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Fate/Stay Night: Shinji's Unloved Justice (SPA)

En un lugar recóndito de lo que conocemos como todo, en un universo que representa un mero inexistente punto en lo que se desconoce es que seres vivientes manejan proezas en sus manos, y entre ellos están los tan aclamados "Héroes". Ha sido así que en este pequeño existir, unos seres vivientes accedieron al poder que les permitiría alcanzar algo nombrado como "The Root", y para que esto fuera realizado, se necesitaba 7 almas de voluntad inexpugnable para pelear en una guerra sin par. Los años pasaron sin pensar en estos seres, hasta que en la tercera edición algo pasó, y el destino cambió, en vez de quedarse en dónde estaba, todo prosiguió con cambios inesperados, por lo que cuando este hombre descubrió la verdad, horrorizado, destruyó el artefacto que todos los que saben su nombre, anhelan. Y diez años después de silencio, las piezas empiezan a colocarse nuevamente en el tablero. ¿Podrá tú alma alcanzar tú meta? ¿O será acaso un ideal el que te comsuma hasta no ser más que cenizas? ¡Los espero, Héroes! ¡Dónde todo comenzó y todo terminará! (Personajes algo OOC, AU).

Bosterobasurero · Cómic
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21 Chs

The morning after the third

<DATE 02 04>

La frialdad que siento a través de mis párpados me avisa que he despertado, abro mis ojos y veo como la oscuridad se ve repelida por mí linterna.

—Hn—Estoy cansado, no quiero abrir mis ojos todavía, así que los vuelvo a cerrar.

No sé que hora es, pero entre abro mis ojos para ver el estado de Rider, quién duerme plácidamente en el piso usando mí uniforme para cubrir su cuerpo y la bufanda ahora doblada, como una almohada.

Me dormí hace unas horas, no sé que hora es, pero sí sé que poco he dormido.

No tengo un lugar para llamarlo casa, obligué a acostarse a Rider y descansara, creo que me habré dormido como a las 2:30 AM.

Ayer fue un día cansador, creo que así puedo definirlo.

Moviendo mis brazos a los lados, doy un ligero bostezo y estiro mis piernas estando sentado.

—Quisiera dormir más, pero necesito conseguirnos cosas sí es que quiero que sigamos refugiandonos aquí.

Revisando mis bolsillos pronto encontré algo de dinero, con esto sería suficiente para comprar varias cosas, así que agarró su mochila y se dirigió a la salida de la alcantarilla, sabiendo que temprano no pasaban tantas personas por esta calle.

Al salir a la superficie fue que miré a todos lados y no noténada, después de esto cerré la tapa de la alcantarilla al tocar la superficie con mis pies.

—Ahora.. adelante.

Caminando por las calles de Fuyuki terminé llegando a un supermercado en dónde compre algo de comida que guardé en mí mochila, luego me dirigí a un lugar en dónde vendían de todo un poco, allí compré dos almohadas y dos frazadas. Con eso sería suficiente, llevando todo en bolsas me dirigí de regreso a mí refugio y alejándome de manera cautelosa del ojo público.

También cabe recalcar que compré algo de gasas y vendas para cambiar los que Rider tiene.

—Rideeeer. Ya regresé. E hice un par de compras.

Avisé mientras dejaba las cosas al lado de ellos, y mirando a la Servant que se encontraba aún durmiendo.

—Bueno, al menos este lugar no huele tan mal.

Eso era una realidad, ya que para unas alcantarillas poco mal olor se podía oler, quizás cosas como el agua sucia y algo de tierra humeda, pero fuera de eso no mucho más, esto le daba algo de comodidad, ya que al ser más.. ¿Limpio? le era mucho más fácil el hacerse la idea de quedarse aquí por más tiempo.

Pero bueno, agarré una de las almohadas y la puse debajo de la cabeza de Rider, luego coloqué una frazada sobre el cuerpo del Servant para que no pasara frío encargandome de hacerle algún tipo de embalsamado, cómo si fuera una momia, así no podría sufrir tanto frío.

—. . .Es un Servant y aún así la trato como una persona—Suspiré mientras decía en mí mente aquellas palabras—. Normalmente me diría que no me encariñe con ella, pero ya lo he hecho, por lo que ahora sólo es alguien a quién debo proteger, nada más que eso.

—Ahora.. a esperar, cuándo se despierte haré algo de comer.

Me dije a mí mismo mientras me acostaba un rato con la almohada y frazada que había comprado este mismo día, echándome a dormir al menos una hora o dos.

.....

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.....

(Third)

Con el pasar de las horas, una suave brisa en la oscuridad hizo que Rider moviera su cuerpo ligeramente, y moviendo su cara vio que al lado de esta se encontraba la mochila de su Máster.

—Mmm.

El Servant de la clase Rider se despertó viendo la mochila de Shinji frente a ella, sentía gran parte de su cuerpo adolorido, en especial su pecho, pero aún así movió su cabeza hacia arriba y pudo visualizar a su Máster durmiendo, tapado con frazadas.

Y al darse cuenta también, Rider notó que de igual forma ella estaba rodeada por una frazada de un color lila parecido al de su cabello.

Parecía que Shinji había salido para comrpar cosas y así estar cubiertos respecto a lo que fuere objetos necesarios.

Shinji Matou, el Máster de Rider, desde que lo conoció le pareció alguien curioso, un Máster despreocupado que no era el más bondadoso de todos los mortales, ni tampoco alguien malo, es más, parecía querer alejarla activamente de él, o eso había notado el Servant.

Pese a que Sakura pudiera ser su Máster "original", Shinji se había convertido en el Máster que Rider quería.

Sakura lucía como alguien rota, pero el Setvant no sentía que fueran tan iguales cómo podría imaginar en primer lugar, es más, sentía más similitudes con su Máster "falso" que con el "real".

Cada vez que interactuaba con los Matou aprendía nuevas cosas de los mortales que no recordaba, por ejemplo, la malicia que estos tenían, un ejemplo claro de esto era Matou Zouken, quién le había ordenado a Sakura decirle al Servant que tomara almas humanas con tal de potenciar su poder con la idea de realizar un plan de asesinato de muchas personas inocentes.

Desde el día uno, a espaldas de Shinji, Rider tuvo la orden de asesinar a múltiples personas, drenando toda esencia en dichos seres hasta que no les quedara nada, tal como un Vampiro con la sangre, Rider se sintió más fuerte, pero dicho poder nunca lo usó en batalla, más bien lo depositó en un plan orquestado por el hombre más repugnante que había conocido en toda su existencia.

Ni siquiera los horrores del mundo griego pudieron preparar a Rider para alguien como Zouken Matou, un hombre capaz de lanzar a su nieta y que esta fuera.. tocada por sus gusanos familiares con tal de mantenerse con vida, era algo horripilante en todos los sentidos. Pero, cuando vio a Sakura actuando tan normal ante todo se dio cuenta que esto provenía de mucho tiempo en el pasado.

El primer sueño de Rider en este mundo fue uno sobre un niño de cabello negro con manchas azules.

Este niño se veía despistado, y este conoció por primera vez al monstruo conocido como Matou Zouken, pronto Rider se dio cuenta de la identidad de este niño.

Quién, oh coincidencia, era el Máster del Servant presente, es decir, Matou Shinji.

Rider al enterarse de la verdad logró disimularla a la perfección, nadie sabía del conocimiento desbloqueado, ni siquiera el propio Matou Zouken.

Mientras más avanzaban las horas, Rider cada vez más empezaba a pensar que tanto Sakura como ella no eran similares, ya que la chica pese a sufrir tanto tiempo parecía tener una faceta en la que sus "verdaderos" colores salían a relucir, mismos que le recordaban a la envidia de la diosa que la embrujó.

Pero ayer algo cambió, Sakura avisó que no estaría junto a Rider, que esta se encontraría sola recolectando almas, y justamente este mismo día casi moría, sí no hubiera sido por Shinji, su falso Máster, su historia habría acabado el día pasado.

Un máster normal no habría sacrificado un preciado sello de comando por un Servant ineficiente, es más, sí hubiera sido alguien más, posiblemente Rider estaría de regreso al Trono de los Héroes, pero, Matou Shinji le demostró que no era normal, e inclusive la reconoció como una persona en vez de una herramienta.

En vez de obligar al Servant a correr por sus propios medios con tal de salvar su vida, Shinji la cargó con sus delgados brazos juntando toda la fuerza que tenía para que ambos pudieran salir de aquella situación de peligro.

—Debo confiar en él—Pensó Rider—. Después de todo.. aún sigo siendo su Servant.

Podría verse como su asesino, pero Rider sabía que eran personas distintas, ahora tenía fundamentos para creerlo.

Fue así que el Servant se levantó del suelo notando que estaba embalsamada en frazadas bastante abrigadas que la privaban de sentir el frío, algo que agradecía a el joven Matou por hacer.

—Máster—Soltó Rider en un susurro, ya que no quería molestarlo demasiado al joven que había salvado su vida en esta ocasión.

—Ya te dije.. que me llamaras Shinji—Soltó en un comentario adormilado el Matou.

—Lo siento, Más--... Shinji.

Shinji era un chico de cabello azul, un color peculiar, aunque era irónico ya que el cabello de Rider fuere uno de un color lila puro, este era el Máster de Rider y ahora su relación era algo parecido a camaradas.

Este joven abrió lentamente sus ojos y al ver a la dama con esa cinta sobre los ojos soltó el siguiente comentario:

—¿Te encuentras mejor?—Preguntó Shinji—. Sí necesitas algo, dímelo.

Entonces Rider negó con la cabeza, incluso así, Shinji supo algo que por ahí la calmaría un poco de toda la situación en la que estaban.

—¿Tienes hambre?—Preguntó en una primera instancia Shinji, a lo que el Servant negó mientras respondía con un tono directo—. Los servants no tenemos la necesidad de digerir alimentos. Por lo que manténgase bien alimentado, Máster.

Y aún así, Shinji no se rindió ante la actitud de Rider, por lo que se liberó de sus frazadas y prendió algo de fuego con unas ramas que había traído.

—Prepararé algo de comer; tú estás comiendo también—Dijo Shinji. Y cuando Rider intentó denegar esta orden, apunto de lanzar su primera letra fue que el chico se le adelantó—. Necesitas recuperarte, así que.. para que eso suceda necesitas tener tú estómago lleno mientras tanto.

Sacando muchas cosas de algo tan simple como una mochila, Shinji empezó a cocinar, y antes de que Rider nuevamente pudiera hablar, Shinji se anticipó a la pregunta.

—Es lo único que me regaló el señor Matou.. hace mucho tiempo. No recuerdo por qué, pero tiempo después recibí mí Walkman y ahora me parece un recuerdo muy lejano—Explicó el origen de la mochila, Shinji entonces continuó hablando—. Aunque.. simplemente puedo resumirlo a que es.. una mochila con mayor capacidad, eso es todo.

Rider asintió ante la respuesta, que en vez de darle un fundamento a la mochila sólo acrecentaba las dudas en la cabeza de Rider.

¿Quién era realmente Matou Zouken? ¿Qué sucedía alrededor de Matou Shinji y Matou Sakura?

—Dime, Rider—Habló Shinji, captando la atención del Servant—. ¿Tienes un deseo?

Antes, Rider le hizo la misma pregunta, en un intento de conocer los verdaderos colores de su Máster, pero falló al no tener cercanía con este.

Ahora, la respuesta podía ser distinta, pero Rider debía demostrar sinceridad, tal como este joven lo había hecho al arriesgar su vida como nunca nadie lo había hecho en toda su vida.

—Yo..

El servant no estaba seguro, no porque no confiara en Shinji, sí no porque nunca había tenido que ser sincera. Siempre la vida la había tratado como ella trataba a los demás, por lo que nunca debió sincerarse ante nadie, pero, aquí estaba, apunto de confesar su máximo deseo a un máster adolescente en una alcantarilla abandonada.

Rider no quería dudar, pero inconscientemente lo hacía, muchas veces había sido traicionada, y cuando confiaba las personas resultaban heridas, o más bien la herían a ella, por lo que entendió que para sobrevivir debía ser egoísta.

Shinji lucia como su asesino, eso era algo que Rider debía enfrentar, pero que luciera como este no significaba que fuera el mismo hombre de hace tantos siglos.

Shinji no era el asesino de Medusa.

Perseo, por otro lado, sí lo era.

Pero incluso el Servant sabe que la historia tiene dos lados, y ahora con los conocimientos de este mundo sabe que Perseo había hecho todo por su madre quién estaba apunto de ser desposada por un tirano.

—No te preocupes, no hace falta que la respondas.

Shinji había interrumpido a Rider, viendo que su rostro parecía perdido y sus emociones eran varias.

—No sé que héroe hayas sido en el pasado, asesina o no, pero quiero que sepas.. No pienso traicionarte.

Tal vez Shinji era demasiado directo, ya que con cualquier chica se sentiría incomoda ante ese tipo de comentario, pero.. Rider no era cualquier chica, ella venía de una época muy distinta, y tampoco era humana para empezar.

Aún así, las intenciones de Shinji lucían ser verdaderamente honestas, tal como las emociones que podía leer Rider.

—Así que pregúntame sin tener miedo, porque de todos modos voy a aceptarte.

Shinji nunca tuvo amigos ni amantes, nunca entendió el amor porque jamás lo recibió, jamás entendió la amistad porque nunca la aceptó.

En el presente, Matou Shinji sentía que este era el camino correcto, que había tomado la decisión correcta al salvar a Rider, que sus impulsos perversos le abandonaban cada vez que la miraba al rostro.

—Quiero poder vivir libremente—La mujer miró al fuego mientras decía esto—. Ese es mí deseo.

Ante la declaración de Rider fue que Shinji asintió, viendo tal deseo, pudo sentirse comparado, ya que él también habría deseado lo mismo, el poder para ser libre, algo tan bello y complejo a la vez.

Es un deseo egoísta...

Rider miró a otro lado ante este comentario proveniente de Shinji, pero este se levantó del suelo y miró fijamente a Rider mientras el fuego los separaba.

Me gusta.

Cuando Shinji dijo esas palabras la cabeza de Rider se giró para verlo a los ojos, viendo por primera vez en su vida el brillo de los ojos del joven que tenía por Máster, ese mismo que la había salvado de la muerte.

—Yo te ayudaré, Rider—Shinji sacó una de sus manos de sus bolsillos y la extendió al Servant—. Juntos, conseguiremos tú libertad.

Rider entonces bajó la cabeza por unos segundos, después de tanto que había pasado, el tener que separarse de sus hermanas, la profanación de dios y el castigo de aquella otra diosa, y finalmente, el pelear a muerte contra un joven al que odió injustamente.

—No sé porqué dudas—Dijo Shinji—. Pero, aún así seguiré creyendo en tí, incluso si estamos a mano, incluso sí debería priorizar mí vida, siento que estoy haciendo lo correcto por una vez en mí vida.

El Servant cerró sus puños y preguntó de la manera más honesta posible—¿Por qué insiste en ayudarme?—Rider estaba en una contradicción, una parte de ella quería creer en su Máster, la otra parte se mantenía en su postura de que era ella contra el mundo—. Ni siquiera sé por qué me salvó.

—Ya te lo dije ayer, ¿No?—Mencionó Shinji—. Somos iguales, Rider. Aparte, siento que eres la persona más importante para mí ahora mismo, así que te protegeré sin importar lo que suceda. Sí no lo hiciera.. no podría vivir conmigo mismo de ser ese el caso.

Rider luego de estar en silencio por minutos entonces se quitó parte de sus frazadas para extender su mano dominante a Shinji, quién se puso al lado del Servant para así no quemarse con el fuego.

Así, ambos se quedaron quietos en el suelo, observando el fuego mientras hablaban de muchas cosas, pero más que nada cosas cotidianas, con tal de hacer pasar el tiempo.

Y después de que tanto Shinji como Rider tuvieran su tan ansiado almuerzo, algo pasó.

.....

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.....

(First)

De repente. . .

Pude oír un sonido.

Y no uno proveniente de alguna rata o del agua.

No, este sonido era diferente.. era como sí..

Estuviera a su lado, crepitando desde la oscuridad.

Por lo que con la máxima cautela que tenía logré hacerle una seña a Rider quién asintió e hizo aparecer su arma característica, yo por otra parte me giré hacia lo que fuere que hacía ese sonido.

¿Y qué era?

—La mochila—Comentó Rider quitándome las palabras de la lengua—. Ese sonido proviene de allí, Shinji.

—Rider, procede—Dije mientras la dama se acercaba cada vez más a mí mochila, abriéndola sin miedo alguno.

Pronto, pude ver como una luz salió de las entrañas de mí mochila, y no era una luz débil, sí no un fuerte destello que iluminó todo su lugar por un momento.

Acercándose, Rider puso de cabeza la mochila y dejó caer lo que fuera que estaba dentro de esta, dejando salir al...

—. . .Libro conector—No podía creerlo, el libro que me había dado el señor Matou soltaba luz de sí mismo.

Así que dando unos pasos, me acerqué al libro y lo abrí con mis manos, dejando ver que un tipo de..

Mierda.

—Rider, ¿Tú pusiste una barrera en la escuela?—El servant asintió ante mis palabras, cosa que respondió mis dudas pendientes y me hizo decirle una línea final al Servant...

Debemos detener el plan de los Matou.