—¿Cómo de ingrata debo ser para querer dejarte? —Cindy Clarke estaba en el abrazo de Adrián Zhekova.
Normalmente, se habría avergonzado, temerosa de ser vista por otros.
Pero ahora, a Cindy no le importaba nada de eso.
Estaba enojada por lo que Adrián había dicho.
No porque sintiera que él no confiaba en ella, ni porque creyera que había malinterpretado sus intenciones.
Sino porque Adrián Zhekova también podía tener momentos de inseguridad.
Fue precisamente por su inseguridad que él pensó que ella podría dejarlo, que podría cansarse de él.
Cindy estaba enojada consigo misma, era su culpa por no haber hecho lo suficiente, por no darle tranquilidad.
Probablemente, no le había hecho sentir lo suficiente su amor por él.
Solo entonces se le pasaría por la cabeza que ella podría dejarlo tan fácilmente.
Por este motivo, Cindy estaba enojada.
Enojada consigo misma.
Apoya a tus autores y traductores favoritos en webnovel.com