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Sexto Capítulo: Milo

La pesada mirada de todos en el comedor se mantuvieron fijas en aquella malentendida escena.

—Mira, mira. ¿Habrá pelea?— sobresalió una voz de un chico entre el bullicio característico del comedor. 

—Oye, ¿y crees que eso es lo importante?— los murmullos entre las chicas incrementaron con malicia —¿No ves cómo se miran?

Por culpa, o más bien, gracias a los comentarios indiscretos Milo recordó adónde estaban sus manos, al segundo soltó a Tao quien cayó estrepitosamente al suelo.

—¿Qué demonios te pasa?, ¿esta es tu venganza?— espetó el afectado, poniéndose de pie recogiendo de paso sus lentes y su teléfono; no obtuvo respuesta del contrario, pues este se limitó a recoger la bandeja y los cubiertos a un lado —Ah, entiendo— Tao sonrió de lado —Ya no existo para ti, ¿también olvidaste a Sidney?

Como si un botón fuera presionado, Milo dejó la bandeja en una de las mesas para ocupar sus manos con el cuello de la camisa del peliblanco, sacudiéndolo con brusquedad.

—Si tu sucia boca se atreve a mencionarla es porque pides a gritos que te golpee, ¿verdad?— su tono amenazante acompañaba a la mirada llena de resentimiento y agresividad desatada sin disimulo. 

A pesar de su tono y sonrisa burlona, Tao desvío la mirada, con un toque de provocación dijo: "¿Te me quedarás viendo toda la vida? Somos el centro de atención"

—¿Se golpearan o se abrazaran?— bromeó Yoshio arqueando una ceja desde la mesa de atrás, observando con los demás.

Sin decir nada Ahn se levantó, caminó sin prisa con ambas manos en los bolsillos de su abrigo blanco hasta estar al lado del calvo. 

—Te meteras en problemas, Milo. 

El nombrado no hizo caso. 

Ahn posó la mano sobre su hombro, apretandolo. —Aquí no— advirtió nuevamente, para luego soltarlo. No miró para atrás, más bien caminó hacia la salida, convencido de que Milo lo seguiría; este último por fin dejó ir la camisa de Tao y emprendió la marcha. Yoshio, Dante y Daehyun se quedaron en el comedor un rato más, todos sabían que ese par necesitaría un tiempo para hablar.

A partir del pequeño incidente el grupo se dividió, tenían diferentes clases.

El anochecer llegó más rápido de lo que pensaban, junto a ella, la hora que muchos estaban esperando: revisar sus habitaciones. 

La universidad contaba con dos alas de dormitorios separadas por género. Las escaleras fueron reemplazadas por elevadores, aparte de las escaleras internas se colocaron toboganes que conectaban el 2do piso con las salas comunes del 1ro, llenas de todo lo que necesitas para un rato recreativo o una noche de juegos, y despensas llenas de comidas; aunque eso no era lo emocionante, al consejo estudiantil se les ocurrió la intrigante idea de las habitaciones sorpresa. 

Todos los estudiantes que solicitaron alojamiento estaban reunidos en uno de los salones.

Yoshio y Dante llegaron casi al mismo tiempo, cuando tomaron asiento, Yoshio creó un chat grupal con los faltantes, pues antes en la cafetería habían intercambiado números. 

—¿A quién le escribes?— preguntó Dante con curiosidad, le llamó la atención la rapidez con la que Yoshio movía sus pulgares. 

—Lo sabrás ahora. 

El celular de Dante vibró, este lo sacó de su bolsillo. 

"Dante y yo estamos en el salón <0701> en la penúltima fila, vengan rápido si no quieren quedarse en la calle"

—Qué buen amigo. 

Dante miraba a Yoshio con una sonrisa llena de orgullo, Yoshio por su parte, rodó los ojos.

—¿Qué hacemos aquí?— Daehyun no tardó mucho en llegar y sentarse al lado de Dante. 

—Siguiendo las locuras del presi y sus lamebotas— respondió Milo con burla. 

Ahn llegó con él, ambos se sentaron en la fila justo detrás de los demás. 

Minutos después, el presentador de largo cabello negro subió al podium, luego de dar unos golpecitos al micrófono comenzó a hablar —¿Todos estamos aquí?, bien. Como ya habrán notado, todos somos hombres aquí, pero por favor no se asusten— bromeó sonriendo, al cesar las risas entre el público prosiguió —Para los nuevos, pasemos a una breve explicación: Esta "ceremonia" es para, de una forma más entretenida, repartir las habitaciones que durante todo un año darán lugar a nuevos compañeros. 

Mientras el presentador hablaba, dos chicos subieron 2 cajas y las dejaron al lado del podium. 

—Al entrar se les dio una paleta con un número, ¿cierto? Pues iré sacando de esta caja a mi derecha dos paletas para llamar a los chicos que escogerán una pelota de esta otra caja que está a mi izquierda. Un color y un número, el color es el piso y el número es la habitación. Al tomar la pelota, salgan inmediatamente— al terminar de explicar, entró su mano a la caja de la derecha. 

—En resumen: envías tus cosas y ellos se encargan de dejarlas en una habitación al azar, así no sabes quien es tu compañero, si no antes de encontrarte con él en la puerta— comentó Yoshio expectante, sin dejar de mirar su celular. 

—Y si no tienes suerte puede ser aterrador— añadió Ahn divertido, al tiempo que miraba de reojo a Milo, quien no disimuló su mala cara. 

—Claro, puede que te toque cuidar a un viejo en el cuerpo de un chaparrito, que se duerme luego de comer— masculló irritado, recordando aquellos molestos tiempos para él. 

Dante y Daehyun se miraron extrañados. 

—El año pasado según lo que escuche, Ahn y Milo fueron compañeros y no hubo calma durante un trimestre completo— susurró Yoshio para el par de nuevos, aunque también haya entrado recién. 

El presentador sacó dos paletas de la caja, las mantuvo pegadas a su pecho y dijo: —Sin más espera, permítanme un redoble de tambores. 

El público comenzó a golpear las mesas con fuerza y ritmo, varios segundos después todo ruido se detuvo, las paletas fueron mostradas para todos —Los primeros desgr-, digo, agraciados son: el 295 y el 79— expuso con emoción y un toque de malicia. 

Luego fueron el 45, 90, 19, 81. Casi todos los números fueron mencionados, hasta que quedaron 5 personas en ese vasto salón. 

Del grupo quedaban 3, el resto ya había sido llamado. 

—Dante, tu número es el 41, ¿cierto?— Daehyun lo interrogó ansioso.

—Si, ¿Por qué?

—Presiento que ese será el próximo que saldrá. 

—No se si fue a propósito, pero solo quedamos nosotros— Milo también estaba ansioso, no tenía la más mínima intención de pasar un año completo con ninguno de los presentes, excepto Ahn, aunque no pensaba que esa sería una opción.

—41 y 43, 301 y 46, 111. Son los últimos, así que vengan todos. 

—Te lo dije— alardeó Daehyun, dándole un golpecito en el hombro a Dante. 

Los llamados se pararon en orden. 

Primero fue Dante, Daehyun, luego Milo y otro chico más, todos se apresuraron a salir del lugar, la curiosidad en ellos era grande. 

—Disculpa, 301, ¿cierto?— el presentador se acercó hacia una esquina del salón, un chico se había quedado allí, inmerso en lo que escribía en su laptop —Esta es la pelota que queda, toma.

—Ah, gracias.

El presentador quedó intrigado por el cabello tan blanco que el contrario tenía, sin embargo se limitó a entregar la pelota.

—Al parecer, no será una noche tranquila. 

… ¡Pregunta! ... 

Q. ¿Con quienes creen que quedaron los chicos? 

1. Se dividirán entre ellos, la magia de la amistad lo puede todo. 

2. Con personas problemáticas e indeseables, no tienen suerte. 

3. Otra opción.