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Mi matrimonio forzado: la hermosa esposa no tiene memoria

Sun Hee es una joven de 18 años. Tras haber despertado de un largo coma, se enteró de que había perdido la memoria. Ese mismo día, su malvada madre la forzó a casarse con un hombre completamente extraño para ella. Sin poder negarse tuvo que aceptar aquella extraña orden. Su esposo Jin Seong es un hombre frío, rico, arrogante y poderoso, capaz de hacer desaparecer a cualquier persona del país. Ellos dos son completamente diferentes. Sus vidas cambiarán por completo y tendrán que intentar convivir juntos aunque no se conozcan. ¿Qué pasara en su relación, terminaran enamorándose? ______________________________________________ Nota de autor: La cubierta no es mía. Por favor, no resubir esta historia

Laurasiscoyote · Ciudad
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Capítulo 105: No era posible para ella regresar a la villa

Pasaron las siguientes tres horas grabando, afortunadamente lograron terminar todo lo planeado que tenían para hoy.

Sun Hee podía notar como sus piernas temblaban un poco, estaba agotada, no estaba acostumbrada a estar tantas horas de pie.

Rápidamente fue a una esquina en la que estaba Shaoran sentado, casi nadie pudo notar su presencia ya que en ningún momento dijo una palabra.

Incluso, Sun Hee había olvidado por completo que iba acompañada por su cuñado Shaoran.

¿Como era posible que tuviera esa expresión tranquila?

Ella no hubiera sido capaz de estar diez minutos sentada en esa silla.

En cambio él estuvo horas sentado allí sin decir una palabra.

Sun Hee hizo un gesto con la mano para que él se acercará.

Él se levantó inmediatamente y se encaminó hacia ella.

—Sun Hee, ¿has terminado?—preguntó con una pequeña sonrisa.

Esa sonrisa alegró mucho a Sun Hee, nunca antes lo había visto sonreír.

Sin duda, era un nuevo logro para ella.

—Sí, creo que deberíamos regresar a la villa.

Shaoran asintió, él no se lo dijo a ella, pero la verdad es que se había aburrido mucho.

Aunque fuera él... Tampoco le gustaba estar durante horas sentado en una silla sin hacer nada.

Los dos fueron al auto, el chofer también había estado esperando durante horas dentro del auto.

Era una de las reglas que debía cumplir si quería trabajar con la familia Jin, si quería trabajar para él joven amo debía esperar todo el día fuera si era necesario.

Debía estar disponible las 24 horas del día si quería seguir trabajando para la familia Jin.

Tampoco podía quejarse...

Sun Hee se sentó dentro del auto y rápidamente se puso cómoda.

Estaba agotada, lo único que ella quería ahora era regresar a la mansión y descansar.

—¿Estas cansada?—preguntó Shaoran preocupado.

—Sí, estar tantas horas de pie es agotador, no es justo...

Shaoran miró durante unos segundos a Sun Hee.

—Entoces la próxima vez haré que reduzcan las horas de trabajo, no creó que a Seong-Jin le agrade que llegues tan cansada a la casa.

Sun Hee rápidamente agitó su cabeza, ella no quería referirse a eso, sus horarios eran buenos y no era necesario cambiarlos.

Además, tampoco quería quejarse por un problema tan simple.

—¿Es una broma? No digas nada, ni se te ocurra, si hablas con el director acerca de los horarios le pediré que me haga trabajar durante todo el día. No necesito más privilegios, con los que tengo ya son suficientes.

Estarías abusando de tu autoridad si pidieras algo como eso.

—De acuerdo.

En ese momento Sun Hee se sintió como una madre regañando a su pequeño hijo.

Si ella le dijera a Shaoran que ahora mismo parecía un niño, sin duda se avergonzaría...

Repentinamente, sus pensamientos extraños fueron interrumpidos por un mensaje de Min Ho.

Rápidamente Sun Hee le mostró el mensaje a Shaoran, él la miró confuso, no entendía porque ella se lo mostraba.

—¿Crees que estará planeando algo ridículo otra vez?

—¿Qué hiciste?—preguntó asustado Shaoran.

Sun Hee miró la expresión de Shaoran, no lograba entender porque él reaccionaba así, solamente le había enseñado el mensaje de Min Ho.

Ella observó detalladamente su teléfono cuando vio que Shaoran estaba señalando el mensaje.

Lo que vio la dejo impactada, ella dejo caer su teléfono, pero afortunadamente gracias a los reflejos de Shaoran él pudo agarrarlo cuando estaba apunto de golpear el suelo del auto.

El mensaje decía algo que para ella no tenía sentido:

—Señorita, por favor no regresé a la villa hoy, mañana le avisare si puede venir, quizás deba quedarse fuera durante más de tres días.

No se preocupe le mande la dirección del hotel al chófer.