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El Ultimo Sol Naciente

Versión en español del fanfiction The Last Rising Sun. Alek Gusev es un investigador científico de alto nivel que creó uno de los mayores inventos de la humanidad. Sin embargo, el destino quiso que esta misma creación destruyera todo lo que conocía, matándolo en el proceso. Ahora se ha reencarnado en el Mundo Shinobi sin sus recuerdos. ¿Qué ocurrirá en la nueva vida de nuestro protagonista? Vol. 1-3 : Toda la historia de Naruto. Vol. 4 : Fate/Zero Vol. 5 : Lord El-Melloi II Case Files Vol. 6 : Fate Stay Night (Próximamente) Vol. 7 : NieR:Automata (Próximamente)

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238 Chs

Capítulo 181: Assassin

-Trono Heroes-

¿Es este una especie de castigo divino? De alguna manera él llegó a la conclusión de que debía ser eso. Si esto se debe a todos los errores que cometió en sus dos vidas, entonces, esto podría tener sentido. Su mente estaba tan cansada que finalmente se rindió y se arrojó por el precipicio en una caída directa hacia la locura total. Su fuerza de voluntad se rompió como el cristal y pensó profundamente en esto. Sin duda la muerte en este lugar era un regalo que nunca nadie ha conseguido, una salvación que nadie alcanzara. Pero este es el infierno de Toru, un lugar único y solo para él. Algo manipulaba esta parte del Trono de Héroes y lo peor de todo es que el Mundo lo permitía.

"Esta bien de esta forma…"

Decidió que esto era lo que merecía después de todo lo que hizo. Sus errores ya no se pueden arreglar y no hay vuelta atrás. Cada uno de sus pecados estaban siendo castigados en este lugar, al menos eso fue lo que Toru pensó y se quedó con esa idea en su mente.

"Busco el camino que me llevará a una respuesta"

Sin embargo, la voz de un hombre resonó a la lejanía, y una luz brillante se manifestó delante de Toru. Fue ahí cuando el entorno se iluminó, mostrando el escenario en que este chico se encontraba. Era el Océano Carmesí, donde miles de almas entintadas con sangre se quejaban y menospreciaban a Toru.

"¿Quien eres?"

Preguntó, y la voz del hombre volvió a sonar.

"Por la autoridad de la Santa Iglesia. El Clérigo ejecutor de la herejía"

¿Un clérigo? ¿Un ejecutor? Estas eran unas palabras que Toru no esperaba escuchar. Sin duda se sintió confundido. Su mente ya estaba demasiado rota por lo que pensó que esto solo era uno de sus tantos delirios, pero la voz era real, la voz lo llamaba.

"Te llamo a ti, héroe de otra época. Aquel ángel que entrega el mensaje de Dios. La luz de la justicia que prevalecerá"

Si. Alguien estaba llamando a Toru. Lo llamaron héroe y ángel, palabras con un profundo significado para Toru. Lentamente extendió el brazo con la intención de tocar la luz que se manifestó.

"La sangre del hijo de Dios no se derramará en vano, pues yo me encargaré de que eso no suceda. Atiende a mi llamado, escucha mis plegarias. Tu, que te ocultas en lo más alto de lo espiritual, responde y muestrate ante mi"

Toru finalmente sintió que la voz era real.

"Alguien me necesita…"

Levantó la mirada y un par de lágrimas cayeron. Pensó en la posibilidad de salir de aquí y en la oportunidad de encontrar un nuevo objetivo. Su corazón estaba roto en pedazos, y su mente aún más perturbada que cuando estaba vivo, pero él tenía un deseo. Aquel deseo era algo que cualquier persona desearía…

"Quiero un futuro mejor.."

Pero Toru no era cualquier persona.

"Un futuro donde ya no tenga que sentirme así. Una muerte permanente… un final feliz dónde yo ya no exista…"

El deseo más egoísta que alguien puede tener se impregnó en el fondo de su corazón y finalmente tocó la luz. Al tocar la luz, su cerebro recibió una gran cantidad de información y su cuerpo comenzó a desaparecer envuelto en una gran nube de vapor. A sus ojos el escenario cambió, y una luz blanca bajo sus pies se manifestó en forma de círculo mágico. Con la información que recibió directamente en su mente, Toru entendió la situación y cerró sus ojos. 

'Una guerra… un deseo… el Santo Grial… Fuyuki, Japón… Magia… Servants… Masters… Magus… Noble Phantasm… Assassin…'

-Fuyuki, Japón-

Recalculo todo en su mente y su invocación al mundo terrenal se completó con éxito. Con toda la información que recibió en orden, sacó la daga rota del sello en la venda de su brazo y la apuntó a la persona delante de él. Con un suspiro cansado, sin emociones y un poco tétrico en medio de esta habitación oscura, le preguntó:

"Tu… ¿Eres mi Master?"

A sus ojos, un hombre con una mirada vacía lo miró con un gesto bastante curioso. El hombre le respondió:

"Lo soy"

Entonces Toru asintió con la cabeza y guardó la daga. Se acercó al hombre y le ofreció su mano para saludarlo. El hombre entendió el gesto y lo saludo igualmente.

"Kotomine Kirei, ese es mi nombre"

Toru no pudo evitar ver a un hombre con una expresión parecida a la suya. Incluso los dos tenían la misma mirada apagada. Memorizando el nombre de su Master, él asintió con la cabeza.

"Soy Assassin"

Eso es todo lo que él planeaba decir de sí mismo. Ni más ni menos. Está es una guerra dónde luchará junto a su Master para obtener el deseo que el Santo Grial puede cumplir. Toru ya tenía una idea de lo que debía hacer con la información básica. Mantener en secreto su propia identidad era la mejor opción que podía tomar, pues si alguien descubre su identidad, podrán fácilmente deducir que habilidades tiene en base a esto. Lo mismo va para los demás Servants.

En retrospectiva, a Kirei le pareció extraño que Assassin no haya revelado su nombre a su Master. Si Kirei no sabe la identidad de este Servant, entonces, no podrá darle órdenes concretas durante la guerra. El necesitaba saber lo que Assassin es capaz de hacer, pero también se sintió un poco decepcionado. Assassin es la peor clase de Servant, la más débil de todas, pero se sostiene a sí mismo gracias a sus habilidades de sigilo y espionaje. En cuanto al combate, eso ya es otro asunto. Las estadísticas físicas para el combate en los Assassin siempre son bajas y Kirei cree que el Servant que tiene delante es igual. Bueno, así era según lo que él aprendió de Tokiomi.

"¿No planeas decirme tu identidad? Creo que eso es algo necesario para la guerra. Debo asumir que ya sabes todo lo que esto implica"

"Lo sé y lo entiendo. Pero mi identidad es algo que guardaré para mí. No tengo intenciones de desobedecer sus órdenes, pero en cuanto a mi identidad, no diré nada al respecto"

"Eso no tiene sentido. ¿Cómo se supone que-?"

"Me encargaré del combate. No revelaré mi identidad, pero le aseguro que no fallaré"

Kirei no entendió esto. Cómo Servant que es, Assassin debe obedecer las órdenes de su Master sin rechistar, pero parecía que este tipo era bastante testarudo y rebelde. También hay algo que a Kirei le interesaba probar en caso de que la invocación fuese un éxito y eso eran los Sellos de Comando. Cómo ahora tenía la oportunidad, decidió usar el primer sello, pero primero…

"¿Puedo preguntar el por qué?"

Toru asintió con la cabeza antes de responder.

"Mi pasado es algo complicado y, en resumen, algo demasiado personal. Estaría agradecido con usted, Master, de que me permita mantener mi identidad de esta forma. Se que debe parecer extraño, pero así es como soy yo. Esto es una parte de mi que nunca pude cambiar, y este pasado es algo muy importante que no me atreveré a contar a nadie"

"Ya veo…"

Entendiendo la forma de pensar de Assassin, Kirei suspiro y negó con la cabeza. Assassin resultó ser un Servant bastante peculiar, pero a él no le importaba eso. No le importaba si Assassin no quería revelar sus secretos. Los Servants, según él tenía entendido, son herramientas que usan los Magus para alcanzar sus objetivos. Ahora que Kirei se ha convertido en un Magus, su salvación está en la victoria de Tokiomi, y Assassin, como su Servant, lo guiará en este camino empinado a la salvación. Con esto en mente, ignorando todo lo que Assassin dijo anteriormente, él levantó la mano donde tenía la triple marca roja y dijo:

"Yo, Kotomine Kirei" 

Recordó que Tokiomi le enseñó a usar los Sellos de Comando. El proceso era bastante fácil, dar la orden teniendo en mente usar el Sello y listo. Era bastante sencillo comparado con el aprendizaje relacionado a la magia. 

"Con la autoridad que el Santo Grial me ha otorgado"

Assassin frunció el ceño ante esto. El pensaba que su Master sería alguien comprensivo, pero se equivocó. Se dió cuenta que juzgó mal a Kirei. Y ahora mismo, una vez que Kirei dé la orden, el deberá cumplirla sin poder negarse, así es como funcionan los Sellos de Comando. Es una orden definitiva de la que Assassin no podrá escapar.

"Te ordenó que me reveles tu identidad y todos los detalles necesarios para esta guerra"

Una de las tres marcas en la mano de Kirei lentamente se tornó opaca hasta casi desaparecer. En ese momento, Assassin bajo la mirada y suspiro. Un largo silencio de tres segundos llenó la habitación. Parecía que el Sello de Comando no había funcionado, pero Kirei dió una orden específica, según le había enseñado Tokiomi, así que debía funcionar. Assassin estaba callado, pero de repente…

"Me llamo Toru, Asahi Toru del clan Asahi. Nací en una gran aldea ubicada en el centro del País del Fuego, Konohagakure"

Kirei escuchó con atención.

"Durante toda mi vida me he entrenado como un shinobi. Ninjutsu, Taijutsu, Senjutsu, diferentes disciplinas relacionadas con el arte ninja, domine una gran parte de eso. Supongo que con todo lo que domine me convertí en una de las personas más poderosas de mi época, pero mi vida, lo que consideraba mi identidad, en algún momento dude de ello. Crecí en Konoha, estudie en la Academia Ninja, me uní a un equipo, me traicionaron y tuve que huir del lugar que considere mi hogar"

Toru levantó la mirada, dónde sus ojos arcoiris oscuro iluminaban levemente su rostro.

"¿Querían ver un criminal? Pues me convertí en uno. Pero al final todas mis decisiones me llevaron a un lugar en el que nunca esperé terminar. Mi muerte, la Cuarta Guerra Mundial. Fue allí donde dejé salir todo mi poder y, con mis últimas fuerzas, me suicidé junto al enemigo"

Sacando las dagas, estás se iluminaron con la luz de shakuton.

"Un poder para hacer temblar el mundo, un poder que mantuve en la palma de mis manos por diez segundos, pero ahora no soy nada comparado a cuando me encontraba con vida. El Grial limitó la mayor parte de mi poder. Ahora solo dispongo de mi velocidad, mi ninjutsu de nivel básico, mi taijutsu, mi Noble Phantasm y mis ojos"

Estás dos últimas cosas le interesaron bastante a Kirei dejando de lado esa tal Cuarta Guerra Mundial. 

"Noble Phantasm, tus ojos…"

Toru continuó.

"Mi Noble Phantasm, Saigo no Yoake [Final Down], radica en la creación de plasma mediante la fusión nuclear usando el hidrógeno presente en el cielo, pero esto requiere de una gran cantidad de chakra/mana, lo que hace que la fusión nuclear no se apague. Aunque es inútil usarlo si me encuentro en mi estado más débil, pues desapareceré después de usarlo, además de que esto mismo también toma una gran parte del maná de mi Master, lo que puede ser peligroso para usted. En cuanto a mis ojos, estos son una hibridación entre el Sharingan [Ojo Copiador Giratorio] y los Ojos Místicos de la Percepción de la Muerte. A esta hibridación le puse el nombre de 'Shigan' [Ojos de la muerte], ya que me muestran líneas doradas en la existencia que, al ser cortadas, soy capaz incluso de asesinar objetivos que desde un inicio no están 'vivos'"

Toru parpadeo una vez, haciendo que él Shigan en sus ojos se apague. Con esto, él dijo todo lo que podía. Aprovecho que la pregunta de Kirei no fue tan específica y sólo reveló lo que parecía ser de utilidad para la guerra.

Después de haber escuchado esto, Kirei estaba un poco confundido. Dejando de lado que el poder de Assassin se ha reducido demasiado con su invocación, este dijo algunas cosas interesantes. Mientras Toru miraba a Kirei en silencio, este último pensó.

'Cuarta Guerra Mundial'

Si Assassin participó en la Cuarta Guerra Mundial, eso quería decir que este Servant realmente venía del futuro. Además, nombró al País del Fuego y una gran aldea llamada Konohagakure. Eso no es algo que exista en la actualidad, y teniendo en cuenta que solo han pasado poco más de cuatro décadas desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial, lo que dijo Risei en la carta parecía ser cierto. Aunque esto solo fue la interpretación de Kirei, pues Toru realmente no venía del futuro, sino de otro mundo.

"Asahi Toru, eh…"

Assassin sin duda alguna se veía como un nativo japonés, sus rasgos faciales lo delataban. Él pensó entonces que posiblemente el futuro de Japón se llamaría 'País del Fuego' y estaría dividido en grandes aldeas o ciudades. Si la Cuarta Guerra Mundial es real, entonces faltaría muchísimo tiempo para eso.

'Posiblemente en ese futuro yo ya no me encuentre con vida así que no vale la pena preocuparse por cosas que aun no pasan, mucho menos si es un futuro muy lejano'

Esa fue su conclusión final.

"¿Cómo debería llamarlo, Master?"

Para olvidar el hecho de que lo obligaron a revelar sus secretos, Toru cambió el tema y, con una voz suave, bastante calmada, hizo su pregunta. Claramente Kirei iba a responder.

"Puedes llamarme como quieras, pues creo que eso no es algo relevante"

"Entendido, Kirei-sama"

Toru hizo una reverencia y espero alguna orden de su Master, pero este solo se dio la vuelta y comenzó a ordenar la habitación. Todo parecía desordenado después de la invocación, así que, creyendo que Kirei necesitaba ayuda, Toru comenzó a ordenar todo lo que estaba a su alrededor. Pero cuando se dio la vuelta y vio el maletín en la mesa, suspiró cansado, entendiendo todo al fin.

'Ya veo… así que aquí es donde llegó…'

Aquel pedazo de metal, reluciente y perfectamente preservado. Acercó su mano tímidamente y agarró el fragmento de la daga. Admiró el objeto en silencio y recordó la vez que se enojó con la Jinchūriki del Nanabi. Toru buscó con la mirada el pedazo de daga en el campo de batalla después de la explosión, pero no la encontró, pero ahora este fragmento estaba aquí, en el maletín sobre la mesa.

'¿Cómo terminó está parte de mi daga aquí?'

Guardando el fragmento en el sello de su muñeca derecha, Toru continuó ordenando la habitación y pensó en esto, pero al final no encontró ninguna respuesta a su pregunta. 

***

Después de haber ordenado todo el sótano, Kirei no dijo nada más a parte de que, con esto, parte de su entrenamiento se había completado. Al final pensó que un cuerpo sano requiere una alimentación correcta y las horas de sueño predeterminadas, por lo que subió las escaleras para ir a su habitación y descansar, pero se dió cuenta de que Assassin lo estaba siguiendo en completo silencio.

Toru no sabía qué hacer con exactitud, parecía que aún faltaba bastante para la guerra, lo que le dejaba muy pocas cosas por hacer hasta eso. Kirei también se percató de esto.

"Vigila los alrededores de la mansión"

Toru asintió con la cabeza ante esta orden y se alejó caminando por el pasillo. Kirei entró a su habitación después de ver esto y se tumbó en la cama para pensar antes de dormir.

'Un Servant del futuro…'

Cerró los ojos finalmente.

***

Mientras esto pasaba, Toru se acercó a una de las ventanas y la abrió. Antes de poder saltar por ahí, escuchó un ruido a sus espaldas, lo que le hizo mirar hacia atrás. Al darse la vuelta, vió a una pequeña niña de cabello castaño largo hasta la nuca. La niña estaba vestida con un pijama blanco parecido a un vestido de mangas largas, quien miraba confundida al extraño frente a ella.

Toru pensó cómo explicar esta extraña situación. Así que, para no mostrarse como alguien agresivo, relajo los músculos y dijo:

"Buenas noches" 

Hizo una reverencia cortés para demostrar que no iba hacer nada innecesario y miró a la niña a los ojos.

"Lo siento si te asuste. No soy un ladrón ni nada parecido, en serio. Kirei-sama acaba de invocarme, aunque tal vez no se me permite decir eso... Bueno, él me dió la orden de vigilar los alrededores está noche. Eso es lo que iba hacer ahora…"

La niña seguía confundida, y obviamente no podía confiar en las palabras que este extraño chico le decía. A pesar de que todo estaba tan oscuro, ella más o menos pudo ver el rostro del chico dentro de la capucha negra. Era un chico bastante joven, un 'onii-san' desde los ojos de un infante japonés. De hecho, el rostro de este extraño chico tenía rasgos que ella consideraba 'amables' pero de alguna forma 'tristes'. La mirada de este chico estaba apagada, como si no tuviera alma, como si se hubiera resignado a sufrir. Ella sintió un poco de lástima por eso, pero él seguía siendo un extraño así que se armó de valor y lo miró hacía arriba.

"¿Cómo te llamas? ¿Qué eres?"

Toru se sentó en el marco de la ventana preparado para saltar y respondió la pregunta de esta niña.

"Mi nombre es algo que no puedo revelar, pero puedes llamarme Assassin. Además…"

Sus ojos brillaron en la oscuridad con un color extraño parecido al de un arco iris oscuro donde el color azul predomina. En el centro de su iris se encontraba una X negra que rotaba lentamente.

"Soy un ninja"

El cuerpo de aquel chico frente a ella parpadeó por un segundo y desapareció de su vista dejando una pequeña brisa por lo rápido que se movió. Ella corrió hacia la ventana y miró los alrededores, pero ya no había nadie. Se sintió confundida e incluso pensó que lo que vio era solo un producto de su imaginación, o mucho peor, un fantasma que hizo acto de presencia para asustarla en medio de la noche. Aunque esto último no podría ser cierto. Ese chico incluso conocía a Kirei, en ese caso…

'Assassin…'

La niña, Tōsaka Sakura, cerró la ventana y fue a la cocina por un vaso de agua. Mientras estaba en ello, recordaba una y otra vez el rostro de aquel desconocido. Una cara amable con una expresión triste, eso fue todo lo que ella pudo ver en ese chico misterioso.

***

En el techo de la mansión, Toru observó los alrededores. Todo parecía bastante normal, un mundo diferente que se parecía al mundo de su vida pasada, cuando era aquel científico carente de emociones. Él quería elevarse en lo alto usando su Rinnegan, pero incluso esa evolución de sus ojos estaba restringida. Aún así, aún tenía mucha fuerza en sus piernas por lo que, viendo todo su alrededor una vez más, dió un fuerte salto, lo que lo llevó bastante alto.

El aire allí arriba estaba bastante frío, pues ya era bastante tarde por la noche. Las luces de los edificios, a pesar de que esto no era Rusia, le trajeron bastantes recuerdos nostálgicos. De hecho, durante su vida como Alek Gusev, Toru estuvo en Tokio para una de las pocas conferencias que solía dar a la siguiente generación de investigadores. 

"Todo se ve tan parecido…"

Lejos de los paisajes llenos de casas anticuadas estilo japonés, este lugar era mucho más moderno que cuando Toru vivía en el Mundo Shinobi.

"La contaminación lumínica también es un problema, eh…"

El se sentía de regreso en su vida pasada, cosa que él no consideraba como algo bueno. Esos recuerdos solo lo hacían sufrir. Él no quería esto. Aunque tal vez por eso fue invocado en este mundo.

"Para cumplir mi deseo…"

Toru cayó rápidamente y aterrizó frente a la mansión con bastante delicadeza. Si esto fuera el Mundo Shinobi, seguramente el suelo se habría partido por el impacto, pero parecía que, al ser un Espíritu Heroico, adquirió habilidades en base a su Clase como Servant. Parecía también que Toru, al moverse a la velocidad de la luz, los alrededores no sufrían las consecuencias de esto. Era como si sus pasos se frenaran de una forma tan específica que esto no causaba estragos a su alrededor. Era bastante conveniente y posiblemente los demás Servants también tengan habilidades así, no, definitivamente las tienen.

Al ser invocado a este mundo, a Toru se le otorgó la clase Assassin, en base a sus acciones en vida. Existían seis clases más a parte de la clase Assassin y Toru ya tenía esa información en su mente. Cada Servant recibirá la misma información al ser invocado, él estaba consciente de eso, por lo que debía estar preparado para cuando se enfrente a ellos.

"Bueno…"

De un salto apareció sobre el techo de la mansión y se sentó allí. De los sellos pintados en las vendas de sus brazos, sacó aquel fragmento de daga junto a las dagas y las observó con atención. 

"Hm… tal vez pueda repararlo…"

Tomando la daga rota y el fragmento metálico, Toru los juntó para comprobar el daño y estos, como si fueran dos imanes de polos opuestos, la daga rota y el fragmento metálico, se pegaron sin necesidad de estar lo suficientemente cerca. Levantó las cejas al ver cómo el metal parecía restaurarse. Era como si la daga nunca se hubiera roto. Otro milagro de ese Santo Grial…

Con esto, Toru entrecerró los ojos.

"Okaa-sama… tu daga ya no está rota"

Encerrado en aquel lugar llamado Trono de Héroes, sufriendo un bucle infinito de dos vidas llenas de dolor, separado del Mundo Impuro dónde parecía que volvería a reunirse con sus amigos y familia, ese era el, ese es quién es en este momento. El es Asahi Toru, Servant de clase Assassin y Espíritu Heroico, aquel que se sacrificó por lo que creía correcto. Con un corazón roto en pedazos, con el objetivo de conseguir su deseo, sus ojos se iluminaron con la luz arcoíris oscura de la muerte, sus manos se cubrieron de llamas destructivas y de su boca esbozó un suspiro de vapor caliente.

'Hm… dejando todo eso de lado…'

Las llamas se apagaron y guardó las dagas en los sellos de sus vendas. Había llegado la hora de cuestionarse toda esta situación.

'La verdadera razón del por qué ahora estoy en otro mundo diferente'

Recordando la historia que Obito contó sobre los Asahi, ese hombre de otro mundo, quien parecía detener el tiempo y controlar los alrededores a su antojo, podría tratarse de un nativo de este mundo. Como Obito lo contaba, parecía que ese hombre no manipulaba el chakra, sino algo diferente. Al ser invocado en este mundo, Toru sintió su sistema de chakra cambiar. Mirándose a sí mismo con el Kodō Shigan Eterno se dió cuenta de esto. Su sistema de chakra era diferente, era como si se hubiera superpuesto con otro extraño sistema de circuitos que fluía por todo su cuerpo.

'En este mundo al chakra senjutsu se le dice "prana" y al chakra normal presente en el cuerpo de las personas se le denomina "maná". Partiendo de esto, quiere decir que yo siempre tuve estos extraños circuitos, pero no los pude activar hasta que llegué a este mundo en forma de espíritu. Claro, al no tener cuerpo no me di cuenta de esto. La herencia sanguínea que dejó ese hombre en el Mundo Shinobi hizo posible para mí convertirme en un Espíritu Heróico. Pero si pienso en eso, no tiene sentido"

Asahi Kyoko poseía también el Shigan, un poder ocular que no era de este mundo y tal parece que el resto de la familia principal del clan Asahi también pudo haber llegado a despertar estos ojos. En todo caso, debido a sus acciones en el mundo, ¿no debieron haberse convertido en Espíritus Heróicos también? Al menos Kyoko, su madre, cumplía los requisitos para esto. Entonces, ¿cuál era la diferencia entre Toru y su madre?

'Si lo pienso de forma analítica, esto podría deberse a la cantidad de herencia sanguínea presente en el cuerpo. Si mi madre tenía un ADN más apegado al Mundo Shinobi, en ese caso, al morir, terminó en el Mundo Impuro y no como un Espíritu Heróico. Lo que podría diferenciarme de mi madre, es la cantidad de herencia sanguínea que recibí, es decir, hay muchos factores que pudieron hacer que mi ADN sea más perteneciente a este mundo que al del Mundo Shinobi'

El factor más importante eran sus ojos. Mientras que Kyoko solo llegó a la segunda evolución del Shigan, es decir, el Kodō Shigan, Toru llegó hasta el final, el Rinne-Shigan. Un dato importante a recalcar es que Kyoko parecía tener miopía. Cuando iba a leer letras pequeñas, se ponía unos anteojos para ver mejor. Tal vez esa sea otra de las razones del por qué se retiró del oficio de kunoichi. Parece que el Kodō Shigan afectó un poco su visión.

'La suerte que tuve al haber tenido más herencia sanguínea de ese hombre que los demás no tiene sentido, pero supongo que a veces las probabilidades nunca son nulas'

Otro dato importante…

"Parece que puedo hablar todos los idiomas de este mundo. Bueno, yo ya sabía hablar ruso e inglés, pero en mi vida como shinobi nunca creí necesario usar esos dos idiomas, pues todos hablaban japonés. Otro milagro más de ese Grial, supongo…"

Con la capacidad de comunicarse en diferentes idiomas, eso facilitaba aún más todo. Al final, él ya sabía su identidad en este mundo.

'De ahora en adelante, hasta que está guerra acabe, seré Assassin. Intentaré ganar el grial y entonces…'

Desearé desaparecer…

Él creía que ya había hecho todo lo que podía en sus dos vidas, que ya no merecía una tercera oportunidad. Si desea regresar al pasado, ¿qué seguridad tenía de poder hacerlo bien está vez y no desperdiciar su vida como siempre? Una tercera oportunidad solo sería repetir los mismos errores, eso es lo que pensaba él. Su vida como un científico y como un shinobi ha terminado, ahora ya está muerto. Para no volver a ese lugar lleno de tortura y pavor, el tenia ese deseo egoísta en mente.

En conclusión, este niño tonto no va a cambiar nunca. El ya se ha hundido en el abismo de su propio sufrimiento y no será fácil sacarlo de allí.

Continuará…