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El Ultimo Sol Naciente

Versión en español del fanfiction The Last Rising Sun. Alek Gusev es un investigador científico de alto nivel que creó uno de los mayores inventos de la humanidad. Sin embargo, el destino quiso que esta misma creación destruyera todo lo que conocía, matándolo en el proceso. Ahora se ha reencarnado en el Mundo Shinobi sin sus recuerdos. ¿Qué ocurrirá en la nueva vida de nuestro protagonista? Vol. 1-3 : Toda la historia de Naruto. Vol. 4 : Fate/Zero Vol. 5 : Lord El-Melloi II Case Files (Próximamente) Vol. 6 : Fate Stay Night (Próximamente)

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218 Chs

Capítulo 219: The Last Rising Sun Parte 9

¿Cómo se crean las leyendas? ¿Cómo un nombre trasciende la historia del mundo, resonando por la eternidad? Existen muchos factores que convierten a los seres en héroes, pero el más importante está en el Mundo mismo.

Es el Mundo quien crea a los héroes, quien crea sus historias y los lleva por el camino de su destino. El Mundo guía a los héroes escribiendo historias las cuales no pueden romper, se supone que así debería ser.

***

Por eso, aquel científico que sufrió hasta romperse en pedazos; hasta convertirse en un ser sin empatía, alguien que desde ese día dejó de ser humano, es parte de eso. Cada momento en su historia fue planeado. Cada detalle, cada fracción de dolor en su vida. Todas sus acciones y las acciones de las personas cercanas a él.

Él no tiene la culpa de tener una personalidad tan retorcida, pues eso fue culpa del Mundo, pero sin duda alguna es culpable de sus propias acciones.

Alek sostuvo la máquina cerca del cuerpo del recluso y acercó las agujas. Inyectó varias agujas en la cara del hombre. Algunas se clavaron en el pecho y las agujas sobrantes quedaron en el resto del torso y los brazos.

Él configuró la máquina desde una tableta inteligente y las agujas comenzaron a sacar un extraño líquido con el color del vino. Este líquido que brillaba tenuemente se guardó en una cápsula pequeña que estaba en la parte derecha de la máquina, máquina que tenía la apariencia de un brazo mecánico.

"Con esto, el experimento ha sido exitoso. Mis hipótesis ahora se convierten en teorías"

Un paso más para la humanidad y para el mesías de este Mundo. Ese era su destino, la historia que el Mundo escribió para él.

-En el presente, Aeropuerto de Fuyuki-

"Déjame ayudarte con el cinturón, Sakura-chan"

"Uh, gracias…"

El avión está a punto de despegar. Waver más o menos calculó el tiempo en que su magia tendría efecto en la gente del aeropuerto. Con el cerebro revuelto, ellos no van a recordar nada, o eso es lo que Waver espera. Mientras tanto, ayudó a Sakura a ponerse el cinturón, pues a esta niña se le estaba dificultando un poco esa tarea.

"Listo. Ahora estamos seguros. ¿Hum?"

Sakura miró al suelo…

"Es la primera vez que me subo a un avión…"

Ella nunca ha salido de Fuyuki, mucho menos de Japón. No ha subido a un avión en su vida y eso le aterra un poco. Ahora está nerviosa y de alguna forma se siente triste.

"Bueno, fue la primera vez que me subí a un avión cuando vine a Fuyuki. También estaba un poco nervioso, pero todo salió bien. No tienes que preocuparte"

"Lo sé, pero onii-san se va a quedar aquí"

"No te sientas triste. Hice un pacto con él. Él cumplirá su pacto y yo haré lo mismo. Te protegeré hasta que él regrese para cumplir su pacto"

"Los pactos entre Magus son muy importantes, ¿verdad?"

"Así es. Ninguno de los dos puede romper el pacto, de lo contrario, la desgracia caerá sobre quien rompa el pacto"

"Ya veo…"

Después de eso, Waver miró por la ventana junto a Sakura. El avión comenzaba a moverse lentamente, acomodándose en la pista para comenzar el vuelo.

-En el techo del Teatro de Fuyuki-

Bajo sus pies, pequeñas partículas de tierra comenzaron a levantarse. Su capa se movió con fuerza por la repentina onda de viento que se generó y sus ojos destellaron entre su flequillo. 

En la oscuridad de esta noche, todos presenciarán la luz que dio comienzo a una leyenda. Incluso si sus acciones han sido despreciables, su nombre ha quedado marcado en los Mundos que ha visitado.

"Cómo parte de las llamas que arden dentro de mí. El filo de las dagas cortará la vida en la existencia"

Levantó la mano en alto y una de las dagas apareció.

Fue entonces que sus pies se despegaron del suelo y comenzó a elevarse en el aire. El brillo del Rinne-Shigan era extraño en su mirada, pero eso ya no importaba. Este es el único momento en que él puede usar esta técnica ocular.

"Hidrógeno y oxígeno como base para la vida"

El viento a su alrededor se intensificó. Se elevó aún más alto en el aire. Bajo sus pies, los edificios comenzaron a hacerse más y más pequeños entre más se elevaba. 

"Shakuton…"

Entre la oscuridad del cielo, una luz parpadeó. La daga se envolvió en el brillo de su magia convirtiéndose en una espada de fuego y la X dentro de sus ojos dio su primera rotación.

"Con la luz del sol la vida prevalece. Con la muerte del sol la vida se extingue"

Las nubes comenzaron a arremolinarse sobre él, dónde la luz de la daga se extendió como un gigantesco pilar que impactó contra las nubes en el cielo, justo en el centro del remolino de nubes. Eso hizo que, en ese mismo momento, para las personas que aún rondaban por las calles a estas horas de la noche, quienes tuvieron un extraño presentimiento, volteasen su mirada al cielo, viendo lo que estaba pasando en las alturas.

Está era la representación de su leyenda.

La leyenda que surgió con aquel niño al que rompieron mentalmente.

La leyenda que pareció terminar en las manos de esas tres personas en el Mundo Shinobi.

La leyenda que fue invocada como un Espíritu Heróico en este Mundo.

Esa leyenda tenía un nombre.

Las nubes sobre él giraron en el espiral a alta velocidad. El pilar de luz se separó en diversos hilos que repentinamente formaron una esfera tan brillante como el sol. Ese falso sol comenzó a emitir el ruido de millones de cuchillas de viento caliente, lo que a su vez atrajo la atención de muchas personas.

-Aeropuerto de Fuyuki-

Las ruedas del avión avanzaron sin detenerse por la pista. La velocidad adecuada al fin ha sido alcanzada y estas mismas ruedas comenzaron a despegarse del suelo. El avión acomodó sus alas para elevarse y entonces…

"Siento que voy a vomitar…"

Debido a los movimientos del avión, Sakura sintió que todo dentro de su estómago se revolvía como si fuera una licuadora. También sintió un mareo repentino que aumentó esa sensación de querer vomitar. 

"Por favor, no lo hagas. Aún no podemos desabrocharnos el cinturón hasta que el avión se estabilice. Así que no podrás ir al baño para eso"

"Creo que no puedo…"

"¡Sakura-chan, ten piedad!"

"Ya no puedo más. Voy a… ¿uh…?".

Una repentina luz tenue tocó suavemente los ojos de Sakura. Una esfera en el cielo, brillando como el mismo sol se mostró entre las nubes a través de la ventana del avión. Sus ojos se llenaron de esperanza y olvidó todo lo que en ese momento la preocupaba.

"Luz…"

"¿Luz…?

Waver no entendió, pero cuando miró por la ventana, abrió los ojos incrédulo y casi de inmediato pegó la cara al cristal para ver mejor.

"Waver-san, no me dejas ver"

'¿Qué demonios es eso?'

Una gran bola de energía flotando en el cielo.

'Eso tiene que ser, sin duda alguna, el Noble Phantasm de Asahi Toru. Esa cosa es… demasiado…'

Ahora entendió porque Toru le dijo que saliera de la ciudad de inmediato. Si hubieran tardado un poco más, posiblemente hubieran sufrido los daños de este poder destructivo.

"Parece que Toru ya está cumpliendo su parte del pacto"

"Ya entiendo. ¡Esa luz es el poder de onii-san!"

"Si… Ahora entiendo porqué Iskandar dijo que eso es triste…"

"¿...?"

'Con un Noble Phantasm tan radiante, es imposible que no sea parte de la leyenda de un héroe de verdad…'

-En el cielo de Fuyuki-

"La carga de esta cosa es demasiado pesada…"

Sintió que su cuerpo se desvanecería en cualquier momento. Aún así, debía mantenerse firme, pues esto acabará esta guerra.

Al final, esto era lo que siempre quiso. Para cumplir su deseo. El sueño que aquel niño también quería cumplir.

El dibujo de Sakura en ese momento le recordó a un sueño que él tuvo en su vida pasada.

La imagen de una familia unida y feliz.

"Eso aún es posible…"

Con la determinación de cumplir lo que desea, su leyenda se ha presentado como su Noble Phantasm. El Noble Phantasm, todo lo que un héroe tiene para ofrecer al Mundo. La leyenda de ese héroe que traicionó a su Mundo…

Las ondas de viento entonces se intensificaron. Azotaron con fuerza el cielo y dispersaron las nubes que se habían reunido como un espiral de la muerte. La gigantesca estrella en el cielo irradiaba su luz para gran parte de esa ciudad, dejando confundidos a los lugareños.

El sonido era ensordecedor, la luz era cegadora. El poder de esta leyenda era inmenso.

Está es su luz.

Está es su historia.

Este es él…

"¡Saigo no…!"

El nombre de su historia…

"¡Yoake!"

El Último Sol Naciente…

Y como si el sonido en el mundo hubiera desaparecido en el espacio, Toru balanceo la daga hacia delante. La estrella sobre él siguió sus órdenes y sus ojos palpitaron a la vez que las lágrimas de sangre comenzaron a derramarse por su rostro. 

Un escalofrío corrió por su cuerpo. El sentimiento de que en cualquier momento desaparecería lo invadió, pero el final de su camino, con aquella familia sonriendo juntos, él se mostró. Está es su meta, su luz en su camino...

***

Dentro del teatro, Artoria se preguntó por qué Kiritsugu usó el Sello de Comando para darle una orden tan irracional. Aún así, no pudo controlar su cuerpo. Excalibur se reveló ante todo y todos. Su luz iluminó el teatro y levantó los brazos intentando negarse a la orden.

Gilgamesh abrió Gate of Babylon para detenerla, pero fue demasiado tarde.

Un sonido extraño repentinamente tocó los oídos de los presentes. Esas tres personas, incluso en ese momento, pudieron darse cuenta. El techo se quemó repentinamente, desintegrándose y siendo reemplazado por una luz cegadora en forma de esfera que llenó por completo el techo del escenario.

Artoria miró esa luz y no pudo creerlo. Si alguien podía hacer esto, definitivamente se trataba de otro Servant. Sin embargo, ¿quién es el dueño de este poder? Una luz tan brillante que ciega a quien la vea…

'Parece que ya lo entiendo…'

Artoria movió ambos brazos para golpear el Santo Grial.

'Si mi deseo no puede cumplirse, al menos esperaba que el tuyo si, Kiritsugu. No entiendo porque tratas de destruir lo que tanto te costó alcanzar, pero…'

La luz cegadora se fusionó con la luz de Excalibur. Ambas energías golpearon el Santo Grial, lo que, a su vez, cambió el color de la esfera que descendió del cielo.

'Tal vez, en este final, ambos teníamos algo en común'

***

Desde afuera, Toru pudo verlo. Su Noble Phantasm impactó contra el teatro, aplastando y quemando todo.

"Esto de alguna forma me parece un deja vu"

La esfera se expandió y explotó delante de Toru. La explosión se elevó hasta el cielo, devorándolo junto a la mayoría de la ciudad. La luz de su Noble Phantasm arrasó de inmediato con todo lo que estaba a su paso. Levantando y desintegrando la tierra, empujando los edificios y destrozandolos. Quemando la vida que yacía en este lugar.

Lejos de allí, el avión en el que Waver y Sakura iban tuvo unas ligeras turbulencias mientras se alejaban de Fuyuki…

En algún momento, esa repentina explosión se calmó…

-Por Toru-

Sentí las llamas cortando y quemando mi cuerpo. Aún así, hallé la voluntad para resisterme al poder de la explosión. 

Quema como el infierno…

Duele demasiado…

Este es un dolor que me recuerda los últimos momentos de mi vida.

Oh, Konan… realmente quiero volver a verte. ¿Cómo estás? Seguramente estás enojada conmigo. Te prometí que estaría a tu lado para siempre. 

Ahora sé que puedo cumplir esa promesa. Lo sé perfectamente.

Mientras las llamas me devoran junto a la ciudad, pienso que todo esto estaba bien para mí.

No voy a morir aquí.

Voy a vivir porque tengo mucho que proteger.

Yo no quiero compensar el daño que he causado en el pasado, pues eso es imposible a estas alturas. Ahora mismo simplemente quiero generar un poco de felicidad en esas personas, sin importar si tengo que sacrificar a alguien más para lograrlo.

Exactamente. Es lo más hipócrita que alguien puede escuchar, pero así es como soy yo. Esa parte de mi es algo que no he podido cambiar…

Todo a mi alrededor era la luz intensa de mi Noble Phantasm. Quemando y destruyendo, como la mayor creación de mi vida pasada.

Cerré los ojos y caí en algún lugar que desconozco. Estuve aturdido por unos segundos, pero me levanté y observé el Caos a mi alrededor. Para mi sorpresa, la explosion se detuvo bastante rápido. Al levantarme vi que gran parte de mi brazo se había quemado y que mi ropa estaba chamuscada.

"No me queda tiempo"

Me percate de las partículas en mi cuerpo. Estoy desapareciendo. Supuse que esa era una parte de la naturaleza de mi Noble Phantasm y mi obsesión con sacrificarme.

"Debo encontrar esa cosa"

No se como se ve el Santo Grial, pero siento que esta cerca, al menos algo en mi interior me grita que debo ir a buscarlo. Así que, herido camine por toda la destrucción, edificios en llamas y cuerpos calcinados. Había algunos cadáveres que lograron salvarse de las quemaduras gracias a algunos muros muy resistentes, pero no lograron sobrevivir al impacto de la explosión.

Sé que tanto Saber como Archer han muerto porque recibieron mi ataque de lleno. Ellos fueron el epicentro de toda la destrucción.

"..."

Unos escombros se movieron dentro de lo que parecía los restos del teatro. Aquella espada radiante surgió de entre todo eso y la mano izquierda de esa niña se mostró entre la destrucción.

"Saber…"

Mencioné frunciendo el ceño y activando así las dagas en mis manos.

Parece que Archer murió, por lo que solo me queda matar a Saber.

-Por Artoria-

La luz que descendió del cielo… sentí como si me hubieran quemado desde las entrañas mientras me arrastraba entre la luz buscando escapar para salvar lo poco de vida que queda en mi cuerpo.

Todo fue oscuridad hasta que logré sacar mi espada a la luz. Me apoyé en eso para salir, pero cuando levanté la mirada de entre los escombros, simplemente respiré entrecortadamente al ver quien estaba a pocos metros delante.

"Asahi Toru…"

Era él. Está vivo frente a mi. Su cabello azabache maltratado. Su ropa desgastada y quemada. Su brazo quedó quemado por las llamas de la destrucción. Su mirada… él está determinando a matarme…

"Saber…"

Dijo él al verme. Realmente estoy muy confundida en este momento. Parece que este muchacho logró engañarme al fingir su muerte esa noche.

"Debo decir que eres impresionante, Toru. Supongo que eso fue tu Noble Phantasm. Es asombroso… algo tan poderoso en tus manos…"

Nuevamente reconozco el poder de mi enemigo. No hay duda, como caballero que soy, realmente es algo que no puedo evitar hacer.

"Muere…"

Él no va a escucharme. Está bien. Lucharé contigo. Estoy al borde de la muerte así que me iré con un duelo final.

Con dificultad empuñé mi espada y me preparé, pero caí de rodillas al hacerlo. Mi condición es peor de lo que pensé. Él va a ganarme, y…

-Por Toru-

Avance con mis dagas. La sed de sangre invade mi alma, pero puedo controlarme. Todo lo que necesito hacer es cortarla con mis dagas.

"Uh…"

No…

Caí de cara al suelo. Una de mis piernas desapareció, pero me forcé a mí mismo a mantenerme en este mundo. Aun me queda tiempo, no debo desperdiciarlo.

"Tu… simplemente no vas a rendirte, ¿verdad?"

Saber me dijo eso después de intentar ponerse de pie. Falló, obviamente. Mi ataque le ha causado gran daño. Además, es obvio que no voy a rendirme.

Aun así, mi cuerpo vuelve a fallar y, a un metro de Saber, caigo nuevamente. Intento ponerme de pie, pero mi cuerpo no responde correctamente y lo único que puedo hacer es sentarme sobre un escombro grande mirando a esa chica con la armadura dañada.

***

Artoria sonrió cansada antes de decirle la verdad. Se acercó a él y se sentó a su lado sobre uno de los escombros, como si no le importara que este chico quiere matarla. Miró la destrucción con una leve sonrisa cansada. Esta escena era muy parecida a ese momento de su vida y su muerte.

"El Santo Grial ya apareció, sin embargo, Kiritsugu me obligó a destruirlo con el Sello de Comando"

Ella lo miró con seriedad.

"¿Qué…?"

Toru no entendió esto. Está confundido, pero con todo lo que conoce de Saber, ella no mentiría con algo así. Además de que ella por un momento vio lo que quedaba del teatro, como si estuviera asegurándose de que sus palabras están en lo correcto.

"De ninguna manera… entonces… todo lo que hice… fue en vano?"

No había forma de que eso fuera cierto. Él no quería creer esa basura. Así que apretó la empuñadura de la daga preparándose para atacar.

"Mientes. Si te mato ahora, el Santo Grial aparecerá y cumplire mi deseo"

"Puedes hacer eso, si quieres"

Artoria estaba dispuesta a morir para dejar en claro que sus palabras son verdaderas.

"No… eso no es posible…"

Todo eso junto en Artoria, esa expresión cansada y desanimada que sólo parecía apoderarse más de su rostro. Ella no era así. Ella era más del tipo orgullosa y engreída, pero ahora…

"Parece que ambos luchamos por algo que no podemos conseguir. Es difícil de admitir, ¿no lo crees?"

"Eso no tiene sentido. Yo… no podré volver con ellas…"

Toru recálculo en su mente por unos instantes.

No…

Se quedó en silencio por un largo rato haciendo que Artoria se quede confundida.

Dentro de sus pensamientos, él de alguna forma admitió que ya se esperaba un desenlace como este. 

Toda su vida siempre ha sido una bola de mala suerte. ¿Por qué pensar que esto saldría bien? Él sabía que se estaba arriesgando demasiado al hacer esto. Las probabilidades simplemente estaban en su contra.

"Jajaja…"

Se tocó la cabeza con dolor, riendo pesadamente con la mirada ensombrecida. Repentinamente se detuvo…

"Debí suponerlo… Debí saber que esto pasaría… no… yo ya lo sabía…"

Artoria miró el cielo y suspiró. La desgracia ha caído sobre ambos, siempre será de esa forma.

"Las cosas nunca salen como queremos, ¿verdad?"

Ella lo entendía. Toru solo suspiró y se tocó la muñeca con dos dedos, activando el sello y liberando el barril de vino. Tomó una copa y se sirvió un poco de la bebida.

Aún le costaba admitir toda esta repentina información. Bebiendo vino miró al cielo, pensando que, al menos, Sakura ahora está bajo el cuidado de alguien.

'Lo siento, Sakura… Perdoname… Ya no puedo cumplir mi palabra…'

Al final, incluso si logró superar su pasado, de nada le sirvió.

"Solo fui una herramienta hasta el final, ¿verdad?. Eso es lo que un Servant es. No hay duda. Todo esto solo fue una cruel guerra que lleno mi mente de esperanza"

"Puedo entenderlo… puedo entender como te sientes…"

"¡No! ¡Tú no lo entiendes! ¡Tu tenias a tus caballeros apoyándote todo el tiempo, a diferencia de mi! ¡Yo he estado solo todo este tiempo! ¡En mi vida, en mi muerte! ¡Pero eso solo es una estúpida contradicción! ¡Ellas estuvieron conmigo en mi muerte! ¡Estuvieron conmigo en mi vida, pero fui yo quien decidió alejarse! ¡Esto es mi culpa! ¡Por querer estar solo he causado todo esto! Por estar solo he terminado de esta forma…"

Las palabras de este muchacho sacudieron el corazón de Artoria.

Aquel caballero dijo que ella no entiende los sentimientos de las personas, pero ahora mismo estaba entendiendo a la perfección los sentimientos de Toru. Ella entendía la soledad de Toru porque para ella su vida fue exactamente igual.

Ella miró a Toru con nostalgia.

"¿Compartirías un poco de vino conmigo? Alguien una vez me dijo que es mejor beber en compañía que en completa soledad"

Toru se calmó al escuchar eso. De hecho, soltó una pequeña risa después de recordar algo.

Tomando otra copa para Artoria, extendió su mano y dijo:

"Qué curioso. Alguien una vez me dijo lo mismo"

Para ambos era extraño. Esta situación era curiosa e interesante. Brindaron en silencio mientras el humo se levantaba hasta el cielo.

Artoria sostuvo su copa de vino con ambas manos.

Hizo una breve pausa para prepararse para preguntar algo que siempre quiso saber.

"¿Quien eres, Asahi Toru?"

Preguntó ella.

Toru miró el líquido en la copa antes de siquiera responder.

"¿Quién soy? Hace mucho tiempo me hice esa pregunta. Mi conclusión es que soy un ninja, un guerrero que ha vivido en desgracia toda su vida. Esa es mi verdad…"

"Ya veo…"

En la mirada de ese muchacho, en las cicatrices de su cuerpo, una gran historia se oculta. Puede que no sea la historia de un héroe, pero sigue siendo una historia al final de todo.

"Entonces, ¿qué desgracias se ocultan bajo tu capa, Toru?"

Toru la miró por un segundo antes de mirar la copa de vino. El vino rojo como la sangre en sus manos.

"En mi vida siempre ha habido mucha muerte, lágrimas y dolor. Puede que mi historia no sea un cuento de hadas, pero tampoco creo que sea una historia demasiado trágica. Hubo muchas oportunidades en las que pude levantarme y avanzar a pesar de todo ese sufrimiento, pero sin importar cuantas veces me levanté, siempre vuelvo a caer en el mismo abismo de siempre"

"Vuelves a tomar las mismas decisiones…"

"Exactamente… es como si mi mente lo hiciera de forma inconsciente. ¿Qué busco ganar con todo esto? Suelo preguntarme. Al final siempre es lo mismo. Nada sale como quiero. Todo se arruina, dejándome más traumas que destrozan mi mente…"

"Y esos traumas…"

"Se basan en mi propio autosabotaje. Me obligo a mi mismo a ir solo en la vida sin alguien que me acompañe. Ese es el peor error que he cometido. Pensar que puedo hacerlo todo solo, sin importar el dolor que guardo en el fondo de mi corazón. Incluso en esta guerra estuve solo desde que Kirei me traicionó. No tuve nada ni a nadie más que el pensamiento de poder reunirme con las personas que yo busco proteger. Mira como terminaron las cosas…"

Toru apretó la copa de vino.

"Mira como termine yo…"

Las consecuencias de la soledad golpean a quienes en el fondo buscan no estar solos. Puede que Artoria haya decidido estar sola en su camino a ser el rey perfecto, pero las condiciones en las que Toru tuvo que afrontar la soledad son peores desde el punto de vista psicológico.

'Te obligas a ti mismo a sufrir…'

Eso fue lo que Artoria pensó. Hay algo que hace que Toru se obligue a sí mismo a sufrir en soledad. Puede que sea un trauma o un recuerdo lo que lo tiene de esa forma, pero aun así…

"A pesar de eso decidiste que quieres vivir"

"Si…"

Toru sonrió como si esto fuera gracioso.

"Pensé que podría cambiarme a mí mismo si intentaba, por una vez en mi vida, superar todo lo que me hace daño. De hecho, hasta ahora me ha funcionado bastante bien. Pero ya todo se acabó…"

Se miró la mano, percatandose de las partículas blancas que comenzaban a emanar de allí.

"Gaste demasiado maná en usar mi Noble Phantasm. Se me está acabando el tiempo"

Bebió otra copa de vino entera y preguntó:

"Ahora, ¿qué tiene que decir Arthur Pendragon sobre su propia vida?"

Aprovechando que el tiempo se acababa, al menos saber un poco más de historia serviría como un consuelo en todo este desastre.

"Artoria. Mi verdadero nombre es Artoria. ¿Y qué puedo decir? Todo mi reinado ha sido un fracaso"

"La caída de tu nación, ¿no? Tengo entendido que es tu culpa"

"No lo digas de esa forma, me hace sentir miserable. Pero si, todo fue mi culpa. Todo por mi necedad, todo porque no los escuche. Nunca los entendí, ni ellos a mi… Al final esa necedad me hizo hacer un trato con el Mundo, convirtiéndome así en una Servant viviente"

"Artoria Pendragon la ha tenido difícil también, eh…"

"Supongo que sí. ¿Sabes? Yo solía pensar mal de ti. Pensé que eras la peor escoria del mundo"

"Hay muchas personas que piensan lo mismo de mi. No los culpo. Yo también…"

Toru miró al vacío por un momento deteniendo su frase.

'Tú también piensas que eres lo peor…'

Artoria vio a un muchacho joven con muchos problemas con su pasado. Su vida se ha regido por ese mismo pasado y ha estado en una profunda depresión todo este tiempo. Una de las razones era el por qué Toru piensa mal de sí mismo.

"Eres lo que crees ser. Jajaja"

Decir eso fue demasiado irónico para ella, tanto que dejó salir su risa por un momento. Aunque Toru no le prestó atención a eso.

"Al final ambos nos dejamos llevar por lo que creíamos ser. Y todo eso acabó mal. Todo eso nos llevó a estar solos en el final, y para colmo lastimamos a todas las personas que nos rodeaban…"

Toru entendió esto perfectamente, tanto que dejó salir una leve sonrisa cansada. 

Ambos, solos en el final…

Solos en el camino de la vida.

Solos en sus mentes rotas.

Jóvenes almas que tuvieron que enfrentarse a la vida sin ningún arma y salieron perdiendo.

"La soledad… es algo que odio demasiado…"

Dijo él. Artoria puso su mano sobre el hombro del chico.

"Antes yo habría pensado todo lo contrario, pero ahora mismo odio la soledad como no tienes idea"

"La gente solitaria es muy rara, ¿no?"

"Efectivamente…"

Los dos eran raros en ese momento. Fue entonces que ella se dio cuenta de que Toru ya estaba por regresar al Trono de Héroes. El cuerpo del chico ya casi se había evaporado en el aire, quien a su vez miraba la copa de vino en sus manos con una expresión melancólica.

"Jaja…"

Él se rió…

"Odio esto… no quiero regresar a ese infierno. Si vuelvo, volveré a ser el mismo de antes…"

Cerró los ojos…

"Tengo miedo…"

Con aquel miedo surgiendo en su corazón, el Shigan en los ojos de Toru se activó. Con su brillo arcoiris, las voces comenzaron a susurrarle y el océano de sangre, mientras su cuerpo se desvanecía, se mostró a su alrededor. Sin embargo, él ahora no estaba solo en este océano, pues Artoria estaba a su lado.

"¿También puedes verlos, Artoria-san?"

"Tus ojos…"

"Si. Ellos están aquí, observando y susurrando. Me están viendo a mi. Me juzgan y me culpan. Están enojados, llenos de rencor y sufrimiento. Me pregunto cuándo fue la última vez que los vi"

Él cerró los ojos y permitió que todas las almas sangrientas que salieron de la sangre lo juzguen. A su vez, Artoria apretó un poco el hombro de Toru. 

Los ojos de este chico eran más especiales que ninguno. Seguro parte del sufrimiento del chico se mostraba en sus ojos. 

Ambos durante toda su vida siguieron un camino que los lastimó y lastimó a las personas que los rodeaban.

Intentar remediar el pasado simplemente los llevaría a cometer los mismos errores.

Y ahora ella lo entendía, ella sabía que hacer en este momento después de ver a Asahi Toru aterrado por lo que va a pasar.

Ella es un Espíritu Heróico, es un Héroe del Mundo, pero a pesar de que es considerada un héroe por la humanidad, ella no fue más que una charlatana vestida con su reluciente armadura.

Sus deseos aún son egoístas y deprimentes. Siempre lo han sido.

Nunca fue un héroe…

Nunca lo fue, pero…

Más que nunca en este momento, ella desea ser el héroe que este chico necesita.

Él estuvo solo durante mucho tiempo, enfrentándose al mundo con valentía y coraje. Él es un verdadero héroe para ella, al fin lo entendió…

Así que si hacía falta, incluso si sigue siendo un deseo egoísta, ella de alguna forma quería seguir viendo esa valentía que este chico tiene.

'Así que de esto hablabas, ¿no es así, Irisviel?'

Esta era la respuesta que ella buscaba. Lo que Irisviel le dijo no fue simplemente algo para levantarle el ánimo. Ella confiaba en que Artoria encontraría su respuesta y ese momento ha llegado.

"Voy a estar aquí contigo"

Dijo ella repentinamente.

"No te vas quedar solo nunca más. Aunque te juzguen y te miren con ira, no permitiré que se acerquen a ti…"

Toru asintió, confiando en las palabras de este rey, pues ahora mismo todo se ha perdido. Al menos creer en esta cruel mentira aliviaría la melancolía de su corazón. Le permitirá ignorar sus fantasmas del pasado y a las almas que lo miraban con ojos de profunda oscuridad.

'Voy a aprender de ti, Asahi Toru. Y yo te enseñaré el camino que necesitas seguir. Este es mi verdadero deseo. Me convertiré en el héroe que necesitas. Aunque no haya podido salvar a mi nación, aunque no haya podido arreglar mis errores, cargaré con mis pecados y te salvaré de tu sufrimiento'

Artoria miró al horizonte con una suave sonrisa y terminó diciendo:

"Si vamos a estar solos en esta triste vida…"

Desapareciendo, Toru miró a la chica que también lo miraba con esperanza en sus ojos.

"Si vamos a estar solos… ¿Por qué no estamos solos juntos?"

Los ojos de Toru se iluminaron ante esas palabras y, mirando a la chica a los ojos, aceptando la esperanzxa que ella le estaba dando, extendió su mano para alcanzarla, pero la copa de vino que tenía en la otra mano cayó al suelo, rompiéndose en pedazos.

Asahi Toru, cerró los ojos al ver qué su tiempo se agotó y suspiró…

"¿Puedes darme la esperanza de que todo estará bien…? ¿Puedes decirme que todos están bien y que nada malo pasará?"

Artoria le respondió con seriedad.

"Te daré todo lo que tengo para ofrecer como héroe. Ese es mi deseo"

"Ya veo… has cambiado desde la primera vez que te vi…"

Y así, entre las llamas de la destrucción de esta ciudad, finalmente se desvaneció junto al humo que se extendía hasta lo alto del cielo.

Con esto, Artoria dejó de sentir el hombro del chico. Él realmente se ha ido...

También se dió cuenta de algo…

"Mi tiempo también se acabó…"

Saber dejó su copa de vino al lado de la copa rota de Toru y se puso de pie con dificultad. El chico ha desaparecido, ahora le toca a ella regresar. Por eso, sostuvo Excalibur con todas sus fuerzas y miró al horizonte tratando de mantener la frente en alto.

"Lancelot…"

Su cuerpo comenzó a desaparecer envuelto en el aura dorada del Mundo.

"Si me vieras en este momento, ¿estarías orgulloso de mi?"

Lo más seguro es que aquel hombre diría: 'Finalmente…'

Así que sonrió pensando en eso y cerró los ojos. A su alrededor, la luz dorada del Mundo cubrió todo y repentinamente la escena cambió.

En aquel solitario árbol, yacía el Rey de los Caballeros, con una suave sonrisa en sus labios y un par de lágrimas en su rostro, recostada allí, como si estuviera durmiendo cubierta de su propia sangre…

Su deseo cambió, al igual que lo hizo su corazón. Un poco tarde para cambiar, ella ahora sabía que hacer. Hasta su próxima oportunidad, descansará aquí con la esperanza de encontrar a Toru y salvarlo del abismo de su sufrimiento…

Fate/Zero - Fin