Mientras tanto, en la habitación de Vera...
El dúo ya había materializado allí hace un rato, pero ninguno de ellos había dicho una palabra al otro aún. Gideon todavía sostenía fuertemente su muñeca mientras estaban allí, él, mirando hacia adelante y ella mirándolo por la espalda. La vista que se le presentaba, amplia y poderosa, le transmitía una sensación de seguridad. Se estaba reteniendo para no saltar sobre él y pegarse a su seductora espalda, disfrutando el confort y la protección que representaba.
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