El Otro Espejo

—¿Por qué cada que algo malo pasa tienen que estar ustedes cuatro?— decía el director del Night Raven College a los estudiantes parados al otro lado del escritorio.

La razón de por qué estaban ahí ya era habitual, un estudiante entraba en overblot, por cuestiones de mala suerte ellos estaban involucrados con dicho estudiante, lograban resolver el asunto, pero en el proceso algún lugar del colegio terminaba semidestruido.

Y en sí, esta vez no solo ellos estaban involucrados, el resto de sus amigos de primero también se habían visto envueltos, pero a diferencia de ellos, los otros tres lograron escapar a tiempo de la escena.

—En nuestra defensa señor director… Ya debería haber contratado a un psicólogo— trató de defenderse Ace, cosa que solo hizo enojar más al director y a los otros tres alumnos replantearse su amistad.

—¡Simplemente inaceptable! Ustedes cuatro estarán toda la tarde en… — decía colérico el director cuando alguien llamó a la puerta, —Disculpe que le interrumpa, pero tenemos un 33-12— decía un fantasma atravesando la puerta.

—¿Otra vez? Por los siete, es la quinta vez esta semana, ¿qué no se cansa?— Crowley se quejaba caminando a la salida cuando recordó a los cuatro detenidos, —A sí… Por ahora los dejaré ir, pero no se crean que se salvaron de esta— finalizaba el de antifaz dejándolos solos.

Los cuatro chicos suspiraron y dejaron el despacho entre quejas y reclamos, —Todavía de que le hacemos su trabajo— decía Grim molesto.

A) Crowley no nos paga lo suficiente.

B) Al menos no nos castigaron.

—Mc, tú eres quien más motivo para quejarse tiene— decía Deuce palmeando la cabeza del/de la chica/a, —Al menos nos libramos por esta vez— continuaba lamentándose.

—Ah, vamos, ¡de seguro para mañana ya se le olvidó!— decía victorioso Ace, pero…

…

—Tenías que abrir tu bocotá— se quejaban Deuce y Grim.

Al día siguiente, Crowley había pedido a los profesores Mozus y Divus que llevarán a todos los alumnos de primero a recorrer el salón de los campeones a modo de castigo, además de ir a un museo aburrido en lugar de tener clases tendrían que hacer un reporte.

A) ¿Para esto me pare de mi cama?

B) Preferiría que nos hubieran castigado.

—Ya somos dos— decía Crewel caminando a su lado, —Con lo atrasado que estoy revisando sus proyectos, como sea, hace mucho tiempo que no venía a esta parte del castillo—. Junto con Mozus los profesores abrían las puertas de un gran salón e indicaban a los alumnos que entraran en silencio.

El salón de los campeones era un espacio grande donde se exponían cuadros y artículos de varios ex-estudiantes sobresalientes, así como trofeos, medallas, uno que otro artículo de periódico y más cosas que enmarcaban sus grandes hazañas o sus crímenes más ruines.

—Silencio todos— alzando la voz Mozus hacía a todos ponerle atención, —Si quieren irse pronto sigan al pie de la letra las indicaciones. En esta sala están los recuerdos de los estudiantes que hicieron algún bien o algún mal al mundo, escogerán a dos de ellos y harán un ensayo, no se vale repetir.

En cuanto vieron la señal de retirarse todos los estudiantes comenzaron a caminar alrededor de la sala, Mc y sus amigos comenzaron a mirar alrededor de la sala buscando algo que llamara su atención.

—Mira Deuce, este era de nuestro dormitorio— señalaba Ace el retrato de un chico vestido casi todo en negro, tenía el pelo lacio y algo largo color negro, en su rostro sobresalía una cicatriz en su ojo derecho y sostenía algo parecido a una linterna de policía.

—Benoni Alone, decimoquinto líder de Heartslabyul, también conocido como el rey negro de Heartslabyul, fue uno de los líderes del movimiento para derrocar Rose Kingdom— leía Deuce la ficha al lado del retrato. —Genial, lo tomaré primero— decía Ace comenzando a tomar fotos, pero Deuce le refuto que él lo había leído primero.

Dejaron a los chicos del dormitorio de la reina discutiendo y siguieron viendo el resto de la sala. —Este me resulta familiar— dijo de repente Jack deteniéndose frente a la fotografía de un chico tigre, —Santara Baagh, trigesimocuarto líder de Savanaclaw, asesino a varios humanos y hombres bestia…— la voz de Jack se apagó, como si de repente recordara algo.

—¿Jack-kun?— lo llamo Epel, los demás esperaron a que reaccionara, —Ahora lo recuerdo, él mató a mi abuelo— decía colérico Jack mientras sus puños se cerraban y su mirada se cargaba de furia.

A) Deberíamos movernos de aquí.

B) Jack… vámonos.

Los chicos siguieron avanzando, en parte porque llamo su atención como para hacer que su amigo dejara de estar enojado, Epel señalo una vitrina, esta pertenecía a un chico alto de cabello gris, no era tan bello como Vil, pero su porte era elegante.

Epel se acercó a leer la tarjeta cerca del retrato, no sin antes aclarar que él tomaría a este personaje. —Jógvan Claudēre, decimonoveno líder de Pomefiore, aunque es conocido por ser uno de los mejores jueces de Land of Pyroxene es también sabido que torturo y mato…

Los chicos se despidieron de Epel quien, aunque asombrado, también se notaba un poco perturbado de la biografía de su personaje. Mientras caminaban, Grim sintió cierto aroma a pescado, y ni corto ni perezoso hecho a correr esperando encontrar un gran pez, y los demás solo se quejaban y echaban a correr tras de él.

Al principio se decepcionó al no ver comida, pero el felino pronto se repuso al encontrar a alguien para hacer su ensayo.

A) Dovydas Krake, líder quincuagésimo primero de Octavinelle, fue un astuto traficante y corsario.

—Se ve genial, ideal para que el genial yo haga su ensayo— decía emocionado el felino, —Si no me equivoco, él fue el líder anterior a Azul-sempai— decía Sebek tratando de recordar lo que Lilia le había contado, —¿Entonces Ashengrotto-sempai lo tuvo que enfrentar?— Jack preguntaba asombrado.

—No, creo que él lo escogió como sucesor, los dos se entendían por negocios o algo así me dijo Lilia-sama— decía Sebek encogiéndose de hombros. Los tres chicos dejaron al felino para seguir buscando ellos, Mc vio a alguien del dormitorio de Sebek, aunque accedió a verlo tenía mala cara.

—Haré mi proyecto de él, pero solo porque nadie más ha llamado mi atención, nadie es mejor líder que Waka-sama— decía Sebek. El sujeto en cuestión era alto y rubio, con rasgos andróginos y que a ojos de Mc le recordaba a Legolas. Viendo que el peli-verde no lo haría, Jack comenzó a leer su ficha.

—Jareth Sahira, primer líder de Diasomnia, sometió a un reino bajo una maldición de 100 años— leía Jack un poco interesado, pero el sujeto ya estaba ocupado.

Resignado, Jack junto con Mc se alejaron a conseguir alguno de los chicos que aún quedaban disponibles, cerca de donde estaban Ace y Deuce aun discutiendo una foto junto a una espada llamó la atención de los chicos.

En la foto cerca de la espada estaba un chico peli azul, lo curioso era que a pesar de tener el uniforme de Scarabia usaba botas, guantes y una capucha muy abrigadora, como si él viniera de un clima frío.

—Ahora que recuerdo, escuche que solo una vez el dormitorio de Scarabia estuvo nevado debido a la petición de un líder— le explica el chico lobo a Mc.

A) Heishan Ying, trigésimo sexto líder de Scarabia, heredero de la dinastía Heishan y jurado enemigo de la familia Asim…

—¿Enemigo?— quiso corroborar Jack, a lo que Mc solo asintió señalando la palabra en la ficha. Notando el interés de su amigo, el/la chico/a se despidió y siguió buscando por su cuenta.

A diferencia de sus amigos, Mc tardó en encontrar algo que llamara su atención, claro que también con los otros estudiantes alrededor era ya casi imposible que algún personaje interesante estuviera disponible.

Estaba a punto de rendirse cuando creyó ver un destello azul. En lo más apartado del salón estaba una estatua, Mc vio esto como algo ególatra pero cautivador al mismo tiempo.

El chico era apenas más grande que Kalim, pero su pose le daba un aspecto poderoso y un poco aterrador, lo que más llamó la atención de Mc era el adorno con cuernos que este chico usaba.

A) Luke Laufey, cuarto líder de Ignihyde, en su momento considerado el segundo mago más poderoso del mundo, fue juzgado por casi abrir un agujero negro, así como crímenes contra el espacio-tiempo…

Mc quedó un poco asustado/o, suponía que Malleus era fuerte, pero si hubo alguien que fue contra el espacio y el tiempo, ¿qué tanto poder tuvo ese sujeto?

—Valla Mc, no esperaba verle cerca de la sección de los más peligrosos ex estudiantes— era la forma en que Divus Crewel regresaba a la realidad al/ala chico/a.

A) ¿En verdad hay alumnos así de peligrosos?

B) Da miedo pensar que estudiaron aquí.

—Bien, para eso es esta sala, no solo queremos que los cachorros sepan hasta dónde pueden llegar, también queremos que sepan de las consecuencias que las malas decisiones tienen, sobre todo con algo tan delicado como lo es la magia— le contestaba el profesor.

Ambos quedaron en silencio admirando la estatua, aunque los dos tenían en mente lo peligroso que podían ser algunos alumnos, los pensamientos de ambos iban en diferentes direcciones, el/la menor en cómo ayudarlos y el mayor en cómo solo le causaban papeleo innecesario.

—En fin— decía de repente el profesor sacándole un respingo a Mc, —Creo que ya ha pasado suficiente tiempo, reunámonos con los demás— Crewel se alejó dejándolo solo/a, Mc tomo algunas fotos antes de irse, no noto el cómo los ojos de la estatua siguieron su movimiento.

...

Los chicos se estiraban y bostezaban mientras salían de la biblioteca a tomar un descanso, habían estado casi toda la tarde en sus investigaciones y escribiendo los ensayos. Algunos tuvieron más suertes que otros en encontrar fácilmente información.

—Que royo, preferiría alimentar a los puercoespines— se quejaba Ace mientras soltaba un sonoro bostezo, —Nada hubiera pasado si hubieran corrido también— decía Epel dejando de tomar de su jugo de manzana.

A) Nos pudieron haber ayudado con Crowley

B) No te quejes, tú fuiste el primero en huir.

Mientras los chicos seguían discutiendo, una sombra paso corriendo a su lado, sombra que solo fue captada por Sebek y Jack poniéndose alertas.

A) ¿Chicos?

B) ¿Por qué tengo el presentimiento de que vamos a visitar a Crowley pronto?

Pará lo único que les dio tiempo al chico lobo y al guardia de Malleus fue para juntar al resto y evitar que el campo de fuerza que cayó sobre ellos les cortara. Por más que golpearan la burbuja alrededor de ellos no se rompía, y por más que gritaban nadie iba en su ayuda. Pararon cuando la barrera sacó rayos que les entumieron los músculos.

—Perfecto, bastante fácil fue capturar la carnada— unos pasos se acercaron, un sujeto no muy alto y encapuchado se acercó a los chicos, —Ahora solo esperemos a que la presa se aproxime.

Una hora después.

—¿¡Pero quién se ha creído el cabrón para tenerme esperando aquí!?

El sujeto maldecía una y otra vez su suerte, para estas alturas los chicos habían dejado de estar preocupados por su situación, solo rogaban porque alguien los sacara de esa burbuja eléctrica para terminar sus deberes e irse a la cama. Un bostezo interrumpió la letanía de palabrotas del misterioso hombre, a lo lejos Crowley se acercaba con lentitud, pasó de largo la burbuja y siguió como si nada pasara...

Hasta que recordó que no había campos de fuerza en el inmobiliario de la escuela.

—¿Chicos?, ¿se puede saber qué hacen tan tarde fuera de sus dormitorios?— preguntaba enojado el director, los chicos dentro de la burbuja movían sus labios y señalaban detrás del enmascarado, —¿Qué?, no los escucho

Un rayo pasó rozando su cabeza, Crowley se dio la vuelta y finalmente se dio cuenta de la presencia del encapuchado. —Finalmente, Crowley, ¡te tengo a mi merced!, si no quieres que tus amados alumnos mueran, entrégame el ARGH!—. Ni un minuto de monólogo malvado llevaba cuando el sujeto ya estaba en el piso abatido por un ataque del director. A los pocos minutos los chicos ya estaban libres y varios fantasmas tenían apresado al sujeto.

—Walter, ¿en serio no te cansas?— decía Crowley quitando la capucha del sujeto y rebelado el rostro de un hombre de mediana edad, cabello gris, corto, mal peinado y piel clara notoriamente maltratada, sus ojos eran violetas y tenía una cicatriz en el labio inferior a la derecha.

—No me rendiré hasta que tome lo que por derecho es mío cuervo, ¡yo debería ser el director! - gritaba colérico el hombre, —Bajo tu mandato la escuela ha ido en decadencia, y los alumnos son quienes la pagan.

—Eso es cierto— dijeron a coro los chicos.

—¿De qué lado están?— gritaba enojado Crowley.

Con un ademán el enmascarado ordenaba sacar al sujeto de la escuela, este seguía gritando que se vengaría y que la escuela sería suya.

A) ¿Pero de qué ha ido todo eso?

B) ¿Algo que decir Crowley?

El hombre mayor suspiro y apretó su tabique, aunque no quisiera les debía a los chicos una explicación a lo que habían vivido y visto. —No sé si les sorprenda, pero hay muchos buscando hacerse con mi puesto—. Al notar el genuino interés de los 7 chicos siguió hablando, —En realidad es más usual de lo que parece que me reten a duelo para quitarme el cargo, solo que... Este sujeto lo ha intentado constantemente por las últimas dos semanas.

—¿Pero quién es él?— preguntaba Epel aún intrigado, —Se llama Walter Lee, era profesor del colegio, al cumplir 20 años de trabajo se postuló para director; sin embargo, no logro pasar la prueba de aptitudes mágicas, desde entonces a intentando quitarme el puesto por el otro método.

—Retándolo a un duelo— decía Jack a lo que el profesor solo asentía con un suspiro, —Como sea, ya es hora de dormir y tengo entendido que tienen dos ensayos para mañana— daba por terminada la conversación el director. Este vio a los chicos irse de regreso a la biblioteca, él también estaba por irse cuando un fantasma le llamó, —Señor, el encargado de la biblioteca me comentó que varios libros desaparecieron.

...

Los fantasmas le aventaron fuera del colegio, Walter sacudió su ropa y fue hasta un coche viejo que tenía oculto, dentro del carro sacó varios libros y empezó a arrancar ciertas páginas de estos.

Oyó un zumbido y procedió a contestar su teléfono, —Ya tengo las hojas (...) no, él no sospecha nada, es muy creído (...) ese no era él... Bien, lo haré como tú me dices, me entregaras el poder de los 7 y a cambio te entregaré al chico/a del otro mundo— colgó la llamada y arranco el carro.