—Ves imaginó vagamente sentarse frente a su terminal tratando de navegar por la red galáctica presionando quince teclas al azar.
—La diferencia entre navegar por la red galáctica y probar su suerte con la ciudad de cristal era que la primera al menos devolvía algo.
—En cuanto a Ves, tardó más de medio día estándar en persistir en su juego de azar. Fue increíblemente aburrido para él repetir la misma rutina más de ochocientas veces.
—Al menos, a Ves ya le había dado la oportunidad de practicar su puntería. Comenzó a acostumbrarse a manejar la gran pero elegante Amastendira. A pesar de ser un poco más grande que una pistola láser normal, pesaba muy poco.
—Tenía la sensación de que el armero la hizo para una mujer. Como diseñador él mismo, fácilmente detectó las pistas. El arma llevaba un toque femenino que haría que cualquier mujer se sintiera a gusto una vez que empuñaran la Amastendira.
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