero si son muchos y no te han notado tienes que aprovechar el factor sorpresa".

Bueno, el factor sorpresa lo tenía, ahora solo faltaba algo para enfrentar a esos gigantes, un lanzacohetes no estaría para nada mal o una ametralladora, pero no tenía nada de eso, solo una motocicleta y mis propias manos. Podía escuchar algo zumbando de mí, en una de las ramas de un árbol había una colmena de abejas. Se me ocurrió un plan demasiado loco que incluso podía funcionar.

Subí al árbol para sacar la colmena y la envolví con mi chaqueta para que las abejas no salieran, aunque me lleve unos buenos piquetes. 

-Bueno, este es el único plan que tengo, así que será mejor que funcione – dije pensando en voz alta, rezando para que de verdad funcionara.

Encendí la motocicleta y retrocedí un poco para ganar impulso. Recorrí el acantilado otro poco para alcanzar al grupo que se dirigía a mi casa, por suerte parecían ser muy lentos.

-¡Es ahora o nunca! – grité tratando de darme valor.

Me lance del acantilado con dirección a los gigantes, por suerte me estrelle con la cabeza de uno, pero no pude aferrarme a la motocicleta y salí volando. Aproveche el momento y lace la colmena a los dos que iban adelante. Por suerte me habían enseñado que hacer en esos momentos, gire mi cuerpo en dirección al gigante que tenía adelante y trate de caer de pie justo en su pecho, por suerte funciono y el gigante perdió el equilibrio y cayó. Cuando el cayo salí volando de nuevo pero esta vez rodé por el suelo un poco. Me puse de pie para ver si el plan había funcionado, pero no salió para nada como lo tenía planeado.

Había logrado que dos de los gigantes cayeran, pero la colmena se quedó atorada en la oreja de uno en lugar de caer cerca de los dos sujetos que iban adelante. La motocicleta quedo destrozada por el gigante, así que no podía huir, solo me queda luchar frente a frente, pero el problema es que solo había uno con quien podía pelear, pero el verlo de frente me sorprendió demasiado.

Era un chico que parecía de mi edad, de cabello rubio y ojos negros, además de que su rostro era muy parecido al mío, solo que su tono de piel era pálido. Tenía una mirada fría y una sonrisa retorcida, solo de verlo sabía que era peligroso.

En cuanto al otro, su rostro era el de un hombre adulto, solo que se iba perdiendo entre todo el pelo que le salía del cuerpo, perecía como si fuera una extraña mescla de león, con cola de escorpión y rostro de un hombre.

-Vaya, vaya, que tenemos aquí. Veo que por fin el héroe decidió aparecer. Espero que seas más divertido que ese viejo de antes, solo se la pasaba hablando de cosas y fue muy fácil de vencer – dije el sujeto de rostro pálido.

-Ese maldito… Cálmate, recuerda lo que te enseñaron – pensé tratando de no caer en su provocación.

-Ese "viejo" de quien hablas es mi maestro, así que no permitiré que hablen mal de él. Se lo que le hicieron, él me lo contó todo. Sé que estoy solo y que no tengo un arma, pero estoy seguro de que puedo patearte el trasero – dije mientras lo encaraba.

Trate de verme lo más valiente y amenazante que pude, pero no sabía si funcionaria con alguien que tenía gigantes y a esa cosa peluda de su lado. Pero el sujeto solo se echó a reír.

-Veo que de verdad tiene agallas. Te lanzaste del precipicio, golpeaste a dos de mis gigantes y ahora me estas retando ¡Sí que es fabuloso! Si tan solo supieras quien soy te encogerías del miedo – dijo él mientras me señalaba.

-Aunque me lo dijeras no importaría, nunca sedería ante el miedo y más sabiendo lo que le hiciste a mi maestro y quieres hacer lo mismo con mi familia ¡Por eso no dejare que pasen de aquí! – grité tratando de hacerlo hablar más y darme tiempo de pensar en algún plan.

Ahora cambió su expresión a una seria, hizo una seña para que los demás no se acercaran y dio unos pasos hacia adelante.

-Yo soy Apollyon, antiguo comandante del ejército de Caos. El destrozador de voluntades. Jefe supremo del inframundo y general del tártaro – dijo el como si estuviera hablando frente a un gran publico.

Los monstruos detrás de él comenzaron a gritar con entusiasmo, como si hubieran ganado algo.

-Perdón, pero ese nombre no me suena para nada – dije tratando de no sonar tan confundido.

Cambio su expresión por una confundida y tenía aura deprimente.

-Pero que les enseñan a estos jóvenes ahora. Antes todos se postraban de miedo solo con escuchar mi nombre. Pero no pasa nada, después de todo han pasado muchos siglos desde que estuve de nuevo en este mundo – dijo volviendo a tener la actitud de antes.

-Eso no me interesa, solo sé que no puedo dejar que pases de aquí – dije tratando de procesar lo que había dicho.

-¿Y cómo planeas hacer eso? Sin un arma ni nadie que te ayude ¿Cómo piensas acabar con todos, he? – pregunto en tono de burla.

-No pienso vencer a todos, solo a ti – dije mientras lo señalaba.

El solo se echó a reír de nuevo.

-Si logras hacerlo dejaremos en paz a los demás, pero te advierto que estas tratando con alguien muy superior a ti, así que no usare mi espada ni toda mi fuerza, así tendrás ventaja – dijo el, parecía muy confiado en sus palabras.

-Vaya, pues gracias por toda esa ventaja, espero que no te arrepientas – dije mientras me ponía en guardia.

Esta vez sí estaba un poco confiado, confiaba en las habilidades que me habían enseñado y trate de que ellos lo supieran. Me quede quieto, esperando a que Apollyon hicieran el primer movimiento.

-¿Qué es lo que paso con esa confianza? ¿No piensas atacar? ¡Entonces lo hare yo! – dijo el mientras comenzaba a moverse.

Se lanzó al ataque justo enfrente de mí, me lanzo un puñetazo que pude esquivar con mucha facilidad. Al fallar siguió intentando golpearme, pero yo me limitaba a esquivar o bloquear sus golpes con mis manos. Seguimos así unos cuantos minutos, hasta que me di cuenta de su manera de pelear, entonces decidí atacar.

Me lanzo un golpe y yo lo desvié con mi mano izquierda y con la mano derecha le di un fuerte puñetazo justo en la cara, perdió el equilibrio un poco pero no cayó. Aproveche el momento y continúe atacando. Fui hacia él, lo golpee en el estómago, cuando se hizo hacia adelante le di un rodillazo en la cara y para terminar una patada justo en un costado. Esta vez sí cayó al suelo.

Se levantó con un poco de dificultad, sabía que con esos golpes debían dejar fuera de combate a una persona normal, pero él no se veía muy lastimado. Esto iba a ser más difícil de lo que pensé, pero hacía mucho tiempo que había esperado un reto así.

-No pensé que serias así de fuerte, te subestime. Pero no se podía esperar menos de alguien que posee la sangre de los dioses – dijo mientras se limpiaba la cara.

-No se dé que demonios estás hablando, pero no creas que eso es todo lo que tengo, aún estoy calentando – dije mientras me volvía a poner en guardia.

-¡Entonces veamos si eso es verdad! – gritó emocionado.

Los dos nos lanzamos al ataque, pero por alguna razón Apollyon parecía más rápido que antes. Me lanzo un golpe y apenas si lo pude bloquear con mi mano, siguió lanzándome golpes cada vez más rápido. Pero no solo eso había cambiado, sus golpes eran más fuertes. No podía perder más tiempo, tenía que darle con todo lo que tenía.

Lanzo un puñetazo a mi cara, pero me agache y tome impulso para golpearlo justo debajo de la mandíbula, fue un golpe que mi maestro me había enseñado, en el que se usaba toda la fuerza del cuerpo. Funciono tan bien que se levantó unos centímetros del suelo. Tenía que seguir atacando en esta oportunidad. Lo jale con un brazo y con el otro le di otro puñetazo a la cara, después más golpes al estómago con la rodilla, logre que se inclinara un poco hacia adelante, junte mis manos y le di otro golpe con todas mis fuerza en la cabeza, con lo que cayó al suelo. Tome sus pies y comencé a girarlo, solo para terminar lanzándolo hacia los gigantes. Vi como rodo por el suelo hasta quedarse inmóvil.

Los gigantes parecían estupefactos, tal vez por ver a su líder inconsciente en el suelo. Pero no me había dado cuenta de que esa cosa con cuerpo peludo no estaba, tenía que estar alerta por si me atacaba por la espalda.

Estaba volteando hacia todos lados para ver donde estaba, hasta que vi que Apollyon estaba tratando de levantarse, pero se veía que se estaba esforzando mucho. Escupió algo que pensé que sería sangre, pero era un líquido dorado.

-¿Cómo…cómo es posible que tengas esa fuerza? ¿Acaso tu…? ¡No! ¡Eso es imposible! ¡Hubiéramos sentido tu olor a kilómetros! – dijo mientras intentaba levantarse, parecía estar furioso.

-¡No entiendo las estupideces que dices! La fuerza que tengo es por el entrenamiento que he tenido durante años con mi maestro, también porque quiero proteger a mi familia de ustedes ¡Por eso es que tengo la fuerza para poder vencerte! – grité tratando de buscar al otro monstruo que había desaparecido.

-Ahora el que no entiende soy yo, pero lo único que sé es que debo vencerte ¡Y llevarte con nosotros aunque sea muerto! – gritó de nuevo mientras se ponía de pie.

Se lanzó de nuevo contra mí, solo que esta vez mucho más rápido. Apenas tuve tiempo de ver un destello y mover mi cabeza a un lado. Una espada de color negro pasó cerca de mí, lo suficiente para hacerme un corte en la mejilla izquierda. Mis instintos tomaron el control y logre golpear a Apollyon en la parte trasera del cuello y de nuevo cayó al suelo.

Pensé que eso sería todo, pero sentí un dolor punzante en la espalda, como si me hubieran clavado un cuchillo, en ese momento recordé que esa cosa tenía una cola de escorpión, debió de haberme atacado.

Voltee rápido para ver donde estaba, pero solo pude ver una mano gigante que se dirigía hacia mí, pero no pude hacer nada para evitar que me atrapara. Apollyon se levantó de nuevo, pero se veía que el golpe le afecto bastante.

-Ya basta de juegos, no hay tiempo para hacer estas cosas estúpidas. Tú, ya sabes qué hacer con él – le dijo al gigante que me había levantado del suelo.

El gigante obedeció la orden de inmediato. Puso su otra mano alrededor de mí y comenzó a apretarme como si fuera un limón. Podía sentir como mi cuerpo era comprimido cada vez más por esa enorme fuerza, no pasaría mucho tiempo para que todos mis huesos se volvieran polvo. Pasaron unos cuantos segundos, pero pareció una eternidad, el gigante me soltó y me arrojo al suelo como si fuera una bola de papel.

Todo el cuerpo me dolía y ni siquiera podía moverme, pero no podía rendirme, tenía que encontrar fuerzas de algún lugar. Sentí como mi corazón daba un latido fuerte, como nunca lo había sentido, pero decidí ignorarlo.

De alguna forma logre ponerme de pie, lo cual dejo a todos sorprendidos, pero Apollyon parecía molesto.

-Veo que eres muy resistente, pero ya no te quedan fuerzas para pelear. Al final resultaste ser tan débil como cualquier mortal. Aunque la humillación que recibí de tu parte no puede quedarse así. Solo queríamos usar a tu familia como pretexto para que aparecieras justo aquí, pero creo que ahora debemos hacerles una pequeña visita y ayudarlos a pasar a mejor vida – dijo en un tono siniestro que hizo que un escalofrío recorrerá todo mi cuerpo.

Él tenía una sonrisa siniestra en su cara, eso me decía que hablaba enserio. Simplemente no podía dejar que eso pasara.

-Yo…yo no dejare…que hagas eso – dije lo más alto que pude.

Apenas si podía hablar, mucho menos pelear, pero no podía darme por vencido. Comencé a caminar hacia él, sin importarme si podía pelear o no. No importaba si algo me pasa o si llegaba a morir, debía de protegerlos a toda costa.

-Veo que no entiendes – dije al ver que me acercaba.

Solo chasqueo los dedos y uno de los gigantes me golpeo, haciendo que saliera volando por unos cuantos metros. En ese punto el dolor recorría todo mi cuerpo, de alguna manera logre ponerme de nuevo de pie, podía sentir algo caliente y salado en mi boca y solo pude escupir al suelo la sangre que tenía en la boca. Caminé de nuevo hacia él, pero ahora apenas si estaba consiente.

-Que molesto. Oye, ya sal de ahí y atácalo, pero asegúrate de no matarlo – dijo Apollyon volteando a un lado.

En un segundo esa bestia peluda salió de la nada, enterró su aguijón en mi pierna y me tomo del cuello.

-No te preocupes, mi veneno no te matara, solo te hará sentir más dolor – dijo la bestia con una sonrisa en su rostro.

Su sonrisa solo se hizo más grande mientras me golpeaba. Cada golpe solo dolía más, pensé que me desmayaría, pero al parecer el veneno hacia que me quedara despierto. Parecía que esa bestia disfrutaba demasiado golpearme.

-¡Ya basta! Dije que no lo mates, aun lo necesitamos – dijo Apollyon al ver todos los golpes que me daba.

-Está bien, pero de verdad me estaba divirtiendo – dijo la bestia decepcionada.

Me soltó y caí al suelo como un saco de arena. No podía moverme, apenas si podía escuchar, mis vista era borrosa y solo podía sentir dolor. En realidad estaba acabado, ya no podía hacer nada más. Me sentía impotente, incapaz de defender a mi familia, solo podía quedarme ahí y morir. Pronto las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas, era realmente inútil.

Pero, si había por lo menos una oportunidad, si por lo menos podía ponerme de pie una vez más…

-Ellos me necesitan…vivo. Si muero…tal vez…dejen a mi fa…familia en paz – Pensé ante la impotencia que sentía.

De alguna manera mi cuerpo tuvo fuerzas para moverse y trate de ponerme de pie. Mi corazón latía mucho más fuerte que nunca, con cada latido mi vista se aclaraba por unos instantes. Algo me estaba pasando, para bien o para mal tenía que seguir adelante.

-Eres realmente molesto, podría matarte aquí mismo y eso no cambiaría el hecho de que acabare con tu familia, nadie debe saber que tu estuviste en este mundo más que nosotros – dijo mientras me observaba volteó a ver a esa bestia y le ordeno - Ya ve por él.

La bestia se acercó a mí, se inclinó un poco para decirme algo.

-No te preocupes por tu familia, yo mismo me encargaré de que tengan una muerte lenta y dolorosa, ese es el mejor entretenimiento que pueda haber en el mundo – dijo el con el mismo tono alegre de antes.

Alzó su mano para agarrarme de la cabeza y en ese instante el mundo se detuvo.

-De verdad no puedo hacer nada. Por más que me trate de luchar…por mucho que me esfuerce…yo…- pensé a punto de llorar.

Ellos matarían a mi familia sin importar lo que hiciera, los harían sufrir hasta morir. Mi padre, mi madre, mi hermana…

-Siempre recuerda nuestra promesa ­– escuché una voz, la voz de una niña. No sabía si alguien me estaba hablando o si era algún recuerdo.

-Esa voz…de quien es esa voz. Me es tan…familiar – pensé de inmediato.

-Yo nunca me daré por vencida si tú no lo haces, porque… no importa si nos separamos… - dijo de nuevo la voz, parecía como si estuviera llorando.

-Sí, volveremos a estar juntos. Lo juro - Esa era mi voz, mi voz de niño. No podía recordar nada antes de que cumpliera 12 años ¿eso era algún recuerdo? ¿Qué había pasado en ese entonces?

Vi una pequeña luz azul a lo lejos, una pequeña esfera de luz que estaba frente a mí. Por alguna razón sentía la necesidad de tocarla, de tomarla con mi mano. Y así lo hice, la luz recorrió mi cuerpo en un segundo y volví a la realidad.

No, no podía, simplemente no podía aceptar la derrota, tenía que seguir peleando, tenía que ganar. Mi corazón latía cada vez más fuerte y más rápido, una sensación cálida y de tranquilidad inundo mi cuerpo, el dolor desapareció, mis sentidos se volvieron normales o incluso mejores.

-Ríndete de una vez chico, así tu muerte será lenta y sin dolor – dijo esa bestia, estaba tan cerca de mí que podía sentir el calor que emanaba de su cuerpo.

-Rendirme…eso…eso… - dije en voz baja.

Apreté mi puño con fuerza y sentí como si electricidad recorriera mi cuerpo.

Golpeé a la bestia justo en el estómago, su expresión no cambio incluso después de que sus pies se arrastraron por el suelo, hasta después de unos instantes cambio de expresión. Me moví un lado y salte para golpearla con el codo justo detrás de la cabeza. Cuando toque el suelo me lance hacia los gigantes.

-¡ESO JAMAS! – Grité con las nuevas fuerzas que inundaban mi cuerpo.

De un salto logre llegar hasta el estómago de uno para darle un puñetazo, aproveche para impulsarme y llegar hasta los hombros de otro y lo pate, perdió el equilibrio y es ese momento salte hacia otro, lo agarre de la cabeza con las manos y le di un rodillazo justo en el centro de la frente, salte, pero logro sujetarme. Me lanzó hacia otro gigante que parecía que estaba listo para golpearme, pero no me importo. Sentía mi cuerpo lleno de energía y tenía la necesidad de golpear algo. En el aire levante mi puño para golpearlo, pero algo brillaba, el medallón que me había dado el señor Takeshi soltaba un brillo dorado mientras otra cosa brillaba en un tono azul.

En un instante el gigante me soltó un puñetazo y yo hice lo mismo, solo que mi puño penetro en su piel y se fue abriendo camino y en un segundo ya lo había atravesado por completo. Aún seguía en el aire, así que gire y caí de pie en el suelo, pero preparado para seguir peleando.

Podía sentir una brisa algo fuerte que rodeaba mi cuerpo, pero cuando preste atención al aire giraba alrededor de mi cuerpo mientras que ráfagas de viento salían hacia afuera, mis manos brillaban en un tono azul y el medallón irradiaba una intensa luz dorada.

Vi a los gigantes que había golpeado, todos estaban en el suelo, pero faltaba uno, en su lugar vi una pequeña montaña de arcilla en el suelo. Pero Apollyon estaba asustado, daba la impresión que había hecho algo increíble.

-No ¡Esto no es posible! ¡Se supone que nadie puede despertar esa clase de poder! ¡Y menos tú que nunca has tenido un entrenamiento con un dios! – dijo asustado.

-No sé lo que está pasando ni porque, pero sí sé que esto paso porque ¡Nunca me rendiré ante nada ni nadie! – grité tratando de amenazarlo. Otra fuerte ráfaga de aire salió disparada de mí en ese momento.

-Jamás pensé que despertarías a la sangre divina que corre dentro de ti y mucho menos que tendrías tanto poder desde el principio ¡Esto simplemente no puede estar pasando! – gritó furioso y se lanzó de nuevo contra mí.

Y como bono...

¡El segundo capítulo el mismo dia!

Aunque solo por hoy, será hasta el proximo viernes que haya otro capítulo

I tagged this book, come and support me with a thumbs up!

Like it ? Add to library!

Have some idea about my story? Comment it and let me know.

Jeff_Najeracreators' thoughts