Mi nueva vida VI

Avon Ophyris

Ella se quito la cuerda que tenia en su vestido y con ella amarro un palo con la piedra con la que corto el limón. Posteriormente, se acercó a la orilla del rio y se quedo quieta mientras que sostiene la lanza improvisada. Al parecer estaba intentando cazar un pez. Ella fallo varias veces, más de diez, pero al final lo consiguió. El pescado era tan grande y ella tan pequeña que le costo mucho sacarlo del agua y veía con preocupación que otros animales se acercaban a ella por el olor a sangre que se liberaba del pescado mal herido.

Pensé en acercarme a ayudarla antes de que ocurriera algún accidente, pero tenía mucha curiosidad de como iba a solucionar ese problema y que iba a hacer después. Ella saco finalmente el pez del agua y cuando este dejo de moverse, con la lanza lo abrió en la mitad y saco sus órganos internos. Luego lo limpio con el agua, para posteriormente intentar sacar más peces. Cuando logro cazar 3 peces, se empezó a moverse y se devolvió a la casa.

Estuve vigilándola tanto tiempo que no di cuenta cuando mi hermano llego y se paro a mi lado. Como somos gemelos, somos capaz de comunicarnos sin hablar y entendí que el estaba igualmente impresionado oír las acciones de ella. Decidimos que íbamos a fingir que no sabíamos nada y ver que hacia con los pescados, por lo que decidimos irnos a clase y esperar a la noche.

Las clases fueron iguales de aburridas que todos los días, los hombres empezaban a recibir las enseñanzas de la tribu un mes después de que vuelven a su forma humana, mientras que las mujeres lo hacen cuando cumplen diez años, ya que, aunque se supone que las enseñanzas es un ambiente seguro, esto no es siempre así. Por lo que, se intenta que las niñas sean lo suficientemente mayores para poderse defender un poco solas. Además, las mujeres tienen mas clases que los hombres, ya que al final del día se reúnen con la sacerdotisa para que esta les trasmita el conocimiento de la diosa. Esto es debido a que entre esas niñas se encontrará la nueva sacerdotisa.