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prólogo

Todo lo escrito en esta historia es con la finalidad de crear algo original.

Puede que cosas que jamás ocurrieron en el manga, como personajes, habilidades, actitudes y personalidades nuevas aparezcan en el fic.

Si esto no es de tu agrado, no lo leas.

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- parece que llegamos tarde... Alguien ya se encargó de todo. -

- e-entoces significa que ya nos podemos ir verdad? -

- no, aun queda alguien aquí... Así que ya sabes que a hacer no? -

- eh? Y y-yo porque? -

- porque es tu trabajo, así que ve y acababa con el, kobeni. -

- p-pero makima, no creo poder... Solo miralo, tiene una motosierra en la cabeza.-

- pero no se está moviendo, así que es tu oportunidad para matarlo. Esto te puede servir para que crezcas como caza-demonios. -

Kobeni, una chica de estatura media, con una personalidad bastante tímida, con problemas de nerviosismo y tendencias suicidas estaba justo ahora, temblando del miedo.

Avanzaba entre las filas de cadáveres que había en el almacen en el que llegaron y lo único que podía pensar era en lo idiota que había sido por aceptar la propuesta de su jefa.

Ella le dijo que iban a ir a dar un paseo, cosa que no vio para nada mal, pero resulta que todo había sido una trampa.

La realidad era que todos los caza-demonios del sector público 4 estaban en otros lugares cumpliendo con su labor.

Solo fue ella la que no tenía nada que a hacer ese día, por lo que aceptó salir con makima, sin saber lo que en realidad iba a pasar.

Ahora estaba justo delante de un demonio el cual poseía motosierras en los brazos y cabeza.

Aunque no se movía, más bien, estaba en una posición neutral, con una respiración bastante relajada para su gusto.

Ella saco un cuchillo de su bolsillo y con un claro nerviosismo empezó a dirigirlo al pecho del demonio.

- tu... -

- eh? Acaso. -

- tu, chica.-

- no puede ser... E-estas hablando. -

- tu... Dame un abrazo. - dijo del demonio mientras dejaba caer su cuerpo al de kobeni, la cual, por culpa del miedo, dejó caer su arma y lo tomó entre sus brazos.-

Evidentemente ella se puso pálida.

El miedo incrementó a un nivel que ella jamás creyó posible, y las lagrimas empezaron a caer de sus mejillas.

Pensaba que iba a morir, cosa que la asustaba ya que si ella tomó este trabajo fue simplemente porque la paga era bastante decente y le serviría para ayudar a su familia.

Pero nunca creyó que su vida terminaría de esta forma.

- tan cálido... - fue lo que dijo el demonio el cual, poco a poco empezó a desintegrar las motosierras de su cuerpo. -

Esto dejó sorprendida a la chica peli-cafe la cual, en lugar de ver una cosa horrorosa de cerca, empezó a visualizar a un chico de aspecto algo deplorable.

Poseía cabello rubio bastante dañado.

Sus rostro estaba pálido y bastante maltrecho, posiblemente producto de una mala alimentación y de no dormir adecuadamente.

Pero fuera de eso, parecía bastante inofensivo ya que no parecía querer atacar.

- tu... Me puedes dar de comer? -

- eh? C-comer? Pero, yo no. -

- vaya, quien lo diría, tenemos a un humano-demonio aquí. -

- makima, que se supone que haga? -

- supongo que deberías de hacer lo que te pidió. -

- que?, pero porque? -

- porque el te lo pidió a ti, además, dudo mucho que pueda responder correctamente a nuestras preguntas estando en ese estado, así que Llevalo al auto. - dijo la mujer de cabello rojizo mientras empezaba a alejarse de ahí. -

Kobeni, temerosa por esta situación, empezó a dirigirse al auto junto con el chico rubio el cual caminaba con algo de dificultad.

No entendía muy bien que es lo que estaba sucediendo, pero entre más rápido lo haga, más rápido podrá librarse de esta situación.

Al llegar al auto, ella de subió en la parte de atrás junto con el chico y luego acomodo a este en su asiento. Cosa que no sirvió ya que esto se dejó caer encima de la peli-cafe la cual se exaltó ya que ahora, la cabeza del rubio estaba encima de su regazo.

- o-oye, te puedes levantar? -

- aunque quisiera, me siento demasiado débil, así que dejame descansar por favor. -

- pero... Esto no está bien, o te conozco y, y, todo esto esta sucediendo tan de repente que yo... -

- Denji. -

- eh? -

- así me llamó... Y tu? -

- yo... Me llamó Higashiyama Kobeni. -

- kobeni... Que lindo nombre. - dijo el rubio el cual cayó totalmente rendido. -

Kobeni por su parte se avergonzó de tal manera que logró sacarle una pequeña sonrisa a makima la cual veía esa extraña interacción por el retrovisor.

- veo que conseguiste un enamorado. -

- ¡¿que?! P-pero yo no... Es decir, no es posible... ¡El es un demonio! -

- pues enamoraste a un demonio. -

Al escuchar eso, kobeni quedó paralizada.

Que significaba eso? Acaso iba a morir?, porque tenía tanta mala suerte como para que estas cosas le ocurran a ella?

Jamás tuvo un novio en su vida, y ahora resulta que enamoró a un ente producto de la maldad.

Si esto era una especie de broma, no era gracioso.

- tranquilizate, solo era una broma, el es un humano como tu, solo hizo un pactó con un demonio. -

- y-ya veo... Jejejeje. - kobeni empezó a reírse sin ningún tipo de sentido. -

Que mundo tan loco en el que vivía.

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- ten, come esto... P-puede que te guste. -

- muchas gracias kobeni-chan. - dijo denji mientras empezaba a devorar su comida. -

Después de mucho tiempo, por fin comía un pan acompañado de mermelada. Y por su fuera poco, no sólo era uno, sino que eran dos, acompañado de un jugó de naranja.

- n-no es para tanto... Aparte, solo me alcanzó para eso. -

- esto es más que suficiente para mi, así que muchas gracias nuevamente. -

- bien para de tortolos, es bonito ver cómo crece un amor entre ustedes dos pero no estamos aquí precisamente para platicar. -

- y tu quien eres? -

- me llamo makima, soy la líder del Escuadrón especial de Seguridad número 4. Nuestro trabajo es cazar a todos los demonios posibles. -

- hmm, ya veo... Suerte con eso. -

- bueno, agradezco tus palabras, aunque ahora, tu también las debes de tomar en cuenta. -

- y eso porque? -

- porque ahora tu perteneces a nosotros. -

- que?, en ningún momento he aceptado tal cosa. -

- acaso quieres que algo malo le pase a kobeni? -

- eh? -

- que?, pero que estas diciendo makima?-

- digo, ella es nueva en esto, así que no tiene experiencia en la caza de demonios, y dado a que tu eliminaste al demonio zombie con todos su seguidores, entonces no tengo dudas de que tu serás un buen equipo para ella. -

Tanto denji como kobeni estaban en silencio.

El rubio por su parte estaba totalmente concentrado en los beneficios que esto le traeria, y debía de admitir que eran muchos.

Por su parte, kobeni estaba preocupada.

No sabía lo que iba a pasar, tampoco entendía porque esto se estaba dando de esta manera.

No sabía que quería conseguir makima al sugerir tal cosa, pero era evidente que no era algo bueno.

Incluso ahora, el chico rubio que conoció la estaba viendo fijamente, cosa que la avergonzaba ya que no sabía muy bien que decir o como actuar.

- tu... Kobeni. -

- H-hai. -

- me darás de comer más seguido? -

- eh? Bueno, yo... Supongo que si. -

- bien, Entoces me quedo, de ahora en adelante protegere a kobeni-chan. - dijo denji con total devoción. -

Makima sonrió, satisfecha por su respuesta, mientras que kobeni estaba anonadada.

Es en serio lo que el acababa de decir? Que la protegería?

No es como que le moleste eso, pero fue tan... Repentino, que ella no sabía que contestar.

- muy bien, entonces esta decidido, estaras bajo las órdenes mias, y tu primera orden es cuidar de Kobeni con tu vida, a cambio, puedes pedirle toda la comida que quieras. -

- muy bien, en ese caso, quiero otras dos rebanadas de pan con mermelada. -

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- B-bueno, esta será tu habitación. -

- wow... Es mucho más grande que el cuarto en el que estaba. -

- si, lo se, lo mismo pensé cuando me mude aquí... El baño esta en el fondo del pasillo, y si n-necesitas algo, puedes tocar la puerta de enfrente... Esa es mi habitación. -

- espera, eso quiere decir que no vamos a dormir juntos? -

- eh?, p-pero que estas diciendo? -

- te tengo que proteger, eso significa que tengo que estar contigo en todo momento, a excepción de cuando vayas al baño. -

- e-eso no es así, no tienes porque a hacer a-algo como eso. -

- hmm, no me convence, así que ya puedes irte a tu cuarto, yo llegare después. - contestó el rubio sin ningún tipo de vergüenza. -

Kobeni por su parte se fue huyendo a su habitación.

Al estar ahí, cerró la puerta con seguro, y puso una silla en la manija de esta para evitar la entrada de Denji.

Su corazón estaba latiendo sin frenesí justo ahora.

Eso es sin duda alguna, la experiencia sexual más grande que a tenido en su vida, según ella.

- e-ese chico quiere abusar de mi. - pensó la peli-cafe la cual no podía sacar el rubor de su rostro. -

Maldecia a makima en silencio por haber mandado a un pervertido con ella.

Aunque debía de admitir que el chico tenía su encanto, pero ese no era el punto.

Ella se crió en una familia la cual estaba conformada por sus padres y nueve hermanos.

Teniendo a un solo hermano varón como referencia del sexo opuesto junto a su padre.

Pero de ahí, ella convivió con su madre y ocho hermanas, a lo cual, no estaba acostumbrada a lidiar con hombres.

Y ahora viviria con uno, completamente desconocido para ella.

La vida si que era una mierda.

- tal vez... Puedo colgarme esta vez. - pensó la peli-cafe la cual vio la soga amarrada en su ventilador de techo. -

Muchas veces pensó en tomar el camino fácil, pero jamás se atrevió por el mismo hecho de que era una total cobarde.

Lo mismo pasaba ahora.

Ella tenía la soga en su cuello pero no se atrevía a dar ese salto.

Tenía miedo, mucho miedo de todo lo que estaba viviendo, que no sabía cómo manejarlo.

Es por eso que despues de estar para en su cama por más de 15 minutos, decidió no a hacerlo, así que quitó la soga de su cuello y luego se acostó en su cama y empezó a llorar.

Era tan injusto para ella sentirse así de miserable.

Todo lo que hacía, siempre resultaba en un desastre.

La catalogaban siempre como una inútil la cual no podía a hacer nada bien.

Sus inseguridades no se lo permitían después de todo.

Esto llevó a que optara por tener una vida en completa soledad.

Su familia no la lograba comprender por mucho que ella quisiera encajar con ellos.

Simplemente era diferente al resto.

Mientras sus hermanos brillaban en distintas áreas académicas o laborales, ella era una inútil que apenas pudo terminar la escuela.

Y ahora, rodeada en un mundo lleno de demonios, ella se sentía aún más inútil puesto que no era capaz de matar a alguien, a pesar de no ser una persona.

Lo único bueno que ha hecho hasta ahora era darle de comer a un muerto de hambre que quiere abusar de ella.

Era increíble que ni un acto bondadoso le saliera bien.

Así paso llorando por otros minutos hasta que el sueño la dominó, logrando así, de esa forma calmar su llanto.

Así pasaron algunas horas, hasta que kobeni empezó a despertarse de mala manera por escuchar algunos ruidos molestos.

Decidió ignorarlo para poder conciliar el sueño nuevamente, y estuvo a nada de a hacerlo sino fuera porque sintió unas manos rodear su cintura.

Eso la hizo abrir los ojos de golpe, así que al despertarse completamente, ella giro su rostro para ver de qué se trataba y se percató que era el abusador de Denji.

Aunque este no estaba despertó, simplemente estaba durmiendo como sino estuviera haciendo nada malo mientras la abrazaba.

Ella quería gritar, pero su voz no salía.

Un hombre que no era su padre la estaba abrazando, y sin su consentimiento.

No sabía si era un chiste de mal gusto o si finalmente iba a ser víctima de una violación.

Sea cual sea el caso, no iba a hacer nada para defenderse puesto que aunque quisiera, no tenía la fuerza ni la valentía para a hacerlo.

Así que espero su inminente destino.

Pero pasaron los minutos y nada paso.

Ella abrió sus ojos y solo pudo ver a Denji el cual seguía durmiendo.

Y por si fuera poco, empezó a roncar.

No tanto para molestarla pero si que era sorprendente.

Pero más sorprendente fue el hecho de que no le hizo nada más que abrazarla.

- o-oye, Denji-kun? -

- Zzzz -

"En verdad se durmió." pensó Kobeni la cual se sintió aliviada.

Su virginidad sobrevivió esta noche.

Estando ahora un poco más calmada, ella trató de quitar las manos de Denji de su cintura pero no podía.

El chico tenía un agarre bastante fuerte, a pesar de estar dormido.

Es por eso que, con el afán de no querer despertarlo, lo dejó así.

Quien sabe lo que pasaría si Denji despertaba y la veía así de indefensa.

Ella no podía ni imaginarse las mil y un perversiones que pasaban por la cabeza del chico.

Así que no batalló más, solo lo dejó ser y espero a conciliar el sueño nuevamente.

Aunque después de lo ocurrido, dudaba bastante en poder cerrar los ojos nuevamente.

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Nos vemos en la próxima.