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Vagando por Terumi, Shiro pasó todo el tiempo entreteniendo a Attie y llevándolo a lugares que serían de su interés.
Durante este período, también se había dado cuenta de que su nivel subía varias veces, indicándole que Lisandra estaba limpiando mazmorras con el resto del grupo.
Por supuesto, para evitar problemas, Shiro se disfrazó a ella misma y a los tres espíritus para que parecieran una familia discreta que estaba teniendo un día relajante.
—Oye, ¿deberíamos comprarle algo de ropa a Attie? Todo lo que tiene es lo que se solidifica de su fuego y tus disfraces —preguntó Nimue mientras jugaba con Atesh.
—Mmm… quizás. Vamos a buscar una tienda de ropa para él entonces. Sería bueno si tuvieran tela monstruosa para que no se rompa —asintió Shiro con la cabeza mientras hacía una búsqueda rápida de una tienda cercana que vendiera lo que querían.
Encontrando tres tiendas que cumplían con sus requisitos, comenzaron a abrirse paso a través de cada una de ellas.
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