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Capítulo 25 - Reunión con la abogada

Al día siguiente de su aventura en el club vampiro Aegon envió un clon a la escuela y estuvo durmiendo toda la mañana. Cuando se levantó lo primero que hizo fue llamar a Ororo y estuvo hablando con ella por un buen tiempo.

Ororo le dijo que había decidido cancelar su compromiso y que estaba dispuesta a entrar en una relación con él, pero le gustaría esperar un poco por el momento, lo que él aceptó, ya sabía que ella le pertenecía, su encanto era OP después de todo. Después de comer algo se vistió y se dirigió a ver a su futura abogada si tenía suerte.

Antes de salir del departamento cambió su apariencia con un henge y luego abrió una garganta en uno de los callejones solitarios que recordaba estaba cerca de donde se dirigía.

Cuando llegó al lugar inspeccionó si nadie lo había visto y resultó que una persona sin hogar estaba en el callejón y lo vio. Aegon no le dio ninguna importancia y se marchó dejando a la persona asustada por todo lo que acababa de ver. Este era el motivo por el que había utilizado un henge.

Pronto se encontró en un viejo edificio donde radicaba Jennifer Walters, una joven abogada que hacía poco tiempo se había mudado de Los Ángeles a New York. Para alguien joven y recién llegada a la ciudad era bastante difícil salir adelante, pero la joven era optimista y tenía el talento necesario. La joven había asistido a Harvard y se graduó de summa cum laude.

Cuando entró a la oficina Aegon vio a la hermosa mujer de cabellos castaños y ojos verdes que vestía un traje ajustado que remarcaba un bello cuerpo y cuando le sumas las gafas que lleva puesta hacia una combinación mortal. "¿Espero no estar interrumpiendo?"

"¡Aegon!" Respondió de inmediato cuando vio quien era la persona que había llegado ignorando el hecho de que había entrado sin permiso. Ella y el chico habían hecho buena amistad cuando se conocieron, además de que sentía admiración por él, siendo tan joven ya era alguien exitoso y ganaba una gran cantidad de dinero, esto no era poca cosa.

"Disculpa que haya entrado sin avisar, es solo que estaba emocionado por volver a verte, espero que puedas perdonarme."

"Bien, cuando lo dices así, no puedo evitar hacerlo. Ven toma asiento." Después de que Aegon hubiera tomado asiento Jennifer le preguntó el motivo de su visita, no creería que era simplemente porque la quería volver a ver a ella, aunque eso sería fantástico. Cuando pensó esto último rápido agitó la cabeza, creyendo que estaba pensando tonterías.

"Espero que todo esté yendo bien con tu nueva independencia. Dime ¿qué te trae por aquí?"

"Aunque no me creas mi principal motivo es volver a verte. Como te dije la primera vez que nos vimos, robaste mi corazón, así que no he podido olvidarte."

"Veo que no has cambiado nada. De seguro que debes arrasar con las chicas en tu escuela. ¿Me pregunto qué pensaría tu novia si te escuchara decir que yo te robé el corazón? Ahora que lo recuerdo, decías que tenías 4 novias. ¿Aun continuas con esa historia?" Jennifer pensaba que era una broma lo del chico de tener múltiples parejas.

"Primero, sigo siendo el mismo chico encantador, apuesto y excelente amante que conociste. Segundo, en la escuela me mantengo bajo control o el resto de los chicos no tendrían la oportunidad de experimentar lo que es el amor. Tercero, tengo corazones para todas y ellas lo saben. Por último, eran 4 novias, ahora son 6 y van a seguir incrementándose. Tienes que entender que solo hay uno como yo, por lo que hay que compartir. Y para que no pienses que es solo una historia te enseñaré algunas fotos."

Aegon se levantó y le dio la vuelta al buró de Jennifer y se paró a su lado, tomó su smartphone y comenzó a mostrarles fotos donde salía con todas las chicas. Después de que pasaran algunas fotos Jennifer se dio cuenta de que el chico no bromeaba. En las fotos se mostraba Aegon besando a las chicas y en muchas de estas estaban todos en su departamento. Solo aparecía solo con una sola chica en particular.

"No puedo creerlo. ¿Cómo…?" Jennifer no sabía que preguntar realmente, ni siquiera sabía que pensar.

"Es un don. Tú podrías ser la hermana mayor."

"Muy gracioso, una abogada que es pareja de un donjuán menor de edad. Estoy segura de que mi reputación no podría caer más bajo después de eso."

"Interesante."

"¿Qué?" Preguntó Jennifer que no entendía a qué se refería.

"De mi propuesta lo que te preocupó fue tu reputación." Aegon acercó su boca a su oído y le susurró. "Voy a recordarlo."

Antes de que Jennifer pudiera decir algo, se separó de ella y continuó como si nada hubiera pasado. "El otro motivo por el que estoy aquí es para hacerte una pregunta."

"¿Una pregunta, que clase de pregunta?" Le preguntó un poco agitada y un poco nerviosa porque no sabía porque estaba comportándose como una jovencita frente al chico que le gustaba, 'cuando ese no era el caso'.

"¿Qué piensas de ser una abogada corporativa?" La pregunta tomó por sorpresa a Jennifer, pero no se demoró en contestar.

"Abogado corporativo, es cuando te interesa más lo que ganas que ayudar a otros."

"Alguien tiene que representar a los que tengan dinero también, pensé que la justicia debía ser para todos."

"No me refiero a eso. Es solo que… creo que puedo ayudar a más personas de esta forma. ¿Me dirás por qué me preguntas algo así?"

"Quería contratarte como mi abogada personal y a tiempo completo."

"Buscas una abogada o una secretaria, puedes explicarte mejor. ¿Además, para que necesitas una abogada a tiempo completo?"

"¿Recuerdas a Edward?"

"El señor Smith. Es el hombre para el que trabajas si mal no recuerdo." Ahora había comenzado a pensar que Aegon estaba teniendo problemas con su supuesto jefe.

"Pues no es así exactamente. Es todo lo contrario." Viendo que Jennifer no parecía captar, le explicó como era todo entre Edward y él sin decir de donde vino el dinero inicial, en otro momento Jennifer se hubiera percatado de este detalle, pero la historia le parecía tan irreal que no estaba pensando correctamente. En estos momentos lo que pensaba era que el chico frente a ella era algún tipo de genio cuando de inversiones se trataba.

"A ver si entiendo bien, no podías llevar a cabo nada de esto porque eras menor de edad y no querías involucrar a tu tutora Helen, así que decidiste buscar a alguien que lo hiciera por ti."

"Exacto, ahí es donde entra Edward en esta historia, lo conocí cuando estaba desempleado y le propuse ser mi testaferro."

"¿Hiciste qué? ¡Entonces eso significa que toda la fortuna del señor Smith en realidad es tuya!"

"Chica lista."

"¡Soy mayor que tú!" Jennifer se quedó en silencio pensando por un momento. "No sé qué decir, no sé si regañarte porque lo que hicieron es un crimen o alabarte por ser capaz de lograr tanto siendo tan joven."

"Prefiero que me alabes porque soy del tipo que da las nalgadas y no del que las recibe."

"Siempre hay una primera vez." Le contestó. "Aun no me dices que es lo que quieres. ¿Acaso tu cómplice te ha traicionado?"

"No, Edward es una persona honesta." Cuando Jennifer escuchó eso no pudo evitar mofarse. "No te burles, hablas de un crimen, pero 'no recuerdo haber lastimado o quitado nada a nadie'. Todo ha sido legal, yo decidí que inversiones quería hacer y Edward las hizo por mí."

Viendo que Jennifer quería argumentar que lo que decía no era correcto, Aegon continuó sin darle tiempo a hablar. "Ahora que soy independiente no hay necesidad de continuar con esta farsa así que Edward comenzará a pasar todo a mi nombre."

"Es por todo esto que quiero que vengas a trabajar para mí. Quiero que te hagas cargo de todo. Además, quiero iniciar mi propia compañía automovilística. En estos momentos no tengo muchas personas de confianza, pero tú eres una de ellas."

"¿Quieres qué me haga cargo de todo el procedimiento?"

"Exacto, quiero que seas la encargada de todo el procedimiento legal. Además, como todo millonario necesito tener mi propia abogada y quiero que seas tú. Voy a patrocinar tu propio bufete. ¿Qué me dices?"

"Es todo muy repentino, no sé qué decir. ¿Por qué quieres patrocinar mi propio bufete?"

"No sé si te has dado cuenta, pero soy bastante bueno haciendo inversiones." En mis sueños pensé. "Creo que un bufete bajo tu dirección es una excelente inversión. Además, te permitiré comprar mi parte una vez que seas capaz de continuar sin mi capital. No creo que puedas recibir una oferta como esta otra vez en la vida."

"Sí, yo tampoco lo creo. Podrías darme unos días. Solo para pensar sobre la propuesta del bufete, estoy más que encantada de ser tu abogada a tiempo completo."

"Muy bien, le diré a Edward que se ponga en contacto contigo. No sé si lo conservas, pero este es mi número."

"Ahora que la charla de negocios ha terminado, que tal si almorzamos juntos."

Jennifer se quedó mirándolo en silencio hasta que soltó un suspiro. "Está bien, pero solo porque quiero escuchar un poco más sobre esa compañía que quieres comenzar." De esta forma ambos se fueron a un restaurante cercano que Jennifer recomendó.