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Pequeño fuego: El libro del conocimiento

¿Animal? ¿Mascota? ¿Humana? Katherina jamas pensó que después de un accidente aéreo se encontrara en una situación tan compleja y sin saber que esperar para el día siguiente. Ahora ella se encuentra en un mundo nuevo ambientado en la época prehistórica, ella intentara junto con sus conocimientos lograr tener una buena vida y poder regresar a su mundo.

Jacla · Ciencia y ficción
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93 Chs

Nueva sacerdotisa IV

Quinn Ophyris

Ya han pasado tres días, vamos en la mitad del camino y no quisiera llevar a Enya allá, se lo peligroso que es la prueba. Aunque conozco de lo que es capas, quisiera poder cuidarla y que ella no tuviera la necesidad de hacer nada. Que supiera que mi hermano y yo nos encargaremos de todo por ella. Pero se que ella siente el llamado de la sacerdotisa y esta para algo distinto que quedarse en casa a criar a las crías.

-¿Estas cansada?-

La vi bostezar mientras caminaba a mi lado, se ve muy tierna mientas lo hacía, como cierra sus ojos y quedan unas pequeñas lagrimas al abrirlos.

-La verdad un poco, pero podría seguir un poco más-

-No, ya adelantamos lo suficiente, podemos descansar.-

Respondió mi hermano, con su sonrisa suave, pero… yo se que esa es solo su mascara, la que usa hacia los demás, él tubo que responder tan rápido, ya que no puede soportar estar frente a mi hermana y que ella no le preste toda su atención. No se como mi hermana no nota toda la obsesión que siente por ella. Aunque no lo puedo juzgar, yo soy igual.

-Levantaremos el campamento aquí-

No podía permitir que mi hermano robara más su atención y que empezara a decir las frases vacías que siempre vota.

-¿Quién va a realizar la guardia esta noche?- Pregunto Lena, tratando de entrar en la conversación, la verdad mi hermano y yo esperábamos hacer este viaje solos con mi hermana, tal vez así lograríamos confesarle lo que sentimos y tal vez… convencerla. Pero Lena siempre nos quita esos momentos.

-Yo estoy dispuesta a hacerlo-

-Enya, no hay necesidad que lo hagas.- Respondió mi hermano.

-Yo quiero hacerlo, en los últimos dos días tu y Quinn se han quedado todas las noche a hacerlo, me preocupa que no duerman lo suficiente.- Dijo mi hermana con una mirada llena de preocupación hacia Avon. Quiero que me mire de esa manera…

-Yo te acompaño- respondí antes de que mi hermano dijera algo más y me quitara la oportunidad de pasar tiempo a solas con ella.

Mi hermano me miro con una gran sonrisa que parecía de agradecimiento, pero sus ojos eran oscuros y yo vi la rabia y los celos que me trasmitía en su mirada.

Al caer la noche, mi hermano se fue con Lena a dormir a regañadientes, mientras que yo y Enya nos sentamos en un árbol a ver la noche frente a una fogata. Mi corazón latía rápidamente mientras que intentaba pensar en algún tema de conversación, pero todo lo que recordaba era sobre mis experimentos y no quería sonar aburrido, por lo que, nos quedamos sentados en silencio.

Entonces siento un peso extra en mi hombro.

Pum pum pum.

Me volteo y veo a Enya dormida en mi hombro, sus pestañas cerradas, su respiración suabe haciéndome cosquillas en el pecho y sus labios entreabiertos, se veía tan hermosa… Ojalá se quedara dormida en mi hombro para siempre.