Anne había intentado distraerse, sumergirse en su trabajo y su familia, pero el peso de la verdad se cernía sobre ella como una nube de tormenta. No podía sacudirse la sensación de que cuanto más profundizaba en el pasado, más peligro invitaba a su vida. Extrañaba a Damien, a pesar de hablar con él todos los días. Él le hacía falta.
Entonces una tarde, su omega, Clara, entró precipitadamente, con el rostro enrojecido por la urgencia.
—¡Señora Luna! Necesita venir rápidamente. ¡Hay una reunión con los miembros del consejo en la oficina del Alfa!
—¿Qué está pasando? —preguntó ella, su voz firme a pesar del torbellino de emociones que hervían en su interior.
Clara negó con la cabeza, sus ojos muy abiertos.
—No lo sé. Pero es serio. La manada está tensa. Dicen que el consejo ha venido a discutir algo importante.
Anne sintió la ansiedad familiar apretándole la garganta mientras asentía.
—Iré. Gracias, Clara.
Apoya a tus autores y traductores favoritos en webnovel.com