—El personal de recepción del Banquete del Emperador estaba desconcertado; ¿qué estaba pasando hoy? ¡Ambos salones privados habían pedido cerdo salteado! Si no fuera porque uno de ellos era un respetable VIP y el otro su gran jefe, habrían pensado que esa gente había venido a provocar una pelea!
Encontraron a alguien que obediente hizo dos porciones, dando la primera al señor Charlie y la otra, que llegó con cinco minutos de retraso, fue llevada.
Mientras el camarero se acercaba, vieron al señor Charlie susurrar algo a su asistente antes de salir con una expresión fría en su rostro.
Cuando el camarero llegó a la puerta de la habitación 807 con el cerdo salteado, otro camarero los detuvo:
—No hace falta que lo traigas.
—¿?
En el salón privado.
Irvin Sharman cerró la puerta, sintiendo que el día no podía ir a peor. Pero en fin, decidió dejarlo pasar y centrarse en cosas más importantes.
Tomó el anillo sobre la mesa y lo colocó frente a Eve Thompson:
—¿Ya te has decidido?
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