webnovel

Ardiente Determinación

Apollyon se dirigía directo hacia mí con su espada lista, pero por alguna razón todo parecía un poco más lento. No tenía ningún arma para enfrentarlo, necesitaba algo, lo que fuera para poder frenar su espada. Por alguna razón tome el medallón que colgaba en mi pecho con ambas manos, de inmediato se dividió y las mitades se adhirieron a mis palmas. De la mitad que tenía en mi mano derecha surgió una espada dorada de doble filo de casi un metro de largo, la empuñadura se acomodaba a la perfección a mi mano y haciéndola fácil de manejar. Estaba sorprendido, pero no tenía tiempo de admirar la espada, tenía que concentrarme.

Cuando la espada de Apollyon estaba por tocarme lance un tajo hacia abajo a una velocidad que me sorprendió, después lo golpee otra vez con mi mano libre pero para mi sorpresa fue tan fuerte que lanzo a Apollyon unos cuantos metros hacia atrás. La reacción de los gigantes no se hizo esperar y me atacaron en ese instante, por lo menos esta vez tenía algo con que defenderme. 

Corrí en dirección a los gigantes con mi espada lista, pero nunca había estado en una pelea real con espadas, tenía que confiar en las habilidades que me había enseñado el señor Takeshi y también a la suerte. Cuando estuve cerca del primer gigante no pensé dos veces en atacarlo, le lance un tajo a una de sus piernas y la espada lo atravesó como si cortara mantequilla. El gigante cayó por falta de una de sus piernas, lo que me dio tiempo de subir por su cuerpo para cortarle la cabeza y lanzarme hacia otro gigante, al cual le clave mi espada a la altura del cuello, pero por la gravedad me fui deslizando por su cuerpo sin sacar la espada, cuando caí al suelo el gigante estaba cortado a la mitad y se estaba desmoronando como si fuera tierra.

Me puse a pensar un segundo sobre la manera en que estaba peleando, era de verdad increíble, pero sobre todo brutal, pero se trataba de acabar con monstruos, así que pelear de esa forma estaba bien ¿no?

En ese segundo ocurrió algo extraño, sentí como si el aire fue cortado por algo pequeño justo detrás de mí, recordé que esa bestia peluda me había atacado antes sin darme cuenta, debería ser ella de nuevo. En un instante otra espada surgió de mi mano izquierda al mismo tiempo que lanzaba un tajo al aire, para mi sorpresa había cortado a la mitad una púa del doble de tamaño de un bolígrafo y justo delante de mí, a unos 30 metros de distancia, estaba esa cosa viéndome sorprendida.

-¿Cómo…? ¿Cómo es posible que puedas hacer eso? ¡Eso solo fue suerte! – gritó furioso.

En ese instante empezó a disparar más púas como loco. Si lo que había hecho antes era solo por la suerte… estaba completamente perdido. Pero era obvio que no me iba a quedar parado esperando a que las púas me dieran, así que corrí lo más rápido que pude buscando refugio. Debo admitir que en ese instante no me vi muy heroico.

Cuando llegué hasta un árbol me sentí seguro, hasta que un gigante lo rompió hasta más de la mitad, entonces seguí corriendo buscando otro lugar para esconderme. Para mi mala suerte todos los gigantes me habían rodeado, cerrando cualquier salida posible y para empeorar las cosas Apollyon ya se estaba recuperando, sin mencionar esa bestia loca lanza púas.

Si huir no funcionaba en esta situación solo quedaba algo que hacer…

Lancé una de mis espadas hacia la bestia, distrayéndolo por unos pocos segundos que necesitaba. Aproveche la oportunidad y me lance contra dos gigantes que estaban juntos, haciendo que se sorprendieran.

Acabar con ellos se podría decir que fue fácil, de un salto llegue hasta el estómago de uno y de otro salto llegue hasta la cabeza del otro para degollarlo, después salte al primer gigante he hice lo mismo. Solo tuve que rodar al tocar el suelo para evitar hacerme daño porque sería una estupidez si eso pasaba.

Seguí corriendo de un lado al otro porque sabía que aquella cosa trataría de darme con sus púas, lo único que podía hacer era acercarme a algún gigante para cubrirme y después matarlo. No era una estrategia elegante pero por lo menos funcionaba. Aunque en algún momento me quedaría sin gigantes con los cuales cubrirme y tenía que hacer un plan para ese momento. 

-¡Oye tú, deja de moverte a todos lados! ¡Pelea como un hombre de verdad! – gritó Apollyon tratando de perseguirme.

-¡Mira quién lo dice! ¡Tú ni siquiera tienes el valor de pelear cara a cara, necesitas la ayuda de estas cosas! – respondí enojado por sus palabras.

Apenas si podía hablar mientras corría, pero era un buen punto para ver si Apollyon se molestaba y hacia algo al respecto. Al ver su cara vi que si se había molestado, aunque faltaba ver que es lo que haría.

-¡Tú, ya deja de lanzar tus púas! ¡Está claro que si seguimos con esto el encontrara una forma de matarte! – ordeno Apollyon mientras volteaba a ver al monstruo.

-Está bien, de todas formas ya me estaba cansando. Además es muy difícil estar haciendo púas a cada segundo – respondió dejando de disparar.

Bueno, ya había solucionado un problema, pero todavía faltaban muchos y daba la impresión que serían mucho más difíciles.

-De acuerdo, haremos esto a tu modo. Pero no creas que seré tan considerado esta vez, ahora conozco tu fuerza y no me preocuparé por matarte de un golpe – dijo Apollyon mientras hacía señas a los gigantes para dejar de atacar.

-Pues hace rato parecía que en realidad te estaba dando una paliza ¿no crees que el resultado pueda ser el mismo? – pregunté mientras intentaba recuperar el aliento.

-No te creas mucho solo porque acabas de despertar tu poder. Yo llevo siglos usándolo, no hay posibilidad de que un novato como tú pueda vencerme en esto – dijo él en tono serio.

Lo que decía él era verdad, pero había algo en él que me decía que el apenas si tenía fuerza, era como un presentimiento de que había perdido mucha de fuerza por algún razón, era raro, pero así lo sentía. Tenía que aprovechar eso y rápido porque no sabía cuánto tiempo duraría mi fuerza, tal vez no mucho.

-Eso no lo sabremos hasta que lo intentemos. Pero para hacerlo más interesante no usemos armas, peleemos a puño limpio, cuerpo a cuerpo. Así veremos quién de los dos es el más fuerte – dije tratando de desafiarlo.

Clavé mi espada en el suelo, esperando que el aceptara mi desafío. Si lo hacía por lo menos tendría eso a mi favor.

-No importa como lo hagamos, igual voy a matarte – dijo mientras clavaba su espada en el suelo, pero algo raro pasó con él. Esta vez un aura de verdad oscura comenzó a rodearlo, daba la impresión que se estaba esforzando bastante, esta debía de ser su verdadera fuerza, tal vez haberlo retado así fue mala idea. Pero no había vuelta atrás, tenía que usar todas mis habilidades y trucos que sabía, fue buena suerte tener al señor Takeshi como maestro.

Me quede ahí de pie, esperando que él atacara primero. Tenía que ver primero a que me enfrentaba y para eso tenía que defenderme primero, lo que implicaba recibir sus golpes. Era arriesgado, pero era indispensable. Pero, por extraño que parezca, me emocionaba pelear con él, tal vez a esto se refería el señor Takeshi cuando dijo que habría oponentes que, sin importar que tan fuertes sean, iba a querer enfrentarlos con todo lo que tenía.

-Con que ni siquiera se atreves a atacar, eso solo pone las cosas más fáciles para mí – dijo de manera forzada.

Se lanzó directo a mí a una velocidad sorprendente, apenas tuve tiempo de bloquearlo con mis brazos, el golpe fue tan duro que me moví varios centímetros hacia atrás. Apollyon continuo atacándome sin piedad, apenas si podía bloquear o desviar sus golpes, varios de sus golpes me dieron y eran muy potentes. En verdad estaba en problemas si no hacía nada al respecto.

De un golpe Apollyon hizo que cayera al suelo, los golpes me habían afectado bastante pero por lo menos ahora sabía qué hacer. Me puse de pie de un salto pensando que eso sorprendería a Apollyon, pero en lugar de eso solo sonrió. 

-Eso está mejor, sería muy aburrido si te acabo así – dijo con una sonrisa en su rostro.

-Espero que después no te arrepientas. La verdadera pelea está a punto de comenzar – dije sonriendo al igual que él.

Los dos nos lanzamos al ataque, sabía que mis golpes no se podían comparar con los de Apollyon, pero aún tenía un as bajo la manga. Cuando lanzó el primer golpe yo hice lo mismo, solo que al último segundo mi puño brillo en color azul otra vez. El golpe fue tan fuerte que Apollyon retrocedió.

-¿¡Que!? – dijo él sorprendido.

Lo golpee igual de fuerte antes de que reaccionara, por el momento era yo quien tenía la ventaja por mi velocidad, pero de nuevo tuve esa sensación de algo cortando el aire, así que salta varias veces hacia atrás, sin darme cuenta había esquivado varias púas. Eso le dio tiempo a Apollyon de reaccionar y volvió a atacarme, me dio un golpe directo al rostro que me levantó un poco del suelo y casi me hace perder la conciencia.

-¡No quiero perder aquí, no quiero perder ahora! ¡Quiero seguir luchando! – pensé antes de tocar el suelo.

Mi pie izquierdo toco el suelo y giré mi cuerpo con toda la fuerza que tenía, dándole una patada directo al rostro, haciendo que retrocediera. Un poco de sangre salió de su boca, él estaba sorprendido, pero estaba seguro que seguiría luchando.

De nuevo nos lanzamos al ataque, pero sentía algo raro, como si mi cuerpo se calentara, una gigantesca emoción por esta pelea surgió dentro de mí. Jamás había sentido algo así, sabía que esta pelea era difícil, por no decir imposible, pero era exactamente por eso que quería dar todo lo que tenía, como si mi espíritu ardiera de emoción.

Esta vez estaba peleando a la par de Apollyon, aunque mis golpes no eran tan fuertes como los suyos si eran más rápidos, parecía que por cada golpe que él me daba yo le daba dos. De nuevo tuve la sensación de que las púas de esa cosa se dirigían hacia mí, así que use el cuerpo de Apollyon para saltar y alejarme. Las púas se dirigieron de nuevo hacia mí, pero de alguna manera logré desviarlas hasta tomar una con mi mano y lanzársela de vuelta, clavándosela en el hombro. 

Apollyon me alcanzó y seguimos luchando, pero esa pelea no duro mucho tiempo, ambos saltamos hacia atrás y cargamos de frente contra el otro, dispuestos a golpearnos con todo. Nuestros puños chocaron con mucha más fuerza que la vez anterior.

A pesar de todo el esfuerzo que había hecho no me sentía cansado, es más, sentía mi cuerpo ardiendo de emoción por seguir con la pelea. No me había dado cuenta antes, pero una capa de aire cubría mi cuerpo, el aire era visible como si de vapor se tratara y mis puños tenían un brillo azul intenso.

-¡¿Cómo es posible que hayas alcanzo este nivel!? ¡Solo eres un estúpido mortal! ¡No importa si tienes la sangre de ese dios, no es posible que alcanzaras este nivel tan rápido! ¡Tengo que matarte antes de que algo más pase! – gritó el con sus ojos inyectados de sangre.

Apollyon se veía cansado y furioso. Sin darme cuenta en donde habíamos terminado, tomó su espada del suelo y ordeno a los monstruos que me atacaran, mientras que él y esa bestia peluda corrían así algún lado. Recordé en qué dirección corrían, justo hacia mi casa, no podía dejar que llegaran, pero había una pared de monstruos en mi camino y había dejado mis espadas en algún lado. 

No había tiempo que perder, así que me lance contra los monstruos. En el estado en que me encontraba no era muy difícil vencer a cada monstruo, pero al ser un gran número tardaría demasiado. A la primera oportunidad que tuve trepe hasta la cabeza de un gigante y sin pensarlo dos veces salte hacia los árboles para poder alcanzar a Apollyon, aunque el aterrizaje fue muy complicado.

Cuando por fin llegue al suelo corrí lo más rápido que pude para alcanzarlo, mi sorpresa fue que lo alcancé muy rápido, mucho más de lo que había imaginado, incluso lo pase por ir muy rápido.

-¡¿A dónde crees que vas?! ¡Nuestra pelea no ha terminado! – dije mientras le cortaba el camino.

-¡Entonces haré que termine justo ahora! – gritó furioso al verme.

Apollyon tenía su espada y un monstruo muy peligroso para ayudarlo, yo estaba completamente desarmado pero no me importaba, tenía que pelear he impedir que avanzara más. En un segundo mi mano derecha se fue a la altura de mi cuello y tome algo redondo, como un collar, hubo un brillo dorado y después tenía una de las espadas en mi mano. Ahora estaba listo para cualquier cosa que ellos dos planearan.

Al parecer aquella bestia decidió permanecer quieta mientras luchaba contra Apollyon y podía entender porque. Él era muy bueno con la espada, de no ser porque en ese momento era más rápido de lo normal de seguro me hubiera matado fácilmente. Nuestras espadas chocaban a una velocidad y fuerza sorprendentes, no estuvimos luchando en el mismo lugar mucho tiempo ya que Apollyon corrió hacia alguna dirección y no podía dejar que escapara. Aun corriendo seguíamos peleando de alguna manera, sin importar que tan fuerte fuera él no me dejaría vencer tan fácil.

Llegamos a un claro al final del camino y seguimos luchando ahí por un tiempo, después su espada se volvió completamente negra, sabía que algo malo iba a pasar. En un segundo la espada que falta apareció en mi otra mano y ataque a Apollyon al mismo tiempo que él lanzaba un tajo con su espada cubierta de llamas negras. Al instante que nuestras espadas chocaron sentí que algo me empujaba hacia atrás como si de una explosión se tratara, fue tan fuerte que ambos salimos volando de tanta fuerza. De alguna manera puede clavar mis espadas en el suelo para evitar caer, pero fue la fuerza de la explosión era tanta que mis espadas se deslizaron por el suelo, dejando pequeños surcos en la tierra hasta topar con un gran trozo de cemento.

Después de que el polvo se disipó pude ver a Apollyon levantándose completamente furioso, tal vez él no tuvo tanta suerte como yo, porque su espada parecía estar agrietada mientras que las mías parecían intactas.

-¿Qué es lo que paso aquí? ¡Hijo ¿Qué es lo que te paso?! – dijo una voz a mi espalda, era mi padre.

No me había dado cuenta de que Apollyon me había traído justo al último lugar donde quería pelear, ahora en verdad estaba en serios problemas. Me puse de pie sacando mis dos espadas del suelo, pero ese último golpe en realidad había sido muy fuerte, tomo unos cuantos segundos para que pudiera recuperar el aliento y contestar.

Seguramente tenía varios golpea y cortes en mi cuerpo, además salía sangre de mi boca y nariz, debía de tener un muy mal aspecto. Pero a pesar de eso no sentía dolor, era como si los golpes no me importaran.

-No te preocupes papá, acabaré con esto antes de que él pueda ponerles un dedo encima – dije mientras veía a Apollyon, esta vez yo estaba furioso.

Bueno... ¡Otro capítulo más de esta fascinante historia! La verdad ya no recordaba bien como era y me sorprendió bastante cuando la estaba editando, ya había como era el estilo que había usado jejeje

Por cierto... estaré subiendo capítulos todos los domingos así que habrán capítulos nuevos cada semana.

Recuerden que si les gusta la historia pueden darle me gusta, votar, comentar o agregarla a su libreria, eso ayuda a que llegue a más personas.

Sin más que decir...

¡Gracias por leer!

Like it ? Add to library!

Have some idea about my story? Comment it and let me know.

Jeff_Najeracreators' thoughts