Capitulo 8, Esto va para largo.

Capítulo 8.

Suspiro tras suspiro llenaba la tranquila cabina.

La luz llenaba el lugar iluminando la apariencia de un par de figuras. Un par de adultos, una mujer y un hombre, y por cómo se recargaban el uno en el otro se podía suponer que tenían una relación cercana.

Abriendo los ojos, Emma observó el compartimento silencioso. Su mirada desenfocada fue aclarándose permitiéndole ver todo a su alrededor o más exactamente, permitiéndole notar aquello que faltaba.

Alarmada, dio un brinco en su lugar mientras el sueño se desvanecía.

"¡Querida!" Gritó con alarma.

Volviendo su mirada hacia su acompañante, notó que no parecía despertar pronto así que comenzó a sacudirlo suavemente mientras lo llamaba.

"¡Querida, despierta!"

Al ver que no mostraba señales de querer despertar, se dirigió a la puerta y la abrió solo para notar el pasillo vació, las puertas adyacentes cerradas y sin señales de su hija pequeña.

Volviendo adentro, se acercó nuevamente a su esposo y comenzó a sacudirlo más fuerte mientras elevaba la voz.

"¡Querida!, ¡despierta!, ¡nos quedamos dormidos!"

"¡Nuestra bebé no está!" Exclamó no tristeza. Temerosa de que se hubiera perdido o peor aún, que alguien la hubiera secuestrado mientras dormían. Sin saber cuando habían dormido, no era consciente sobre si el tren ya se había detenido en alguna estación previamente.

Sintiendo el alborotó, Daniel, entendió que no podía ignorarlo y seguir con su siesta. Al abrir los ojos, lo recibió su esposa que lucía alarmada. Sorprendido no pudo evitar enderezarse en su asiento mientras preguntaba: "¿Qué sucede cariño?-". Solo para detenerse al notar la ausencia de su hija.

"¿Dónde está nuestra hija?", pregunto alarmado mientras se ponía de pie repentinamente.

"No lo se, no lo se, me desperté y no estaba", respondió con los ojos llorosos.

" ¿Cómo puede ser posible?, ella estaba dormida entre nosotros, ¿Cómo fue que no la sentimos alejarse?" Comento, mientras intentaba tranquilizarse. Su hija siempre había sido curiosa, y se interesaba por aprender todo tipo de cosas, tal vez algo había llamado su atención y salió a perseguirlo.

Fuuu

"No lo sé, también me pareció extraño. Además, no recuerdo haberme quedado dormida" Alterada, Emma intentó tranquilizarse y pensar con claridad. Suspirando, dijo: "De cualquier manera, no importa. Voy, no, ¡Vamos a encontrarla!", su hija casi nunca se alejaba tanto, así que era posible que estuviera cerca.

" Tienes razón, vamos".

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Mientras esto sucedía, en otra cabina, Liam se encontraba haciendo lo único que podría hacer en esos momentos, observar el paisaje cambiante.

Después de que había comenzado a jugar con Jeanne, no tardó mucho antes de comenzar a sentirse cansada y con sueño, después de todo había comido bastantes de los bocadillos de Liam. No le importó que estuvieran a mitad de la partida mientras se levantaba para sentarse junto a Liam y recostarse contra él mientras comenzaba a dormir. Esto, por supuesto, no le molestó a Liam. Jeanne le recordaba a sus sobrinos a quienes nunca más podría volver a ver.

Sintiéndose melancólico, Liam cerró los ojos con la esperanza de dormir. Momentos después, notó que no parecía tener sueño, entonces recordó que no había pasado mucho desde que había despertado, y a pesar de que habían estado jugando durante algún tiempo no fue suficiente como para cansarlo. Resignado, solo pudo comenzar a observar el exterior.

Así el tiempo transcurrió en tranquilidad y paz.

Momentos más tarde, dicha tranquilidad fue interrumpida por la voz de una persona, a la que pronto se le unió otra, ambas hablando en voz alta, casi gritando. Dudoso, se preguntaba qué estaba sucediendo. 'Tal vez los familiares de Jeanne la estaban buscando' pensó. Así que se levantó con cuidado para mirar por la ventana. Lo que lo alcanzó a notar fue a una pareja de adultos que parecía discutir. No el tipo de discusión de pelea, eso era claro.

Siguió observando durante un tiempo, y vio como parecían alistarse para salir. Su puerta había estado abierta todo el tiempo así que no le fue difícil notar eso.

Al ver que estaban por alejarse, recobró el sentido y rápidamente abrió la puerta mientras se acercaba a ellos y los detenía mientras salían.

"¡Espere! Señor, Señora, ¿De casualidad, están buscando a una niña?" Exclamó mientras preguntaba, aunque ya sabía quienes eran, no estaba de más ser cuidadoso. Había considerado esperar a que volvieran a pensar que tal vez habían salido por otro motivo, pero luego lo descartó, esa era su mente joven siendo irrazonable y tonta. Era obvio que estaban preocupados por la seguridad de Jeanne y no habría alguna otra razón para que salieran, al verlos no podía imaginar los sentimientos que sentían ante la repentina desaparición de su hija.

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Después de discutir. Emma y Daniel decidieron que era mejor comenzar a buscar de una vez. Sin embargo, no esperaban que al salir fueran interrumpidos por un niño apenas mayor que su propia hija. Sorprendida, se detuvo mientras lo miraba con duda.

"¿Están buscando a una niña?", pregunto el niño sorprendiendo a Emma. Por otro lado Daniel al escucharlo hablar no dudo en responder, "Si, es nuestra hija, es solo un poco más joven que tú, ¿La has visto?". Escuchando las palabras de su esposo, no olvido agregar su parte, " Vestía una chaqueta café y un gorro rosa", las lágrimas parecían comenzar a salir en cualquier momento.

Al notar la reacción de Emma se sorprendió, tal vez había subestimado la preocupación que sentían, la culpa comenzó a invadirlo. Sacudiendo la cabeza, metafóricamente, se deshizo de ella, 'No hay razones para sentirse culpable', pensó mientras respondía, "Si", deteniéndose por un momento, continuó: " En realidad, ella vino a mi cabina y terminó por quedarse dormida", señalando su mano hacia atrás, apuntando directamente hacia donde estaba la figura durmiente de Jeanne. Apenas se podía distinguir, en algún momento tiempo atrás ella se había quitado su chaqueta y, al caer dormida, Liam le había puesto la suya.

Después de escuchar la respuesta de Liam, Emma inmediatamente se arrojó hacia la cabina mientras corría a abrazar a Jeanne, quien terminó por despertar en el proceso.

"¿Mami?"

Daniel, viendo la reacción de su esposa y al ver a su hija, no pudo evitar suspirar de alivio. Volviendo su mirada hacia Liam, noto que parecía incómodo, agachándose para estar a su nivel le dijo, "Gracias por cuidarla, no esperábamos que se alejara de nuestro lado."

Liam se sorprendió cuando lo escuchó, pensó que lo iba a culpar y a enojarse con él, tal vez hasta lo regañaría, pero parecía que se había equivocado. Sonriendo levemente, comentó, "Un, lo lamento, si hubiese avisado que estaba conmigo no habrían estado tan preocupados".

Asintiendo, Daniel respondió, "Es cierto, pero entiendo que tal vez no lo pensaste en ese momento así que no te culpo".

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" Mami, ¿Qué sucede?", preguntó Jeanne desconcertada, en un momento estaba soñando que comía chocolate y al otro estaba en los brazos de su madre.

Escuchando a su hija, Emma no pudo evitar enojarse. Respirando profundamente, respondió con seriedad: "Señorita, estás en grandes problemas", su pecho subía y bajaba mientras intentaba no explotar. Nunca se había sentido tan ansiosa y tan preocupada en toda su vida. Sentía como el mundo se derrumbaba de tan solo pensar en que algo malo le pudiera pasar a su bebé.

Abrazando a Jeanne con fuerza susurro: "Me alegro de que estés bien, no sabes cuan preocupada estuve. No puedes simplemente desaparecer sin más".

Sintiéndose culpable, Jeanne se encogió en el abrazo de su madre, no esperaba que pasara esto. No es de sorprender, la mayoría de los niños pequeños no piensan hasta tal grado, si algo les gusta, bien, si algo les desagrada entonces mal.

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" Y cual es tu nombre, joven", comentó Daniel al intentar disminuir el ambiente tenso.

"Liam, Liam Lockwood", respondió al instante.

" Es un gusto, yo soy Daniel, ella es mi esposa Emma y supongo ya sabes el nombre de mi hija", mientras respondía, volteo la mirada hacia su familia, una sonrisa apareció en su rostro.

"El gusto es mío", respondió Liam mientras asentía. " Tal vez deberíamos entrar", propuso al recordar que seguían de pie a mitad del pasillo.

"Claro", asintió Daniel. Volviéndose, se aseguró de cerrar la puerta de su cabina. Después, siguió a Liam.

Continuará…