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Capítulo 1.7: Cansancio

Pasamos las puertas del reino sin pagar el peaje dado que íbamos escoltadas por los caballeros reales, fuimos primero por la señora Alicia que se encontraba en el mismo lugar en donde la habíamos dejado, mejor dicho, donde Mira y Akio la dejaron.

"Akio", dijo la señora Alicia, "Mamá", contestó Akio y abrazó a su madre corriendo hacia ella.

"Estaba muy preocupada por ustedes, es un alivio que estén a salvo las dos", dijo mientras le daba un fuerte abrazo a su hija.

Me las quede mirando evitando intervenir en este momento, pero, realmente ya casi no puedo estar en pie, me costaba mucho respirar ya.

"Señorita Emily, ¿Cree que podríamos darnos prisa?", preguntó el caballero real tras de mí, "Entiendo", le dije y esperé unos momentos más.

"Akio", le dije mientras le hacía señas de que teníamos que irnos.

"Cierto", dijo Akio recordando lo que teníamos que hacer, "Mamá, acompáñanos a ver al Rey de este reino", le dijo como si no fuera nada.

"¡He!, ¿Al Rey?, ¿Por qué?", preguntó la señora Alicia confundida, "Por que Emily, por así decirlo, derrotó a una gran horda de monstruos ella sola y tuvo un corto enfrentamiento cara a cara con el Rey Demonio", le dijo con la voz un poco alta, lo suficiente como para las personas de alrededor la escucharan.

"Akio…", dije y la miré un poco incomoda mientras me rascaba la parte trasera de mí cabeza, toda la gente alrededor de nosotras comenzó a susurrar cosas, incluso los caballeros.

"¿Es eso cierto?", preguntó el caballero real tras de mí, "Si", le contesté sin voltear a verlo, no quería que eso se supiera, "Entonces, con mayor razón debemos ir a ver al Rey", dijo aquel caballero.

Rayos, quería mantener en secreto mi encuentro con el Rey demonio, pero, no queda de otra Akio a veces es torpe.

Nos fuimos del lugar junto con la señora Alicia escoltadas por los caballeros reales.

Llegamos en una carreta impulsada por lo que parecían caballos.

La puerta del frente del castillo era inmensa, pero, más inmenso era el castillo en sí, podía pasar varias nubes arriba de nosotros.

Entramos dentro del mismo escoltadas por 2 caballeros reales nada más, los pasillos se extendían hasta donde la vista podría dar, eran tan anchos que creo que un tanque militar podría pasar en ellos y aún así quedaría algo de espacio.

En fin, después de pasar por pasillos muy largos, y elegantes, llenos de cuadros con pinturas de paisajes, de la familia real, llegamos a la sala en la que el Rey nos atendería.

Todo se veía exactamente igual que en el mundo Beta, imagino que algunos drones de escáner pasaron accidentalmente hacia este mundo y escanearon lo máximo posible a una precisión increíble, pero bueno.

Nos inclinamos las tres frente al Rey a manera de respeto.

"Preséntense", dijo el rey, "Mi nombre es Emily, la joven a la derecha de mí se llama Akio, y la señora a mi izquierda se llama Alicia, es la madre de Akio", contesté en voz alta.

"Entonces, Emily, ¿Es cierto que derrotaste a todos los monstruos tú sola y que enfrentaste al Rey demonio unos instantes?", pregunto el Rey con su atención total hacia mí.

Preguntó el Rey, el cansancio que sentía era demasiado inmenso como pare seguir aquí, mis piernas, mis brazos, todo me tiembla.

"Sí, lo hice yo", contesté aún de rodillas, "De pie por favor", dijo y me levanté dándole la cara a duras penas.

"¿Cuál fue tu razón para acabar con los monstruos?", preguntó muy interesado, estuve pensando muy bien en lo que diría en este momento.

"No hubo una razón en particular, estaba buscando algo que se me había caído momentos antes por ese lugar y me topé con ellos", le dije esperando que se lo creyera.

"¿Y por qué estabas en ese lugar antes de perder este objeto?", preguntó vacilante de mi respuesta.

"Me encontraba practicando un hechizo en el cual he estado trabajando mucho", le dije mientras moría de agotamiento, pero intenté mantener la compostura por completo.

"Entiendo, ¿Qué tipo de hechizo es el que estaba trabajando?, pregunto curiosos mientras me miraba fijamente.

"Lo llamo "Carmesí Destrucción", un hechizo el cual utilicé para acabar con los monstruos, consiste en situar a tu alrededor cientos de masas de energía y hacerlas estallar una por una o todas juntas", le dije sin mentir, siento que me voy a desmayar.

"Suena muy poderoso, ¿Le gustaría mostrarnos ese hechizo?", pregunto interesado.

"Me encantaría, pero agote mi poder mágico utilizándolo y enfrentando al Rey demonio", le dije para que se olvidara de ver en acción el hechizo ya que no puedo ejecutarlo a parte de que podría caer en cualquier momento, si llego a sacar a Astral en este momento quien sabe que pasará con mi cuerpo al acabar.

Imposible, ya no puedo seguir más.

"Es una pena, entonces, díganos, ¿Cuál fue el hechizo que utilizo para generar junto con el Rey demonio tales cráteres a las afueras de mi reino?", prosiguió con las preguntas.

"Es un hechizo que llamo "Nova", consiste en crear una explosión igual a la que haría una estrella al morir, pero, la magnitud de la explosión que resulta sólo representa el 0.0001% del daño real de una Super Nova", le conteste con la verdad, a estas alturas y con el cansancio que tengo no me queda de otra más que terminar rápido para poder descansar.

"Que curioso es ese hechizo, pero, la cantidad de magia que usted necesita para realizar dichos hechizos debió de ser descomunal, ¿Cierto?", preguntó el rey muy vacilante.

Voy a caer.

"Es correcto", contesté dado que es cierto.

"Entonces, ¿Cómo es que usted puede seguir en pie después de realizar tales hechizos sin sufrir algún efecto secundario?, creería que pueda seguir bien y un poco de pie si fuera de la nobleza, pero, su nombre y apariencia no es conocida por nadie aquí", dijo remarcando un punto muy importante.

"No se crea su alteza, incluso en este momento yo…" dije y de pronto mi cuerpo alcanzó su límite mi visión se tornó borrosa y caí inconsciente al suelo.

"¡¡Emi!!", escuché gritar a Akio y todos alrededor de nosotras se comenzaron a mover, maldición, no podré protegerlas por un tiempo, dije y sucumbí ante el agotamiento.