Shen Yi se fue a casa con el humor un poco irritado. Todavía estaba enojado porque Shen Xue había tomado sus postres y no iba a poder tenerlos él. Abrió la puerta principal y caminó perezosamente hacia la sala de estar, antes de escuchar risas provenientes de la cocina ¿Su esposa tenía un invitado a esa hora?
—Xinyi, deberías enseñarme alguna vez como hiciste eso. Yo también quiero intentar y cocinarle algo a mi esposo. Demonios, Shen Yi es un hombre con suerte. Si yo fuera hombre, internaría alejarte de él —dijo Xiao Lan con una sonrisa de suficiencia.
—Quiero verte intentarlo —le advirtió Shen Yi.
Cuando Lu Xinyi vio llegar a su esposo del trabajo, una sonrisa apareció en su rostro, los acontecimientos indeseados de antes se alejaron de su mente. Tiró la toallita seca sobre la mesada, antes de ir hacia Shen Yi y darle un besito en la mejilla
—Hola ¿Cómo estuvo tu día? —le preguntó ella.
Apoya a tus autores y traductores favoritos en webnovel.com