—No tengo... no tengo ninguna marca en mí —tartamudeó.
La inquebrantable mirada de Cazador mantenía una calma firme. Era como si viera más allá de la superficie, penetrando en las capas ocultas de su existencia.
—Ahora no puedes verla. Pero nosotros sí podemos —su mirada se desplazó hacia su mano sobre su cuello, y ella siguió su línea de visión, frunciendo el ceño en confusión.
—Es una parte de tu identidad que ha estado oculta, esperando el momento adecuado para revelarse.
Su confusión se intensificó, como una niebla que se espesaba en su mente. Se sentía como si estuviera a tientas en la oscuridad, intentando dar sentido a una realidad que parecía escapársele de las manos.
—No entiendo.
—Es complejo, y llevará tiempo para que lo comprendas completamente. Alrededor de cuatro años a partir de ahora, cuando cumplas treinta, tu marca se revelará ante ti y las piezas encajarán.
Apoya a tus autores y traductores favoritos en webnovel.com