Penny Polendina caminaba por el tranquilo sendero de *Vale*, sus pensamientos pesados por la creciente frustración en su corazón. A pesar de sus esfuerzos por hacer feliz a Jaune Arc, su novio, la relación no avanzaba. Jaune, aunque bondadoso, siempre parecía distraído y, en ocasiones, ni siquiera se daba cuenta de las pequeñas cosas que ella hacía por él. La falta de atención y su desapego la hacían sentirse invisible, como si sus sentimientos no importaran en lo más mínimo. A veces se preguntaba si él realmente la veía, o si solo la veía como una amiga más, alguien con quien compartir batallas y misiones, pero no alguien a quien amar.
Penny suspiró profundamente. Ella había aprendido a experimentar el amor, pero aún había muchas cosas que no comprendía sobre él. Deseaba entender cómo hacer que una relación funcionara, pero por más que lo intentaba, Jaune siempre estaba tan absorto en sus propios problemas que no le dejaba espacio para sentir que ella también importaba.
Con la cabeza baja, mientras la brisa fría de *Vale* le acariciaba el rostro, Penny decidió que necesitaba un descanso de sus pensamientos y, por un momento, desconectar. Se adentró más en el bosque cercano, donde los árboles altos y frondosos le ofrecían la tranquilidad que tanto necesitaba.
Mientras caminaba, un ruido inesperado la hizo detenerse en seco. Al principio pensó que era algún animal, pero lo que vio la dejó sorprendida: un joven de cabello oscuro y con ropa rasgada estaba tirado en el suelo. Estaba herido, con varias cortaduras y moretones por todo su cuerpo, y su rostro mostraba signos de haber pasado por algo extremadamente traumático.
Penny se acercó rápidamente, su instinto protector activándose. Aunque su mente le decía que debería tener cuidado, no pudo evitar sentir una compasión inmediata por el desconocido. Se agachó a su lado y lo observó detenidamente. A pesar de su apariencia desgastada y su estado de agotamiento extremo, había algo innegablemente atractivo en él.
"¿Estás bien?", preguntó Penny suavemente, tocando su hombro con delicadeza.
El joven abrió los ojos lentamente, mostrándose sorprendido al ver a Penny a su lado. No parecía confiar del todo en ella, y su expresión estaba llena de desconfianza. Pero Penny, al ver la angustia en su rostro, decidió que debía ayudarlo.
"¿Dónde estoy? ¿Y qué fecha es?", preguntó el joven, con una voz ronca.
Penny, confundida por las preguntas, respondió sin dudar: "Estás en *Vale*, en el mundo de Remnant, y hoy es 11 de diciembre."
El chico frunció el ceño, claramente desconcertado. "Esto no es posible... Este lugar... esta fecha..." murmuró para sí mismo, como si tratara de procesar algo que no tenía sentido para él. Fue entonces cuando su mirada cayó sobre una pequeña brújula que colgaba de su cuello. Su expresión se endureció, y trató de tomarla, pero el agotamiento lo superó. "¿Cómo llegué aquí? No... no puede ser. Esto no es mi mundo."
Penny, que había estado observando todo el tiempo, entendió que el chico había llegado de alguna manera a un lugar completamente diferente. Aunque no comprendía completamente lo que estaba sucediendo, su instinto le decía que debía ayudarlo.
"Voy a cuidarte, ¿vale?" le dijo con una sonrisa amable, aunque algo tímida.
El joven, quien resultó ser Five (Viajero exterior. Gaibu kara no sonzai no hantā
), dudó por un momento, pero su agotamiento fue más fuerte que su desconfianza. Asintió lentamente, dejándose llevar por el cuidado de Penny. No sabía si podía confiar en ella, pero en ese momento, su cuerpo le pedía descansar.
Penny, al ver que se relajaba, decidió que lo mejor era limpiarle las heridas para evitar infecciones. Con mucho cuidado, le quitó la camisa, dejando su torso desnudo, revelando un cuerpo trabajado y lleno de cicatrices de batallas pasadas. Penny se sonrojó sin saber muy bien por qué. Su corazón empezó a latir más rápido al ver el cuerpo de Five, pero también notó que, a pesar de su apariencia ruda, el chico tenía un aire de vulnerabilidad que la hacía querer protegerlo aún más.
Mientras le limpiaba las heridas, Penny no pudo evitar pensar en Jaune. "No es justo...", murmuró para sí misma. "Jaune... es tan... tan diferente. Él ni siquiera se toma el tiempo para cuidar de mí. Es tan... torpe, en comparación."
Five, aunque medio inconsciente, escuchó sus palabras. Sonrió de forma sutil, aunque sin mostrar demasiado interés en la conversación. "¿No lo ves? Algunas personas solo tienen que madurar. No todos tienen lo que se necesita para ser un buen líder o un buen novio."
Penny, sorprendida por sus palabras, se quedó en silencio. ¿Realmente había algo en Jaune que aún necesitaba mejorar? Pensó en todo lo que había hecho por él, en todas las veces que había sido paciente y comprensiva, pero a veces se preguntaba si era suficiente.
Finalmente, Penny se acomodó a su lado, dejándose llevar por el cansancio también. Cerró los ojos, y poco a poco, ambos cayeron en un profundo sueño.
Mientras Penny dormía, su mente seguía procesando todo lo que había sucedido en ese día. Había algo en Five que despertaba una chispa en ella. ¿Sería la seguridad que él irradiaba? ¿O tal vez la forma en que sus ojos, aunque fríos, la observaban con cierto interés? No lo sabía, pero algo dentro de ella le decía que este encuentro cambiaría su vida para siempre.
Pero por ahora, todo lo que podía hacer era descansar, y seguir cuidando de ese extraño chico que había aparecido de la nada.
La luz tenue de la mañana filtraba a través de las ramas de los árboles cercanos, iluminando suavemente la habitación sencilla donde Penny y Five descansaban. La joven de cabellera roja y ojos brillantes seguía profundamente dormida, sin saber que el joven a su lado luchaba contra sus propios demonios internos.
Five despertó de repente, sudoroso, con el corazón acelerado. Había tenido una pesadilla vívida, más real que cualquier otro sueño. Ylith, la figura sombría que había enfrentado en su último combate, volvía a su mente con fuerza. Recordaba claramente su terrible encuentro en el bosque. La Viuda, una criatura horrible y de apariencia grotesca, era una sirvienta de *Shub-Niggurath*, una entidad cósmica de poder insondable. Ylith había sido una figura alta y deformada, con ojos amarillos brillantes que parecían devorar todo lo que tocaban. Su cuerpo estaba cubierto de protuberancias extrañas, como las ramas muertas de un árbol, retorcidas y pulsando con energía oscura.
A pesar de su estratejia como luchador, Five no pudo evitar sentir el peso de la batalla. La lucha había sido feroz, y aunque había logrado derrotar a Ylith, no había salido indemne. Las heridas en su cuerpo y la fatiga acumulada le habían dejado destrozado. Había tenido suerte de sobrevivir, pero su estado físico y mental era lamentable. Despertó justo cuando la imagen de *La Viuda* desaparecía en las sombras de su mente.
Se incorporó rápidamente, su respiración entrecortada, y se dio cuenta de que se encontraba en un lugar completamente desconocido. Miró a su lado y vio a la joven que lo había encontrado en el bosque la noche anterior. Su cabello rojizo caía en cascada sobre su rostro, y sus ojos verdes brillaban en su descanso.
La visión de Penny dormida junto a él lo confundió, pero no tuvo tiempo para pensar en eso. Sentía el dolor punzante de sus heridas y, a pesar de lo extraño de la situación, su primer impulso fue no preocuparse por la joven que lo había ayudado. No era hora para eso, aún necesitaba respuestas.
Con cuidado, se levantó de la cama, notando que su cuerpo solo estaba parcialmente cubierto por vendas. Las heridas, aunque vendadas, seguían doliendo, y la fragilidad de su cuerpo se hacía evidente al moverse. Five ignoró por completo el dolor y comenzó a explorar el lugar en busca de algo útil. La habitación era pequeña, modesta, pero funcional. Una cama sencilla, una mesa de madera y algunas estanterías llenas de libros y objetos que no podía identificar. Lo que realmente le llamó la atención fue la ausencia de tecnología avanzada. Aquí no había señales de su mundo.
Al observar más de cerca, su mirada se posó en su brújula, la cual había estado usando para navegar por los diferentes universos. Al revisarla, se dio cuenta de que estaba dañada. La pieza clave que lo mantenía anclado a su misión, ahora inutilizada. Frunció el ceño y la lanzó sobre la mesa. "Esto no puede estar pasando...", murmuró, sintiendo la presión aumentar en su pecho. Si no lograba repararla, no tendría forma de regresar a su propio universo. Y eso era un problema grave.
Frustrado, sacó su antiguo teléfono móvil, un Nokia, y comenzó a marcar el número de su mentor, Professor Howard, con la esperanza de obtener alguna respuesta. "Vamos, vamos, Howard. ¿Dónde demonios estás?", murmuró mientras presionaba con desesperación el botón de llamada. Pero, al igual que la brújula, la señal era inexistente. Su rostro se oscureció al ver que no recibía respuesta. "Estoy atrapado aquí...", pensó, su mente rápidamente evaluando sus opciones. Estaba solo, y sin manera de regresar a casa.
En medio de su frustración, escuchó un suave movimiento proveniente de la cama. Penny despertaba lentamente, y su rostro, aunque todavía algo adormilado, mostró preocupación al notar que Five no estaba descansando.
Penny se incorporó rápidamente, mirándolo con una expresión llena de inquietud. "¿Estás bien?", le preguntó, su voz suave pero con una clara nota de preocupación.
Five, que estaba agachado junto a la mesa mirando su teléfono, la miró sin mostrar mucho interés, pero no pudo evitar sentirse un poco incómodo ante la pregunta. "Solo... no puedo contactar con nadie", dijo con un tono cortante, como si eso explicara todo.
Penny, al ver la tensión en su rostro, se acercó un poco más. "¿Te duele mucho? ¿Te puedo ayudar?" Su tono era más suave, y podía ver la angustia en los ojos de Five, algo que no esperaba en alguien tan aparentemente fuerte.
Five la miró un momento, evaluando la situación. "No necesito tu ayuda", respondió, aunque su tono sonaba más cansado que hostil. "Solo... necesito arreglar esto. Después estaré bien."
Pero Penny no se dejó disuadir. Ella sabía que algo más estaba pasando con él, y aunque él intentara esconderlo, podía ver la angustia en su expresión. "No tienes que hacerlo solo, puedes confiar en mí", le dijo, su tono lleno de genuina preocupación.
Five se quedó en silencio por un largo momento, y aunque quería alejarla, algo en la actitud de Penny lo hizo vacilar. Había algo en su presencia que lo calmaba, aunque no entendía por qué. Sus ojos verdes, tan llenos de empatía, lo miraban con tal dulzura que le costaba resistirse.
Finalmente, suspiró y se dejó caer en la silla cercana, agotado tanto física como mentalmente. "Está bien... tal vez... tal vez no todo esté perdido después de todo", murmuró, casi para sí mismo.
Penny, al ver que Five parecía aceptar su ayuda, se acercó con cautela, sin saber del todo cómo manejar la situación. "Voy a hacer lo que pueda para ayudarte, ¿vale?" dijo con una sonrisa suave. "Pero tienes que descansar también. No puedes seguir sin parar."
Five no respondió de inmediato. En cambio, miró hacia la ventana, contemplando el paisaje ajeno. Sabía que aún estaba lejos de casa, pero algo en Penny lo hizo sentir que, por una vez, no estaba completamente solo.
La joven se sentó junto a él, dispuesta a darle el espacio que necesitaba, pero también para asegurarse de que estuviera bien. Aunque aún no comprendía completamente la gravedad de su situación, Penny tenía claro que no iba a dejar que Five se enfrentara a sus problemas en solitario.
El futuro era incierto, pero por ahora, estaba allí para él, sin importar de qué mundo venía.
Los días pasaban lentamente en el pequeño refugio donde Penny y Five se encontraban. A pesar de las tensiones del inicio, de las heridas y las diferencias, Penny empezó a sentirse cada vez más atraída por este enigmático joven. Había algo fascinante en él, algo que despertaba su curiosidad. Aunque su actitud a veces la desconcertaba, y su comportamiento no era como el de un humano común, Penny no podía evitar sentirse cautivada.
A lo largo de las semanas, Penny pasó mucho más tiempo con Five. Aunque él no mostraba grandes señales de aprecio o emoción, su presencia resultaba intrigante. Five no tenía aura. Penny lo había notado al principio, algo que le había parecido extraño para un ser humano, o incluso para alguien como él, tan cercano a la humanidad. Pero pronto descubrió algo aún más impresionante: Five se curaba a una velocidad asombrosa. Cuando le preguntó al respecto, él solo se limitó a decir que su cuerpo "no era tan frágil" como el de los humanos. Penny no profundizó más en el tema, pero su mente seguía dando vueltas a esa peculiaridad.
Sin embargo, lo que realmente llamaba su atención era la forma en la que Five vivía su vida. Su fascinación por el café era casi obsesiva. Penny nunca había visto a alguien tomar el café con tanto fervor. Cada vez que Five lo preparaba, su expresión cambiaba, como si estuviera ante algo verdaderamente importante. Se sentaba en la mesa con una taza humeante, mirando el contenido con intensidad, a veces con una pequeña sonrisa en el rostro. Pero la forma en que lo bebía también tenía algo violento. No era solo una bebida, parecía ser una necesidad física, un rito. Penny solía observarlo en silencio, preguntándose qué había detrás de esa necesidad tan visceral.
A menudo, Penny trataba de conversar con él, pero la distancia emocional entre ambos seguía siendo palpable. Five era un hombre de pocas palabras, pero sus respuestas, cuando las daba, a menudo eran sorprendentes por su nivel de conocimiento y precisión. Parecía que siempre estaba pensando en algo mucho más grande que lo que se encontraba a su alrededor. Tenía una inteligencia que incluso podría hacer que su creador, su padre, pareciera un niño en comparación. Era tan preciso en lo que hacía, tan meticuloso, que todo a su alrededor parecía caer en su lugar, como si su mente estuviera programada para resolver problemas complejos y constantes.
Un día, después de regresar de la Academia, Penny notó algo extraño. Al entrar al refugio, la luz de la tarde iluminaba la pared del salón, y allí, en toda su extensión, había cálculos, simbolos extraños y una ecuación compleja que cubría toda la superficie. Penny se detuvo en seco, mirando el mural improvisado de símbolos matemáticos y fórmulas. La ecuación no era algo que pudiera entender fácilmente, pero se dio cuenta de que tenía una cierta elegancia, una perfección en su estructura.
Five estaba de pie frente a la pared, murmurando para sí mismo, como si estuviera revisando cada detalle con extrema concentración. Su mirada fija en los números y las líneas era tan intensa que Penny no se atrevió a interrumpirlo de inmediato.
"Viaje... puntos clave... esto tiene que funcionar", murmuró en voz baja, mientras pasaba la mano por su cabello y luego echaba un vistazo a la brújula rota que descansaba sobre la mesa.
Penny se acercó lentamente, observando cómo Five parecía comparar la brújula con los cálculos que había trazado en la pared. Finalmente, no pudo contener su curiosidad.
"¿Qué estás haciendo?", preguntó con suavidad, sin querer interrumpirlo demasiado.
Five levantó la vista, pero no pareció sorprenderse por la pregunta. De hecho, parecía casi... esperado. Su expresión era tan seria que Penny no pudo evitar sentirse un poco intimidada por su presencia.
"Tal vez no lo entiendas", respondió Five, su voz fría pero sin maldad. "Es una ecuación para determinar las coordenadas clave de viaje... de mi viaje. Y tengo que asegurarme de que todo esté calculado al milímetro."
Penny frunció el ceño, confusa. "¿Coordenadas? ¿De qué viaje hablas?"
Five suspiró, como si se sintiera ligeramente frustrado por la falta de comprensión de Penny. "Viajar a través de los universos no es tan simple como abrir un portal y saltar al azar. Necesito conocer las variables precisas, las distorsiones en el espacio-tiempo... y... bueno, no espero que lo entiendas." Agitó la mano en el aire, como si desestimara la pregunta por completo. "Este es mi mundo, Penny. Estoy tratando de encontrar una forma de regresar a donde pertenezco."
Penny se quedó en silencio por un momento, procesando lo que acababa de escuchar. ¿Universos? ¿Viaje a través de... realidades? Era difícil de creer, pero al mismo tiempo, no podía ignorar la seriedad con la que Five hablaba. Había algo en su voz que transmitía una certeza absoluta de lo que decía, como si realmente estuviera en una misión mucho más grande que la que ella podía comprender.
"Pero... ¿por qué no me lo habías dicho antes?" preguntó Penny, un tanto herida por la idea de que Five había guardado tanto para sí mismo.
Five la miró, y por un momento, algo como una chispa de entendimiento cruzó sus ojos. "Porque no puedes entenderlo, Penny. Y si te lo contara todo... tendrías miedo. Esto no es algo para que tú o cualquier otra persona se involucre. Es algo que solo yo puedo manejar."
Penny sintió una punzada en el pecho. Aunque las palabras de Five eran duras, sabía que tenía razón en algo. No era humana como él. No podía entender lo que él había experimentado ni lo que significaba para él el viajar entre mundos. Pero eso no significaba que iba a rendirse.
"Tal vez no pueda entenderlo todo, Five", dijo con determinación. "Pero si eso es lo que necesitas... entonces te ayudaré, de alguna manera."
Five no dijo nada, pero sus ojos se suavizaron por un segundo. Penny había tocado una fibra sensible en él, aunque no lo reconociera.
"Gracias, Penny", murmuró finalmente, y por un momento, Penny pensó que había visto una sombra de algo más en sus ojos. ¿Aprecio? ¿Gratitud? No lo sabía, pero por primera vez, sentía que había algo más en él que la fría fachada que había mostrado hasta entonces.
Los días pasaron, y Penny no podía dejar de pensar en todo lo que había descubierto sobre Five. Mientras él seguía sumido en sus cálculos y en sus misteriosos viajes entre universos, Penny se fue adentrando más y más en ese enigma que era él. Y, aunque las respuestas seguían siendo esquivas, Penny estaba decidida a entenderlo, incluso si eso significaba adentrarse en un mundo desconocido y peligroso, donde las reglas de la realidad misma no parecían aplicarse.
A medida que pasaban los días, la relación entre Penny y Five evolucionaba de una manera curiosa. Five, que al principio había mantenido su distancia emocional y física, comenzó a relajarse en su presencia. Había algo en la joven que lo hacía sentir, por una vez, que no estaba completamente solo, aunque no comprendía completamente qué era. A Penny le sorprendió notar que Five, a pesar de su complejidad y misterio, parecía no impresionarse por casi nada.
Una tarde, mientras Penny preparaba té en la pequeña cocina del refugio, Five la observaba en silencio desde la mesa. Habían estado conversando sobre los viajes interdimensionales y los cálculos, y Penny se sintió cómoda en su presencia, como si con el tiempo pudiera entenderlo un poco más. En un impulso, decidió contarle más sobre sí misma.
"¿Sabías que soy un androide?", preguntó Penny, un tanto sorprendida por la tranquilidad con la que pronunció las palabras. Había sido algo que siempre había considerado un aspecto importante de su identidad, pero en ese momento, sentía que podía compartirlo con Five sin temor a que lo juzgara.
Five no mostró ninguna reacción significativa. Simplemente levantó una ceja y siguió observándola mientras tomaba un sorbo de su café. "No me impresiona", dijo con calma. "He visto cosas mucho más extrañas que eso."
Penny, un poco desconcertada, le lanzó una mirada curiosa. "¿Como qué?"
Five dejó la taza en la mesa y empezó a contar, sin prisa pero con una mirada distante, como si estuviera recordando viejos tiempos. "Mi profesor era una deidad nuclear andante, capaz de destruir y crear universos con su energía. He trabajado con personas que podrían destrozar planetas con solo pensarlo. Mi compañero de trabajo, Vash, es un pseudo-dios hegemónico con serios problemas de papá. Y el resto de mi familia... bueno, no es exactamente 'normal'."
Penny lo miró, sorprendida por la falta de asombro de Five ante lo que ella había considerado su revelación más grande. Pero entendió algo más en su actitud: para él, sus propios límites y su entorno eran tan extraordinarios que algo como un androide como ella no era nada fuera de lo común.
A pesar de su respuesta fría, Penny no se sintió rechazada. Por alguna razón, eso solo la hizo sentir más conectada con Five. Su vida parecía ser una serie de experiencias más allá de lo que la mayoría de las personas podría comprender, y quizás, de alguna forma, él se sentía igual de incomprendido que ella.
Por su parte, Penny comenzó a ver a Five de una forma más afectuosa, casi como una persona especial, una que había sobrevivido a demasiadas batallas y desafíos. Aunque su actitud distante y su naturaleza enigmática lo mantenían distante, Penny no podía evitar admirar su fortaleza. Five no solo era un ser increíblemente inteligente, sino que llevaba consigo un peso emocional y físico que lo definía.
Pero Penny también comenzó a sentirse más protectora hacia él. Había algo vulnerable en sus ojos, algo que solo se revelaba en los momentos de descanso o cuando él no estaba tan centrado en su misión. Y, a pesar de su aparente indiferencia, Penny sentía que Five estaba comenzando a abrirse, poco a poco, hacia ella.
Mientras tanto, en la Academia...
A cierta distancia, en la Academia Beacon, las cosas estaban cambiando para Penny, y no solo por su creciente relación con Five. Jaune Arc, el que había sido su novio durante tanto tiempo, comenzaba a notar algo que no le gustaba. Penny ya no lo seguía a todas partes ni lo idolatraba de la misma manera. Ya no pasaba las tardes esperándolo después de clases, ni se mostraba tan entusiasta por sus logros, por más pequeños que fueran.
Al principio, Jaune pensó que solo era una fase pasajera, una etapa de crecimiento, pero con el tiempo, la distancia entre ellos se hizo más evidente. Penny había comenzado a concentrarse más en sí misma, en su propio bienestar y en su relación con Five. No era solo la falta de atención lo que preocupaba a Jaune, sino la sensación de que Penny ya no lo veía como antes.
Se dio cuenta de que algo había cambiado cuando, al pasar por los pasillos de la Academia, vio a Penny en una conversación animada con Five. Aunque no estaban haciendo nada inapropiado, el simple hecho de que Penny estuviera tan completamente absorta en alguien más lo hizo sentirse incómodo. El joven de cabellera dorada y ojos azules se acercó, y observó desde lejos, sin que ninguno de los dos lo notara.
"¿Qué está pasando aquí?" se preguntó en su mente, mientras sentía una oleada de celos y confusión. Penny había sido su apoyo constante, su amiga incondicional, la que siempre había estado a su lado. Pero ahora, veía cómo ella se alejaba, cómo se sentía más cómoda y más segura con alguien más.
A lo largo de los días siguientes, Jaune comenzó a sentirse cada vez más incómodo al ver cómo Penny, antes tan dependiente de él, comenzaba a tomar sus propias decisiones. La veía sonriendo de una manera genuina cuando estaba cerca de Five, algo que rara vez sucedía con él. Había algo en su relación con el misterioso joven que parecía diferente, algo que Jaune no podía entender.
"¿Y si ya no me necesita más?" pensó, el peso de la duda apoderándose de él. Nunca había sido el tipo de persona a hacer sentir mal a los demás, pero al ver a Penny tan feliz con alguien más, una pequeña chispa de inseguridad se encendió en su interior. ¿Realmente había sido un buen novio para ella? ¿Había sido suficiente?
La respuesta parecía ser la misma cada vez: no lo sabía.
Y la idea de que Penny pudiera estar interesada en otro despertaba en Jaune algo más fuerte que simplemente celos. Era un miedo profundo, una incertidumbre sobre su propio valor. ¿Había sido un mal novio? ¿Había perdido su oportunidad de ser lo que Penny necesitaba?
El pensamiento lo atormentaba. Five, con su inteligencia y misterio, parecía ser todo lo que Penny necesitaba, y Jaune comenzaba a sentirse como una sombra a su lado, como si ya no tuviera un lugar en su vida.
Pero por mucho que quisiera entender todo esto, lo que sentía era miedo, miedo de que lo que compartían, lo que había sido tan importante para él, comenzara a desvanecerse, dejando solo un vacío que nunca podría llenar.
A medida que pasaban los días, la distancia entre Jaune y Penny se hacía más clara, y las dudas sobre su futuro juntos comenzaban a acechar la mente del joven caballero.
La Academia Beacon nunca había sido tan tensa para Penny. Aunque disfrutaba de su tiempo con Five, la creciente distancia con Jaune comenzaba a afectarla más de lo que quería admitir. Cada vez que veía su rostro, notaba la tristeza en sus ojos, una tristeza que había comenzado a convertirse en enojo. Jaune ya no la trataba como antes, y Penny sentía que esa relación, que en algún momento había sido tan vital para ella, comenzaba a desmoronarse lentamente.
Todo culminó en una tarde lluviosa, cuando Jaune decidió confrontarla. Penny estaba en los pasillos de la Academia, caminando hacia el comedor, cuando Jaune la interceptó bruscamente. Su rostro estaba tenso, sus ojos llenos de una mezcla de frustración y celos.
"Penny," dijo con voz firme, casi un gruñido. "¿Por qué ya no me miras como antes? ¿Por qué ya no me sigues? ¿Por qué ya no... me adoras como antes?"
Penny se detuvo, sorprendida por la confrontación. Intentó mantener la calma, pero el dolor de la verdad comenzó a aflorar en su pecho. No quería herirlo, pero no podía seguir callando lo que sentía.
"No es eso, Jaune," respondió ella, su voz suave pero con un toque de tristeza. "Es que... tú siempre me has ignorado. Siempre has estado tan centrado en ti mismo, tan preocupado por tus propios problemas, que nunca te diste cuenta de cómo me sentía yo. Tuve que aprender sobre los sentimientos de otras personas... sobre lo que significa realmente ser apoyada, ser comprendida... pero nunca lo aprendí de ti. Siempre me dejaste sola."
Las palabras de Penny eran duras, pero llenas de verdad. Jaune se quedó en silencio, sus ojos llenos de incredulidad. No esperaba escuchar algo así de ella. ¿Cómo podía ser posible? Penny, su Penny, le estaba diciendo que siempre la había ignorado, que nunca había estado allí cuando más lo necesitaba. La culpa comenzó a formarse en su interior, como un nudo en su estómago.
Jaune abrió la boca para replicar, su mente llena de pensamientos encontrados. La frustración, el dolor y la ira se mezclaban dentro de él, y no sabía cómo manejar todo eso. Quizás tenía razón, pensó. Había sido un mal novio.
Entonces, antes de que pudiera decir algo, Penny continuó. "Jaune... siempre esperé que me vieras, que me entendieras, pero no fue así. No puedo seguir esperando algo que nunca llegará."
En ese momento, la tensión entre ellos alcanzó su punto máximo. Jaune, abrumado por la angustia y el dolor, levantó su mano, como si quisiera hacer un gesto de enojo, o tal vez incluso de despedida. El movimiento de su brazo era impulsivo, pero había algo más detrás de él: una mezcla de celos, frustración y el miedo de perder a Penny para siempre.
Sin embargo, antes de que pudiera actuar, algo extraño ocurrió. Una presión en el aire, un zumbido extraño, y la figura de Five apareció ante ellos. Five, que había estado siguiendo sus propios cálculos y observando a lo lejos, apareció de repente, su figura surgiendo de un resplandor de energía.
Con un movimiento rápido, Five se interpuso entre Jaune y Penny. En un abrir y cerrar de ojos, sujetó la mano de Jaune, deteniendo su levantamiento. La intensidad de su mirada, fija, hizo que Jaune se detuviera en seco, sintiendo como si la misma gravedad del universo lo estuviera deteniendo.
"¿Qué crees que estás haciendo?" preguntó Five con calma, pero con una autoridad indiscutible en su voz. Sus ojos, que antes parecían distantes, ahora miraban con seriedad a Jaune. Ya no estaba cubierto de vendas; en su lugar, vestía su uniforme académico, y su postura era completamente diferente: firme, seguro, como si estuviera listo para enfrentarse a cualquier cosa que se le pusiera en el camino.
Jaune, sorprendido, retrocedió un paso, viendo a Five con una mezcla de asombro y miedo. Nunca había visto a este chico de cerca y, al mismo tiempo, nunca había percibido la intensidad de su presencia hasta ahora. Five no solo era más alto y más imponente físicamente, sino que había algo en sus ojos, algo casi sobrenatural, que hacía que Jaune se sintiera pequeño en su presencia.
"¿Quién eres tú?" Jaune no pudo evitar preguntar, su voz temblorosa. Aunque la voz de Five era tranquila, había algo que la hacía retumbar en su interior, como si estuviera mirando a alguien que no estaba a su altura.
Five, sin responder de inmediato, observó a Jaune por un momento, como si estuviera evaluando cada palabra que salía de su boca. La presión en el aire era palpable, pero Five se mostró imperturbable.
"Yo soy quien va a asegurarse de que Penny esté a salvo," respondió finalmente, su tono implacable. "Y si eso significa que tengo que detener a alguien como tú, lo haré."
Jaune se quedó en silencio, sintiendo cómo el miedo comenzaba a apoderarse de él. Five no era un simple joven, no era alguien común. Había algo en él que lo hacía parecer mucho más grande, más poderoso, que cualquier cosa que Jaune hubiera conocido. De hecho, la sensación de inferioridad se apoderó de Jaune de inmediato.
Penny, parada unos pasos atrás, miraba todo con una mezcla de sorpresa y alivio. Aunque no quería que la situación se complicara, una parte de ella se sentía protegida, como si, por primera vez en mucho tiempo, alguien estuviera realmente ahí para ella, dispuesto a hacer lo que fuera necesario para que se sintiera segura.
"Jaune," dijo Penny, su voz más suave ahora, "no es que ya no te quiera, pero necesito que entiendas... que esto no es sobre ti. Es sobre mí. Yo necesito crecer, y parte de ese crecimiento es tomar mis propias decisiones. Ya no puedo seguir viviendo en un mundo donde solo existo para complacer a los demás, ni siquiera a ti."
Jaune tragó saliva, las palabras de Penny golpeándolo más fuerte que cualquier golpe físico. Estaba perdiéndola, y lo sabía. Pero el miedo a perderla de verdad, a ver cómo se alejaba, hizo que algo en su interior se rompiera.
Five, con su mirada fija, lo observaba en silencio, esperando una reacción. Jaune no pudo soportarlo más. Sintió que el suelo bajo sus pies comenzaba a ceder, y antes de que pudiera hacer algo más, simplemente dio un paso atrás, bajando la cabeza.
"No sé qué hacer," murmuró, con la voz quebrada.
Penny lo miró por última vez, con una mezcla de tristeza y determinación. "A veces, lo mejor que puedes hacer es dar un paso atrás, Jaune. Aceptar que las cosas cambian. Y aprender a seguir adelante."
Five, aún sujetando la mano de Jaune con firmeza, lo observó con una frialdad casi perfecta, sabiendo que, en ese momento, el equilibrio de las cosas había cambiado para siempre.
Y aunque Jaune no lo supiera, ese día, Penny y Five empezaron a caminar juntos en una dirección completamente nueva. Un camino lleno de preguntas, de misterios por resolver, pero también de posibilidades.
La tensión en el aire se volvió densa cuando Jaune dio un paso hacia adelante, su rostro lleno de rabia y confusión. La furia se apoderó de él como una ola, y sus emociones estallaron en gritos descontrolados.
"¡Penny!" gritó, su voz llena de desesperación. "¡Me fallaste! ¡¡Me dejaste!! ¿¡Cómo pudiste!? ¡¡¿¡Y por qué estás con él!?!"
El dolor y la furia en sus palabras golpearon a Penny como un puñetazo en el pecho. Nunca lo había visto tan enojado, nunca lo había escuchado tan herido. Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, y a pesar de todo, el dolor de perder a Jaune la hizo sentir una punzada en el corazón. ¿Había hecho lo correcto? ¿Debería haberlo dejado atrás? Pero no podía vivir una mentira. Necesitaba ser sincera consigo misma.
Five, que había estado observando todo en silencio, se movió con rapidez. No estaba dispuesto a dejar que Jaune continuara con esa explosión de ira. Su cuerpo era firme, casi inquebrantable, y en un parpadeo, extendió su mano hacia él, sin decir una palabra. Jaune, en su furia, no vio venir lo que ocurrió a continuación.
Con un toque casi imperceptible, Five lanzó a Jaune contra el suelo con una fuerza que pareció provenir de una fuerza invisible. El joven caballero de cabellera dorada cayó al suelo con un estrépito. Su cuerpo quedó presionado contra la tierra, como si el mismo peso del universo lo estuviera aplastando. Sin que pudiera reaccionar, un campo gravitacional se formó alrededor de él, inmovilizándolo por completo. No importaba cuánto luchara, Jaune no podía moverse.
"¿Te creías que podrías seguir gritando así? No es la forma de hacer las cosas,," dijo Five con una calma imperturbable, su voz resonando con una autoridad que casi parecía cósmica. Su tono no era de desprecio, sino de pura frialdad calculada, como si simplemente estuviera resolviendo una cuestión de lógica, algo que debía suceder.
Jaune, incapaz de moverse y con la presión del campo gravitacional aplastando su cuerpo, comenzó a respirar con dificultad. La furia que lo había consumido unos momentos antes comenzó a transformarse en desesperación. No podía entender por qué las cosas se habían vuelto así. Se sentía impotente, y el dolor de la pérdida de Penny lo estaba destrozando. Sentía como si su mundo entero se estuviera derrumbando.
Penny, observando la escena, se sintió aún más devastada. El corazón le dolía al ver a Jaune así, tan vulnerable, tan lleno de enojo y dolor. Aunque había tomado la decisión de seguir adelante, no podía ignorar lo que significaba perder a alguien que había sido parte tan importante de su vida.
Las lágrimas comenzaron a caer sin control mientras ella daba un paso hacia Five, acercándose al chico en busca de consuelo. No sabía si lo que estaba sintiendo era tristeza por Jaune o algo más, pero lo único que sabía era que necesitaba apoyo. Five, al verla tan angustiada, no dijo nada, pero se adelantó y la envolvió con sus brazos, abrazándola con una fuerza que, aunque no era de consuelo común, ofrecía una sensación de seguridad, como si estuviera protegiéndola de todo el dolor que la rodeaba.
Penny se hundió en su abrazo, sollozando sin medida. La fragilidad que sentía en su interior era difícil de soportar. Aunque había tomado una decisión, el dolor seguía siendo real. Jaune la había amado, y ella lo había amado en algún momento. Pero ahora, había algo más que la atraía, algo más que la hacía sentir que su vida debía ir en otra dirección.
Five, aunque no sabía mucho sobre el consuelo emocional, la abrazó de la forma que podía. Había estado casado por 40 años con un maniquí, por lo que no tenía experiencia en manejar sentimientos humanos, mucho menos en consolar a alguien que estaba tan angustiado. Sin embargo, sentir a Penny tan vulnerable y confiada en su abrazo lo hizo consciente de la responsabilidad que ahora recaía sobre él.
"Está bien..." murmuró Five, con una calma inusitada. "Es normal sentir esto. Todo va a estar bien."
No sabía si esas palabras realmente aliviaban a Penny, pero las dijo de todas formas. El tacto de su pecho contra el suyo, el firme abrazo de Five, la ayudó a calmarse un poco. Ella dejó que sus lágrimas cayeran sin preocuparse por parecer débil. Ya no quería esconder lo que sentía. Estaba bien ser frágil a veces.
Mientras tanto, Jaune en el suelo seguía inmovilizado, pero comenzó a calmarse. La ira se disipaba lentamente, y las primeras chispas de arrepentimiento y confusión comenzaban a llenar su mente. Ya no estaba gritando, ya no podía gritar. Solo podía sentir la humillación y el dolor de lo que había hecho, de cómo había tratado a Penny, de cómo no había estado a su lado cuando más lo necesitaba.
Five, viendo que Jaune ya no representaba una amenaza, liberó el campo gravitacional, permitiendo que Jaune se levantara del suelo, aunque aún parecía atónito y fuera de lugar. Sin mirarlo directamente, Five volvió a fijar su atención en Penny, quien seguía en su abrazo, buscando consuelo en él.
Penny, al sentir la libertad de sus movimientos, se separó lentamente de Five y miró a Jaune con ojos llenos de tristeza y pesar. "Jaune... lo siento. No quería hacerte daño, pero yo también necesito ser feliz. Yo también tengo derecho a seguir mi camino."
Jaune, con la respiración aún agitada, no pudo decir nada. Sus ojos estaban llenos de lágrimas contenidas, pero no por odio o enojo, sino por la impotencia de no poder retener lo que una vez tuvo. Había fallado, no solo con Penny, sino consigo mismo.
Five observó en silencio mientras Penny daba un paso atrás, sus ojos buscando la calma nuevamente. Sabía que aún quedaba mucho por resolver, pero algo en su interior le decía que, al menos en ese momento, había hecho lo correcto. No solo para proteger a Penny, sino también para ayudar a Jaune a enfrentar la verdad, por dolorosa que fuera.
La escena estaba cargada de emociones no resueltas, pero en el aire flotaba un sentimiento común: todos estaban en una encrucijada, buscando algo que los guiara hacia el futuro, aunque aún no sabían qué camino tomarían.
El futuro era incierto, pero uno de ellos ya no podía ignorar lo que sentía. Y aunque el amor no siempre era fácil, Penny había tomado la decisión de seguir su propio camino.
El aire alrededor de Five y Penny tembló antes de distorsionarse por completo. Un salto espacial, casi imperceptible, los alejó de la Academia Beacon. Jaune, aún en el suelo, quedó atrás, solo en sus pensamientos, y de alguna manera, sin darse cuenta, eso fue exactamente lo que Penny había deseado: la distancia. El estrés de las emociones crudas había terminado, por ahora, y Penny se encontraba abrazada por la sensación de un futuro incierto, pero propio.
Cuando Five y Penny aparecieron en su base, Penny fue recostada suavemente en una cama, y el silencio de la habitación envolvió todo lo que ocurría en su interior. Five, aunque de naturaleza reservada, reconoció el dolor de Penny, pero también sabía que, a pesar de la calma que se respiraba en el aire, ella no podía estar completamente en paz.
Penny, mirando el techo con los ojos ligeramente cerrados, sintió una mezcla de alivio y tristeza. El abrazo de Five, su cercanía, la confortaba, pero también traía consigo la preocupación de lo que había dejado atrás. ¿Estaba tomando la decisión correcta? Aún no lo sabía, pero no podía volver a un lugar donde su corazón ya no estaba presente.
"Five... por favor," dijo en voz baja, con una vulnerabilidad rara para ella. "No me dejes ir. Quiero quedarme contigo. Ya no quiero estar sola."
Five no respondió inmediatamente, pero su mirada era tranquila y observadora. Había sido un hombre de pocas palabras, pero algo en su interior le decía que, si Penny elegía quedarse, él la aceptaría. La cuestión no era solo su voluntad; era la forma en que la percibía. Había algo en ella, algo que no podía explicar, pero que le decía que debía protegerla, aunque sus propios sentimientos eran complicados.
"Lo entiendo," respondió Five finalmente, su tono grave, pero suave. "No te dejaré ir, Penny. No tienes que estar sola, nunca más."
En ese momento, Penny cerró los ojos, dejándose llevar por un sentimiento de consuelo profundo. Aunque no entendía completamente lo que significaba estar con Five, no le importaba. Sabía que ahora podía sentir que el peso de sus decisiones era algo más ligero, y por una vez, podía descansar.
Mientras tanto, en la Academia Beacon, Jaune no podía dejar de pensar en Penny. Había sido dejado atrás, y el vacío que sentía en su pecho era insoportable. El enojo que había experimentado en la confrontación con Penny se había transformado en una angustia casi palpable. No entendía cómo las cosas habían cambiado tan rápidamente, cómo había perdido a la única persona que le había dado su afecto de manera tan pura.
La rabia lo consumió una vez más, y sin pensarlo dos veces, salió en busca de Penny. Debía encontrarla, debía intentar hablar con ella, convencerla de que aún había algo entre ellos. No podía ser cierto que ella lo hubiera dejado por completo. No podía ser cierto que ella estuviera con alguien más.
El día pasó lentamente para Jaune, pero cuando finalmente vio a Penny por una ventana, sus ojos se llenaron de tristeza. La vio besando a Five, un beso suave y lleno de una intensidad silenciosa. Eso fue todo. Jaune entendió en ese momento lo que había perdido. Penny ya no era suya.
La frustración, la tristeza y la humillación se combinaron dentro de él. No podía dejar de mirarlos, como si al observarlos pudiera cambiar algo, algo dentro de él o algo en ella. Pero no lo hizo. La desesperación lo invadió, y con el corazón roto, decidió seguir observando desde la sombra, espiándolos como si pudiera encontrar una razón para creer que no todo estaba perdido.
Penny no tenia poca o ninguna experiencia excepto, algunos videos que haya recapitulado en su pergamino.
"A veces he estado sintiendo una sensación extraña. No sé qué es".ella mencionó con su, habitual curiosidad.
"¿Qué tipo de sentimiento?".
"Es difícil de describir..."
"Está bien, ¿dónde lo estás sintiendo?"
Penny se inclinó y usó su dedo para hacer círculos alrededor de su vagina. Gracias a que le señalaron,Five ya entendio lo que ella quería.
"Por aquí. Al principio pensé que significaba que tenía que tenia alguna falla, pero lo intenté y no aparecio nada".
Esto fue una de las nuevas experiencias que Penny tuvo que aprender.
"La primera vez que lo sentí fue cuando estaba tratando tus heridas. Luego, más tarde esa noche, antes de irme a la cama, lo sentí de nuevo. Estaba pensando en ti en ese momento, pero no estaba segura de si era una coincidencia o no".
Five no quería hacer ninguna suposición, pero le hizo creer que Penny estaba describiendo que se sentía excitada, y sonaba muchísimo como si estuviera diciendo que Five la estaba excitando. Hasta que punto esta chica era una bio androide como para sentir algo mas avanzado de lo habitual.
"Bueno, es difícil para mí saberlo con seguridad sin sentirlo por mí mismo, pero es posible que lo que estás sintiendo se llame estar 'excitado'".Penny levantó una ceja e inclinó la cabeza."¿Excitado? ¿Como si despertara curiosidad?"Nunca lo sintió cuando estuvo junto a jaune pero no es como si el causara una reaccion para empezar.
"Un poco así, sí. Excepto que significa que tu cuerpo se está excitando por algo que le atrae".
"Bueno, me siento raro y me cuesta conciliar el sueño. ¿Se supone que debo hacer algo al respecto?"
Five se había sentido nervioso si no hubiera lidiado con cosas mas absurdas que un amorío joven, pero tenía que seguir adelante.
"Bueno..., hay una manera de deshacerse de eso. La forma más sencilla en que puedo sugerir es que tocas donde la sensación es más fuerte y sigues haciéndolo hasta que te sientas bien. Luego se calma.
Penny miró a five sin comprende del todo y five no queria explicar con demasiado detalle..
"¿No te pareció suficiente eso?"
"¿Puedes enseñarme cómo se hace?", preguntó Penny, mientras se agachaba y tiraba de la piel que había sobre su vagina para intentar abrirla y echar un vistazo. "¿Qué es ese punto del que estás hablando?".
Five se movió rápidamente para detenerla, su rostro estaba increíblemente sonrojado.
"¡Te lo mostraré! Solo que... realmente no creo que sea apropiado que te lo demuestre, así que ¿qué tal si lo hago yo mismo y tú puedes seguir mi ejemplo? ¿De acuerdo?"
Penny se sentó y miró a Five con una sonrisa enorme.
ADVERTENCIA SUCULENCIA ESCENAS PARA MOYORES.

Ahora ambos en la recamara five, se habia despojado de su uniforme al igual que penny.
Five sos tuvo a penny mientras alineaba su polla con su coño, empapado y más resbaladizo que nunca, el le declaró suavemente. "Yo haré todo el movimiento".
Su primera embestida la había llenado por completo, su pasaje había quedado tan lubricado que Penny no pensó que pudiera haber sido de otra manera.
El dolor y el placer florecieron al mismo tiempo, su coño era tan sensible al movimiento, al estiramiento. Su espalda se arqueó y sus caderas se elevaron mientras abría la boca en algo que era una mezcla entre un gemido de placer y un grito angustiado.
"¡ ¡Ghaaaaaaaaaargh!! "
Su garganta protestó mientras five susurraba y acariciaba su cabello.
"Descuida lo hare lento. Quiero que tu tambien disfrutes de esto".
Las embestidas de five fueron superficiales al principio, lentas. La cabeza de su pene rozó la entrada de su cérvix con rápidos golpes mientras se adentraba y salía de su coño. Sus manos frotaron de arriba a abajo la parte posterior de sus muslos, disfrutando de la sensación de su piel y de la vista de sus pies balanceándose en el aire mientras la mecía.
"Tus reacciones son tan hermosas, Penny "dijo entre respiraciones". Y me aprietas tan bien. Tan mojada.
Ahora sus ojos estaban puestos en sus tetas, contemplando cómo rebotaban con cada embestida.
Cada embestida era como un rayo, su cuerpo actuaba por voluntad propia para devolver cada una de ellas, aunque sentía el dolor en el coño y el cansancio en la espalda, la protesta de los músculos de sus muslos al estirarse. Pero el dolor y el placer se confundían para ella ahora, y de todos modos había eyaculado para el disfrute de ambos, sus jugos corriendo por su trasero antes de unirse al charco debajo de ella en la cama.Los movimientos de five comenzaron a cambiar, sus caderas se alejaron aún más antes de empujar con fuerza dentro de ella. Cada uno la empujó más hacia abajo en la cama mientras el impacto de la cabeza de su pene al final de su túnel le envió una sacudida de dolor placentero que le arrancó otro grito.
Sus rodillas ahora estaban contra sus pechos, aplastándolos y creando un hermoso valle para que ife pusiera su cara. Los dientes mordisqueaban sus pezones entre embestidas y algún mordisco ocasional adornaba la carne de sus tetas con pecas..
Los dedos de la mano de Penny le sujetaron por la espalda impidiendo que se alejara demaciado..
Sus embestidas se estaban volviendo violentas ahora, su polla se retiraba casi por completo antes de golpearla, más de ella tratando de entrar a la fuerza ya que ella realmente no podía tomarlo todo en su coño. Las caderas subían y bajaban sobre ella como martillos neumáticos, finalmente haciéndola sentir aplastada bajo el peso nada despreciable.
"Me… me gusta , five. "No podía ver, sintió que sus ojos se ponía en blanco. Sus manos alrededor de su espalda se apretaron con fuerza con la necesidad de apoyarse contra algo—. Me gusta tanto … Tanto, tanto … ¡Hnggaaaaaaaaah ! ¡ME CORRO!
Como anteriormente, un rayo la recorrió mientras se corría, su coño chorreaba jugos por todo su cuerpo y por todo su cuerpo. Su dolorido pasaje se apretó con fuerza alrededor de él, rogándole que se corriera mientras él continuaba embistiendo dentro de ella.
No, él había comenzado a empujar con más fuerza, ahora empujándose hacia abajo en lugar de simplemente dejar que la gravedad hiciera el trabajo, cada golpe en su cérvix ahora intensificaba y prolongaba su orgasmo. Débilmente, sintió que él mordía sus tetas otra vez, algo que parecía fuego irradiando de la sensación.
" ¡Hyaaa! ¡Oooooh! ¡Maa-Maaaaasssss ahh~!" Ella gritaba y jadeaba con cada golpe, cada uno más profundo que el anterior mientras él la empujaba hacia la cama y hacia lo que había estado trabajando con la forma en que la cogía.Fue con un último y fuerte empujón, donde retiró la cabeza de sus ahora magullados pechos, que consiguió lo que quería.Penny sintió que algo dentro de ella cedía cuando su pene se abrió paso hasta el cuello uterino y luego hacia el útero, la cabeza de su pene rozando todo el fondo de este mientras finalmente, finalmente , sentía que su pelvis rozaba la de ella. Su amor finalmente había tocado fondo.
Ella gritó.
El liquido de la chica brotó mientras toda de ella, se apretaba contra five, su cuello uterino lo agarraba con fuerza. Ella miró hacia abajo, sus ojos verdes observando la forma en que su abdomen se había deformado alrededor de la polla de five, el tamaño de esta reordenando sus entrañas.
Mientras tanto,five llegaba casi al limite. Envíalo a luchar durante días y volverá relativamente bien, hazlo hacer el amor con quien apreciaba y se cansará mas rapido.
"Puedo sentir tu útero envolviendo la cabeza de mi polla, Penny"dijo mientras disminuía la velocidad, jadeando". Tu cérvix no me deja salir de ti, me tiene en una llave de estrangulamiento. "Sus manos soltaron sus muslos, dejando que sus piernas cayeran a sus costados mientras comenzaba a empujar hacia adelante, iniciando pequeñas embestidas que mantenían su cabeza dentro de su útero mientras seguía estimulándolos a ambos. Five agarró sus pechos sintiendo su suavidad y la carne flexible..
Penny sentía placer mientras continuaba corriéndose alrededor de five. Su polla se sentía tan profundamente dentro de ella, tan adentro que era como si nunca pudiera sacarla. Estaba tan estirada que sentía que iba a estallar. Lógicamente, sabía que era solo porque su cuello uterino no estaba destinado a estirarse de esta manera fuera del diseño de su creacion, pero que era capaz de hacerlo.
La aproveché al máximo, extraje hasta la última gota de placer de su cuerpo.
"¡Ah ! ¡Ah! ¿ Se siente bien, five? "preguntó entre gemidos, capaz de pensar con suficiente claridad cuando no estaba al desborde de semen y él se lo tomaba con calma". Puedo sentirte dentro de mí, sentir tu tamaño en mi.
Ella extendió la mano hacia él y puso sus brazos sobre sus hombros mientras sus miradas se cruzaban.
El aliento de five era caliente, casi abrasador cuando la tocó. "Me encanta,Penny. Todo se siente tan bien".
Esta vez, él sacó más, la cabeza arrastrando las paredes de su útero antes de volver a entrar en su cuello uterino y salir antes de forzarse a entrar nuevamente y tocar fondo.
" ¡¡Gyaaaaaaaah!! "
Ella gimió ante eso. Era una sensación maravillosa.
"Tu coño me está masajeando la polla, mientras tu cérvix se aprieta contra mí. Y tu útero... Jeje. —Se apartó y volvió a empujar, disfrutando del grito de penny con una risa y un apretón de sus tetas.
Un par de horas después, Penny estaba sobre five. Se sentó sobre su miembro viril y empezó a dar pequeños saltos, sintiendo placer en la acción esto era algo nuevo para ella..
Five se movió con fuertes gemidos, incapaz de contenerse. La sensación del precioso coño de Penny apretandolo y estrujandolo era demasiado intensa para soportarla.
Penny se alejó con entusiasmo, moviendo la cintura a una velocidad cada vez mayor. Su rostro estaba cubierto de oreja a oreja con la sonrisa más amplia que jamás había lucido, su boca estaba completamente abierta mientras alternaba entre gemidos y jadeos enérgicos. Su cuerpo estallaba de excitación mientras se movía como un animal en celo.
"¡Esto... esto es increíble! "gritó llegando a su final.
No solo se sintió súper bien, sino que estaba más que emocionada de hacer esto con su persona favorita en todo el mundo.
"¡Te amo, Five! "declaró mientras continuaba rebotando sobre el..
"¡Yo también te amo, Penny! "el gimio en respuesta.
Los gemidos crecieron sincronizados. Penny se movió tan rápido como pudo físicamente mientras se miraban fijamente a los ojos.
Llegaron al clímax.
La vagina de penny exprimió el miembro de five, y los gemidos llenaban la habitación. El cuerpo de Penny se sacudió violentamente mientras la energía la abandonaba, lo que la hizo desplomarse lentamente sobre el cuerpo de five.
Con Penny acostada sobre el, apoyando la cabeza sobre su pecho, atravesaron las oleadas de intensidad decreciente del placer.Pronto, los únicos sonidos que se podían escuchar eran el regreso de una respiración jadeante.
"Wooow..." exclamó Penny suavemente en voz baja.
Five respondió levantando suavemente los brazos y colocándolos sobre la espalda de Penny. La envolvió con sus brazos y la abrazó con cariño.
Estos dos amantes permanecieron en silencio durante muchos minutos más, simplemente relajándose en la calidez reconfortante del otro, lo que dejó a Penny preguntándose cuál era la pregunta que five ya había respondido. La pregunta con la respuesta que parecía demasiado buena para ser verdad.
¿El amor y el placer siempre te hacen sentir tan cálido por dentro?

Finalmente, después de un tiempo que pareció eterno, Jaune vio cómo Penny y Five se apareaban juntos, abrazados, mientras la oscuridad de la noche los envolvía. El dolor se apoderó de él de una manera abrumadora, y finalmente, se dio cuenta de lo inevitable. Ya no podía competir. Ya no importaba cuánto lo intentara. Lo había perdido. Penny ya no estaba con él.
Jaune se retiró en silencio, sus pasos resonando en el frío suelo de la academia mientras la noche lo absorbía. No quería mirar atrás. Sabía que cualquier intento de regresar, de recuperar lo que había perdido, solo lo hundiría más.
Sin embargo, algo dentro de él le decía que las cosas no terminarían tan fácilmente. Algo debía cambiar dentro de él, algo que no podía resolver con rabia ni con llorar. Era hora de aprender a dejar ir.
Mientras tanto, en la base, Five no sabía que Jaune había estado observando. Pero sí sabía que las cosas no iban a ser sencillas. Cuando la quietud de la noche se apoderó de todo, Five se levantó y comenzó a caminar, su mirada fija y decidida.
Jaune no podía seguir interfiriendo en la vida de Penny. Five lo sabía muy bien, y ahora, se proponía asegurarse de que no intentara hacerlo.
En el silencio de la noche, apareció ante Jaune, sin previo aviso, como una sombra que surgía de la oscuridad. La presencia de Five era imponente, y la manera en que apareció ante él hizo que Jaune se tensara, temiendo lo peor.
"Jaune," dijo Five, su voz grave y fría, "te aconsejo que dejes a Penny en paz. Si vuelves a intentar interferir, te prometo que entenderás por qué el demonio de los sueños, Cthoggha, teme mi nombre."
La amenaza flotó en el aire como una verdad inquebrantable. Jaune, mirando a Five a los ojos, sintió una presión en su pecho, como si la gravedad del mundo entero estuviera cayendo sobre él. La autoridad de Five era aplastante, y a pesar de que Jaune intentó resistir la mirada, no pudo evitar temer por lo que podría suceder si desafiaba a ese extraño y misterioso joven.
"Te he advertido," dijo Five con calma, su tono implacable. "No hagas más daño a Penny. La próxima vez no seré tan amable."
Con un último vistazo, Five desapareció en la oscuridad, dejando a Jaune solo en la quietud de la noche. Jaune, finalmente entendiendo la magnitud de lo que había hecho, se quedó allí, inmóvil, sintiendo el peso de la pérdida más que nunca.
Todo había cambiado. Y con ello, las decisiones de cada uno de ellos comenzaban a forjar su propio destino.
La quietud de la noche había caído sobre la base de Five y Penny, y después de todos los eventos que los habían llevado hasta allí, algo había cambiado en el aire. Penny, aunque aún algo intranquila por todo lo sucedido, estaba más tranquila ahora que estaba cerca de Five. La separación de Jaune y la decisión que había tomado parecían cada vez más distantes, y la cercanía con Five le daba una sensación de consuelo que nunca había experimentado antes.
Esa noche, cuando las luces se apagaron y la oscuridad los envolvió, Five y Penny se quedaron en la misma habitación. Penny se acurrucó al lado de Five en la cama, buscando calor y seguridad. No estaba segura de lo que el futuro les deparaba, pero por primera vez en mucho tiempo, sentía que las cosas podrían estar bien, que había encontrado algo, o alguien, que realmente la entendía.
Días después, Five, finalmente, pudo reparar su brújula. Con las coordenadas finalmente correctas, el siguiente destino era claro: la Gran Biblioteca de Howard, una antigua instalación custodiada por uno de los personajes más poderosos del trono de kouha Profesor Howard, un enigmático ser que había sido mentor de Five en su viaje a través de las dimensiones y realidades.
El portal se abrió ante ellos, y con un suave zumbido de energía, Five y Penny fueron transportados a la gran sala de la biblioteca, una estructura monumental llena de estanterías que se extendían hasta lo más alto de su techo, cargadas con antiguos tomos y conocimientos de proporciones infinitas.
Sin embargo, no fueron los libros lo que captaron la atención de Penny, sino la figura imponente de un hombre que se encontraba en una esquina de la biblioteca. Era Vash, quien no parecía estar en su mejor momento. Estaba siendo reprendido con dureza por el Profesor Howard, y el ambiente se cargó con una energía tensa.
"¿Qué estás haciendo aquí, Vash?" inquirió Howard con una voz autoritaria y profunda, su mirada fija en su alumno.
Vash, en su característico estilo despreocupado, levantó una mano y sonrió nerviosamente, pero la reprimenda de Howard fue directa y sin rodeos. "Escapándote de una misión de alto riesgo… ¡Eso no es algo que un estudiante como tú pueda hacer!". La figura de Vash se encogió un poco, evidentemente avergonzado por la regañina.
Pero fue entonces cuando Vash notó la presencia de Five y Penny. Los ojos de Vash brillaron con sorpresa y curiosidad, pero no tuvo tiempo de preguntar mucho más antes de que Howard echara un vistazo a su pasado. En un abrir y cerrar de ojos, el Profesor Howard ya había visto lo suficiente. Era como si pudiera leer la historia de Five en un solo vistazo, sus decisiones y los eventos que lo habían traído hasta allí.
"Five", murmuró Howard, su tono ahora más suave pero igualmente firme, "parece que tus caminos han cambiado de forma bastante compleja."
Penny, algo nerviosa, se acurrucó detrás de Five, observando con cautela a Howard, quien tenía una mirada penetrante. Nunca antes había estado tan cerca de alguien con tanto poder, y la energía de su presencia la hacía sentirse pequeña. Sin embargo, la calma de Five parecía darle seguridad, como si no tuviera que temer nada mientras estuviera a su lado.
Entonces, Howard, observando a Penny, sus ojos se suavizaron por un momento. "Y tú," dijo mirando a Penny, "te he estado observando por un tiempo. Tu naturaleza es especial... no humana, pero aún llena de potencial. ¿Te gustaría convertirte en una humana de verdad, Penny?"
Penny parpadeó, completamente sorprendida. La idea de convertirse en humana nunca había cruzado su mente de esa manera. Aunque ya era una androide avanzada con emociones complejas, la posibilidad de ser completamente humana la desbordaba. ¿Sería eso lo que realmente quería?
Se sonrojó al pensar en ello, su rostro cubriéndose de un suave color rosado. Five, al escuchar la oferta, también se mostró incómodo. La idea de una familia con Penny era algo que le desconcertaba. No sabía cómo reaccionar, y se limitó a toser levemente, eligiendo no responder directamente.
Antes de que Penny pudiera decir algo, Vash, quien había estado observando en silencio, rompió la tensión con su característico tono sarcástico.
"¡Yo quiero ser el padrino de la ceremonia!", exclamó con una gran sonrisa, pero justo cuando avanzaba para acercarse a ellos, un tentáculo apareció del brazo de Howard, lanzando a Vash al suelo. "¡Aún estás castigado por haberte escapado, Vash!" dijo Howard entre dientes, mientras su rostro mostraba una leve sonrisa maliciosa, pero también cierta indulgencia. A pesar de las reprimendas, había algo de afecto en su tono.
Penny, aún nerviosa por la situación, miró a Five. Se sentía cada vez más confundida por lo que sucedía, pero también algo más emocionada. Las palabras del Profesor Howard tocaban algo profundo en su interior. ¿Realmente quería ser humana? ¿Podría encajar en ese mundo?
"¿Te gustaría, Penny?" preguntó Five, finalmente, rompiendo el silencio. Su mirada era seria, pero también llena de una fragilidad que solo Penny podía notar.
"Creo que sí," susurró Penny, sin estar completamente segura, pero sintiendo que podría ser el siguiente paso hacia una vida con Five.
Howard, con una ligera sonrisa, observó la interacción entre ellos. "Si eso es lo que deseas, entonces lo haré. Pero recuerda, Penny, ser humana tiene su precio. No será fácil." Luego, se giró hacia Five, dándole una ligera mirada de aprobación. "Si te decides, estaré aquí para ayudarte, pero debes entender lo que esto significa."
Con la oferta en el aire, Five y Penny se quedaron en silencio por un momento, pensativos. El futuro seguía siendo incierto, pero al menos ahora tenían un propósito más claro. Mientras se retiraban a descansar en una habitación privada dentro de la base de Howard, Vash seguía pidiendo piedad, su voz resonando en el pasillo.
"¡Lo siento, lo siento! ¡No volveré a escaparme! ¡Piedad, profesor! Espera que esa pócima y porque hay tentáculos!!!!! no Profesor no llame a Mo-chan noooooooooo" sus gritos llenaban el aire, y Penny no pudo evitar sonreír ligeramente por la escena que se desarrollaba fuera de su puerta.
Five, aunque algo incómodo, la observó. "No te preocupes por Vash. Está acostumbrado." A pesar de todo, la tranquila sonrisa de Penny hizo que se sintiera un poco más relajado.
Mientras ambos se acurrucaban en la cama, el silencio los envolvía, pero también un entendimiento tácito de que el viaje no había terminado. Había mucho más por descubrir, tanto en el pasado como en el futuro.
El mundo estaba lleno de posibilidades, y Penny y Five, ahora más cerca que nunca, tenían el futuro por delante, con un camino por recorrer lleno de incertidumbres, pero también de un propósito renovado: construir algo nuevo, algo que ni siquiera ellos podían prever.
La historia de Penny y Five apenas comenzaba.
Epílogo: Un Nuevo Comienzo
El sol se estaba poniendo lentamente en el horizonte, tiñendo el cielo de un suave tono naranja. Penny caminaba junto a Five a través de un paisaje vasto y desolado, donde las sombras de las antiguas ruinas se alargaban por el suelo. Estaban en una misión, cazando perros de Cíndalos. Aunque la misión era peligrosa, la confianza que tenían el uno en el otro hacía que cada paso que daban juntos fuera más seguro. Penny, con el uniforme de combate ajustado a su cuerpo, llevaba una ligera sonrisa en el rostro mientras se mantenía cerca de Five. La misión, aunque difícil, no era lo único que había cambiado en sus vidas.
Con el paso del tiempo, ambos habían crecido y madurado en su relación. El amor entre ellos se había forjado en las batallas, las dificultades y las decisiones difíciles que tomaron juntos. Penny ya no era la joven androide perdida que buscaba su lugar en el mundo. Ahora tenía una razón clara para vivir, un futuro lleno de amor y propósito.
Mientras caminaban, un pensamiento recorría la mente de Penny. Miró a Five, quien caminaba a su lado, confiado y seguro. Era un hombre tan diferente a Jaune. Al principio, había creído que Jaune era la persona que llenaría su vida, la que le daría todo lo que necesitaba: amor, atención, comprensión. Pero con el tiempo, algo en su corazón le decía que no era suficiente. Jaune la ignoraba, la dejaba sola. Su relación nunca fue lo que Penny soñaba.
Y entonces apareció Five.
Five no era perfecto, pero era sincero y genuino en todo lo que hacía. Aunque al principio Penny no entendía sus acciones o sus pensamientos, con el tiempo había llegado a ver que era alguien en quien podía confiar por completo. Five nunca la dejó sola, siempre estaba allí, dispuesto a ayudarla, a cuidarla, a protegerla. Su relación no estaba construida sobre las expectativas de perfección, sino sobre el respeto mutuo y el amor real.
Jaune parecía un recuerdo lejano, una parte de su vida que no había funcionado. Pero había tomado la decisión de dejarlo atrás, de seguir adelante con Five, el hombre que la había aceptado tal y como era, que la había cuidado y mostrado un amor auténtico. Y ahora, con un hijo en camino, Penny sentía que había tomado la decisión correcta. Se sentía feliz y en paz.
Five, por su parte, estaba más feliz de lo que se atrevía a admitir. Aunque no era un hombre dado a las demostraciones de emoción, había algo en su rostro que brillaba cada vez que miraba a Penny. Él también había cambiado. Había encontrado no solo a una compañera, sino a una familia. Su amor por Penny era profundo, algo que nunca había esperado sentir, pero ahora no podía imaginar su vida sin ella a su lado.
En una pausa durante su misión, mientras se refugiaban bajo las sombras de una antigua estructura, Vash apareció de repente, su sonrisa tan despreocupada como siempre. Se acercó a ellos, con un brillo travieso en los ojos.
"¡Vash!", dijo Penny, con una risa suave, mientras se acariciaba el vientre. "¿Qué haces aquí?"
"¿Qué? ¿Pensaban que me iba a quedar atrás?" Vash respondió con su habitual tono confiado. Luego se giró hacia Five, haciendo una reverencia dramática. "Bueno, he venido por una razón importante."
Five lo miró con una ceja levantada, sabiendo exactamente lo que iba a decir. "No me digas que quieres ser el padrino de mi hijo, Vash," dijo con un suspiro.
"¡¿Por qué no?!", exclamó Vash con una sonrisa amplia. "Yo soy la opción perfecta, ¿verdad?" Pero antes de que pudiera continuar, Profesor Howard apareció detrás de él, cruzando los brazos y mirando a Vash con una expresión de desaprobación.
"Vash," dijo Howard en tono serio, "¿qué has hecho esta vez?"
Antes de que Vash pudiera responder, Howard lo sujetó en una llave, levantándolo del suelo con facilidad. "Sabes perfectamente que escaparte con Quetzalcoatl a esas fiestas no es precisamente un comportamiento adecuado para un miembro de Lost Kain."
Vash, haciendo todo lo posible por mantener su compostura, gritó: "¡Profesor! ¡Es solo un poco de diversión! ¡No seas tan serio!"
Pero Howard, sin soltarlo, miró a Penny y Five con una sonrisa irónica. "Lo siento, pero tengo que poner orden aquí. Y por favor, no me hagan preguntas sobre Vash siendo padrino. No estoy seguro si ese sería un buen ejemplo."
Penny se rió suavemente ante la escena, mientras acariciaba su vientre con ternura. "Creo que es lo mejor," dijo, sonriendo. "Pero gracias, Vash."
A pesar de las bromas y el caos que Vash siempre traía consigo, Penny sabía que esta era su nueva familia. Se sentía completa, en paz, sabiendo que había dejado atrás el dolor del pasado y había encontrado un futuro lleno de amor y aventura.
Five la miró con cariño, sus ojos suaves pero firmes. "Vamos a hacer esto bien," murmuró, mientras tomaba su mano, y juntos, avanzaron por el terreno, listos para enfrentarse a cualquier cosa que les esperara.
Mientras el cielo se oscurecía, las estrellas comenzaban a brillar, y el sonido de los perros de Cíndalos resonaba en la distancia. Penny sonrió al pensar en el futuro que construían juntos, un futuro lleno de esperanza, lleno de posibilidades, y sobre todo, lleno de amor.
Había encontrado su lugar. Había encontrado su familia.
Y, por primera vez en mucho tiempo, todo estaba bien.