—Vamos, que si no nos apuramos llegaremos tarde a clase —dijo Xiao Yi al ver que Fatty Tang estaba a punto de decir algo más y, dándole otra palmada en el hombro, tomó la delantera para avanzar.
—Espérame, jefe, eso, jefe, saliste tan apresurado después de clase ayer, dijiste que tenías una emergencia, ¿lo resolviste? —Fatty Tang siguió rápidamente, preguntando con preocupación mientras alcanzaba.
—Resuelto —Xiao Yi no miró atrás, continuó caminando hacia adelante al mismo ritmo.
—Ah, eso es bueno, eso es bueno, jeje, siempre supe que no hay nada que el jefe no pueda manejar —Fatty Tang se sorprendió un poco por la respuesta directa de Xiao Yi, luego rápidamente puso una sonrisa aduladora.
Xiao Yi se quedó sin palabras. Un talento como Fatty Tang, si en el futuro no entra en la política, sería un desperdicio. Parece que no puede decir tres frases sin hacer la pelota, lástima que sus habilidades para hacer la pelota podrían mejorar un poco.
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