Los dos avanzaron con cuidado. Ji Ning solo abría los túneles una vez que encontraban un punto de partida y un punto de parada bastante seguros. De vez en cuando, tenían que valerse de la nave negra para evitar algunas áreas especiales que no podían ser atravesadas.
Pasó medio mes y llegaron a un lugar donde el espacio-tiempo estaba distorsionado. Los desechos espaciales llenaban la región e innumerables peligros acechaban entre las sombras. Una nave negra se detuvo dentro de este campo de espacio-tiempo caótico.
Ning y el Señor de la Secta Polvonueve miraron hacia el frente. Más adelante, justo en el medio de esa región de espacio caótico, había un camino de piedra azul que tenía diez millones de kilómetros de ancho. Que un camino extremadamente hermoso y pacífico apareciera repentinamente dentro de esta región de espacio oscuro y caótico solo era señal de que ocultaba algún tipo de peligro.
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