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Capítulo 1.3: Confianza

Mientras estaba en mi habitación recordé que vi un atuendo un poco peculiar en mi maleta, procedí a sacar todo y examinar 1 por 1 las cosas que traía.

Por ahora la pistola y el cuchillo los dejaré dentro de la maleta.

Hay varios atuendos muy lindos y muy caros al parecer, aunque parecieran atuendos muy delicados parecían realmente resistentes.

Seguí hurgando entre mis cosas hasta que.

"Aquí está, el traje que me llamaba la atención", dije en voz alta.

Parece ser un conjunto completo, camisa manga ¿mediana?, ¿Por qué esta camisa solo tiene manga hasta la mitad? Qué raro, bueno no puedo darle muchas vueltas a eso, también hay un chaleco color violeta rojizo, hay una falda de color violeta azulado, unas medias de color negro, y unas botas de color negro, también hay una pistolera y la funda de un cuchillo.

Me puse aquel conjunto, era suave, pero, a la vez extremadamente duro, me lo puse y mire al espejo, "Ooooo me queda muy bien", dije para mi sorprendida, pero creo que es normal, aun que pesa un poco, no tengo ni idea de porqué, pero bueno, también me puse la pistolera, al parecer va en la pierna, igual que el cuchillo, volví a observarme en el espejo, "Me veo muy bien con esto", dije en voz alta, probé a hacer algunas poses, y me veía tan genial, esto es perfecto, me veo grandiosa.

Escuché un par de pasos dirigirse hacia mi cuarto

"Emily, ¿quieres jugar en mi cuarto?", pregunto Akio y abrió la puerta repentinamente, en ese momento estaba haciendo una pose y sostenía el cuchillo y la pistola con mis manos.

Un silencio muy incómodo se presentó en la habitación por un tiempo prolongado y Akio fue la primera en hablar, de manera desconcertada.

"¿Esas son?", preguntó Akio algo desconcertada.

"¿M-me creerás si te digo que son falsos?", dije tímidamente mientras temblaba un poco por el miedo.

"Emily, esas, ¿Son de verdad?", Preguntó Akio mientras enfocaba su mirada hacia mis armas.

Mientras Akio me preguntaba eso, me surgieron mil preguntas, ¿Qué hago?, ¿Le digo?, si le digo, ¿Qué pensará?, si no le digo, ¿Qué pensará?, ¿Qué es lo que debería hacer en estos momentos?, ¿Me creerá alguien raro?, ¿Qué le pasará a nuestra amistad que acabamos de formar?, estaba asustada, apenada, pero sobre todo nerviosa, mientras todas estas y más preguntas golpeaban mi cabeza, recordé algo, "Sabes, la clave para hacer verdaderos amigos, es la confianza, también en cualquier relación si no hay confianza no hay relación, sin esto, serían unos completos extraños, ¿no lo crees?".

Después de que este recuerdo golpeara mi cerebro, trague un poco de saliva y comencé a hablar.

"Verás Akio, no te mentiré, somos amigas y entre los amigos debe de haber confianza, son reales como puedes ver, pero no recuerdo cuando las obtuve", le dije temiendo que pensara algo malo sobre de mí, cerré mis ojos por un momento.

"Increíble", dijo Akio con ojos de estrellita, "No puedo creer que tengas armas reales, me quedo pasmada, pero, tengo algo que confesarte", agregó tímidamente.

"¿Qué tienes que confesarme?", pregunté ingenuamente.

"Vamos a mi cuarto primero", dijo y me tomo de la mano llevándome a su cuarto.

Tiene algo que confesarme en su cuarto, pero no creo que haya algo más impactante que esto, pensé mientras entrabamos en su cuarto.

Nos sentamos en el suelo y me comenzó a hablar.

"¿Recuerdas las armas que están en esa pared?", me preguntó señalando la pared, "Si, las recuerdo", le contesté asintiendo.

"¿Nunca tocaste una verdad?", volvió a preguntar, "No, solo las miré", le dije.

Akio se levantó y tomo una de la pared y me la dio, "Mira, agarra esta", dijo poniéndola en mi mano.

"Genial una M1911A1, Es una réplica, ¿cierto?", pregunté mientras miraba detenidamente el arma.

Hubo un momento de silencio que Akio rompió, "No, es de verdad", dijo vacilante mente.

Sabía por su tono de voz y también por su mirada que lo que me decía era la verdad, pero, una vez más, me golpearon muchas preguntas, ¿Cómo las consiguió?, ¿Cuándo las consiguió?, ¿Dónde las consiguió?, ¿Con quién las consiguió?, pero, primero dejaré que me explique lo que considere necesario.

"Sé que tendrás mil preguntas que hacerme, pero primero, te explicaré todo", dijo y la comencé a escuchar atentamente.

"¿Has notado que mi padre no está en esta casa?", preguntó, "Si, lo note, pero no he querido preguntar, siento que puede ser algo descortés", lo dije con un todo descendente.

Mayormente cuando no se encuentra el padre dentro de la familia es por un problema o por algún accidente, puede que esté trabajando, pero, dada esta situación es muy improbable, pensé y di una mirada melancólica.

"Bueno, la razón es que, mi padre era un agente militar, entrenado para ser un mercenario que realiza misiones encubiertas, por el trabajo de mi padre es que hay tantas armas aquí, pero, estas son pocas comparadas con las que tiene en un lugar especial, nunca me dijo dónde estaba y él murió hace 2 años en una misión, la persona que la contrataba nos da dinero para conseguir recursos y pagar la casa en la que vivimos, ya que mi padre era un excelente trabajador, era amigo de la persona que lo contrataba y cumplía sus misiones al pie de la letra, cuando murió, él se sintió muy culpable, por eso vivimos sin preocupaciones por ahora", me explicó Akio confiándome su situación personal.

"Ya veo, tu vida ha sido complicada", le dije melancólicamente.

Unos segundos de silencio inundaron el lugar.

"Si, pero lo que pasó, pasó, y no se puede hacer nada para cambiarlo", dijo Akio,

Ella… realmente es fuerte.

"Si", le dije y una tristeza me abrazó en cuanto dijo eso, tal vez lo hizo para aparentar ser más fuerte, pero, no sé porque comprendo lo que dice, y por eso me doy cuenta que decir eso no es símbolo de que ella haya superado lo que pasó, debe estar sufriendo mucho por dentro.

El ambiente se puso demasiado incomodo, muy tenso.

"Dejando de lado eso, la ropa que tienes se ve muy Cool, te sienta muy bien", dijo mientras me observaba atentamente.

"Muchas gracias, estaba en mi maleta y quise ponérmela", le contesté mientras me miraba.

"Incluso vi que estabas haciendo poses, fue muy gracioso", dijo Akio y soltó una pequeña risita, "Olvida eso por favor, es muy vergonzoso", le dije y sentí mi cara un muy caliente.

"Claro que no lo olvidaré Ja, ja, ja, oh tu cara parece un tomate Ja, ja, ja, ja, ja", dijo riéndose a carcajadas.

"Cielos Akio", dije y sentí mi cara más caliente.

Siento mucha vergüenza, debí no haber intentado esas poses para no tener que pasar esto.

"Entonces, ¿Qué quieres hacer ahora?", dijo mientras se recuperaba de la risa.

"No lo sé, ¿Tienes algo en mente?", le pregunte curiosamente.

"¿Qué tal si espiamos las calles?", me contestó, ¿Espiar las calles?, ¿A qué te refieres?, le pregunté ingenuamente.

"Vamos", dijo, se paró y me tomo de la mano otra vez y me llevo con ella.

"Okey", dije y la seguí.

Bajamos las escaleras y fuimos al pasillo pequeño a la derecha, al fondo había dos cuartos.

Entramos a uno de los cuartos, estaba muy oscuro, tenía un aura tenebrosa, llegamos a un ducto de ventilación, lo atravesamos, parecía un laberinto, pero, Akio sabía el camino al parecer, al salir de él, llegamos a un cuarto con muchas pantallas de computadoras y pantallas colgadas, la única iluminación dentro del cuarto, era la luz que provenía de las pantallas, no había ni una sola ventana, literalmente, la única forma de entrar era el ducto de ventilación, por el que venimos aparentemente.

"¿Qué es todo esto Akio?", le pregunté mirando por todo el cuarto.

"¿Recuerdas que te dije que había un lugar especial en el que mi papá tenía sus armas?, dijo volviéndose hacia mí, "Si", le contesté mientras seguía mirando.

"Pues, hace un año encontré un acertijo en un lugar de mi casa, al resolverlo acabé aquí, dentro de este cuarto había otro acertijo, pero no he podido resolverlo, mira", dijo y me enseñó un trozo de papel el cual tomé.

Decía lo siguiente: [Soy la luz que hará brillar tus noches más oscuras, en mi fortaleza y confianza encontrarás, y seré la persona más importante para ti en la vida además de la que pasará el resto de su vida creyendo en ti]

"Mmmm parece muy complicado", dije mientras lo razonaba.

"Si, llevo medio año intentando descifrar el mensaje, ¿Cuál crees que sea la respuesta Emily?", preguntó mirándome a los ojos.

"Pues… por lo que parece, es una persona o un objeto creo yo", le dije y me puse un poco nerviosa mientras me miraba.

"Lo sabía, tiene que ser uno o el otro, pero, la pregunta es, ¿Qué cosa es? o ¿Quién es?", preguntó mientras se rascaba un poco su cabeza.

"Puede ser… ¿Un novio?, pregunté desviando la mirada.

"Puede ser, pero nunca he tenido uno", dijo Akio sin inmutarse.

"Mmm que complicado", dije mientras me quemaba la cabeza con eso.

"Si, por eso lo deje, por más que pensé en que podría ser, no mas no llegue a nada", dijo mientras miraba el papel.

"Que mal", dije entregándole el papel.

"Si, dejando eso de lado, esto era lo que quería mostrarte, cada una de las pantallas que ves, le llega la transmisión de una cámara de seguridad al parecer, están repletas por todo el distrito y puedes observar muchas cosas, como a los monstruos", dijo y se sentó frente a las pantallas del centro y las comenzó a observar.

"Es increíble, a través de estas cámaras, ¿Has visto a otras personas en las calles?", pregunté un poco preocupada.

"No, no he visto a ninguna persona desde la vez que llovió y pusimos las tablas, ese día pude ver a varias personas, pero después ya no vi a nadie más", dijo tristemente.

"Ya veo, es una pena", le dije tristemente, "Ahora que se me ocurre, ¿Por cuánto tiempo has estado viendo las calles con monstruos de manera seguida?", le dije lo que se me vino a la mente.

"Alrededor de 16 horas seguidas, ¿Por qué?", dijo volviéndose hacia mí.

"Es mucho tiempo observando, pero dejando eso de lado, ¿Cuántas de las 16 horas has visto a los monstruos estar en las calles?", le pregunté teniendo esperanza en que en algún momento ellos no estuvieran.

"Las 16 horas seguidas, están repletos por todos lados, pero, en todo el tiempo que estuve, nunca vi que desaparecieran de las cámaras los monstruos, ni un solo minuto, además no hacían nada más que patrullar las calles", dijo pensativa mente.

"Eso sí que es un problema", le dije y me quedé penando en lo último que me dijo.

"Se supone que hay militares, policías, y sin embargo no he visto a ninguno, tal vez esto no sea solo aquí, y sea a escala mundial, pero, es muy descabellado, ni si quiera un sonido de que estén combatiendo a los monstruos, no entiendo por qué", dijo Akio muy preocupada viendo las pantallas fijamente.

Y tiene razón, si existe la seguridad, entonces por qué no se ocupan de ellos.

Estuvimos un rato más observando las pantallas y regresamos por dónde venimos, platicamos un poco más y regresamos a nuestras habitaciones.

Me pregunto si abra una manera de salir de aquí y regresar a Okinawa para encontrar a mi familia y que me expliquen mi pasado.

Tengo que aclarar mi mente, si no, no podré dormir esta noche.