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—¡Qingqing también está aquí!
—Gracias por prestarme la bicicleta de tu familia —dijo Li Xiuli, dando palmaditas en la mano de Qin Suqing con gratitud.
Si su relación no hubiera sido buena, ¿quién estaría dispuesto a prestar su bicicleta?
Qin Suqing tenía una expresión que decía que estás siendo demasiado cortés.
Ella dijo generosamente:
—...No hay necesidad de ser tan formal, durante las vacaciones esa bicicleta no es de mucha utilidad para mi familia, y solo se oxidaría en casa. Es mejor si Tangtang la usa.
Sus palabras eran mitad verdad, mitad mentira.
Durante las vacaciones, la Familia Qin de hecho salía raramente.
Pero decir que la bicicleta no era de mucha utilidad sería imposible.
Sin embargo, prestarla a Tangtang era algo a lo que su familia estaba dispuesta.
Li Xiuli ciertamente no lo creía.
Ella tomó nota mental de la amabilidad de la Familia Qin.
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