—¿Nada en lo absoluto? —dijo Ji Ning sorprendido—. ¿Quién es el Hegemón de túnica blanca?
—Era el Hegemón de la Alianza Dao —dijo el joven calvo vestido de negro—. Murió en la batalla durante esa gran guerra, pero logró herir profundamente a nuestro enemigo. Mi maestro logró ayudarlo y le dio un golpe mortal, pero el enemigo le hizo una herida grave a mi maestro antes de perecer. Las heridas de mi maestro eran tan profundas que sabía que no sobreviviría, por lo que dejó sus legados e indicó su voluntad de que solo le fueran heredados a los futuros cultivadores de su raza. El Hegemón de la Alianza Dao no tuvo la oportunidad de dejar ningún legado. En cuanto a sus tesoros, bueno, mi maestro se los llevó e hizo arreglos para que se los entregaran a futuros Ancestros que pudieran pasar sus pruebas —dijo el joven.
Ning parpadeó un par de veces. ¡Pero esos tesoros eran los tesoros de un anciano de la Alianza Dao! ¡Y él era miembro de la Alianza Dao!
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