Héroes por suerte.
CAPÍTULO 32
En la reunión.
Todos los elegidos estamos reunidos... Ah, este ambiente me gusta.
—Bueno, ya estamos todos... Mmm... Veo que algunos diseñaron sus propios trajes, me gusta.
Debemos ser más originales.
Abro la dimensión.
—Entremos, debo contarles algo importante.
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Dentro de la dimensión, les conté sobre la organización secreta.
—Nuestras identidades secretas valieron mierda.- Dijo Godín.
—Lo sé, pero su trato es muy bueno, ellos nos dicen en dónde están los criminales, nosotros vamos, les rompemos un brazo, y algo saldrá del cuerpo si se trata de un alien.
¡Ya quiero ver un alien...! Aunque ya vi uno antes.
—Creo que no tenemos otra opción.- Dijo Cristina.
—Me veré con alguien de su organización el lunes, me dijo que me entregará algo… Y, bueno, ¿alguien desea mudarse del país?
—Es tentador, pero sería demasiado sospechoso irme así de repente.- Dijo Esmeralda.
—¿Cómo iremos a las reuniones de entrenamiento si estamos en otro país? No quiero volar horas para venir aquí.- Dijo Jazmín.
—¿Ya probaron la máxima velocidad? Es algo difícil de controlar, pero llegué aquí en unos veinte minutos.
—Ya sabía usarla.- Dijo Esmeralda.
—Igual yo.- Dijo Mark.
—Y yo.- Dijo Cristina.
—¿Soy el único idiota que no se le ocurrió usarla?
Todos me responden: "sí"... Mierda.
—Mierda... Entonces, ¿nos quedamos en Mesaik? ¿Alguien quiere irse del país? Levante la mano.
Observo que Godín levanta la mano derecha.
—Yo, pero... ¿mis gastos serán todos pagados por ellos?
—Es una organización con mucho dinero, supongo que no hay problema.
—Me gustaría ir a Unikein.
—Miguel y Mark, ¿serán héroes?
—¡Me encantaría!- Miguel lo dijo emocionado.
—No, gracias.- Mark lo dice con un tono serio.
—Está bien... Escuchen, vivirán gratis, piensen bien su decisión.
Miguel levanta la mano.
—Yo quiero ir a Trukia, sus mujeres son muy lindas.
Esmeralda levanta la mano.
—Tendré que inventar una excusa, pero quiero irme a Fanakai.
Cristina levanta la mano.
—Poman.
Jazmín levanta la mano.
—Eskatan.
Adriana levanta la mano.
—Pues solamente queda Cheica. Escojo Cheica.
—El problema es que... ¿Qué haremos con los criminales?- Dijo Cristina.
—No los vamos a matar, como cierta persona.- Dijo Esmeralda.
Mierda, todos me están viendo demasiado... D-debo cambiar de tema.
—Cierto, escuchen, solo podemos revivir a alguien si no sufre heridas su cerebro.
—¿Cómo lo sabes?- Dijo Esmeralda.
—Experimenté con un gato, lo partí a la mitad y pude revivirlo, lo asesiné destruyendo su cabeza y no pudo revivir.
—¡¡Qué asco!!- Gritó Cristina.
—Por eso partí a la mitad a los criminales de hoy, los iba a revivir después.
—Ya veo.- Dijo Esmeralda.
—Cambiando el tema, debo contarles algo que tengo planeado.
Espero contar con su ayuda.
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Después de contarles mi plan, parece que no les agradó para nada lo que tengo planeado. Supongo que tendré que hacerlo sin ayuda.
—¿Eres idiota? Ya nos tienen miedo, ahora será peor por tu culpa.- Dijo Miguel.
—Esto es algo que haré yo solo, no necesito su aprobación.
—Creo que sí te pasas un poco.- Dijo Esmeralda.
—Ese es un plan de un villano, no es lo correcto.- Dijo Jazmín.
—Cada quien tiene su propia definición de lo que está correcto.
Esmeralda se me queda viendo y se acerca a mí.
—Te detendré.- Dijo Esmeralda.
Miguel se me queda viendo y se acerca a mí.
—Yo igual.- Dijo Miguel.
Seguramente son religiosos.
—Quiero ver que lo intenten.- Digo enojado.
Kim intenta calmarnos.
—Calmados, no peleen.- Dijo Kim.
—Al contrario, vamos a pelear, ese será el entrenamiento de hoy, todos contra todos, el último que quede de pie gana. Puedes matar, pero no usar la máxima fuerza, ¿están de acuerdo?
— Claro.- Dijo Mark.
—Me gusta este tipo de entrenamiento.- Dijo Erick.
—Es peligroso, me da miedo.- Dijo Ángela.
—¡No tengan miedo, no pueden morir!
—¿Empezamos?- Dijo Mark.
—Tenemos que alejarnos.
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Dos minutos después.
Todos estamos alejados... Bien, ya estamos listos.
—Todos están distanciados uno del otro. Bien.
Grito con todas mis fuerzas.
—¡¡Empecemos!!
Observo que todos se dirigen a mí... ¿Por qué la vida es una hija de perra conmigo?
—Mierda.
Me alejo lo más rápido posible.
—¡¡Todos contra todos, no todos contra mí!!
—¡Por idiota, por tu culpa todos nos tienen miedo!- Dijo Miguel.
—¡Lo tuve que hacer, no tenía opción!
Me detengo para dialogar como las personas civilizadas que somos.
—¡Por favor, es todos contra to…!
Recibo un puñetazo de Mark en la cara e intento soportar el dolor. ¡Maldito salvaje!
—Qué bien se siente.- Dijo Mark.
Se empieza a reír. Te quitaré esa risa, idiota.
—¡Hijo de perra!
Le doy un golpe en la entrepierna con mi puño derecho y cae al suelo.
—Hijo… de puta.
—¡Eso fue cobarde!- Dijo Patricio.
Me golpea en el pecho, soporto el dolor y le regreso el golpe.
—¡Vengan todos pues!
Todos me empiezan a golpear.
—Mierda, no logro golpearlos.
¿Y yo soy el chico malo? Salvajes.
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10 minutos después.
Ángel está en el suelo y todos lo rodean. Está rodeado de sangre... Y muerto.
—Chicos… Ya no se mueve.- Dijo Cristina.
—Creo que nos sobrepasamos con él.- Dijo Esmeralda.
—No morirá, solo tenemos que esperar a que se recupere.- Dijo Miguel.
—Eso le pasa por idiota, después de matar a 34 personas, se pone a planear un plan para destruir las iglesias y destruir la iglesia principal.- Dijo Mark.
—Nos ganaríamos mucho odio si él hace eso.- Dijo Godín.
—No lo apoyo, pero lo de las riquezas repartidas a los pobres no suena nada mal.- Dijo Cristina.
—Es una acción tanto buena como mala.- Dijo Jazmín.
—Lo sé, pero ganaríamos muchos enemigos, aún no sabemos que tanto poder tiene la iglesia "Desmolfer" en el mundo.- Dijo Miguel.
Mark se para en medio de todos.
—Lo entiendo, es muy riesgoso ese plan, aunque hay una manera de que no nos involucre a nosotros.- Dijo Mark.
Esmeralda se empieza a preocupar.
—¿Cuál?- Dijo Esmeralda.
—Separarnos del héroe Ángel y formar nuestro propio equipo sin él.- Dijo Mark.
—Es cierto, si lo sacamos de nuestro equipo, no nos pueden culpar. Cuando se recupere se lo diremos.- Dijo Patricio.
Erick se acerca a Esmeralda.
—Oye, cambiando el tema, ¿no quieres salir esta vez a cenar?
—¿No te rindes?
—Vamos, ¿no quieres comer unas hamburguesas?
—Tal vez, la verdad, tengo algo de hambre. ¿No quieren ir todos a comer?
—No tengo dinero.- Dijo Godín.
—Yo pago, no se preocupen.
—Suena bien, vamos.- Dijo Mark
—Solo esperemos a que termine el entrenamiento.