Como era de esperar, nuestros padres me empezaron a enseñar el arte que hay detrás de cada batalla, los gatos negros nos especializamos en velocidad y armas de corto alcance.
Había excepciones claro, pero la gran mayoría usa dagas o algo parecido, esto es para no separarnos de nuestras garras, si, nosotros los gatos tenemos garras que salen de las puntas de nuestros dedos, aunque duele como el infierno.
Por esa razón, los niños acostumbran a sacar sus garras una y otra vez para irse acostumbrando al dolor de literalmente romper el tejido de nuestros dedos para defendernos sin armas a la mano.
Y yo no fui la excepción.
Apenas acababa de cumplir los 6 años de edad y mis padres no tardaron en enviarme a entrenar con un maestro del lugar.
Keith: "Muy bien todos, pueden descansar"
Nuestro entrenamiento era para mejorar nuestra velocidad de reacción, la fuerza de las piernas, la de nuestros brazos y la coordinación de la cola, esta última era de gran utilidad, ya que, si la entrenaba lo suficiente, podría llegar a colgarme de ella, lo cual es una gran ventaja a la hora de moverse.
No era de extrañar que todas las mujeres gato que hay aquí tuvieran buen cuerpo, igual los hombres, incluido el.
Silver: "Eyyy, que pasa con esa velocidad"
Ese era Silver, y él era por así decirlo, mi amigo de la infancia.
La sorpresa que el acababa de tener, fue por ver mi velocidad.
Los gatos negros tenemos el potencial de alcanzar una velocidad mayor a la de cualquier otra persona o animal de este mundo, siendo Garou, uno de los gatos más veloces que ha existido, llegando a superar a los héroes por mucho.
El poder de negación que tenía era de gran ayuda a la hora de cancelar ataques mágicos.
Silver: "¡Ahora te toca conmigo!"
Era hora de tener mi primer enfrentamiento con Silver, uno de los más veloces y mi eterno rival.
…
Ambos nos acercamos al centro y dimos un saludo al juntar nuestras colas, algo que significaba mucho para los gatos negros, esto era signo de respeto, y también podría ser de amor, solo que ese es más largo y lleva pasión.
Después de dar nuestro saludo, ambos nos fuimos a nuestro lugar y empezamos a jugar.
Las reglas eran sencillas, cada quien tendría que agarrar una de las armas que estaban esparcidas por la arena, y si no quería, simplemente tendría que jugar con las manos desnudas, que tampoco estaba mal, de hecho, jugar con la pura mano era lo mejor.
El peleador que inmovilizara al otro, o que destruyera la flor que tenemos en el pecho ganaría el juego.
Silver rápidamente corrió hacia mi pateando cuchillos por doquier, fallando todos solo por distraer.
Yo por otro lado, logre agarrar uno de los cuchillos que él me lanzo con su pie y lo aproveche para salir volando hacia él.
Ambos corrimos en cuatro patas, usado toda nuestra fuerza de agarre para no resbalar y ralentizar nuestro movimiento.
Al estar lo suficientemente cerca, el dio un zarpazo, pero fue bloqueado por mi cuchillo, redirigiendo su velocidad hacia otro lado y lanzando arena con sus pies hacia atrás, esperando cegarme, aunque fuera un poco.
Yo sabía que el haría esto, por lo que, al bloquear el zarpazo, retrocedí de la misma manera que él, sin detenerme y lanzando mi cuchillo para intentar darle, aunque fuera una vez.
Pero él sabía que yo sabía que el haría eso, por lo que pudo detener el cuchillo con su mano y devolverlo con más fuerza y velocidad.
Pero yo sabía que él sabía que yo sabía que el haría eso, así que simplemente recibí el cuchillo y seguí con mi carrera hacia él, dando cortes por aquí y por allá.
No paso mucho tiempo antes de que uno de los dos diera el primer corte, y para sorpresa de nadie, yo fui la primera en dar el corte.
Al dar un cambio de planes repentino, corté sin querer la cadena de "Conocimientos" que ambos teníamos, por decidir usar algo que nunca había usado.
Kei: "Ahh, huff"
Fingí estar cansada, que tenía un toque de realismo porque en verdad estaba algo cansada, solo que exageré ese cansancio.
El pensó que tendría una oportunidad al verme tan cansada, por lo que no dudó ni un momento al salir corriendo hacia mí para atacarme en este momento de debilidad.
Sin dejar mostrar ninguna de mis intenciones, esperé el momento justo para sacar mis garras y cortar la flor de su pecho.
Él se dio cuenta de mi actuación y cayo rendido al suelo después de ver su derrota.
Esa era una de sus debilidades, Silver es tonto, tiene potencial, pero no sabe cómo utilizarlo.
Por eso mismo es que me junte con él.
Para poder molestarlo un poco con mis actuaciones.
Aunque lo de hoy fue algo ligero, solo me quedaba disfrutar el poco tiempo de vida que le quedaba por delante.
En fin, tal vez haga que hoy me invite la cena hehe.