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Capítulo 63 - Daredevil en apuros

"Mi nombre es Ixchel, la diosa maya de la luna." Cuando Aegon escuchó su nombre perdió todo interés en cualquier propuesta que podía tener la diosa frente a él. Al final del día solo Asgard y Olimpo podían llamar su atención.

"Aegon." Se presentó. "¿Y bien cuáles son esas propuestas? Desde ahora te digo que no tengo ningún interés en unirme a un panteón."

"Aun no escucha cual es mi propuesta y los beneficios que podrías obtener." De propuestas a propuesta, el verdadero objetivo de su aproximación era buscar la manera de traerlo a su panteón. Era justo como la hechicera suprema le había advertido.

"Eres un dios sin hogar, solo y un novato en lo que a ser un dios se refiere. Mi panteón puede ofrecerte un hogar con una buena posición. Estoy segura que podemos llegar a un arreglo." Cada vez la diosa era más seductora.

La siguiente media hora consistió en Ixchel explicándole a Aegon porque era una buena idea aceptar su propuesta, pero Aegon lo único que podía escuchar era bla bla bla. Él ya estaba predispuesto para este tipo de conversación. Tal vez estos dioses eran poderosos, pero por lo poco que él sabía de los dioses en Marvel, solo Asgard y Olimpo llamaban su atención.

No tenía ningún problema con la parte donde bellas diosas venían a meterse en su cama buscando quedar embarazadas por un joven dios, él era capaz de decidir si eso ocurría o no, así que podía utilizar los deseos de ellas para satisfacer los de suyos. Pero unirse a un panteón y uno como el maya del que pensaba no merecía su atención en lo absoluto, era absurdo.

Aegon estaba a punto de bostezar aburrido de escuchar a la diosa hablar cuando vio como ella había rodeado su cuello con sus brazos y era bastante obvio lo que buscaba. "Supongo que la noche aun es joven."

[HORAS DESPUÉS]

Aegon yacía acostado en la azotea de un edificio con Ixchel completamente desnuda sobre él. Tenía que decir que esta era una de las mejores decisiones que había tomado, la experiencia de una diosa era muy valiosa. De no ser por su posición como dios del sexo Ixchel hubiera acabado con él.

"Esta ha sido una buena experiencia, eso lo admito."

"No podría estar más de acuerdo contigo, no hubiera imaginado que eras un dios del sexo, suprimes tu divinidad bastante bien haciendo imposible determinar de que eres dios. La diosa comenzó a besarlo. Este será nuestro pequeño secreto, sería terrible si mi esposo se entera."

Ahora Aegon recordaba algo en lo que los dioses eran bastante buenos, ser infieles. "Entonces mantengámoslo en secreto así podremos repetir en otra ocasión."

"Ahora que serás uno de nosotros creo que te estaré visitando muy a menudo."

No gustándole a donde iba la conversación se levantó dejando caer a Ixchel. "Creí haber dejado claro que no tengo ninguna intención en unirme a un panteón."

"¿¡Estás bromeando!?" A la diosa no le gustaba que el chico no estaba siendo persuadido incluso después de que ella se acostara con él.

"En lo absoluto." Antes de que Ixchel dijera algo poderosas llamas brotaron del cuerpo de Aegon dejando que se mostrarse su divinidad como dios del sol. "Espero que no hagas nada tonto, ni tú ni tus compañeros o simplemente me uniré a un panteón que esté dispuesto a erradicarlos a ustedes."

En otras circunstancias la amenaza no sería tomada tan en serio, pero esta vez cierto panteón podría estar dispuesto a aceptar tal proposición con tal de elevar su fuerza. Y no solamente se trataba de un dios del sexo, también era un dios del sol, una de las divinidades más poderosas.

La amenaza de Aegon le serviría para hacer que muchos dioses que estaría conociendo se retiraran sin causar problemas para él, pero no sería así con 2 panteones en particular.

Ixchel volvería en otras ocasiones incluso después de darse cuenta que no estaría teniendo descendencia con el joven dios al menos no por unos años, pero ahora solo venía cuando quería divertirse un poco. Otras diosas seguirían su ejemplo.

[SEMANAS DESPUÉS]

Habían pasado varias semanas desde su encuentro con Ixchel, la diosa había venido a convertirse en una especie de amiga con beneficios de la que nadie sabía.

En los días seguidos a su encuentro con Ixchel,0 Aegon se había esforzado en desarrollar el sello que tanto deseaba con el objetivo de proteger a las chicas y finalmente lo había logrado crear ahora que era un dios y muchas cosas resultaban mucho más fáciles, un sello similar al sello maldito de Orochimaru solo que este no sellaba un trozo de su alma sino que establecía una conexión entre él y el portador del sello haciendo posible concederle una parte de sus poderes y estar en contacto todo el tiempo, habían otros extras, pero esto era lo más importante.

El sello era prácticamente como una bendición, pero mucho más fuerte. Una vez que tuviera su propia dimensión este serviría como vía para acceder a la dimensión. Pero esto era algo para el futuro.

Todo estaba de maravillas y Aegon estaba esperando a que Ophelia terminara todos sus preparativos para separarse de Hydra y pasar a ser parte de la Agencia de Seguridad Targaryen. Eso o que algún nuevo idiota apareciera, pronto podría ser la llegada de Thor. En este aspecto Aegon estaba intrigado hasta ahora ningún dios de Asgard se le había aproximado. Lo mismo ocurría con el Olimpo.

Aegon se encontraba en su apartamento desayunando. "Aegon tienes visita." Le dijo Lori (Lorelei) que era la única que estaba con él en este momento. Detrás de ella venían 2 personas conocidas.

"Matt, es la primera vez que vienes a mi apartamento." Le dijo al hombre que venía detrás de Lori, junto a él venía también una mujer. "Nunca llegué a escuchar el nombre de tu amiga la última vez que nos vimos."

Cuando estuvieron cerca ambos se dieron un apretón de manos. "Creo que todos teníamos algo de prisa la última vez que nos vimos. Aegon esta señorita es Lady Roma." Matt hizo una pausa, no muy seguro de continuar y le dio una mirada a Lori.

"Descuida, Lori es de mi entera confianza y ya sabe quién eres."

"No deberías contar los secretos de otros." Matt le contestó incomodo, no le gustaba que alguien anduviera divulgando su identidad como Daredevil.

"No tengo secreto con mis mujeres." Aegon no le interesaba la opinión de Matt. "¿Me dirás de qué quieres hablar que has venido hasta mi casa?"

Matt no dijo nada más con respecto a que la chica supiera su identidad y con lo de ser mujer de Aegon, él ya estaba al tanto de la relación que mantenía con varias mujeres y como estas no parecían tener problemas con ello.

En la opinión de Matt, Aegon era un bastardo con suerte.

"Lady Roma y yo nos encontramos lidiando con cierta organización cuyos objetivos no son nada buenos para nadie."

"Ah, Jennifer me contó algo sobre ti luchando con algunos ninjas, creo recordar." Aegon pensó que probablemente se trataba de La Mano.

"Ellos forman parte del problema. Pero es mucho más complicado que lidiar con algunos... ninjas. La organización contra la que luchamos se hace llamar La Mano y ha unido fuerzas con una poderosa hechicera, Vivian Morgan. Por lo que he conversado con Jennifer, no eres ajeno a la magia." Matt sabía gracias a Jennifer que Aegon tenía una forma de magia.

Esta no era información que le preocupara a Aegon que se esparciera.

"Durante aquella noche puede ver que Lady Roma es versada en el arte también. Me dirás de una vez que es lo que deseas." Matt iba a contestarle, pero Lady Roma se le adelantó.

"Esta visita no fue idea de Matt sino mía, espero que me disculpe por venir a pedir su ayuda cuando apenas nos conocemos. He venido a este lugar donde no conozco a nadie para impedir que La Mano y Vivian logren lo que se proponen porque eso no solo es un peligro para el mundo, lo es para mi mundo también."

"Por favor explique mejor."