Aprender

Justo cuando Xue Xi estaba cenando, llegó el mensaje de Gao Yanchen.

Pequeña Llama:

—Conseguí que alguien preguntara. La transfirieron a una escuela de élite en las afueras de la capital. Allí tienen una gestión al estilo militar, así que es normal que no lleven sus teléfonos. Es de esperar que no pudiera responder a tus mensajes.

Al ver esto, Xue Xi se sintió aliviada y preguntó:

—¿Está ella bien?

Pequeña Llama:

—Le pregunté a algunos graduados de esa escuela y todos dijeron que estaba bien. Esas personas han cambiado en verdad, de ser unos inútiles. En aquel entonces, alguien incluso sugirió a mi abuelo enviarme allí. Sin embargo, mi abuelo no estuvo de acuerdo. Él pensó que estaba bien que yo fuera mediocre.

Xue Xi:

...

Así era como el Viejo Maestro Gao consentía a su nieto.

Pequeña Llama envió otro mensaje:

—Ya me respondieron. Tienen un descanso cada mes. El siguiente será en una semana. Conseguiré que alguien la busque y la vigile.

Xue Xi:

—Vale.