La fricción que se mostraba entre Ian y el Padre Redrick era algo de lo que Elisa no estaba al tanto. Era difícil leer su expresión en medio de la situación, cuando las dos posaron una sonrisa en sus rostros al comenzar la prueba de fuerza con el apretón de manos.
Elisa notó, sin embargo, que su apretón de manos duró un poco más de lo necesario. Cuando Redrick devolvió la fuerza del apretón de hierro de Ian, se escuchó un chasquido nítido y el sacerdote frunció el ceño antes de retirar su mano. —El Señor, veo, ¿es un vampiro? —preguntó el Padre Redrick como si no supiera lo que Ian era y Elisa se preguntó por qué le preguntó a ella cuando podría haberle preguntado a Ian, pero no le dio mucha importancia. Todos se ponen nerviosos cuando entablan una conversación con el Lord.
—Él... —respondió Elisa, insegura ya que no sabía qué contestar. Ahora que lo pensaba, ¿qué decía Ian que era delante de los demás? Sigilosamente, le envió una petición de ayuda con sus ojos al hombre a su lado.
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