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Fate/Hierro en plata

Fue solo curiosidad que se extendió a cada año. Una figura que todos conocían, pero de la que nadie hablaba. Un conocido, un extraño, un amigo o un desconocido. Nada importaba ahora, sólo deseaba poder comprender que había debajo de esa red que no parecía pensante. Ella no buscaba una luz guía. Ella buscaba ser esa luz.

ReydePicas · Cómic
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12 Chs

Niebla

―Pensar todo era mucho más tranquilo…

Shirou se giró y vio a la persona que estaba a su lado.

Taiga estaba sentada esperando en la mesa a que el joven terminase de preparar el desayuno.

― ¿Antes todo era tranquilo?

―Es buena hora para que entiendas, pasan la repetición de la madrugada ahora, mira.

Shirou hizo lo que le indicó Taiga y vio el televisor. Miró a su alrededor unos instantes antes de tomar el control y subirle el volumen.

Hoy en ultimas noticias, en la fecha 04 de junio de 2004 la ciudad de Fuyuki tiene un pico histórico de desaparecidos en la zona céntrica, aún no se han determinado las causas o quienes están detrás de estos actos, pero se solicita a la ciudadanía a quedarse en casa y evitar salir a altas horas de la noche.

Un suspiro sonó de repente al escuchar aquello.

Shirou se giró y vio a Taiga que estaba con la cabeza gacha.

―De verdad… esto no tiene sentido, toda la paz que había hasta hace tan poco se fue como si nada, ahora mismo las noticias no paran, la policía hace chequeos incluso en las casas, me preocupas, Shirou-kun ―Taiga habló mirando al joven unos instantes.

―No tienes por qué preocuparte Fuji-nee, estaré bien.

―Siempre dices eso, pero al final terminas en una situación extraña, la otra vez por ayudar a un anciano a llevar sus cosas terminaste en el otro extremo de la ciudad.

―Era pesado y no parecía que pudiera dar otro paso más antes de que colapsara, no está-

―Sí, no está mal ayudar a otros, pero por favor se consciente de ti mismo.

Esa última oración de parte de Taiga pasó por los oídos de Shirou más no logró procesarla.

¿Por qué debería velar por sí mismo cuando podría velar por los demás?

―Porque todos nos preocupamos por ti, Shirou.

Shirou se quedó en silencio cuando se giró y vio a Marisbury sentado ahora al lado de Taiga.

―¡Por supuesto! ―una voz vino detrás de él para encontrarse con Rin que se cruzó de brazos y miraba con una sonrisa a Shirou.

― ¿Qué…? ―Shirou no supo que decir, solo se quedó en silencio ante lo que estaba viendo, el ver tanto a Marisbury como a Taiga y Rin en la misma habitación.

¿Qué estaba pasando?

―¡Onii-chan! ―el corazón de Shirou dio un vuelco cuando se giró y vio a Illya corriendo hacía él y dándole un fuerte abrazo.

Los ojos de Shirou se abrieron, su expresión cambió cuando miró la mano con la que sujetó el cuerpo de Illya.

Su mano era de un color más oscuro, parecía como…

― ¿De verdad quieres ir al infierno?, ambos salimos de ahí, pero solo te veo quebrándote a cada paso que das hacía el frente.

Archer, el servant rojo, su versión futura, Emiya, se paró frente a Shirou que solo pudo ver con sorpresa al hombre que lo miraba con diversión.

― ¿Qué es esto…? ―Shirou miró a todos los presentes que le sonreían.

―Son las personas que estuvieron a tu lado y no salvaste ―Emiya respondió con simpleza viendo a Shirou que empezó a ver a todos los presentes que se pusieron de pie.

Todos caminaron y se acercaron.

― ¡Onii-chan realmente debe estar feliz, salvaste a tantas personas por solo nosotros! ―la felicidad en la voz de Illya solo dio otro golpe al corazón de Shirou.

Él recordaba cómo era ella en sus últimos días, solo una cascara que lloraba ante su estado de no poder moverse y solo poder pensar todo lo que hizo.

Muriendo en un arrepentimiento enorme al solo quedarse quieta encerrada en su propia mente.

―Yo… ―Shirou intentó decir algo, pero fue interrumpido cuando la puerta de su casa sonó.

De la nada nadie estaba en la habitación.

Estaba solo.

Shirou llevó una mano a su pecho y respiró hondo intentando calmarse.

La luz de la sala había pasada de una luz clara a una oscura de forma gradual, casi como si estuviese bajando la tensión o como si las luces se hubieran averiado.

El sonido de los focos explotar sonó de golpe, Shirou alzó las manos y se cubrió los oídos.

El golpe de la puerta sonaba demasiado fuerte.

La única luz que no se vio afectada fue la que estaba en la entrada de la sala. Shirou miró con detenimiento la puerta, por los costados del marco parecía brillar, como si le llamara para que se acercara.

Shirou apretó sus manos contra los oídos y esperó.

El sonido no paró de igual forma.

Fue casi un golpeteo desesperado el que estaba siendo dado.

Rechistando los dientes Shirou comenzó a caminar hacia la puerta de la entrada principal la cual no paraba de ser golpeada. Cuando estuvo frente a la puerta el sonido solo se hizo más fuerte, miró su mano y dudó unos segundos.

De reojo pudo ver como el mueble de la entrada con el espejo en este mostraba su rostro.

No se vio a sí mismo como Shirou.

Solo pudo ver la imagen de Emiya sonriendo casi con deleite al verlo.

Pero ese era su reflejo, dándose vuelta y mirando la puerta unos segundos más dudó, pero de impulso abrió la puerta al cabo de otros segundos de golpeteo constante, en ese breve lapso en que tomó el pomo y la giró para abrirla Shirou sintió que estaba por desmayarse.

Algo no estaba bien, algo lo estaba aterrando, pero ¿qué era?

Una cabeza se asomó por un costado, cuando terminó de abrirse la puerta pudo ver a una persona que no había visto en la sala.

― ¿Sucede algo senpai? ―Sakura estaba frente a él con la cabeza inclinada cuando vio como Shirou estaba hiperventilado.

―Yo…

Shirou miró su mano que estaba extendida por abrir la puerta.

Su tez había vuelto a ser blanca, la manga de su uniforme de la academia volvió. Shirou no dudó y entró para ver su reflejo.

Era él.

Con su cabello castaño rojizo y su tez normal.

Una leve sonrisa salió de Shirou antes de dejar salir el aliento que no sabía que estaba aguantando.

― ¿Estás bien senpai? ―Shirou se giró y vio a Sakura que no apartó su mirada de él, en el tono de la joven era más que audible como de preocupada estaba.

―Estoy bien, no sé qué pasó hace unos segundos, creo que… no he dormido lo suficiente ―Shirou llevó una mano a su frente y cerró los ojos unos instantes.

Todo había sido un sueño.

¿Pero quién era Marisbury?

―No fue un sueño Shirou.

El nombrado se giró con lentitud cuando miró a Saber que estaba parada con su armadura puesta.

¿Por qué conocía a Saber?

―Senpai, no te preocupes, todos estamos aquí ―Shirou se giró y miró una vez más a Sakura, ahora detrás suyo, en la entrada de la casa estaban todos los que había visto hace unos segundos en la sala.

―Eres un tonto, siempre preocupándote por otros cuando solo estás encerrado, eres tú él único que necesita ser salvado ―Taiga suspiró después de decir aquello.

―¿De qué están hablando? ―Shirou preguntó para luego mirar a las personas que estaban empezando a entrar con lentitud. Sakura se acercó y tomó su mano con cuidado, entrelazó sus dedos y le sonrió.

―No te preocupes Senpai, sabemos que es tú deseo, pero a la vez… nos gustaría tanto estar contigo ―Sakura habló con un leve sollozo que comenzó.

―Incluso si queremos verte en la otra vida no podremos, eso es triste onii-chan.

―A pesar de que algunos iremos al infierno, es bastante triste que no nos encontraremos ahí.

Shirou vio como cada persona de enfrente se estaba disculpando por no poder estar a su lado.

¿Por qué se disculpaban?

La mano de Sakura pasó de ser un agarre suave y el entrelazar los dedos, a tomar la muñeca de Shirou y ponerla bajo su cuello.

―Sabemos que no lo haces porque quieres, eres una buena persona senpai.

―Eres un niño muy puro.

― ¡Él mejor hermano de todos!

― Has sido un buen alumno.

― ¿De qué están hablando todos… ? ―Shirou miró su mano y volvió a verla.

La tez quemada por la sobre explotación de sus circuitos.

―Senpai, sé que no eres mala persona, sé cuánto te preocupas por los demás, no te puedo culpar por lo que me hiciste, sé que lo hiciste para salvar a los demás, así que por favor, sonríe por mí, al menos al final, quiero verte sonreír una vez más.

― ¿Sakura? ―Emiya miró como una espada se formó en su otra mano.

Una espada recta se formó.

―Sé que no fui el mejor ejemplo de adulto Shirou, pero sé que lo hiciste para poder evitar que todos los estudiantes de la academia compartieran el mismo destino, no te culpo, solo quería verte feliz.

― ¿Fuji-nee?

― ¡Fuiste el mejor hermano que pude tener!, me cuidaste y me disté todo lo que pedí, sé que te dolió mucho mi último pedido, pero… ya no podía soportarlo… ya no quería sentir dolor, tenía miedo, todo estaba oscuro, ya no podía escuchar, pero cuando tomaste mi mano, ¡Solo quería verte sonreír!

― ¿Illya?

―Incluso si me traicionaste al final, fuiste un maestro justo, un rey debe velar por el bien de otros, incluso a costa de sus deseos, es por eso que… no se pudo evitar, pensar que incluso fracasé como servant… mi deseo al final hubiera sido verte crecer, ser feliz.

― ¿De qué están hablando? , ¿Saber qué sucede?

―Solo estamos felices de verte sonreír, Shirou, vamos, sonríe, se feliz, incluso si nuestro deseo no puede cumplirse, incluso si todo es profano por un querer común, no importa, siempre supe que este momento llegaría.

― ¿Sensei? ―Shirou llamó así a Marisbury, él fue quien le enseño todo de la magia, como aprovechar sus desventajas, como mejorar lo que estaba haciendo, quien le dio dinero para sus misiones, quien le pagó a pesar de que prácticamente tenía un contrato de esclavitud, quien lo dejó libre a pesar de todo.

Un maestro, una figura a admirar por su deseo de querer ayudar a la humanidad.

Casi un segundo padre.

― ¿Por qué están diciendo esto?

―Porque es lo que te deseamos por última vez ―Sakura sonrió a Shirou que estaba viendo a todos casi con pánico, los ojos del hombre estaban casi rojos, sentía repulsión, miedo asco, mareo, toda emoción negativa se estaba acumulando dentro de él.

― ¿Ultima vez?

― ¿No lo recuerdas Onii-chan? ―Illya preguntó con curiosidad. Se rió un poco de Shirou antes de mirarlo con dulzura―, esto fue lo último que querían antes de que nos asesinaras.

La hoja en la mano de Shirou bajó y cortó de manera limpia el cuello de Sakura.

― ¡No! ―Shirou gritó cuando su cuerpo caminó y empezó a moverse hacia el frente, Taiga estaba con los brazos abiertos sonriendo y con lágrimas.

―Pero lo has hecho ―Marisbury comentó de fondo cuando vio a Shirou quien intentó resistirse y forcejear consigo mismo.

Un segundo tajo fue dado cuando la cabeza de Taiga salió volando.

Shirou guardó silencio, siguió caminando hasta estar frente a Saber.

―Por favor…

―Las acciones duras son en respuesta a situaciones duras.

Shirou no fue el causante directo de la muerte de Saber, pero a la vez… él fue quien dio la voz para que suceda.

La mujer de cabello rubio se dispersó en partículas azules cuando dejó aquel lugar.

―Sé que es duro, Shirou, pero es donde quieres estar, es donde Archer estuvo ―Marisbury sacó una pistola de su bolsillo y se la apuntó a su cabeza―. Incluso si lo hacemos con toda la buena voluntad para los demás, nadie piensa que somos personas las cuales solo quieren ver a los otros felices, somos herramientas, máquinas para perfeccionar la imperfección humana.

Un disparo en seco se escuchó cuando el cuerpo de Marisbury se derrumbó en el patio de la casa. El sonido hueco de la cabeza golpear el suelo hizo que Shirou solo se quedara callado.

―Es difícil, ¿No?

―Illya, por favor…―Shirou caminó y abrazó a la niña, la cual no dudó en responder el abrazo

―Ah… realmente eres el mejor, me hubiera gustado estar un poco más a tú lado ―la voz de Illya empezó a quebrarse, el llanto era casi presente―, no quería terminar así, incluso si era solo un títere destinado a morir después de la guerra… yo quería vivir, quería ver el mundo, me mostraste el mar y viajamos por muchos lugares antes de que mi situación empeorará.

―No necesitas alejarte, estás aquí.

―No puedo hacerlo, iba a morir, pero sabes… amé tanto el tiempo a tú lado, te aprecié tanto y quise quedarme a tú lado por siempre, cuando pasé mi primer año contigo pensé que podía pasar otros cien, pero recordé que no viviría por un par de más.

―Está bien, te curaré esta vez y…

―Es tarde Onii-chan, estoy muerta y tú me mataste, pero por favor… sonríe por mí una vez más, incluso si no puedo verte, incluso si no puedo sentirte, con solo saber que estás sonriendo estaré feliz así que por favor… sonríe.

El sonido de huesos siendo atravesados llegó. Los ojos de Shirou abrieron cuando vio su espada en el pecho de Illya.

―Sonríe Onii-chan, incluso si el mundo es cruel, no tienes por qué vivirlo de esa forma ―la sangre salió de la boca de Illya antes de que Shirou retirara la espada del pecho de Illya.

El cuerpo de Illya cayó sin ceremonias al suelo.

La sangre se había impregnado de todo el cuerpo de Shirou, el camino de la entrada estaba manchado, la tierra misma estaba pastosa por la sangre derramada.

Fue entonces cuando el fuego emergió por todos lados.

Ya no estaba como la versión joven de Archer, ya no estaba como Shirou Emiya en su juventud.

Era solo aquel niño sin nombre en medio de aquel infierno.

Brazos se levantaban y suplicas se escuchaban.

Ruegos de salvación, suplicas de clemencia, deseos de vivir.

Todo eso a oídos sordos de aquella pequeña figura que estaba parada sin saber como responder ante el escenario que estaba enfrente a él.

Las manos arrastrándose y subiendo por su cuerpo hicieron que Shirou temblara, quería liberarse, quería dejar aquel lugar, quería salir de aquel infierno.

Aquel infierno que era su vida.

Aquel infierno que era su existencia.

Aquel infierno que era su pasado, presente y futuro.

Pero las manos lo jalaron con fuerza hacía abajo y…

― ¿Shirou?

Olga Marie no pudo ver nada.

Solo fue una ráfaga de viento que surcó por toda la habitación. Ella no había parpadeado, ella no había dejado de mirar a Shirou que estaba dormido en el sofá de su habitación hace unos instantes antes de llamarlo.

Y de igual manera no pudo ver cuando el hombre había pasado de estar acostado a estar con una espada que no había visto nunca, pero esa espada ahora estaba cortando milímetros de su cuello.

Olga Marie cayó hacía atrás cuando se dio cuenta de lo que sucedió.

Shirou estaba respirando pesadamente, el sudor estaba en todo su rostro, era obvio que estaba hiperventilado, nervioso al extremo, más que eso podía jurar que escuchaba el corazón del hombre que iba a toda velocidad.

― ¿Marie-san? ―Shirou preguntó antes de mirar su espada y la fina línea que se había dibujado en el cuello de Olga Marie, la sangre empezó a caer lentamente de la herida fresca. Shirou cayó al suelo al instante y rompió parte de su manga antes de poner la tela sobre la herida del cuello de la joven frente a él.

― ¿Estás bien? ―Shirou casi se quedó quieto cuando Olga Marie le preguntó aquello, no pudo moverse y solo se quedó viendo a la mujer que no apartaba la vista.

¿Por qué se preocupaba por alguien como él?

Una opresión llegó en el pecho de Shirou ante aquellas palabras tan simples de Olga Marie. Olga Marie había llorado y gritado y se derrumbó frente a él cuando le dio la noticia de la muerte de su padre.

Lo peor fue cuando la noticia fue dada en público, Olga Marie se mantuvo firme, no mostró ningún cambio en su expresión, no es que quisiera dar esa noticia en esa clase de situación, sino que fue obligado a darlas, jamás hubiera hecho algo como eso.

― ¿Estás llorando?

Oro con bronce se encontraron y no se separaron hasta el pasar de unos segundos más.

―Lo siento.

― ¿Tuviste una pesadilla?, parece que la tuviste, te ves igual que yo cuando las sufro ―la mano de Olga Marie subió y llegó a la mejilla de Shirou, la pequeña fina línea que se había quedado en los ojos de Shirou después de haber despertado fue limpiada por el dedo Olga Marie.

―Te lastimé.

Olga Marie alzó una ceja por el comentario de Shirou.

―Fue mi culpa, también… por más horrible que suene esto, estoy feliz de verte llorar.

― ¿Qué?

Olga Marie alzó las manos y miró a otro lado.

― ¡No es como suena!, es solo… me alegra que tengas miedo a algo, o que sufras por algo, te hace ver más humanos de lo que los demás te dan crédito, hace que esa imagen de inalcanzable se vea un poco más cercana.

Shirou no entendió las palabras de Olga Marie, no entendió la razón de que aquello le resultó tan…

Calmante.

Una sonrisa emergió en las facciones de Shirou, una suave, sin rigidez, una verdadera.

Olga Marie solo se limitó a verlo, como Shirou solo negó la cabeza para sí antes de tomar su mano y levantarse, y con su mano que había tomado, la levantó con cuidado.

―Gracias ―Olga Marie llevó sus manos a su ropa y se arregló, las arrugas por el movimiento no previsto se alisaron ante su acción.

Shirou solo miró con detenimiento a la mujer, la tela de que estaba el cuello de la mujer se estaba empezando a manchar de un color rojiza. Quizá el corte no fuese profundo, pero no significaba que no sangrase.

―Lo siento, de verdad, lo siento… ―Shirou caminó hasta uno de los armarios y abrió uno antes de sacar un botiquín.

Shirou no se estaba disculpando ahora por el corte, era una disculpa invisible que solo fue seguida un sentimiento aún peor de culpa al ver como Olga Marie solo le sonrió con tranquilidad.

―Está bien, entré sin previo aviso, has estado en muchas zonas de guerra, es obvio que reaccionarías así, he leído mucho de eso, además por lo que escuché y me contaste has vivido toda tu vida en conflicto, fue mi culpa el haber entrado y solo acercarme porque sí.

Shirou casi dejó de moverse cuando Olga Marie le comentó aquello.

―No, es solo… tuve un mal sueño…

―Ya veo, ¿Quieres hablar de eso?

―Yo… la verdad no deseo hacerlo ―no quería dar más palabras porque no quería decir la verdad.

Ahora que se dio la vuelta, Shirou miró con detenimiento el rostro de Olga Marie, las bolsas bajo sus ojos eran un resaltante bastante obvio dada su tez pálida.

―Te entiendo, sabes, he tenido bastantes sueños desde que mi padre falleció ―la voz de Olga Marie sonó quebrada, la mujer bajó la cabeza y apretó los puños―, recuerdo cada vez que me decía que mi ineptitud haría que lo mate, que a veces se preguntaba que si morir sería lo más fácil que verme a mí ascender como jefe de familia.

La última parte de fue dada con un tono quebrado, el borde del llanto era más que audible, los ojos de Olga Marie se pusieron rojos al instante en que empezó hablar.

Habían pasado ya dos días desde la muerte de su padre.

Se había suicidado.

Como siempre le había dicho, que él mismo se mataría, que él mismo se terminaría que ella no valía la pena para apreciar…

Él hombre solo decidió terminar con su vida antes de verla como jefe de familia.

―Nunca logré que me felicitara o que me dijese que lo hice bien, que realmente valía la pena, y ahora que se fue… solo sé que fui un fracaso.

El llanto ahora estaba en la voz de Olga Marie. Shirou se puso frente a ella y la guió hasta el sofá. Abriendo el pequeño botiquín tomó la gasa y desinfectante para empezar a limpiar la herida. Antes de dar un paso hacia la joven Shirou vio como ella estaba con las manos en el rostro y llorando.

No esperó que el golpe de la muerte de su padre hubiera sido de este tamaño.

Shirou sintió otro golpe a su pecho, agradecía que Olga no estuviera viendo su rostro ahora.

―Yo solo quería escuchar una sola vez que él estaba feliz por mí, que él realmente se enorgullecía de que fuese su hija, que no importaba nada que me apoyaría ―la voz quebrada de Olga Marie solo era cada vez más fuerte.

Las leves arcadas con el llanto solo hicieron que Shirou mirara la herida que tenía en el cuello la mujer sin querer verla a los ojos.

―Incluso si nunca me mostró aprobación, incluso si nunca me dijo que me quería o que era digna, yo lo quería, lo quería realmente mucho… ―el llanto explotó en Olga Marie quien vio como Shirou terminó de liar la gasa por su cuello antes de abrazarlo con fuerza.

El llanto fue cada vez más profundo, era incluso audible como ella estaba intentando contener el grito de aquello. El abrazo que dio Olga Marie no fue uno con ningún pensar por Shirou más allá del de querer algo en que apoyarse en este momento.

―Ser un Magus es caminar al lado de la muerte, siempre me han explicado eso, pero yo no quiero experimentarla, tengo miedo, no quiero morir, no quiero ser desechada, quiero ser aceptada.

Shirou devolvió el abrazo a Olga Marie y agradecía que ella no pudiera ver su expresión.

Así no pudo ver como su rostro estaba cada vez más deformado en el pánico y el horror por lo que escuchaba de ella.

¿Siempre fue todo así?

Salvar a una persona significa que otra morirá, dejar de lado a una significa que la parte que vivía tenía que cargar con el peso de los que ya no estaban. Shirou conocía muy bien esa sensación, es por ello que intentaba salvar a tantos como pudiera, es por ello que intentó hacer todo lo posible para que nadie muera.

Entonces…

¿Por qué nunca fue feliz al ver la sonrisa de los demás que había salvado?

Los cumplidos y las felicitaciones, los clamores y festejos a su persona no significaron nada para él, siempre fue lo mismo, la leve satisfacción de poder ver a una persona seguir viva y poder verla sonreír una vez más.

Pero no fue como aquella felicidad que exudaba Kiritsugu cuando lo salvó, nunca hubo ese sentimiento de alegría pura y felicidad verdadera, era casi como…

¿Qué no deseaba salvar a los demás?

No, no podía ser eso, toda su vida se dedicó a ello, todo su deseo fue en torno a eso, su idea que siempre estuvo presente desde que tuvo memoria. Decir que no quería salvar a alguien por más mínima que sea su ayuda no sería lo correcto, él realmente se alegraba por los demás, solo había algo lo cual no lo llenaba.

Como si la persona que salvase no fuera la indicada.

El rostro de Sakura, Illya, Taiga y Marisbury cruzó por su cabeza ante aquello.

Shirou se quedó quieto. Esas eran personas que realmente hubiera deseo salvar, pero por las circunstancias… había dejado de lado una persona para salvar a decenas o centenas de ellas.

La mano de Shirou subió y le sobó la cabeza a Olga Marie que no había parado de llorar desde que había roto en llanto.

El bien de muchos por la felicidad de unos pocos.

¿Realmente lo que hacía era lo correcto?

Shirou miró al suelo ante esa pregunta que se formuló en su cabeza. No quería ver a nadie sufrir, no quería que nadie sintiera dolor, quería ayudar, pero a la vez no quería que los que conocía pasaran por tal malestar.

¿Qué fue lo distinto esta vez?

Aquella vez que tuvo que detener a Sakura para evitar que el viejo Matou consumiera la vida de varias personas fue el punto en el cual se dijo que no importaba más nada, que cumpliría su objetivo que sería un héroe de la justicia como Archer pregonaba ser.

Shirou nunca iba a superar aquellas palabras de Archer, de que él unca podría cumplir el ideal, que nunca podría llegar a donde estaba parado, esas palabras nunca dejaron la mente de Shirou, era como una advertencia de que no importara que, él no podría alcanzarlo a él y el ideal de Kiritsugu.

―Lo siento.

Shirou se giró cuando Olga Marie se separó y lo vio a los ojos, ambos se habían quedado cara a cara. Olga Marie tenía los brazos en los hombros de Shirou y estaba sentada en una de sus piernas, mientras que el propio Shirou tenía un brazo en su cintura y en su espalda cerca de su nuca.

― ¿Por qué te disculpas? ―Shirou no entendió porque ella daba algo como una disculpa.

Solo por el arrebato emocional que estaba teniendo ahora mismo Olga Marie era probable que aquel contacto se diera.

―Debo verme patética ahora, pensar que siempre he intentado presentarme con una buena postura y ahora estoy así, nunca pude hacer nada bien, nadie me felicitó por nada, nadie me dijo que lo hacía bien, todo es inútil ―una pequeña risa salió de Olga Marie, una risa de desesperación.

― ¿Por qué debería verte como alguien patética? ―Shirou tenía genuina curiosidad ante esto. No comprendía porque Olga Marie daba esas palabras.

―Porque estoy llorando y dando una muestra de cuan inmadura soy, no he dormido bien y solo he podido lamentarme, soy patética, siempre me lo han dicho, siempre lo he escuchado, yo de verdad soy una inútil, ni siquiera pude hacer que mi padre quiera seguir viviendo.

Otro nudo se formó en la garganta de Shirou.

Le dolía el pecho, le estrujaba el corazón, pero… ¿por qué le molestaba tanto?, siempre había tenido esta clase de sensación cuando pensaba en todos los que quiso salvar y no pudo, pero ahora viendo a Olga Marie, que era alguien que no había perdido.

¿Por qué le dolía tanto el verla tan destruida?

―No eres patética y no eres una inútil ―las palabras de Shirou sonaron con confianza, confianza genuina, después de todo él sabía lo buena magus que era Olga Marie, el mana que tenía era excelente, su uso más que superior a la media y su conocimiento general en todo era de lejos superior a un magus promedio.

¿Por qué no iba a creer en ella como alguien más que especial?

― ¿De verdad…? ―hubo duda en los ojos de Olga Marie.

Siempre fue así, siempre fue lo mismo con todos, nadie la había felicitado nunca, nadie había reconocido sus esfuerzos.

Cuando ella lograba algo era porque "tenía talento" por lo cual ese logro debió haber sido mejor y cuando fracasaba era "porque no valía la pena". Nadie reconoció el esfuerzo que dio en todo, nadie reconoció cuanto de verdad intentó en todo lo que hacía para poder lograr lo mejor.

Siempre fue dejada a un lado y olvidada. Kirschtaria quien ni siquiera era de su familia era más visto como el heredero de los Animusphere que ella misma, incluso Shirou tenía más nombre que ella por ser alguien que su padre beneficiaba más que abiertamente.

Ella también sabía que la amabilidad de Shirou era con todos, siempre decía lo mejor, era por eso que empezó a cuestionarse más y más de todas las palabras que le daban.

Lev resultó solo ser una persona que quería el mínimo interés de ella, pero sin siquiera considerar sus pensamientos, era por ello que incluso su padre no le daba el beneficio de la duda al hombre, incluso si esa persona hubiera aportado tanto a lo largo del tiempo a Chaldea.

Seguía siendo lo mismo de siempre, un magus, la peor clase de ser humano, puesto que solo velaban por su interés.

Solo conoció a dos personas las cuales no tenían ambiciones propias y sí una vista general a todos los demás.

Su padre y Shirou fueron casos especiales que no pusieron su persona a primera línea, siempre fueron los demás.

Una pena que su padre no podía verla a ella también como alguien a quien pensar. Solo le dieron dos semanas de duelo antes de que pudiera comenzar con la disputa por sucesión, lo sorprendente es que su nombre figuraba en la lista junto con otros dos candidatos, Kirschtaria era un candidato puesto por la torre y Shirou por increíble que fuese aparecía también, pero no estaba para el puesto de director sino como sucesor como señor de la torre.

Dudaba que esa idead de su padre progresara por la mentalidad de los señores mismos, tener a Shirou como alguien de su mismo rango sería casi un insulto. Incluso si Shirou supiera todo lo referente a la teoría de los cuerpos celestes y como utilizarla.

Emiya Shirou no podía usar ese conocimiento porque no podía ejecutar ninguna magia que no fuese las básicas de las básicas, incluso así, había unas cuantas que no podía ejecutar debido a algo que ella no sabía.

Tampoco preguntó, pero por lo que investigó era información que se clasificaba.

―Nunca dudaría de lo que he dicho hasta ahora de tú persona, incluso si piensas que lo digo solo por ser amable, hay una diferencia bastante grande cuando hablo con alguien y cuando lo que digo es de manera sincera ―Shirou sonrió una vez más.

Esa sonrisa que Olga Marie quiso imitar pero que no podía replicar.

Pero Shirou solo sonreía porque no sabía qué hacer, no importaba que hiciera, esa sonrisa le perseguía, y así sería siempre.

―¿Entonces mientes a los demás? ―una pequeña burla llegó de Olga Marie.

Sus interacciones no eran las habituales, ella normalmente no permitiría que Shirou se acercara tanto, y Shirou no era el primero en acercarse a alguien, tampoco era de los que dijeran palabras que uno podía decir que eran "reconfortantes", siempre decía la verdad, al igual que ella no se quejaba o se rompía por fuera.

Pero Shirou estaba haciendo su mejor esfuerzo por consolarla. Olga Marie realmente apreciaba eso, de verdad que apreciaba el hecho de que Shirou intentara a pesar de que le constase tanto el consolarla.

Había visto como trataba con las víctimas de sus trabajos, como interactuaba con los demás, su cambio era leve pero una vez que lo conocías era muy notable.

La puerta fue golpeada un par de veces antes de que se abriera. Ninguno de los dos presentes en la habitación se movió por la sorpresa, solo giraron la cabeza hacia la dirección del ruido.

No pensó que habría alguien que solo entraría de una sola vez en la habitación de un invitado en la torre, esa clase de acciones por un sirviente serían directamente sentencia de muerte, eso sumado al hecho que no se presentó el aviso formal para la limpieza de la habitación, incluso si Shirou era como era en la torre, aún tenía un estatus que no se miraría abajo, no al menos por alguien de abajo como para interrumpir en su habitación como quisiera.

Kirschtaria abrió la puerta, junto a él estaban Waver y Reines quienes vieron la escena desde lo lejos.

Shirou sentado en el sofá de su habitación con Olga Marie en su regazo y los brazos alrededor de su cuello.

Ninguno movió ningún musculo, Waver estaba con la boca abierta, el cigarrillo que había tenido hasta hace unos instantes en su boca cayó al suelo. Reines alzó una ceja y Kirschtaria frunció el ceño ante la vista.

― ¿Deberíamos volver más tarde? ―El Melloi fue quien dio esa propuesta.

―Bueno, viendo esto ahora entiendo porque Marisbury puso a Emiya en la lista de candidatos a señor de la torre ―Reines puso una mano bajo su mentón y miró con interés lo que tenía en frente.

Kirschtaria solo movió su mano y cerró la puerta.

Shirou apreciaba que no había sido golpeado o empujado por Olga Marie a pesar de la situación en que fueron encontrados. Fue curioso en parte, como lo que normalmente hubiera sido una reacción de empujón o sorpresa ahora había pasado a una reacción simple con sorpresa.

― ¿Estás bien? ―Shirou preguntó al momento en que Olga Marie se puso de pie y bajó del regazo de Shirou.

―No pensé que alguien abriría la puerta de esa forma…

―Están Reines y El Melloi II detrás de esa puerta, Reines en general no me respeta en absoluto, se mueve como quiere normalmente, no es la primera vez que entra en mi habitación de la nada.

Olga Marie parpadeó unos instantes antes de dar un suspiro. Señaló la manga de Shirou la cual había roto anteriormente.

― ¿Puedes hablar con ellos un momento mientras me cambio?, no tomará mucho ―Shirou propuso.

La situación seguía siendo algo antinatural, la reacción de Olga Marie fue demasiado tranquila para su gusto, él llevaba conociendo a la mujer desde hace unos años ya, por lo cual esta clase de contactos habían terminado con él siendo empujado o con él siendo golpeado para evitar miradas.

En parte le explicó que justamente lo que acababa de pasar no quería que sucediera, el que se crearan rumores de él o de ella. Quizá en el mundo de los magus no fuese nada y esta situación no pasara a mucho siendo aquellas personas que estaban fuera de la puerta las que vieron todo, pero en el exterior las cosas hubieran sido distintas.

Shirou abrió la puerta del vestidor antes de entrar y cerrar la puerta detrás de sí.

Olga Marie caminó hasta la puerta, se acomodó bien su saco y el listón en su cuello antes de abrirla de nuevo. Las tres personas estaban aún paradas esperando ser atendidas. La joven de cabello blanco solo se hizo a un lado y dejó que pasaran.

Le sorprendió la naturalidad con la que las tres personas entraron dentro de la habitación.

― ¿Puedo saber por qué necesitan reunirse con Emiya de manera tan repentina?, también se puede hacer mención que son las siete de la mañana ―Olga Marie vio como las tres personas se sentaron, Reines y Waver en el sofá para dos y Kirschtaria en uno de los tantos individuales. Caminó lentamente hasta sentarse en una de las sillas de madera que estaban frente a una pequeña mesa.

―La pregunta es qué haces tú aquí, ¿No deberías estar en luto en vez de tirarte a Emiya? ―Reines miró con interés a Olga Marie. La joven de cabello blanco se quedó quieta unos segundos antes de abrir la boca, pero primero habló El Melloi II.

―Estamos buscando a Shirou por todo lo que sucedió con la sucesión de tu familia, es bueno que también te encuentres aquí, este tema te concierne también después de todo ―Waver comentó viendo como la situación estaba por empeorar por el humor de Reines.

― ¿Es por el hecho de que mi padre puso a Shirou como candidato a señor?, no me extraña que también se encuentre Kirschtaria si es que vienen a hablar de eso.

―De hecho, sobre eso pasaron algunas cosas con respecto a la validez de la voluntad de Marisbury, el jefe de familia deberías ser tú, Shirou sería solo reconocido como señor, claro eso si es que se dejara que pasase.

La puerta del vestidor sonó cuando Shirou salió. El hombre vestía formalmente, la camisa blanca y corbata negra junto con el tradicional pantalón y zapatos negros.

― ¿Ha surgido algún tipo de cambio por parte de la torre?

―De hecho, se llamó a una cumbre para los señores ―Waver habló viendo a Shirou que estaba ahora caminando hacía ellos.

― ¿Ya hubo alguna resolución?

―Sí, fuiste descalificado directamente de la sucesión ―Reines sonrió al ver como Olga Marie alzó una ceja por esto, más Shirou no cambió su expresión.

― ¿Es por el antecedente de mi familia?

―Sí, un corvato sigue siendo un cuervo no importa como lo mires ―Kirschtaria habló―, no es por mala intensión en general, pero sabes cómo piensan los señores, la cabeza de familia de cuarta generación tuvo una sentencia en la que se presentó su designación de sellado, esto a pesar de ser un "gran honor" es algo lo que quita puntos en la torre, Kiritsugu Emiya por ejemplo tenía más enemigos que aliados dentro y luego estás tú, el sexto cabeza de la familia.

―Pensé que tenía una relación buena con la torre.

―La tienes, pero no es más que la de un perro respondiendo a su amo, ¿Crees que los demás que te han visto todo este tiempo como alguien inferior van a aceptar que seas parte de ellos?, no importa el poder bruto que tengas, no importa si puedes asesinar a quien sea, no cambia el hecho de que eres y serás solo un simple perro ―Reines inclinó la cabeza hacía un lado.

Hablando como si lo mencionado fuese lo más obvio del mundo.

―Entiendo, de todos modos, no pensaba perseguir el título de la familia de Marie-san ―Shirou dio un suspiro antes de caminar hacía uno de los estantes y sacar un pequeño tarro―, ¿Desean té?

―Por favor.

―Hazlo.

―Gracias, pero pasaré.

Kirschtaria aceptó al igual que Reines, pero Waver lo rechazó.

― ¿Entonces eso involucra a Kirschtaria por ser el candidato dado por la torre?

Olga Marie preguntó viendo a las personas que estaban más concentradas en Shirou y el título que era obviamente suyo. En parte le molestaba que incluso a pesar de ser heredera directa nadie la tomara en cuenta para el cargo, debía ser obvio que ella debía ser la sucesora, eso era más que un hecho, pero no podía controlar los rumores, si bien el contendiente más fuerte para esto sería Kirschtaria, las cosas se diluyeron con el tiempo, el loco rumor de Marisbury que quería a Shirou como sucesor al final terminó en una realidad.

Pero aquello no le preocupó en ningún momento a Olga Marie, Shirou en más de una ocasión mencionó que el apoyo que tenía era para ella no para sí mismo, en cierta forma uno pensaría que esas palabras eran fáciles de decir y que lo más probable es que Shirou termine traicionándola a ella.

Cualquiera podría decir eso si es que no conociera a Shirou Emiya. Olga Marie lo sabía, lo conocía mejor que nadie ahora.

Que Shirou no la traicionaría o la dejaría de lado por interés propio, no cuando el hombre, por más triste que fuese esto para ella, no tenía el sentido de la auto conservación, ella tendría que trabajar en eso…

―Incluso si quisiera decir que no, no es que pueda ―Kirschtaria habló dando un suspiro al final―, la torre quiere tenerme de director en Chaldea no quieren al señor de la torre, es por eso que dejaron de lado a Shirou con facilidad, sabes bien que Chaldea no es precisamente una organización secreta por más que se la llame así.

―Lo sé, tanto la ONU, UE, la CIS y los estados independientes de poder, todas ellas dan su propia suma a la organización, algo tan grande no se oculta del ojo público, pero tampoco se da a conocer el manejo de la magia.

―Bien, eso hace que sea más fácil de tratar ―Reines aplaudió viendo a Olga unos instantes y luego a Kirschtaria―, la razón por la cual hay una propuesta de la torre es por culpa de los países que están involucrados directamente, la ONU da mucho apoyo a la organización y es por ello que saben alguna que otra cosa, pero esos perros se volvieron arrogantes.

―Quieren tomar posesión de Chaldea ―Shirou intervino.

―Correcto ―Reines aplaudió una vez más―, dado que eres joven nadie te estará tomando en serio, la sucesión por el poder por herencia es algo que normalmente no habría discusión, tanto Shirou y Kirschtaria no están interesados en el puesto en sí.

Olga Marie no creyó que Kirschtaria diera una respuesta negativa como esa, lo más probable es porque el apoyo que creyó poseer no es tan fuerte como para poder ir contra una sucesión directa.

―Lo que sea, los no iluminados ahora mismo están en guerra por querer tomar control de Chaldea, esto es una noticia internacional, es como si muriera el Papa o algo parecido, incluso si no sabes nada del catolicismo es más que obvio que te enterarás por terceros de su muerte.

―Es bastante insensible hablar de esto tan poco después de la muerte de Marisbury ―Shirou habló con tranquilidad. Tenía los brazos en la espalda para evitar que vieran como tenía los puños cerrados con fuerza.

El hombre sentía una molestia que no pudo identificar, a cada palabra dada en la sala solo hacía que ese sentimiento de malestar incrementase.

―No es necesario que te preocupes Shirou ―Olga Marie habló con una voz firme.

Una voz que era una mentira.

Aún quería llorar, el escuchar el nombre de su padre y el como nunca había sido útil para él realmente le dolía.

―Oh, parece que su sesión de reconforte funcionó ―Reines sonrió al ver el rostro de Olga Marie pasar de uno decidido a uno que expresaba la vergüenza de la situación anterior.

No había forma de refutar la situación por más que no fuese lo mencionado. ¿Un hombre y una mujer en una habitación en esa clase de posición? Era obvio el malentendido generado por ello.

―Quitando eso, supongo que se llamó a una cumbre para los no iluminados.

―Sí, varios directores fueron propuestos por ellos, Estados Unidos fue el principal que más quería el monopolio de la institución, no me sorprendería que mandaran asesinos a tu contra si es que sales, por suerte no tienes un rostro publico por lo cual- ―Waver cortó lo que estaba diciendo cuando vio el rostro de Shirou pasar a uno con una expresión ilegible―. ¿Sucede algo Emiya?

Shirou parpadeó un par de veces antes de respirar y luego sonreír.

―Solo me sorprende que quieran intentar algo así.

Era suficiente por parte de Shirou.

Iba a renunciar en poco tiempo a la rama paramilitar en la que estaba trabajando, el haber ingresado para la ONU no le trajo más que desgracia, incluso si salvaba a los demás el resultado no era el que esperaba del "mejor" candidato para ayudar a su deseo.

Waver se quedó en silencio cuando vio sonreír a Shirou.

―Ahora te ves prácticamente igual a él ―El Melloi II habló al recordar la guerra.

― ¿Oh?, ¿hablas del servant que mató a mi hermano en tú cara? ―Reines se giró y vio como Waver frunció el ceño ante aquello.

― ¿Por qué te verías igual a él? ―Olga Marie parpadeó con verdadera sorpresa luego de las palabras de ambos.

―La verdad también me generó curiosidad ―Kirschtaria comentó haciendo que un suspiro de El Melloi II se diera.

―No es información que pueda divulgar, y tú ―apuntó a Reines―, ya cumpliste la mayoría de edad hace tiempo, ¿Cuándo piensas tomar el cargo de líder de la familia?

― ¿De qué estás hablando querido hermano?, es obvio que no puedo quitarle el puesto a mi querido hermano mayor que lo desempeña tan correctamente y hace un trabajo magnifico ―la sonrisa de burla de Reines no fue oculta, incluso si normalmente la joven intentaba solo jugar.

Era obvio que ahora ni siquiera intentó disimularlo.

― ¿Incluso ahora no pueden dar información de la guerra del grial?

―No… pero-

―Está bien si es ella ―Shirou comentó antes de volver con varias tazas de té.

― ¿Es la señal que indica que me retire?, no importa mi punto ya fue dado y la información trasmitida ―Kirschtaria suspiró antes de ponerse de pie.

― ¿No tomarás algo de té? ―Shirou ofreció.

Una pequeña risa de Kirschtaria salió ante aquello.

―Siempre tan amable, de verdad, espero que esa misma amabilidad no te termine arruinando, y a tú pregunta, no, tengo algunas cosas que manejar ahora ―los pasos se escucharon y el sonido de la puerta poco después cuando esta se cerró.

Olga Marie se levantó y caminó a uno de los sofás doble. La sala de invitados era simple, cada habitación era la misma en la torre, dos sofás de dos personas y uno individual, eso y una pequeña mesa en el centro.

Shirou caminó y colocó una taza de té frente a Reines y Olga Marie.

― ¿Por qué Shirou se parecería a un servant? ―los ojos de Olga Marie se abrieron al escuchar la pregunta de Reines.

―Pensé que lo sabría.

―No, ni siquiera yo podía interferir en esa pequeña tregua de información de la familia Animusphere, Tohsaka y Emiya.

― ¿De verdad es así? ―Olga Marie recompuso su postura antes de mirar a los dos El Melloi que estaban en el mismo sofá, ella misma se sentó al lado de Shirou quien había estado callado.

―Se puede decir que sí, pero con la muerte de Marisbury las cosas cambian, perdón por eso también ―El Melloi II comentó viendo a Olga Marie―, pero había un servant en la guerra que generó más de un problema… debo decir que mí actitud algo ruda con Shirou se debe a que no puedo superar el hecho de que se vea igual que esa cosa.

― ¿Cosa? ―Reines preguntó con interés.

―Es la mejor forma de definirlo, es difícil decir que es lo que quería al final, creó un estrago en la guerra que no pudo ser solucionado tan fácilmente, incluso con el servant de tú padre las cosas se complicaron, por cierto, era Archer el servant que generó problemas, el servant de tu padre era Caster.

―Por lo que recuerdo de las investigaciones se declaró a Archer, Saber y Lancer de la clase superior, ¿Caster no sería algo débil contra él?

―Quizá con normalidad, pero el servant que convocó tu padre era el verdadero asunto en la guerra, Archer nunca enfrentó a Caster de manera directa, siempre hizo gala de algún truco para dejarlo fuera de escena, eso es porque sabía que no ganaría, cosa que Emiya también heredó parece ser, no se presenta a una situación que sabe que no va a ganar, sino que busca la forma de ganarla.

Shirou frunció el ceño por ese comentario.

― ¿Qué tiene que ver Archer y Shirou?, ¿es alguna especie de ante pasado? Eso tendría en parte sentido, pero eso me sorprende, ¿La primera cabeza de la familia Emiya entonces?

―No, lo que pasa es- ―Waver se quedó callado cuando Shirou extendió una mano en señal de que se detuviese―, pensé que estabas de acuerdo.

―Prefiero decir esto de manera personal y en otras circunstancias ―Shirou comentó mirando el suelo.

― ¿Ahora te retractas? ―Reines dio un suspiro ante el aburrido desarrollo.

―Se puede decir.

Olga Marie frunció el ceño. Ella pensó que podría conocer algo más de la guerra, los eventos nombrados por El Melloi II fueron cosas que el propio Shirou ya le había dicho, pero ahora podría haber profundizado, fue una pena que esto terminase así.

―Bueno no importa, tienes aún un par de días antes de que todo con respecto a la sucesión se procese de forma legal ya, y te recuerdo, que la torre no desea a un no iluminado como director, si bien la organización de tu padre aún es propiedad de nuestro mundo, la influencia de los demás países no es algo lo cual se pueda ignorar, son un verdadero dolor de cabeza.

― ¿Por qué no dividir entre las ramas mundanas y mágicas para evitar problemas? ―Olga Marie se cruzó de brazos.

―Ya está de esa forma, Marisbury creyó que la codicia humana no pararía solo con protección, quizá no estes tan al tanto con las noticias humanas, pero hubo un encabezado que mencionaba que quien sea director de Chaldea controla el mundo, en parte me divertí como aparecieron tantas teorías de conspiración en torno a la organización.

― ¿Entonces la organización no puede tomar solo al director por culpa de los idiotas egoístas? ―Olga Marie alzó una ceja ante eso. No esperó que el mundo exterior tuviera tanta influencia, si bien la organización tenía mucha interacción con los países no esperó que más que una ayuda en general fueran solo un estorbo.

―Sí, imagina que una joven de diecinueve años se convierte en presidente de un país solo porque el anterior lo deseó, es algo así el punto de vista de los tontos, la herencia por posición no es algo habitual ya hoy en día ―Reines dio un suspiro.

― ¿Es por eso que mi padre puso a Shirou como candidato? ―Olga Marie sintió casi como cualquier animo se iba de su cuerpo.

Incluso hasta el final y en su ultima voluntad, su padre no puso su fe en ella.

Era incluso para reírse.

―Sí, si Emiya asumiera hasta que se solucione las cosas serían más fáciles, pero la torre rechazó la idea, porque por mas temporal que sea, los otros señores no deseaban que él fuese parte de ellos ―comentó Reines.

―Solo están siendo un estorbo también en este momento, con la muerte de mi padre incluso la organización tuvo que detener varios proyectos que necesitaban autorización directa.

―El consejo de Chaldea puede operar de manera independiente, es más una formalidad que no estén haciendo algo, aunque sí, tienen poder, pero no tienen el poder absoluto para dar ordenes o ejercer acciones que sobrepasen su autoridad, por algo existe la posición de director ―Shirou habló.

Shirou solo suspiró ante esta situación.

El conflicto entre países solo se profundizó con la muerte de Marisbury, pero si el hombre estuviera con vida lo más probable es que la guerra hubiera comenzado hoy o hace dos días. Europa quería el control total, y teniendo al director de un país de la unión las cosas se pusieron tensas.

Estados Unidos quería el control y amenazó con sanciones, lo mismo con Rusia y China, las cosas se estaban poniendo cada vez más tensas, ahora con la creación de la Unión Africana y la centralización del poder a una sola persona en oriente medio con la creación del nuevo Imperio , las cosas estaban complicándose aún más.

Asia en general se había mantenido algo más al margen, exceptuando ciertos países de la región este y sur, pero al final también mostraron interés en la posición. La fama de Marisbury en el mundo mundano no era poca, siendo director de una organización que a pesar de ser llamada "secreta" era más que conocida, algo que compartía con cierta base "secreta" de los Estados Unidos.

Era difícil evitar los cabos sueltos una vez que la cifra de funcionarios se elevó de cientos a miles.

―Shirou.

El nombrado parpadeó cuando vio que todos lo estaban viendo, como si esperasen algo.

―Lo siento, estaba algo espaciado, ¿Pueden repetir por favor?

El chasquido de lengua en signo de disconformidad no se hizo esperar de parte de Reines.

― ¿Planeas seguir con el avance en oriente medio?, sé que tienes buenas relaciones con el porta voz actual del autoproclamado imperio, pero también necesitas saber que pronto vas a estar al público tanto como Animusphere, incluso si no vas a ser alguien al poder, las personas van a susurrar, y el susurro puede arrastrar problemas.

―Confió en el nuevo emperador, logró la unificación de esa zona, las guerras se detuvieron y-

―Se detuvieron porque mataste a todos sus enemigos, la única razón por la cual ahora todos los países de esa zona están bajo una misma bandera es porque fuiste a matar a cada líder para que se pongan bajo una misma bandera.

―La guerra se detuvo, el despliegue de las fuerzas estimadas bajó a cero, ahora el control de armas por fin es un sueño posible al igual que la paz.

―Los países en conflicto no lo ven de esa forma, ahora solo ven un gran enemigo en vez de pequeños dispersos.

Shirou frunció el ceño ante aquello.

―El querer atacar a un país que se está recomponiendo es estúpido.

― ¿No vas a escuchar verdad? ―Waver dio un suspiro. Solo había dicho eso por el bien de Shirou… el hombre frunció el ceño ante una pequeña idea―, esto afectará negativamente a la reputación de Olga Marie en consecuencia.

La nombrada alzó una ceja por ese dato, si bien era una posibilidad no era algo que no pudiera ser controlado.

― ¿De verdad? ―Shirou guardó silenció y pensó en las posibilidades, de hecho, el estar en contacto con una región que estaba queriendo poner a uno de los suyos en la banca de director no sería lo mejor.

Waver casi sonrió al ver como funcionó el cambio de enfoque con Shirou. Era algo sorprendente para él mismo El Melloi II tal acto de parte de Shirou.

Fue bueno como a la vez malo, había algo que no cuadraba con todo el asunto de la muerte de Marisbury, y el actuar de Shirou Emiya definitivamente no era normal, incluso para sus estándares.

Era fácil decirlo al verlo sonreír tan poco en esta ocasión.